Sacrificios humanos

José Manuel Naredo – Consejo Científico de ATTAC España

Los recortes de gasto aprobados por el Gobierno culminan la progresiva supeditación de las decisiones políticas a los dictados elitistas de la ideología económica dominante, aunque den al traste con los pretendidos signos de recuperación. El camino seguido para invertir la interpretación y las promesas iniciales del Gobierno, que defendían el gasto social como antídoto contra la crisis, ha sido el siguiente:

Primero se atribuyó la crisis a los excesos especulativos del capitalismo y se prometió controlarlos para evitar que volvieran a producirse. Pero, en vez de hacerlo, se utilizaron alegremente los recursos del Estado para apoyar a la banca y a las empresas.

Como resultado de ello, repuntaron las inversiones especulativas e improductivas y los beneficios de bancos y empresas, a la vez que aumentaban el déficit y el endeudamiento del Estado, sin que llegara a recuperarse la actividad económica ni a disminuir el paro.

Entonces, los poderes económicos financieros urgieron al Estado a reducir el déficit y la deuda, no a costa de las empresas y bancos que se beneficiaron de las ayudas, sino a base de recortar sueldos de funcionarios y gastos sociales y de congelar pensiones cuando se prevé un aumento de la inflación.

Además, se pretende realizar una reforma que recorte costes salariales y derechos laborales en aras de la mayor productividad de la economía española. Se da a entender, así, que son los excesivos salarios, gastos sociales y pensiones los que lastran la economía española.

Todo esto se afirma con aplomo en contra de la evidencia más elemental. Se silencia que tanto el salario medio anual, como el coste laboral por hora de trabajo y el gasto social, se sitúan en España bien por debajo, no sólo de la Europa de los 15, sino también de la Europa de los 27.

Se oculta que la pensión media es en España sólo el 55% de la percibida en la Europa de los 15 y el 65% de la Europa de los 27. Pues el coste salarial, el gasto social y las pensiones, no sólo vienen a ser en España cerca de la mitad que en Alemania o Francia, sino que se sitúan incluso por debajo de los de Grecia. En este contexto miserable, con tal de no importunar a los poderosos, el Gobierno pretende apretar las tuercas a los más débiles, siguiendo los dictados más obtusos e impopulares de las fuerzas económicas, que recomiendan hacer sacrificios humanos para aplacar la ira de los dioses del mercado.


El éxito de la Power Balance como síntoma

Luis Alfonso Gámez en su blog «Magonia»
Me afeaba el otro día un buen amigo que le hubiera criticado aquí al lehendakari López por usar la pulsera Power Balance. Lo consideraba algo anecdótico sobre lo que no merecía la pena perder el tiempo ni hacer sangre. No estoy de acuerdo. Creo que no se debe pasar por alto el hecho de que el representante de todos los vascos haga publicidad de un timo. Porque eso es la pulsera Power Balance, un producto milagro que, como tal, no hace lo que sus fabricantes y distribuidores dicen que hace. ¿Por qué la llevaba puesta Patxi López en su foto con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoó, en la portada del XL Semanal? El lehendakari ha dicho que no es que crea en los poderes del amuleto, sino que lo compro por Internet para regalárselo a su madre. Vale, voy a creerle; aunque yo, cuando le compro un regalo a mi madre, procuro dárselo sin haberlo abierto ni usado. Pero, si bien esa justificación me tranquiliza ya que implica que López no cae en timos directamente -sí, indirectamente, porque ha pagado por un artículo fraudulento, aunque no sea para él-, me sigue pareciendo molestando que su imagen, o la de cualquier otro cargo público, se vincule a un objeto así. López debería ser consciente de que hay gente que puede creer que esa pulsera funciona simplemente porque alguien como él la lleva puesta. Los productos milagro son una estafa, la Power Balance es un producto milagro, y un responsable político no debería servir de soporte publicitario para un objeto que vulnera la ley. Y esto vale para López, Esperanza Aguirre, Leire Pajín, Gustavo de Arístegui y cualquier otro político. ¿Qué hay otros personajes públicos que la llevan, como Manolo Santana, Severiano Ballesteros, la infanta Elena, Mercedes Milá y Pablo Motos? Claro, es que hay gente que cree en cualquier bobada y otra que es capaz de decir que vivir entre basura es saludable o que tirarse por la ventana ofrece una perspectiva diferente y recomendable del mundo si el cheque que le ponen delante tiene los suficientes ceros.El éxito de la pulsera del equilibrio prueba que unos espabilados pueden hacerse de oro gracias a la ignorancia de la gente mientras las autoridades y los medios de comunicación miran para otro lado. Estamos, como acertadamente apuntó Miguel Artime ya en enero, ante una reedición del timo de la pulsera magnética, aquélla que se vendía en farmacias. El éxito de la Power Balance se basa en la utilización disparatada de jerga científica para dar una pátina de alta tecnología a lo que no es nada más que una pata de conejo y el apoyo de famosos, previo pago. No es el objetivo de estas líneas, porque ya lo han explicado otros colegas mejor de lo que lo pueda hacer yo, pero les voy a recordar brevemente por qué el artilugio no funciona como prometen sus fabricantes.

Palabras sin sentido

«Power Balance es una frecuencia en sí, almacenada en un medio (el holograma), que restaura el equilibrio eletromagnético de tu cuerpo aislando a cada célula viva de los factores externos que le impiden funcionar al 100% de sus capacidades», dice la compañía. La frecuencia, añade, procede de «materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para nuestro cuerpo». Y explica: «Casi todo tiene una frecuencia que le es propia. Algunas frecuencias reaccionan de manera positiva con tu cuerpo y otras negativamente. Cuando el holograma se pone en contacto con el campo de energía de tu cuerpo, permite a tu cuerpo interactuar con la frecuencia beneficiosa natural almacenada en el holograma». La compañía asegura que esa tecnología «se diseñó originalmente para ayudar a los atletas profesionales a lograr su máximo rendimiento, pero sus beneficios han sido reconocidos por personas con muy distintos estilo de vida. No importa si estás buscando mejorar el equilibrio y la flexibilidad, renovar tu fuerza y energía o mejorar tu bienestar, Power Balance te puede ayudar».

Veamos, una frecuencia es el «número de veces que se repite un proceso periódico por unidad de tiempo» y un holograma, una imagen tridimensional. Una frecuencia es, por tanto, una medida; no existe aisladamente. Un proceso periódico como el paso de trenes por una estación -«uno cada cinco minutos en hora punta»- tiene una frecuencia, pero nosotros no, aunque nuestro corazón lata a una frecuencia determinada y respiremos a otra. Los responsables de Power Balance, en su descaro, dicen que su holograma almacena frecuencias beneficiosas que hacen que mejoren nuestro equilibrio, flexibilidad y energía. «No es posible capturar una frecuencia en un holograma, como no es posible fotografiar un gramo o grabar un kilómetro en CD», indica con su habitual claridad el periodista científico Mauricio-José Schwarz. Como almacenar una frecuencia en un holograma es imposible, nuestro cuerpo no tiene una frecuencia y un holograma tampoco es un emisor de nada -exeptuando la radiación infrarroja, que emite todo-, no hace falta seguir adelante: el principio es falso y todo se reduce a jerga destinada a engañar a los ingenuos para que paguen más de 30 euros por un amuleto.

A pesar todo esto, hay usuarios de la pulsera que dicen sentirse mejor. ¡Pura sugestión! Se sentirían igual de bien si creyeran que dar el primer paso del día con el pie derecho hace que la jornada sea afortunada y cumplieran el rito. Y se sentirían mal, muy mal, si creyeran que las frecuencias almacenadas en la pulserita pueden interferir con su energía vital y provocarles mutaciones monstruosas, cáncer incluido. De hecho, hay tantas pruebas de esto último como de la efectividad de las pulseras Power Balance, así que más vale no ser crédulo. La compañía no puede presentar ningún estudio que apoye sus afirmaciones, y las pruebas que se han hecho demuestran que estamos ante un puro placebo aderezado con testimonios e imágenes de famosos -talonario de por medio-, mentiras como que están prohibidas en las competiciones de surf por la ventaja que proporcionan y un envoltorio pseudocientífico incomprensible para la mayoría de la población.

La abdicación del periodismo

Las pulseras Power Balance llevaban meses a la venta en nuestro país cuando, el 28 de abril, Facua las denunció ante las autoridades sanitarias y el Instituto Nacional de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad, alertó a las comunidades autónomas de que el fabricante incurre en publicidad engañosa. ¿En qué planeta habían estado hasta entonces las organizaciones de consumidores y las autoridades de consumo?, ¿qué han hecho las segundas desde entonces? Si algo demuestra el caso Power Balance, además de que vivimos rodeados de ingenuos, es la lentitud de las organizaciones de consumidores y el pasotismo absoluto de la Administración. ¿Dónde están los expedientes a Power Balance y las otras marcas de timopulseras?

Los medios de comunicación también han quedado en evidencia. La mayoría sólo ha hablado de la estafa después de la denuncia de Facua, y eso que el tema era goloso desde el punto de vista periodístico. El primer medio que llamó la atención críticamente sobre las pulseras del equilibrio fue el diario Público a mediados de abril, en un reportaje del periodista y bloguero José María Mateos. La Prensa, la radio y la televisión han llegado al asunto, en general, tarde y mal. Sólo cuando ya había denuncias como la de Facua -y, en algunos casos, después de haber hasta vendido las pulseras de marras-, se subieron a un carro del que llevaban meses tirando varios blogueros.

Los que mejor lo han hecho en este caso han sido algunos blogueros. Tan bien que ha habido periodistas de medios que han copiado usado como fuente algunas bitácoras, sin citarlas, por supuesto. J.M. Hernández denunció el fraude ya en noviembre, Miguel Artime lo hizo en enero y, además, explicó cómo hacer un artefacto casero igual de (in)efectivo; Gorka Cabañas publicó los resultados de una prueba experimental de su inutilidad en febrero; y Kurioso metió en el ajo a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a mediados de abril. Todos ellos, y otros blogueros, han hecho en el caso de la timopulsera lo que no han hecho ni periodistas, ni representantes de la Administración, ni asociaciones de consumidores: denunciar un engaño palmario para proteger al ciudadano.

Lo único bueno de toda esta historia es que el amuleto nos puede ayudar a identificar a una parte de la población, como ilustra esta viñeta del humorista gráfico J.R. Mora:

LA «AIE» DE LUIS COBOS COBRA INDEBIDAMENTE

La AIE es una sociedad de gestión de naturaleza jurídica similar a la SGAE, pero que defiende los supuestos derechos de algunos «intérpretes», denominación que engloba a músicos, cantantes y directores de orquesta, mientras que la entidad dirigida por Teddy Bautista lo hace con los autores y compositores.

Durante el año 2008, AIE recaudó 26,7 millones de euros, un 19,2 por ciento más que en el ejercicio anterior. El número de afiliados asciende a 14.351 a 31 de diciembre de 2008, una cifra que también supone un aumento del 6 por ciento con respecto a 2007. Durante 2008, AIE repartió 57,5 millones de euros entre sus afiliados.

Pero resulta que estos listos le reclamaban más de 500.000 euros a la exibidora CINESA en concepto de derechos de autor por las bandas sonoras de las películas de EE. UU. que se proyectan en sus salas, y con esa chulería que caracteriza a estas sociedades, demandaron a CINESA.

Este caso se ha visto en el Juzgado Mercantil número 8 de Barcelona, que ha emitido sentencia contra los demandantes en la que declara que Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (AIE) carece de legitimización para gestionar y reclamar los derechos de los artistas musicales de EE UU. bajo una lógica tan aplastante como que «al no poder, los artistas, intérpretes o ejecutantes músicos norteamericanos reclamar protección alguna en nuestro país al no serles de aplicación nuestra ley, carece de legitimación AIE para gestionar y reclamar sus derechos».

Pero resulta que estos tipos de la AIE tal como declararon en este juicio, ya venían haciéndolo con otras empresas y tenían mediante esta modalidad de latrocinio para exportación, alrededor de 20 o 25 millones de euros recaudados, «pendientes de repartir entre sus titulares» según ellos. Cosa que nunca se reclamará porque como dice la sentencia EE UU no reconoce ningún derecho de propiedad intelectual a los artistas musicales, actores y actrices que participen en películas u otras obras de carácter audiovisual y además AIE no tiene suscrito ningún convenio internacional de reciprocidad que pueda permitir, según nuestra ley, la recaudación en su nombre de derechos de autor.


CASO EGUNKARIA, O COMO UN JUEZ -UNA VEZ MÁS- PUEDE HACER UN DAÑO IRREPARABLE

Ahí tenemos la sentencia.

Siete años se han tomado para decir que no hay NADA DE NADA en este asunto. Tras cerrar un medio de comunicación, dejar 180 trabajadores en la calle, someter a cárcel a sus directivos, y todo ello por el desaforado celo de la guardia civil y un inepto juez instructor alentados por aquella nefasta política del PP de la última época en la que gobernó y en la que se dedicó axfisiantemente a judicializar todo lo que se le antojaba pudiera estar en «el entorno del entorno de ETA», u otro entorno cercano o inventado.

Como es costumbre, detrás de todo ello se habían personado al juicio como acusación popular las organizaciones ultraderechistas  Dignidad y Justicia (DyJ) y Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

La sentencia valora abiertamente el nivel de ineptitud del juez instructor con perlas como éstas:

– La orden de cierre del diario Egunkaria «no tenía habilitación constitucional directa y carecía de una norma legal, especial y expresa que la autorizara»

– El diario no era una herramienta de ETA, y el simple análisis de la línea informativa «permitía descartar que el periódico fuera instrumento para la comisión de delitos»

– Las acusaciones fueron incapaces de acreditar «ni directa ni indirectamente» que Egunkaria defendiera los postulados de la banda terrorista, «haya publicado un solo artículo a favor del terrorismo o de los terroristas, ni que su línea editorial tuviese siquiera un sesgo político determinado». » Esto último, además, no sería delictivo».

– Los editoriales de Egunkaria ni  defendían «los postulados de ETA» ni mucho menos se escribían por «órdenes de ésta». En conclusión:  no cabe interpretar que los procesados «fueran designados, estuvieran vinculados, colaboraran u obedecieran consignas» de la banda armada.
Es preciso recordar que, a pesar de que la fiscalía en el 2006 ya pedía el archivo de la causa por no apreciar ningún indicio delictivo, el gran Marianorajoy pedía en enero del 2007 «la mayor pena posible para los encausados».

Berlusconi, imputado por robar con sus negocios televisivos

SANDRA BUXADERAS – ROMA para Público

Le acusan a él y otros 11 altos cargos de haber robado 34 millones de euros entre 2003 y 2005

El imperio televisivo Mediaset, que a través de Telecinco posee una importante participación de Sogecable y Cuatro, vuelve a estar en el punto de mira de la Justicia italiana. El fiscal de Milán, Fabio de Pasquale, pidió ayer la imputación de 12 altos cargos, entre ellos el primer ministro Silvio Berlusconi, por fraude fiscal y apropiación indebida. Les acusa de haber robado 34 millones de euros entre 2003 y 2005, desviándolos hacia cuentas bancarias de paraísos fiscales, y de haber evadido a Hacienda ocho millones hasta noviembre de 2009.

El sumario se conoce como caso Mediatrade y la Justicia sospecha que los acusados siguieron el mismo método que en un caso previo, el de Mediaset. La empresa supuestamente contrató a una intermediaria para comprar derechos televisivos en Hollywood, en lugar de adquirirlos directamente. Después, esa empresa parece haber desviado parte del dinero cobrado hacia cuentas controladas por Berlusconi.

Escudo legal

El primer ministro, sin embargo, no será juzgado de momento, porque el presidente de la República, Giorgio Napolitano, firmó el jueves la ley del «legítimo impedimento» aprobada por la derecha italiana. Esta norma, de dudosa constitucionalidad, permite a Berlusconi paralizar durante 18 meses cualquier proceso judicial, en espera de que el Parlamento apruebe un escudo judicial definitivo.

En cambio, el hijo de Berlusconi y vicepresidente de Mediaset, Pier Silvio, sí podría ser procesado si el juez instructor atiende la petición de la fiscalía.

LA GENERAL MOTORS (GM) DE BRASIL QUIERE IMPEDIR A SUS EMPLEADOS SER SOLIDARIOS CON HAITÍ

INFORMATIVO ATTAC  Nº 545

La empresa quiere prohibir las donaciones de sus trabajadores a las víctimas del terremoto.

El caso será discutido por la OAB y la OIT en Brasilia y el Sindicato de Metalúrgicos de San José de Campos y su región.

En una arbitaria actitud y a contrapelo de las acciones solidarias hacia Haití, la General Motors de Brasil anunció que bloqueará las donaciones hechas por sus empleados a los trabajadores haitianos. La donación forma parte de la campaña que CONLUTAS (Coordinadora Nacional de Luchas) y el sindicato de Metalúrgicos de San José están organizando con los trabajadores un descuento único del 1% de sus salarios, de sus planillas de pago.

El caso será discutido por el presidente nacional de la OAB (Asociación de abogados de Brasil) Ophir Cavalcante y por el Ministro del Tribunal Superior del Trabajo (TST) y el miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Lelio Bentes.

Los trabajadores de GM ya habían aprobado la donación en una asamblea con más de seis mil votantes realizada el día 11 de febrero. Se estima que solo entre los obreros de la empresa llegaría a los 300 mil R$ Ese dinero sería enviado directamente a las organizaciones obreras y populares como BatayOyvryie para ayudar al pueblo haitiano a reconstruir su país. Y como parte de esa campaña CONLUTAS ya envió más de R$ 160 mil a Haití.

Pero la última semana la dirección de General Motors informó al Sindicato de Metalúrgicos de San José do Campos que no realizará el descuento, a pesar de la decisión soberana de los trabajadores. No existe ningún impedimento técnico para efectuar ese descuento.

En la reunión, se discutirá la postura de GM como una posible represalia antisindical. El problema será debatido en el gabinete del Ministro Lelio Bentes, miembro de la Comision de Peritos en Aplicación de las Normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La reunión fue agendada por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la subsección de la OAB de San José do Campos, Aristeu Cesar Pinto Neto y asistiría también el presidente del sindicato de Metalúrgicos de San José do Campos, Vivaldo Moreira Araújo

En una nota CONLUTAS repudia la actitud de GM “La actitud de la multinacional usamericana es inadmisible y vergonzosa. Además es totalmente autoritaria y va contra los intereses de los trabajadores y del pueblo haitiano. Hay que destacar que esta planta de montaje está actualmente mayoritariamente controlada por el gobierno de los EEUU, que intensificó la ocupación militar de Haití después del terremoto”

El sindicato de Metalúrgicos de San José de Campos y CONLUTAS continuaran exigiendo a la empresa que respete la decisión de los trabajadores y al pueblo de Haití, realizando el descuento.

Fuente: BRASIL DE FATO.com.br               –             Traducción Susana Merino

El pasado de Mayor Oreja (I)

 RAFAEL GONZALEZ MORERA en su bog "Mojo con Morea" 

Las acusaciones de Jaime Mayor Oreja, eurodiputado y dirigente del Partido Popular, a José Luis Rodríguez Zapatero acusándole que está “compinchado” con ETA, entra dentro de las pautas de la más pura paranoia política, y en este caso también humana. Según el político ultra conservador vasco, la hipotética alianza de Zapatero con ETA tendría dos fases, la primera las elecciones locales de 2011, en las cuales el Gobierno socialista hará lo posible para que ETA esté presente en los ayuntamientos vascos, y luego en las elecciones generales de 2012 la banda terrorista le devolvería el favor a Zapatero ayudándole a ganar las elecciones. No aclaró si los etarras ayudarán al Partido Socialista pegando tiros y poniendo bombas por toda la geografía española.

Los delirios políticos de Mayor Oreja sólo ha tenido de momento unas suaves criticas de Antonio Basagoiti, líder del Partido Popular en Euskadi, y socio de Patxi López en el pacto entre PSOE y PP en aquella comunidad autónoma, y también el desmarque de Manuel Fraga Iribarne, que calificó de contraproducentes las afirmaciones de Mayor Oreja. De momento, Mariano Rajoy no ha dicho esta boca es mía, y no sabe/no contesta sobre el asunto/trasunto, que tiene una gravedad inaudita. No hay que olvidar la catadura de este personaje, que declaró hace poco tiempo que “con Franco se vivía plácidamente”, poniendo sobre el tapete su talante fascista, como es conocido en el País Vasco . La arremetida de Jaime Mayor Oreja viene a confirmar cual será la política del Partido Popular si llegase de nuevo a gobernar en España, sembrar de pánico y discordia, arremeter contra jueces, fiscales y policías, para conseguir su objetivo fundamental de controlar el Poder, distraer de la atención pública la trama mafiosa de la operación Gürtel, que de seguir adelante en las investigaciones podría poner al Partido Popular contra las cuerdas.

Pero resulta cuando menos saludable recordar cual ha sido la senda tenebrosa de Mayor Oreja incluso en relación a la lucha antiterrorista. Está claro que si siguen las armas hablando en Euskadi es porque ETA no quiere dejarlas en silencio. Pero es curioso, incluso sospechoso, que los hermanos de Jaime Mayor Oreja, Carlos y José Maria, sean los máximos accionistas de una importante empresa de seguridad privada que entre otras cuestiones de seguridad se dedica a contratar escoltas para políticos y cargos públicos en el País Vasco.
En febrero de 2002, poco después de haber abandonado el ministerio de Interior para preparar su carrera a las presidencia del País Vasco, Mayor Oreja apeló a un daño en su honor para interponer una demanda civil contra el dirigente del PNV Javier Arzalluz. El peneuvista había denunciado que la familia del popular tenía intereses en el sector de las empresas de seguridad privada y relacionaba esta circunstancia con la negativa de Interior a negociar con el Gobierno vasco la ampliación de la plantilla de la Ertzaintza para proteger a los amenazados por terrorismo. Jaime Mayor Oreja perdió una querella en el Juzgado de Primera Instancia de Álava y después la Audiencia provincial desestimó la demanda al considerar que no se había quebrado el derecho al honor de Mayor Oreja, entre otras cosas “porque las imputaciones son veraces, por haber sido indagadas con suficiente diligencia”. Los jueces dieron por probada la participación del ministro de Interior en Eulen, compañía que gestiona empresas de seguridad privada, y detallaron las vinculaciones societarias de sus hermanos José María y Carlos en otras empresas de seguridad a través de la intermediaria Estudios y Experiencias S.L, concretamente Prosegur, Prosesa y Protexa. El hermano de Jaime Mayor Oreja, José María, ha sido presidente de dos compañías de seguridad, Falcón Contratas y Seguridad S.A., y Falcón Servicios de Seguridad Integral S.A., y miembro del Consejo de Administración de una empresa de seguridad intermediaria, Cobra Sistemas de Seguridad S.A. También José María fue apoderado de Protección y Custodia S.A. Asimismo el otro hermano Carlos, aparece como miembro ejecutivo en la mayoría de estas empresas. Pero para que la cosa quede todo en familia, la hermana del exministro del Interior (¡qué miedo!), Purificación Mayor Oreja, fue socia de la empresa Estudios y Experiencias S.L., y el tío Marcelino Oreja es apoderado de Falcón y Contratas de Seguridad. Como ven, familia que hace negocios unida, permanece unida. En relación a la demanda en el Juzgado de Vitoria, Jaime Mayor Oreja y también Mariano Rajoy, que como su sucesor en Interior le había secundado en aquella demanda, tuvieron que pagar las costas procesales. Mayor Oreja insistió e interpuso un recurso de casación ante el Tribunal Supremo que fue desestimado por la máxima instancia judicial.“En el curso del procedimiento se consideró probado que los demandantes, miembros de la familia Mayor Oreja, habían pertenecido como apoderados, administradores o accionistas, a diversas compañías de seguridad privada y que en el momento de presentarse la demanda aún seguían ostentando cargos en las mismas u otras empresas”, confirmó el Tribunal Supremo.El Grupo Eulen, empresa de seguridad privada, se dedica entre otras actividades en el campo de vigilantes de seguridad, a la contratación de escoltas privados, guardas particulares del campo, vigilantes de explosivos, obtención de licencia de armas largas rayadas, entre otras actividades relacionadas con la seguridad privada.

El Gobierno del PP fue el mejor cliente de las empresas de seguridad privada durante los mandatos de José María Aznar. Ésta es la principal conclusión del análisis de las cifras de facturación de los 15 ministerios, que superan los 700 millones de euros durante el mandato aznarista. Este gasto no se justifica por el pago a escoltas que protegen a los amenazados por ETA, ya que este capítulo sólo equivale al 2,5 por ciento del total gastado entre 1996 y 2001. El ministro preferido por las compañías de seguridad fue el de Fomento de Álvarez Cascos, cuyo departamento asumió más del 40 por ciento de las adjudicaciones de la Administración central.
El Gobierno de Aznar era su mejor cliente, ya que desde 1996 había gastado más de 700 millones de euros (116.500 millones de pesetas) en adjudicaciones a empresas de seguridad privada. En contra de lo que pudiera pensarse, no es el Ministerio del Interior el que realizó un mayor desembolso, sino el de Fomento. De hecho, el coste de los escoltas dedicados a proteger a las personas amenazadas por ETA no llega a 18 millones de euros durante dicho periodo, lo que supone un 2,5 por ciento del total gastado en seguridad privada.
Los datos han sido facilitados por el propio Gobierno en respuestas parlamentarias a los diputados socialistas Ángel Martínez Sanjuán y Victorino Mayoral, quienes denunciaron en numerosas ocasiones el proceso de privatización de la seguridad que se produjo durante el mandato de Aznar

Las estadísticas oficiales muestran importantes variaciones anuales, que en gran parte se explican por el hecho de que muchos contratos se adjudican por periodos de tiempo superiores a un año, pero hay un dato incontestable: el Gobierno del PP gastó como media cerca de 120 millones de euros anuales entre 1996 y 2001.

Esta cifra ya resulta llamativa pero en realidad es todavía mas elevada. La explicación es que algunos ministerios no han incluido en sus respuestas parlamentarias las adjudicaciones realizadas por las delegaciones provinciales y organismos dependientes, es el caso de Justicia, que simplemente aportó los datos de sus servicios centrales. Por esta razón aparece como uno de los departamentos con menor gasto en seguridad privada, cuando debería figurar entre los que más dinero dedican a este capitulo. Otros organismos, como la Agencia Estatal de la Administración Tributaria ( AEAT ), omitieron la información sobre 2001. El análisis de los datos facilitados permite concluir que hay diez empresas que, desde 1996, han recibido adjudicaciones por importe superior a 20 millones de euros (más de 3.325 millones de pesetas). El grupo está encabezado por Segur Ibérica, con 126 millones de euros, seguida por Prosegur, con 67,4 millones

Pero existe una importante diferencia entre ambas: mientras que Segur Ibérica ha recibido adjudicaciones de 14 de los 15 ministerios (la excepción es Interior), en el caso de Prosegur el 80 por ciento de sus ingresos proceden de Fomento.
Las dos empresas de seguridad en las que en su día desempeñó cargos de alta dirección José María Mayor Oreja, hermano del ex ministro del Interior, también aparecen en el selecto grupo. Prosesa, que en la actualidad opera bajo el nombre comercial de Eulen Seguridad, recibió adjudicaciones por importe de 43,9 millones de euros. De ellos, algo más de cinco millones proceden de contratos firmados con Interior durante el año 2001, fecha en que Jaime Mayor Oreja dejó el puesto para presentarse como candidato en las elecciones autonómicas vascas.
En muchas tertulias de Euskadi se comenta presuntamente que a la familia de Mayor Oreja no le interesa presuntamente la desaparición de ETA, porque eso significaría la desaparición de la necesidad de contratar escoltas. Y el negocio es el negocio.

Cuando leo cosas como estas me echo a temblar. En manos de quienes hemos estado durante dos legislaturas. Sin ninguna presunción.

MICHAEL MOORE ENTREVISTADO POR NAOMI KLEIN: ‘EL CAPITALISMO ES LA LEGALIZACIÓN DE LA CODICIA’

Habla sobre su último film, critica a Wall Street y opina sobre Barack Obama

A continuación, los extractos más importantes del audaz diálogo que protagonizaron el director de cine norteamericano Michael Moore con la autora del best seller anti-capitalista «No Logo», Naomi Klein, y que fuera publicado, recientemente, en las páginas del diario estadounidense The Nation.

En la entrevista, Moore comenta su última película, Capitalismo, una historia de amor, un film mordazmente crítico que se interna en las raíces de la crisis financiera presente e indaga sobre la movilización social y mediática de la ultraderecha contra el gobierno del presidente de Estados Unidos Barack Obama.
– Bueno, la película es estupenda.
– ¡Enhorabuena! Como mucha gente ya sabe, se trata de una resuelta llamada a la rebelión contra la locura capitalista. Yo espero que tu película sirva de despertador y catalizador para que todo esto cambie.
– No sabría decir si todo eso son revueltas en favor del capitalismo o si se trata más bien de un fenómeno espoleado por dos tipos distintos de agendas políticas. Una de ellas viene del hecho de que un número importante de norteamericanos no acaba de aceptar la presidencia de un afroamericano. No creo que les guste eso a las grandes empresas. Las compañías dedicadas al negocio de la salud y otros intereses empresariales están contribuyendo a encauzar lo que parece un estallido espontáneo de ira ciudadana. Pero el otro componente de esto es lo que siempre he admirado de la derecha: están organizados, trabajan con abnegación, están prontos a librar sus luchas. De nuestro lado, no veo realmente esa clase de compromiso. Cuando se estaban manifestando en los mitines urbanos en agosto, esos mitines estaban abiertos a todo el mundo. ¿Dónde estaban los nuestros? Yo pensaba, ¡Huau! ¡En agosto! ¡Trata tú de organizar algo de izquierda en pleno agosto!
– ¿Y no podría deberse eso a que la izquierda, los progresistas, o como quiera que nos llamemos, hemos estado en una suerte de estado de confusión con respecto a la administración Obama?
– Sí. Y por eso necesitamos gente para articular el mensaje y ponernos a la cabeza de eso y dirigirlo. Obama, creo yo, se percata ahora de que, fuera lo que fuere lo que intentaba hacer con el bipartidismo, manteniendo en alto la rama de olivo, el otro lado no tiene el menor interés en nada que no sea la total destrucción de cualquier cosa que él proponga o trate de hacer. Así, si (el congresista neoyorquino Anthony) Weiner o cualquier otro miembro del Congreso quiere dar un paso hacia adelante, ahora es el momento de hacerlo. Y yo desde luego estaría en la calle. Estoy en la calle. Quiero decir, que yo aprovecharía este momento, justo éste, para juntar realmente a la gente, porque creo que la mayoría del país quiere esto.
– Volviendo a Wall Street, me gustaría hablar un poco más sobre el extraño momento en que nos encontramos. Toda la rabia contra Wall Street, contra los ejecutivos de la (aseguradora) AIG, cuando la gente se manifestaba, no sé qué pasó con todo eso.Lo que yo siempre temí es que esa enorme rabia que puede verse en tu película, esa especie de insurrección ante el rescate financiero a las elites, contra las gentes que crearon el desastre, si no se canalizaba en un proyecto real para cambiar el sistema, entonces podría fácilmente reorientarse y dirigirse en contra de la gente más vulnerable en nuestra sociedad, quiero decir, los inmigrantes, degenerando en rabia racista. Lo que trato de averiguar es esto: ¿se trata de la misma rabia o crees tú que son dos corrientes completamente distintas de la cultura norteamericana? Las gentes que estaban indignadas con AIG, ¿son las mismas que expresan ahora su indignación contra Obama y el ideal de la reforma del sistema de salud?
– No creo que sea eso lo que ha pasado. No estoy nada seguro de que sea la misma gente. Por lo que he podido ver en mis viajes por todo el país cuando filmaba mi película hay algo más que está rugiendo cerca de la superficie. No puedes evitar el estallido de indignación en algún momento cuando una de cada ocho hipotecas ha terminado penalmente o con desahucio, cuando hay un desahucio cada 7,5 segundos y la tasa de desempleo sigue creciendo. Eso tiene su propio punto de saturación. Y lo triste de todo eso es que, históricamente, cuando todo esto ha ocurrido, la derecha ha sido capaz de manipular con éxito a quienes han sido duramente golpeados, sirviéndose de su rabia para apoyar a lo que solían llamar fascismo. ¿Qué ha pasado desde el crac? Hace un año ya. Yo creo que la gente sintió que, votando por Obama seis semanas después, saldría del sistema, y que Obama sería capaz de encauzar bien las cosas. Y lo cierto es que Obama promete parsimoniosamente hacer bien muchas cosas, pero luego cumple muy poquitas. Bueno, eso no quiere decir que yo no esté muy contento con ciertas cosas que le he visto hacer. Y tal vez sea yo un poco demasiado optimista aquí, pero Obama fue educado por una madre sola y los abuelos, y no creció con dinero. Y aunque fue lo suficientemente afortunado para ir a Harvard y licenciarse, no fue allí para estudiar algo que pudiera hacerles rico y decidió trabajar en los barrios de la ciudad de Chicago. ¡Ah! Y decidió cambiar su nombre, para volver a lo que figuraba en su certificado de nacimiento: Barack. Lo que no es precisamente el paso que daría alguien que pensara en convertirse en político. Así que, creo yo, nos ha mostrado a lo largo de su vida muchas cosas reveladoras de dónde está su corazón, y durante la campaña electoral tuvo el desliz de decirle a Joe el Fontanero, que creía en la distribución equitativa de la riqueza. Obama tendrá que hacer más para destruir lo que ha de ocurrir en este país en términos de participación en su democracia. Así que espero que entienda la carga que lleva sobre sus espaldas y haga lo correcto.
– Bien, me gustaría pincharte un poco más al respecto, porque entiendo lo que dices sobre el modo en que Obama ha vivido su vida y, desde luego, sobre el carácter que parece tener. Pero, después de un año, todavía no ha puesto en vereda a Wall Strett. Nombró a (Ben) Bernanke.
– Exactamente.
– Entonces, lo que me preocupa es esta obsesión por psicoanalizar siempre a Obama y lo que yo oigo decir a menudo es que estos tíos lo traen engañado. Pero estos tíos los ha elegido él, y por qué no juzgarle por sus acciones y decir: “Esto es cosa de él, no de ellos”.
– Estoy de acuerdo. No creo que lo traigan engañado; creo que es más listo que ellos. Cuando acababa de nombrarlos, yo estaba acabando de entrevistar a un ladrón de bancos que no actuaba como tal en la película, pero que es un ladrón de bancos que contratan los grandes bancos como asesor para evitar robos bancarios. Bueno, pues para no caer en una desesperación negra y profunda, esa noche me dije a mí mismo: ¡Eso es lo que está haciendo Obama! ¿Quién mejor que quien lo creó para sacarnos del atolladero? Los ha subido al carro para poner orden en el desastre que ellos mismos causaron. Sí, sí. Eso es. Eso es. Repite conmigo: “Hogar, dulce hogar”.
– Y ahora resulta que se les subió al carro para que siguiera el latrocinio.
– En efecto. Ahora es Obama quien tiene que mover pieza.

– De acuerdo. Hablemos un poco más de la película. Te vi con (Jay) Leno y me llamó la atención que una de las primeras preguntas que te hizo fue para plantearte esta objeción, que lo malo no es el capitalismo, sino la codicia. Y eso es algo que oigo muchas veces, esta idea de que la codicia o la corrupción es una especie de aberración de la lógica del capitalismo y no el motor y la pieza central del capitalismo. Y creo que, probablemente, eso es lo que se oirá a propósito de la soberbia secuencia que se dedica en tu película a los jueces corruptos de Pensilvania que enviaban a chicos a prisiones privadas a cambio de sobornos. Creo que la gente dirá: eso no es capitalismo, eso es corrupción. ¿Por qué resulta tan difícil ver la conexión? ¿Qué les dices tú a la gente que te viene con esto?
– Bueno, la gente quiere creer que no es el sistema económico lo que está en la base de esto. Ya sabes, la idea de las manzanas podridas. Pero el hecho pertinente que está en la base, como le dije a Jay (Leno), es que el capitalismo es la legalización de esta codicia. La codicia ha estado entre los seres humanos desde siempre. Hay un buen número de cosas en nuestra especie que podrías llamar el lado obscuro, y la codicia es una de ellas. Si no pones por obra determinadas estructuras o restricciones en esas partes de nuestro modo de ser que vienen de ese lado obscuro, entonces se salen de madre. El capitalismo hace lo contrario. No sólo no le pone restricción alguna, sino que la estimula, la recompensa.Me planteo esta cuestión a diario, porque la gente se queda muy sorprendida al final de mi película al oírme decir que hay que eliminarla completamente. “¿Qué hay de malo en ganar dinero? ¿Por qué no puedo abrir una zapatería?”, me dicen. Y me doy cuenta de que, como no se nos enseña economía en el bachillerato, no pueden entender qué significa todo esto. El asunto es que cuando tienes capitalismo, el capitalismo te incentiva para que pienses en formas de ganar dinero o de ganar más dinero. Y los jueces jamás habrían podido llegar a recibir sobornos, si el condado no hubiera antes privatizado la reclusión juvenil. Pero como en los últimos veinte años ha habido tal deriva en la privatización de los servicios públicos, que han sido sacados de nuestras manos y puestos en manos de gentes cuya única preocupación es la responsabilidad fiduciaria contraída con sus accionistas o con sus propios bolsillos, pues eso lo ha puesto todo patas arriba.
– Lo que a mí me resulta más conmovedor de la película es tu muy convincente montaje sobre los puestos de trabajo gobernados democráticamente como alternativa a este capitalismo de ‘saquea y lárgate’. Me pregunto si cuando viajas por ahí constatas interés por esa idea.
– A la gente le gusta esta parte de la película. Pero, claro, yo lo he montado en la película como un asunto patriótico. Si crees en la democracia, la democracia no puede consistir en votar cada dos o cuatro años. Tiene que formar parte de cada día de tu vida. Hemos logrado grandes cambios en muchas relaciones e instituciones, porque decidimos que la democracia es un modo mejor de organizar. Pero dedicamos entre ocho y doce horas diarias de nuestras vidas a trabajar, y en el puesto de trabajo no tenemos voz ni voto. Creo que cuando los antropólogos nos excaven dentro de 400 años –si llegamos a tanto–, se dirán: “Mira tú, estos tíos; pensaban que eran libres, decían vivir en democracia, pero se pasaban diez horas al día en una situación totalitaria y permitían que el uno por ciento más rico de la población tuviera más riqueza financiera que la suma de riquezas del 99 por ciento situado en los tramos inferiores”. Se van a reír de nosotros.
– Pero una de las mayores resistencias a las cooperativas de trabajadores que yo me he encontrado en mis investigaciones no viene de gobiernos o empresas renuentes, sino de los propios sindicatos. Obviamente, hay excepciones, como el sindicato que aparece en tu película, United Electrical Workers, que se mostraba realmente abierto a la idea de que la fábrica de Republic Windows & Doors se convirtiera en una cooperativa, si los trabajadores así lo querían. Pero en la mayoría de los casos, sobre todo en lo que hace a los sindicatos grandes, tienen su guión, y cuando se cierre una fábrica, su labor consiste en que el trabajador reciba una gran indemnización por la pérdida del puesto de trabajo, tan grande como se pueda. Y tienen una dinámica que opera con este postulado: los más poderosos, los que toman las decisiones, son los propietarios. Tú tuviste una sesión de estreno de la película en el congreso de (la mayor federación sindical de los Estados Unidos, la) AFL-CIO. ¿Viste a sus dirigentes receptivos a esta idea? ¿Están abiertos o te dijeron: “Eso es irrealizable”?
– La otra noche estaba sentado en un teatro con cerca de 1.500 delegados del congreso de la AFL-CIO y yo estaba un poco nervioso cuando iba acercándose el momento de esta parte de la película. Yo me temía que la gente se quedara un poco fría aquí. Todo lo contrario. Lo festejaron. Un par gritaron: “¡Eso es, exactamente eso es lo que hay que hacer!”. Yo creo que los sindicatos, llegados a este punto, se han visto tan derrotados, que están abiertos a nuevas formas de pensar y a ciertas ideas nuevas. La verdad es que me animó mucho ver eso.
– Volviendo al asunto de hace un ratito, a la incapacidad de la gente para comprender teoría económica básica: en tu película hay una gran escena en la que no consigues que nadie, por instruido que sea, pueda explicar lo que es un derivado financiero.
– Entonces, la cosa no tiene que ver con instrucción básica. Lo que pasa es que se usa la complejidad como un arma contra el control democrático de la economía. Tal era el argumento de (Alan) Greenspan: que los derivados financieros eran tan complicados, que los legisladores no podían regularlos. Es casi como si se necesitara de un movimiento en favor de la simplicidad en los asuntos económicos y financieros, algo en lo que Elisabeth Warren, la congresista que encabeza la vigilancia crítica de los procesos de rescate, ha venido insistiendo: la necesidad de simplificar la relaciones de las gentes con los prestamistas.
– ¿Que gente como Warren exista, te da esperanzas?
– Totalmente.
– ¿Puedo sugerir una candidatura presidencial para 2016 o para 2012, si Obama nos falla? Marcy Kaptur (congresista por Ohio) y Elisabeth Warren. Me encanta. Son las heroínas de tu película. Votaría por esa candidatura. Estaba pensando en cómo rotular esta entrevista y lo que voy a sugerirle a mi editor es: “El maestro norteamericano”, porque la película es un increíble modelo de educación popular al viejo estilo. Una de las cosas que cuenta mi colega en The Nation, Bil Greider, es que no se estila más este tipo de educación popular. Los sindicatos destinaban antes una parte de su presupuesto a enseñar este tipo de cosas a sus miembros, para hacerles accesibles la teoría económica y lo que pasa en el mundo. Ya sé que tú te ves a ti mismo como alguien que entretiene y divierte, pero me pregunto si te ves también como un maestro.
– Me honra que uses este término. Me gustan los maestros.
Por Naomí Klein Fuente: Miradas al Sur

¿Por qué se suicidan los trabajadores de France Telecom?

El próximo lunes el presidente de France Télécom, Didier Lombard, abandonará las riendas del primer operador francés de telecomunicaciones.

Esta es una de las medidas adoptadas para intentar acabar con la ola de suicidios que desde hace dos años estremece a esta puntera empresa francesa, matríz de la marca Orange.

En los últimos días la dirección de esta empresa ha confirmado el suicidio de otros dos de sus empleados, con lo que ya son cinco los trabajadores que han decidido acabar con su vida desde el principio del año 2010.

La empresa, lógicamente bajo sospecha, ha rechazado relacionar estos últimos casos con problemas laborales.

Uno de ellos era un hombre de 32 años que trabajaba en el departamento de servicios para empresas en Dijon y que se suicidó la tarde del pasdo jueves en su domicilio. El otro era un hombre de unos cincuenta años que trabajaba como técnico para la compañía en la región de Alta Normandía y que se suicidó el martes en un bosque.

Como decía, en lo que va de año se han suicidado ya cinco trabajadores de France Télécom, todos fuera del lugar de trabajo, y los cinco suicidios han sido confirmados por la dirección.
Y en el periodo de dos años, hasta el 31 de diciembre de 2009, se habían suicidado 35 trabajadores, según los sindicatos, aunque la dirección había comunicado 32 casos.

La mayor parte de los trabajadores suicidados tenían algún cargo ejecutivo.

«La empresa está en estado de shock», manifestó un portavoz de la dirección, según la edición digital del diario Le Parisien.

La escasa credibilidad de Davos

VICENÇ NAVARRO en diario Público

Un mensaje que se está promoviendo ampliamente en medios liberales es que la economía española es escasamente eficiente y muy poco competitiva, y ello como resultado de las supuestas rigideces de su mercado de trabajo y del excesivo gasto público.
Uno de los centros que han promovido más este mensaje es el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, citado frecuentemente como el Vaticano del pensamiento liberal. Uno de sus informes, Global Competitiveness Report 2009-2010 (en el que analiza la competitividad de los países del mundo), sitúa a España en términos muy desfavorables, por debajo de países del tercer e incluso del cuarto mundo. Y como era de esperar, el coordinador del estudio, Xavier Sala i Martín, ha sido ampliamente entrevistado por los medios de información de mayor difusión del país
(la mayoría de los cuales son de persuasión liberal), proveyendo las cajas de resonancia a tal mensaje.

Un análisis riguroso de tal informe cuestiona, sin embargo, la validez del estudio, así como sus conclusiones. En primer lugar, el estudio no se basa, en su mayoría, en un análisis que utilice datos objetivos sobre los cuales construir el informe y alcanzar sus conclusiones. El estudio es primordialmente una encuesta de opinión en la que, en cada país, se pregunta a una institución próxima al mundo empresarial (con orientación liberal, en la mayoría de países) su opinión sobre una serie de preguntas que incluyen: “¿Cómo valora la percepción popular sobre el comportamiento ético de los políticos en su país?”, “¿cómo valora la contratación y el despido de trabajadores en su país?” o “¿cómo valora la disponibilidad de nuevas tecnologías?”, entre muchas otras. La institución que responde a aquella pregunta pone un número en una escala, sin que exista, sin embargo, una homologación en el criterio que guíe las respuestas. De esta manera, se abre el estudio a toda una serie de subjetividades. En algunos países, la institución que responde a las preguntas es muy crítica sobre la situación en su propio país, mientras que en otros lo es muy poco. Esta subjetividad, sin intento de homologación de criterios, es lo que caracteriza el estudio.

Esto lleva a resultados que son, como mínimo, sorprendentes (para expresarlo de una manera amable). Así, en la pregunta que se hace sobre corrupción en un país (“¿es práctica generalizada que se den fondos públicos a compañías o individuos como consecuencia de la corrupción?”), una dictadura como Qatar (que se ha convertido en el paraíso del mundo empresarial) aparece como uno de los países menos corruptos del mundo (en aquel país, la distribución de los recursos petrolíferos la hace el Gobierno entre miembros de la familia real), muy por encima de España. No hay duda de que hay corrupción en España. Pero poner una dictadura medieval como modelo de honestidad es poco creíble.

Otra valoración sorprendente es que Omán, otra dictadura feudal del Medio Oriente, sueño del mundo empresarial por la enorme riqueza petrolífera y por tener una fuerza de trabajo (la mayoría inmigrante) sin ningún derecho laboral, aparece como uno de los países que (según el contestador del cuestionario en aquel país) goza de mayor confianza popular respecto al comportamiento ético de sus políticos, muy por encima de un país democrático como España. Por lo visto, confianza popular quiere decir, para el que contesta la pregunta, confianza empresarial. En cuanto a “cómo considera usted la contratación y despido de los trabajadores”, España aparece a la cola, muy por debajo de Senegal. España, por cierto, se encuentra al mismo nivel que Senegal en el capítulo de “disponibilidad de nuevas tecnologías”.
En todos estos casos, lo único que muestra el informe es que la institución española (IESE, el centro de estudios empresariales que ha respondido por parte de España) es más crítica hacia su propio país que la institución de Senegal (Centre de Recherches Economiques Appliquées, Universidad de Dakar) o que la de Omán (The International Research Foundation) o que la de Qatar (Qatari Businessmen Association). Pero en ningún caso aportan datos que puedan compararse y que permitan llegar a conclusiones.
Me parece muy bien que las instituciones a las cuales se les pida su opinión sobre la situación en su país la den. Nada censurable en ello. IESE contestó acentuando el aspecto crítico y me parece muy bien. Pero me parece muy mal, y refleja una enorme falta de rigor (que da pie a todo tipo de manipulación), que el equipo coordinador ponga todas estas respuestas juntas, se amalgamen en un indicador y se produzca entonces una lista de países según su nivel de competitividad.
En realidad, lo único que puede deducirse del informe Davos es que la agencia de Senegal que llena el cuestionario es menos crítica hacia su país de lo que es IESE hacia España.
El informe mide distintos niveles de subjetividad. Pero nada más. Construir toda una serie de conclusiones sobre ello es no sólo frívolo, sino profundamente erróneo. Lo cual es fácilmente demostrable cuando se contrasta con datos objetivos. En el capítulo dedicado a la educación, cuando el informe Davos analiza la calidad educativa (en materias como matemáticas o ciencias), España aparece de nuevo a la cola (nº 99) junto con Kirguizistán. Pero el informe PISA, mucho más imparcial que el informe Davos, al basarse en datos objetivos, muestra que Kirguizistán tiene el conocimiento en matemáticas y ciencias más bajo de la lista de países analizados, mientras que España está ligeramente por debajo del promedio de los países de la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo. Es en base a este tipo de estudios que la cultura liberal de Davos está presentando una visión de España deliberadamente negativa a fin de presionar al Gobierno español para que haga los cambios que ella desea.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Políticas Públicas de The Johns Hopkins University