La banda de Mariano ha vuelto a atracar

Después de sus primeras apariciones públicas y otras clandestinas a base de micrófonos indiscretos o provocados, este desvergonzado gobierno vuelve a perpetrar un atraco a la ciudadanía para poner en bandeja a los que les mandan, mano de obra aún más barata y ya con exiguas protecciones.

A estos miserables no solo no les ha temblado la mano a la hora de tomar medidas tan brutales como las que estamos conociendo estos días, sino que se han permitido el lujo de presumir de ello, como cuando hace unos días veíamos a un De Guindos arrastrándose de forma viscosa hasta el comisario Olli Rehn para presumir «que preparaban una reforma laboral extremadamente agresiva».

Y así ha sido, este gobierno se dispone a dejar absolutamente indefensos a los trabajadores, aprobando leyes a la medida de la clase dominate, que conduzcan irremediablemente al mayor enriquecimiento de los poderosos a cuenta de la precariedad y empobrecimiento de la mayoría.

Se proponen aprobar, y aprobarán con su mayoría absoluta en el Parlamento, medidas como:

  • Despidos con 20 días de indemnización (bajo muy facilones pretextos en tiempo de crisis)
  • Modificación de las condiciones de trabajo (subir horas, bajar salario, turnos, desplazamientos)
  • Eliminación definitiva de las horas extras (por la libertad de modificación de condiciones)
  • Despidos, entre otras cosas, por:

– No aceptar nuevas condiciones.

– Disminución de ingresos en la empresa por más de dos trimestres consecutivos.

– Oponerse a traslados.

– Faltar al trabajo «justificadamente» entre 9 y 20 días en 2 meses por enfermedad.

  • Los convenios de empresa primarán sobre el sectorial (invirtiendo toda lógica racional)
  • Período de prueba de hasta un año (después…  a la calle sin un euro)
  • ERE´s sin autorización (sin necesidad de autorización por parte de la administración)

En definitiva se trata de una auténtica «desregulación» de todas las condiciones laborales conquistadas anteriormente, siguiendo el modelo neoliberalista en lo económico. Responde al concepto de lo que han denominado como flexiseguridad. Este neologismo no es otra cosa, que lo que comentábamos, acabar con los avances y garantías obtenidas en décadas precedentes respecto a las condiciones laborales de los trabajadores y dar todas las facilidades legales a los empresarios para hacer y deshacer en esta materia, según su deseo y antojo.

LA BANDA DE MARIANO

Hemos caído en manos de algo así como un grupo de pandilleros de barrio

Este gobierno se está comportando con el mismo afán de revancha y venganza, cual especie de cuadrilla de «golfos apandadores»

Se diría en la jerga deportiva actual que «están dándolo todo» para desandar el camino de avances sociales que habíamos construido en las últimas décadas.

De forma precipitada, están deshaciendo todo lo que encuentran a su paso, están pasando factura a la etapa socialista, y en un afán -no confesado, pero evidente- de una vuelta al añorado Nacional-Catolicismo que les guía y que aspiran sirva de referencia moral a su modelo de estado, se han entregado a un frenesí de desmontaje y deconstrucción más propia de unos liquidadores que de lo que son, un gobierno recién formado que debiera entrar, observar, valorar y andar con mucho cuidado con lo que se encuentran para no romper nada, como inexpertos que son.

Es evidente que no han hecho esto último cuando torpemente se han dispuesto a eliminar la asignatura de «Educación para la ciudadanía» basándose erróneamente, además de en sus prejuicios, en una publicación que nunca fue ni se usó como libro de texto.

Se han lanzado desaforadamente a dificultar la adquisición de la «píldora del día después» y a limitar, poniendo restricciones al derecho a decidir de las mujeres respecto a su cuerpo, en sus opciones de abortar.

Han vestido de ministro del interior a un tipo con descarada nostalgia de los «buenos tiempos» de ETA y por ello tratando de «vendernos» una falsa reactivación de la actividad de estos asesinos. Un tipo que desde el primer día está dando ordenes para lo que en su gobierno llaman «recuperación de plazas y espacios públicos» y que no es otra cosa que privar a los ciudadanos de los lugares públicos para el debate, las protestas o las manifestaciones.

Por otro lado nos reencontramos de nuevo con el ministerio de Educación, en este caso abriendo la puerta para la concertación del Bachillerato en centros privados -de momento el primer año-, pero con esta ¿ingeniosa? forma de aumentar la entrega de dinero público a colegios privados en niveles educativos superiores.

En esta banda encontramos también al antiguo alcalde de Madrid, que tras impúdicas y vergonzantes solicitudes públicas y privadas consiguió un anhelado ministerio. Ahora este hombre, actuando como ministro de justicia se propone entre otras felices ocurrencias privatizar bodas, derivándolas a despachos notariales.

Tenemos también en esta pandilla a una «Ministra de Empleo». Observemos la sutileza, del tradicional ministerio de «trabajo», han pasado a denominarlo «empleo». Obviamente el nombre del ministerio hace referencia a la actividad y dedicación de su titular, que en este caso vemos que ha dejado de ocuparse del trabajo y se centra en el empleo, es decir tal como define el diccionario* pasa de atender al trabajador para centrarse en el empresario. Pues bien, esta señora junto a los dos ministerios económicos que la embridan y bajo el mando de ese cuerpo extraño que es Mariano, se disponen de nuevo a perpetrar la enésima Reforma Laboral que limite más los ya menguados derechos de los trabajadores y facilitar aún más la explotación barata y fácil a los empleadores.

No olvidemos al ministro de defensa, antiguo vendedor de armas y que es un buen ejemplo de como mucha de esta gente se sitúa a un lado o a otro de mesas de negociaciones privilegiadas con descarada naturalidad y rapidez. Es decir pasan de «lo privado a lo público» con los mismos asuntos entre manos con los que tienen que seguir negociando.

Dejo fuera de este artículo la política económica en la que ciertamente, este nuevo gobierno no ha sido innovador. Ha seguido la misma senda del anterior gobierno pseudosocialista que la entregó al altar de los poderes financieros y a la discrecionalidad de los intereses de gobernantes no elegidos por los ciudadanos españoles. Lo que sí nos anticipa la banda de Mariano es que vamos a volver a dar dinero a los banqueros, nada menos que 6000.000.000 euros. No, no me he equivocado con las cifras, SEIS MIL MILLONES, pero eso será motivo de otro artículo.

* Emplear: dar trabajo a una persona

RAJOY, AL PARO

Ignacio Sánchez-Cuenca Profesor de Sociología de la Universidad Complutense y autor de Más democracia, menos liberalismo (Katz) -- Ilustración de Diego Mir

Mariano Rajoy se equivocó escandalosamente al hablar sobre las cifras de paro en España en su discurso de investidura. Dijo que en España la tasa de paro llega al 23% y que el número de parados es de 5,4 millones. Resulta insólito, por utilizar una expresión a la que recurre con frecuencia don Mariano, que el nuevo presidente del Gobierno falle en un dato tan fundamental. Ya sabemos que su horizonte intelectual es el del diario Marca y que la única lectura que le deja impronta es la del BOE. Pero podía familiarizarse con las magnitudes básicas de la economía. También se equivocó en los cálculos sobre el servicio de la deuda. Por fuerte que sea la actitud patrimonialista de la derecha española, la ocasión merecía guardar las apariencias.

Da miedo pensar en el nivel de sus asesores, los que le preparan las fichas que Mariano, como buen opositor, aprende de memoria. Neocons y neopijos salidos de las escuelas de negocios y de los cuerpos superiores del Estado. Palmeros y pesebreros que tienen la mente puesta en las jugosas rentas que obtendrán del poder. Forman parte de esa derecha carpetovetónica cuyo patriotismo consiste en aprovecharse de España para aumentar sus privilegios. Estos son los que nos van a gobernar. Porque nadie se escandaliza de que nuestros liberales de pata negra tengan puestos de funcionario, no vaya a ser que Mariano dure un telediario.

Rajoy, un oscuro señorito de provincias, un registrador de la propiedad que ha pasado sin pena ni gloria por los múltiples cargos políticos que jalonan su dilatada carrera política, da el pego como segundón, pero en cuanto se pone al frente, su debilidad manifiesta no puede ser disimulada. El elegido por Aznar trata de suplir sus carencias con aplomo retórico, pero dicho aplomo es impostado, pues cada vez que se ve en un aprieto sus ojos comienzan a dar vueltas descontroladamente y su mandíbula se contrae. Su marca consiste en el desconcierto y la indecisión. En Europa ya enarcan las cejas y esbozan una sonrisa displicente: Mariano no va a conseguir calmar los mercados.

La victoria del PP es la victoria de una España mediocre y maleducada. El núcleo de su apoyo electoral está formado por ese grupo que antiguamente se denominaba franquismo sociológico (leían a Vizcaíno Casas y a De la Cierva, veían las películas de Mariano Ozores) y que hoy son simplemente la derechona que se educa con Pío Moa, Fernando Sánchez Dragó, Juan Manuel de Prada y Federico Jiménez Losantos. Una derecha cavernícola y nacionalista que no se avergüenza de tener a Francisco Camps, Ric Costa y el Albondiguilla entre sus filas.

Mariano Rajoy no está preparado para sacar a España de la crisis. Su plan de acción es el mismo que ha seguido durante toda su vida: esperar a que escampe, confiar en que el tiempo arregle las cosas. Recortará a los más débiles para que no le abronquen los suyos, no porque él crea que sirve de algo. Un político desacreditado en las encuestas como él no debería ser el nuevo inquilino de la Moncloa. Como líder de la oposición, recibió la peor valoración ciudadana de nuestra historia democrática. Si le queda algo de dignidad, debería renunciar a la Presidencia del Gobierno. Que se marche y deje paso a una persona capaz que sepa afrontar los tremendos retos a los que se enfrenta España. No puede gobernar el país quien no se entera del número de parados que tenemos. Que se vaya al paro él, que el país no está para bromas.

***

Supongo que el tono de esta crítica les habrá parecido, como a mí, excesivo y zafio. Es un mero pimpampum destinado a denigrar y destruir al rival. Corresponde, sin grandes diferencias, al registro que ha empleado la derecha mediática durante más de siete años contra Zapatero, contra su Gobierno y contra la izquierda en general. Desde el primer día: desde el 14 de marzo de 2004. Empezaron por el atentado del 11-M (algunos aún siguen ahí), continuaron con el Estatut y el proceso de paz, la tomaron con la memoria histórica y arremetieron con saña cuando llegó la crisis económica. No dieron tregua alguna a Zapatero, quien fue objeto continuado de toda clase de ataques e insultos. Las acusaciones eran graves: los socialistas querían romper España y crear un clima guerracivilista, volaban los consensos de la Transición, destruían la familia y se sometían a los designios de los terroristas; la izquierda de Atapuerca, los de la ceja, las bibianas, el peor presidente de la historia de la democracia.

Ahora todo será distinto. Por fin hay un partido preparado en el Gobierno. Con un ministro de Economía que tuvo una alta responsabilidad en Lehman Brothers, como Dios manda. La crispación será cosa del pasado. La acusación de traicionar a los muertos quedará en el olvido; lo mismo sucederá con el voto del PP en contra de las medidas de ajuste el 10 de mayo de 2010. Aquel día el PP optó por aislar al Gobierno, aun si el país corría un riesgo muy alto de intervención de los poderes europeos. Rajoy, en su discurso de investidura, se ha atrevido a reclamar colaboración al PSOE e incluso ha anunciado solemnemente que por fin renovará las vacantes pendientes en el Tribunal Constitucional, RTVE, el Defensor del Pueblo, etc. después de haberlas bloqueado porque estaba en la oposición. El PP se puede permitir todo eso y mucho más; para eso cuenta con el apoyo de la canalla periodística habitual.

«LO HE ESCRITO AQUÍ Y… NO ENTIENDO MI LETRA»

Llega Mariano, el brazo tonto de la ley

Probablemente será el presidente más simple que ha conocido España


Sinceramente no sé si la simpleza de su discurso responde a que nos trata a los ciudadanos como a tontos o a que es él el afectado por una profunda idiocia pero, que un personaje tan plano en ideas y de análisis tan simplones tome la máxima responsabilidad de este país…  me preocupa profundamente.

– El pasado viernes 2 de Septiembre, y tras perpetrar junto al partido del gobierno la aprobación de una fraudulenta reforma constitucional en el Congreso de los Diputados, a la salida del hemiciclo, por todo discurso político le oí decir con su borbotante y característica dicción,  ¡¡ESTOY MUY CONTENTO!!

«Estoy muy contento»… esta simpleza no es casual, es coherente con su trayectoria reciente. Denota que este señor tiene una arquitectura mental muy básica y que salvo que se lo hayan escrito otros -ya nos dijo que lo suyo no entiende- le impide analizar con prontitud y con una mínima profundidad los hechos, lo que a mi juicio le incapacita para ser un presidente de gobierno.

Por otro lado, su discurso político no pasa de «caca, culo, pedo, pis»;  «ese malo, yo bueno», o machacones eslóganes aprendidos como el aburrido «HAY QUE CREAR CONFIANZA»

  • Es muy conocida y significativa de esta personalidad suya esta «perla» de Febrero de 2011 en Tv.:

«¿Medidas para crear empleo?…  mmm… mmm… es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra»

¿Es posible que este señor, que se ve en un aprieto con una pregunta como esta, pueda ser el próximo presidente de este país y no sepa descifrar su propia letra?. Bueno, aún siendo así, lo grave y vergonzoso es que para una pregunta tan básica no tenga la respuesta en su… ¿cerebro?

  • Significativa también es la patética transformación de su cara entre dudas y resoplidos, cuando en Junio de 2010 le preguntan algo tan «complicado» como «cómo frenar la escalada del paro»

  • Refiriéndose a la profunda crisis que sufrimos, el 10 de Sept. de 2011 dijo «hablaré con los bancos para ver lo que se puede hacer con el crédito…«,   por favor…
  • Proverbiales son también sus vaguedades en respuestas ante todo tipo de preguntas, comprometidas o no. Veamos un ejemplo ante una muy sencilla pregunta de Luis del Olmo:
  • Hace pocos días, también en Septiembre, Mariano se lanzó a la Red -sin red- y se hizo esta foto con Santiago Segura, con quien coincidió en un avión. Exhibió esta actitud de fan cutre en su recién estrenado Twiter y terminó un en embrollo.
  • Para finalizar, no fue menos sonrojante cuando en Ciudad Real en 2007, y queriendo glosar Mariano los magníficos caldos de Castilla-La Mancha, soltó -por todo elaborado pensamiento final- aquél grito tan reproducido…

En fin, que si nos abstraemos de detalles «sin importancia» como que este deficiente personaje va a gobernar nuestra vida y haciendas durante unos años y va a aplicarnos con su ideología y sumo gusto nuevos recortes sociales sobre lo ya recortado en la patética última época de su antecesor … nos lo vamos a pasar muy bien,  ¡viene una época divertida!