Deudas impagadas por «odiosas» a lo largo de la historia
Deuda «odiosa», deuda «execrable» o deuda «ilegítima», conceptos que en Derecho Internacional, constituyen teoría jurídica, -puestos en práctica numerosas veces a lo largo de la historia-, y sostienen -resumidamente- que la deuda externa de un gobierno, contraída, creada y utilizada contra los intereses de los ciudadanos del país, no tiene por qué ser pagada y por tanto no es exigible su devolución ya que los prestatarios podrían haber actuado de mala fe a sabiendas, y por tanto dichos contratos —bonos o contratos comerciales— son nulos legalmente. En todo caso, tales deudas podrían considerarse personales debiendo responder quienes las hayan contraído a título personal —sea el monarca, el presidente, el director del banco central nacional o los ministros correspondientes— y no el Estado en su conjunto y por tanto los ciudadanos. En algunos aspectos, el concepto es análogo a la nulidad de los contratos firmados bajo coacción.
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La teoría de la deuda odiosa ha sido aplicada -con el objetivo de no pagar deudas contraídas-, no solamente durante los últimos siglos XIX, XX y XXI; existen antecedentes que se remontan a Mesopotamia y Egipto.
Reclamación de auditorías de la deuda pública en Europa y deudas odiosas
Actualmente organizaciones como ATTAC y los “Grupos de Auditoría Ciudadana de la Deuda” reclaman la realización de auditorías de la deuda pública de cada estado miembro de la Unión Europea así como la reestructuración de la deuda y el cese inmediato del pago de toda deuda pública dolosa, ilegítima u odiosa. Además demandan un acuerdo que obligue al BCE a financiar a bajo precio a cualquier estado que lo necesite para sanear su deuda pública legítima y la armonización fiscal en toda la zona euro: descenso de impuestos indirectos y un incremento de los impuestos directos y progresivos, especialmente a las rentas del trabajo más altas y a las rentas del capital, tanto empresariales como mobiliario e inmobiliario, instauración del impuesto a las transacciones financieras especulativas (Tasa Tobin), persecución al fraude y evasión fiscal y erradicación de los Paraísos Fiscales.
Deuda externa por países
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Anulaciones históricas de Deudas:
- Eliminación de deuda en Mesopotamia y Antiguo Egipto – milenios III a I A. C.
- Deuda odiosa tras la Independencia del Perú – 1821 – La deuda colonial
- Deuda odiosa de Miguel I de Portugal – 1832 – La deuda de la guerra
- Deuda odiosa de Maximiliano I de México – 1867 – La deuda del monarca
- Deuda odiosa de la Independencia de Cuba – 1898 – La deuda de la derrota
En 1898 los Estados Unidos lograron la victoria de la Guerra Hispano-Estadounidense en la que Cuba -colonia española hasta entonces- estaba en juego. Cuba fue separada de la colonia española, así como Puerto Rico y Filipinas que quedaron bajo protectorado de Estados Unidos.
Después de la guerra España reclamó el pago de la deuda. En una reunión en París, Estados Unidos sostuvo que la deuda era odiosa, pues había sido impuesta en su único interés, sin el consentimiento del pueblo y sirvió para reprimir el movimiento de liberación de Cuba. España aceptó el argumento y Cuba (y EE. UU.) se vieron liberados del pago de la deuda colonial.
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Otras anulaciones de Deudas más recientes:
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- Deuda odiosa de Costa Rica – 1923 – Caso Tinoco
En 1923 se emitió un Laudo Arbitral en favor del recién formado gobierno de Costa Rica contra una reclamación de Gran Bretaña. En este Laudo se estableció que el pago de una deuda de 250.000 dólares correspondía personalmente a Federico Tinoco Granados, ex presidente costarricense, quien había solicitado ese préstamo al Royal Bank of Canada sin consulta a su pueblo.
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- Deuda odiosa de Alemania – Acuerdo de Londres de 1953
El Acuerdo de Londres de 1953 sobre las deudas privadas alemanas, contraídas en el período anterior a la Segunda Guerra Mundial ascendía a 22.600 millones de marcos. A dicha deuda había que sumar de la deuda de la posguerra estimada en 16.2000 millones. Los acreedores (principalmente Estados Unidos, Reino Unido y Francia) acordaron reducir esa deuda un 62,6%. Esta reducción de la deuda de la República Federal Alemana (RFA) fue clave para su rápida recuperación y reconstrucción después de la segunda guerra mundial.
El contraste entre el trato histórico dado a Alemania y el trato dado hoy a Grecia no puede ser más escandaloso. Alemania se benefició de una condonación de gran alcance como resultado de la cual su economía creció de forma rápida y sostenible. Grecia en cambio, está siendo forzada a ‘consolidarse’ a sí misma a lo largo de una recesión dolorosa y destructiva que sacude y empobrece a la sociedad hasta su extremo.
En 1953, uno de esos generosos acreedores (para Alemania) fue por cierto, Grecia, que no tuvo en cuenta los crímenes de guerra que las fuerzas de ocupación alemanas habían cometido pocos años antes en suelo griego. Un paralelismo similar se trazó en España, que también fue otro de los países que firmaron el acuerdo para la cancelación de la deuda alemana.
– Recordemos que las condonaciones que se le aplicó a Alemania por reparaciones de la Segunda Guerra Mundial ascendieron hasta el 50%.
– Y que las facilidades de pago fueron tales, que terminó de pagar la Primera Guerra Mundial, en octubre del año 2010.
- Deuda odiosa en Argentina – 2001 – La mayor suspensión de pagos de la historia
En 1998 se produjo una gran recesión en Argentina coincidiendo con el final del segundo mandato de Carlos Saúl Menem. El 24 de octubre de 1999, la Alianza encabezada por Fernando de la Rúa y Carlos Álvarez, ganaron las elecciones al binomio peronista Eduardo Duhalde – Ramón Ortega, y fueron proclamados presidente y vicepresidente de Argentina. El gobierno de Menem dejó un elevado déficit fiscal, de 7.350 millones de pesos en 1999, por lo que de la Rúa tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas, manteniendo el tipo de cambio anclado al dólar estadounidense llamado convertibilidad.
En enero 2000 se produjo un aumento impositivo sobre las clases medias y altas con la intención de mejorar las finanzas públicas, pero no logró consolidar una incipiente reactivación. El peso de la deuda externa ahogaba al gobierno y aumentaba el déficit fiscal con la posibilidad de que el estado entrara en suspensión de pagos, alimentaba la posibilidad de un pánico bancario o corrida bancaria.
En marzo de 2001 comenzó la fuga de depósitos de los bancos. En enero de 2001 había depósitos por US$ 85.000 millones, para marzo se habían perdido más de 5.000 millones. En junio de 2001, el gobierno de De la Rúa pidió ayuda complementaria al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bancos privados para reducir la presión de la deuda externa realizando el llamado «Megacanje» por US$ 29.500 millones. Sin embargo, la recesión y la fuga de capitales continuaron a ritmo acelerado, con el agravante adicional del descontento provocado por las medidas de ajuste que formaban parte de las condiciones solicitadas por el FMI a cambio de su ayuda.
Tras la caída de De la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá fue nombrado presidente por la Asamblea Legislativa y declaró el Canje de la deuda argentina (default o suspensión de pagos) de la deuda pública de la Argentina, la mayor suspensión de pagos de un Estado en la historia. Acabó dimitiendo, entre otras razones, por no querer abandonar la convertibilidad. La suspensión fue la consecuencia de la aplicación de políticas neoliberales que facilitó la estafa de miles de millones de dólares por los bancos extranjeros y empresas multinacionales.
Activos y recursos de Argentina fueron saqueados. El sistema financiero se utilizó por Citibank, Credit Suisse, y JP Morgan para el lavado de dinero. Se produjo una transferencia masiva de riqueza y el empobrecimiento de la sociedad argentina. El 3 de enero de 2002 fue nombrado presidente Eduardo Duhalde. El 6 de enero de 2002, el presidente Eduardo Duhalde decidió dar fin a la Ley de Convertibilidad que había estado en vigor durante diez años. A juicio de los analistas, las comisiones de los intermediarios y sus renegociaciones constituyen un claro fraude.
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- Deuda odiosa en Irak – 2003 – La deuda odiosa que no cobró Francia y promovió EE.UU.
En 2002, antes de la invasión, los Estados Unidos no querían administrar un país con una enorme deuda que les impediría actuar con libertad y sobre todo sacar el máximo beneficio económico al petróleo irakí. Por ello decidió que el primer gobierno provisional declarara la suspensión del pago de la deuda con la excusa de que “no debía cargarse sobre los ciudadanos de Irak”. En abril de 2003 el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, en una reunión del G-8 convocada al efecto declara que la deuda de Irak es odiosa. Los acreedores principales son Francia y Rusia -grandes suministradores de armamento-. Estados Unidos hizo todo lo posible para que no se utilizara el término deuda odiosa ya que su argumento en Irak podía ser utilizado en muchos otros países. Una reunión del club de París acordó la reducción del 80% de la deuda odiosa iraquí con el acuerdo de no mencionar el nombre de deuda odiosa.
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- Deuda odiosa en Ecuador – 2008 – La guerra contra la deuda
Rafael Correa, Ministro de Hacienda en 2005, consideraba que el 80% del dinero obtenido por el petróleo ecuatoriano debía destinarse a la población, y solamente el 20% al pago de la deuda. Esas afirmaciones hicieron que el Banco Mundial amenazara a Ecuador con cerrar los préstamos; antes dichas amenazas Correa dimitió como ministro alegando que no iba a someterse al mandato del Banco Mundial. En 2008, ya como Presidente de Ecuador Rafael Correa declaró que la deuda contraída por Ecuador era una deuda ilegítima, odiosa e inconstitucional que obligaba a destinar más del 50% de los recursos económicos del Estado a pagar la deuda. Correa manifestó: Lo primero es la vida, después la deuda. El gobierno de Rafael Correa tuvo que enfrentarse a las amenazas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, expulsó a los enviados del FMI del Banco Central de Ecuador, creó un Comité de Auditoría que concluyó que gran parte de la deuda de los gobiernos anteriores era ilegítima, especialmente los contratos de deuda del año 2000. El informe fue trasladado tanto al gobierno como a los ciudadanos de Ecuador.
El Gobierno de Rafael Correa declaró el cese de pagos del 70% de la deuda de Ecuador en bonos. Ante el cese de pagos los acreedores o tenedores de la deuda de Ecuador sacaron al mercado, con valores muy bajos -sobre el 20% de su valor-, los bonos de deuda ecuatoriana. Ecuador, de forma secreta, utilizó 800 millones de dólares para comprar 3.000 millones de su propia deuda, lo que supuso una reducción de su deuda real y de los intereses así como un ahorro de unos 7.000 millones de dólares para Ecuador.
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- Deuda odiosa en Haití – 2010 – La familia Duvalier
El terremoto de Haití de 2010 puso en evidencia la imposibilidad de que Haití pudiera pagar la deuda externa contraída a lo largo de muchas décadas durante gobiernos dictatoriales y caracterizados por una altísima corrupción política, como los de la familia Duvalier (François Duvalier, Jean-Claude Duvalier) que dominaron la vida política haitiana durante gran parte del siglo XX.
Además, numerosas organizaciones civiles consideran que la mayoría de la deuda externa de Haití podría calificarse como deuda odiosa ya que se concedió a dictaduras con niveles elevadísimos de corrupción aun cuando los acreedores conocían bien estas características de los gobiernos haitianos con quienes se pactaron los préstamos; otra importante crítica es que el dinero así obtenido nunca benefició realmente al Estado haitiano o a su población y habría pasado apenas a engrosar la riqueza personal de la familia Duvalier. A raíz del terremoto del 2010, incluso el Club de París -organización de los principales países acreedores de todo el mundo-, en su reunión de 19 de enero de 2010 alentó la condonación de la deuda externa haitiana ante las evidentes dificultades financieras de este país, agravadas por la devastación del terremoto, considerando además la constatación de la imposibilidad absoluta de su pago.
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Reclamaciones de Deudas Odiosas actuales:
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- Reclamación de deuda odiosa de Ben Alí en Túnez – 2011 – Protestas árabes
En 2011 organizaciones como Actuable y CADTM (Comité para la anulación de la deuda en el Tercer Mundo) reclamaron la auditoría para determinar la cuantía de deuda odiosa por los préstamos concedidos a Ben Alí durante su mandato de 23 años como Presidente de Túnez con una deuda acumulada de 10.000 millones de euros. La Revolución tunecina que comenzó el 17 de diciembre de 2010 acabó con la presidencia de Ben Alí quien huyó del país el 14 de enero de 2011. Él y su familia habían ejercido un control directo sobre la economía del país lucrándose personalmente.
En 2013 representantes de partidos de izquierda del Magreb y también de Europa se reunieron en el Foro Mediterráneo contra la Deuda manifestando su apoyo al Frente Popular de Túnez -unión de 12 partidos progresistas- con el objeto de oponerse al gobierno de corte islamista y reclamar el fin del pago de la deuda odiosa.
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- Reclamación de deuda odiosa sobre Grecia – 2011 – Crisis del euro
La Crisis financiera en Grecia de 2010 habría dejado al descubierto la realidad de una deuda histórica acumulada por los gobiernos democráticos pero sin su conocimiento o al menos sin el conocimiento pleno de muchos ciudadanos y organizaciones griegas (véanse los documentales Deudocracia y Catastroika) que demandan una auditoría a la deuda griega para conocer con exactitud su origen, sus deudores y su legitimidad. A la vista de la posible suspensión de pagos de la deuda los planes europeos para de renegociación de préstamos podrían suponer, encubiertamente, una reducción de la deuda o lo que se llama un impago selectivo de la deuda externa. La Campaña por la Auditoría de la Deuda Griega fue introducida por economistas e investigadores griegos en marzo de 2011 a la vista de la perdida de derechos sociales, bajadas de sueldos y pensiones impuestos por la troika (FMI, BCE y Comisión Europea) y que habrían sido inútiles para el previsto control de la deuda externa.
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- Reclamación de deuda odiosa sobre Portugal – 2011 – Crisis del euro
Desde diversas organizaciones como CADTM se considera que la deuda de Portugal debe auditarse y considerarse en buena medida deuda odiosa. Éric Toussaint, presidente del Comité para la anulación de la deuda en el Tercer Mundo de Bélgica considera que los nuevos créditos que otorgan el Banco Central Europeo y el FMI son deuda odiosa ya que los ciudadanos no son consultados imponiéndose medidas que son una violación de los derechos humanos, civiles, democráticos y sociales de los portugueses. Es por tanto una deuda ilegítima, aunque sea contratada por un gobierno democrático electo, ya que utiliza la nueva deuda para pagar antigua deuda sin la aprobación de los ciudadanos que se les hurta cualquier otra opción democrática. Los ciudadanos deben exigir una auditoría que permita conocer exactamente cuánta es la deuda, quienes son los acreedores y para qué se ha utilizado. Sin conocer esos extremos cualquier decisión es antidemocrática además de no resolver ningún problema.
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- Reclamación de deuda odiosa sobre Irlanda – 2011 – Crisis del euro
Por las mismas razones que Portugal, Éric Toussaint del CADTM (Comité para la Anulación de la Deuda en el Tercer Mundo) considera que la deuda de Irlanda es una deuda odiosa ya que no se permite a los ciudadanos conocer los detalles ni decidir sobre ellos.
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- Reclamación de deuda odiosa sobre España – 2011 – Crisis del euro
Por las mismas razones que Portugal, Grecia e Irlanda diversas asociaciones y movimientos sociales como Quiendebeaquien, ATTAC y los “Grupos de Auditoría Ciudadana de la Deuda” promueven desde 2011 una auditoria de la deuda externa de España para poder establecer qué parte de ella puede considerarse deuda ilegítima.
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Fuentes: ATTAC, Wikipedia, Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo y Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda
El problema es que en este país tenemos un gobierno y unos políticos demasiado serviles con el poder financiero y el empresariado, así pues, es dudable que se planteen que la deuda, que han ccontribuido a hinchar con sus acciones nefastas, sea declarada odiosa y por tanto impagable.