Hemos caído en manos de algo así como un grupo de pandilleros de barrio
Este gobierno se está comportando con el mismo afán de revancha y venganza, cual especie de cuadrilla de «golfos apandadores»
Se diría en la jerga deportiva actual que «están dándolo todo» para desandar el camino de avances sociales que habíamos construido en las últimas décadas.
De forma precipitada, están deshaciendo todo lo que encuentran a su paso, están pasando factura a la etapa socialista, y en un afán -no confesado, pero evidente- de una vuelta al añorado Nacional-Catolicismo que les guía y que aspiran sirva de referencia moral a su modelo de estado, se han entregado a un frenesí de desmontaje y deconstrucción más propia de unos liquidadores que de lo que son, un gobierno recién formado que debiera entrar, observar, valorar y andar con mucho cuidado con lo que se encuentran para no romper nada, como inexpertos que son.
Es evidente que no han hecho esto último cuando torpemente se han dispuesto a eliminar la asignatura de «Educación para la ciudadanía» basándose erróneamente, además de en sus prejuicios, en una publicación que nunca fue ni se usó como libro de texto.
Se han lanzado desaforadamente a dificultar la adquisición de la «píldora del día después» y a limitar, poniendo restricciones al derecho a decidir de las mujeres respecto a su cuerpo, en sus opciones de abortar.
Han vestido de ministro del interior a un tipo con descarada nostalgia de los «buenos tiempos» de ETA y por ello tratando de «vendernos» una falsa reactivación de la actividad de estos asesinos. Un tipo que desde el primer día está dando ordenes para lo que en su gobierno llaman «recuperación de plazas y espacios públicos» y que no es otra cosa que privar a los ciudadanos de los lugares públicos para el debate, las protestas o las manifestaciones.
Por otro lado nos reencontramos de nuevo con el ministerio de Educación, en este caso abriendo la puerta para la concertación del Bachillerato en centros privados -de momento el primer año-, pero con esta ¿ingeniosa? forma de aumentar la entrega de dinero público a colegios privados en niveles educativos superiores.
En esta banda encontramos también al antiguo alcalde de Madrid, que tras impúdicas y vergonzantes solicitudes públicas y privadas consiguió un anhelado ministerio. Ahora este hombre, actuando como ministro de justicia se propone entre otras felices ocurrencias privatizar bodas, derivándolas a despachos notariales.
Tenemos también en esta pandilla a una «Ministra de Empleo». Observemos la sutileza, del tradicional ministerio de «trabajo», han pasado a denominarlo «empleo». Obviamente el nombre del ministerio hace referencia a la actividad y dedicación de su titular, que en este caso vemos que ha dejado de ocuparse del trabajo y se centra en el empleo, es decir tal como define el diccionario* pasa de atender al trabajador para centrarse en el empresario. Pues bien, esta señora junto a los dos ministerios económicos que la embridan y bajo el mando de ese cuerpo extraño que es Mariano, se disponen de nuevo a perpetrar la enésima Reforma Laboral que limite más los ya menguados derechos de los trabajadores y facilitar aún más la explotación barata y fácil a los empleadores.
No olvidemos al ministro de defensa, antiguo vendedor de armas y que es un buen ejemplo de como mucha de esta gente se sitúa a un lado o a otro de mesas de negociaciones privilegiadas con descarada naturalidad y rapidez. Es decir pasan de «lo privado a lo público» con los mismos asuntos entre manos con los que tienen que seguir negociando.
Dejo fuera de este artículo la política económica en la que ciertamente, este nuevo gobierno no ha sido innovador. Ha seguido la misma senda del anterior gobierno pseudosocialista que la entregó al altar de los poderes financieros y a la discrecionalidad de los intereses de gobernantes no elegidos por los ciudadanos españoles. Lo que sí nos anticipa la banda de Mariano es que vamos a volver a dar dinero a los banqueros, nada menos que 6000.000.000 euros. No, no me he equivocado con las cifras, SEIS MIL MILLONES, pero eso será motivo de otro artículo.
* Emplear: dar trabajo a una persona