¡¡Por la revolución griega!!

Este domingo, el partido de la izquierda radical SYRIZA, y su líder Alexis Tsipras, pueden poner fin a la humillación que viene padeciendo Grecia en los últimos años

Syriza mantendrá a Grecia en el euro si ganas las eleccionesEste es su programa electoral :

1. Realizar una auditoría sobre la deuda pública. Renegociar su devolución y suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía y vuelva el crecimiento y el empleo.

2. Exigir a la UE un cambio en el papel del BCE para que financie directamente a los Estados y a los programas de inversión pública.

3. Subir el impuesto de la renta al 75% para todos los ingresos por encima del medio millón de euros anuales.

4. Cambiar la ley electoral para que la representación parlamentaria sea verdaderamente proporcional.

5. Subir el impuesto de sociedades para las grandes empresas al menos hasta la media europea.

6. Adoptar un impuesto a las transacciones financieras y también un impuesto especial para los productos de lujo.

7. Prohibir los derivados financieros especulativos, como los swaps y los CDS.

8. Abolir los privilegios fiscales de los que disfruta la iglesia y los armadores de barcos.

9. Combatir el secreto bancario y la evasión de capitales al extranjero.

10. Rebajar drásticamente el gasto militar.

11. Subir el salario minimo hasta su nivel previo a las recortes (751 euros brutos mensuales).

12. Utilizar los edificios del Gobierno, la banca y la iglesia para alojar a las personas sin hogar.

13. Poner en marcha comedores en los colegios públicos para ofrecer desayuno y almuerzo gratuito a los niños.

14. Ofrecer sanidad pública gratuita para las personas desempleadas, sin hogar o sin ingresos suficientes.

15. Ayudas de hasta el 30% de sus ingresos para las familias que no pueden afrontar sus hipotecas.

16. Subir las prestaciones de desempleo para los parados. Aumentar la protección social para las familias monoparentales, los ancianos, los discapacitados y los hogares sin ingresos.

17. Rebajas fiscales para los productos de primera necesidad.

18. Nacionalización de los bancos.

19. Nacionalizar las antiguas empresas públicas de sectores estratégicos para el crecimiento del país (ferrocarriles, aeropuertos, correos, agua…).

20. Apostar por las energías renovables y por la protección del medio ambiente.

21. Igualdad salarial para hombres y mujeres.

22. Limitar el encadenamiento de contratos temporales y apostar por los contratos indefinidos.

23. Ampliar la protección laboral y salarial de los trabajadores a tiempo parcial.

24. Recuperar los convenios colectivos.

25. Aumentar las inspecciones de trabajo y los requisitos laborales para empresas que accedan a concursos públicos.

26. Reformar la constitución para garantizar la separación iglesia-Estado y la protección del derecho a la educación, la salud y la protección del medio ambiente.

27. Someter a referéndum vinculante los tratados europeos y otros acuerdos de importancia.

28. Abolición de todos los privilegios de los parlamentarios. Eliminar la especial protección legal de los ministros y permitir a los tribunales ordinarios procesar a los miembros del gobierno.

29. Desmilitarizar la guardia costera y disolver las fuerzas especiales antidisturbios. Prohibir la presencia de policías encubiertos o con armas de fuego en las manifestaciones y mítines. Cambiar los planes de estudio de los policías para poner énfasis en los temas sociales, como la inmigración, las drogas o la exclusión social.

30. Garantizar los derechos humanos en los centros de detención de inmigrantes.

31. Facilitar a los inmigrantes la reagrupación familiar. Permitir que los inmigrantes, incluso los indocumentados, tengan acceso pleno a la sanidad y la educación.

32. Despenalizar el consumo de drogas, combatiendo solo el tráfico. Aumentar los fondos para los centros de desintoxicación.

33. Regular el derecho a la objeción de conciencia en el servicio militar.

34. Aumentar los fondos para la sanidad pública hasta los niveles del resto de la UE (la media europea es del 6% del PIB y Grecia gasta el 3%).

35. Eliminar el copago en los servicios sanitarios.

36. Nacionalizar los hospitales privatizados. Eliminar toda participación privada en el sistema público de salud.

37. Retirada de las tropas griegas de Afganistán y los balcanes: ningún soldado fuera de las fronteras de Grecia.

38. Romper los acuerdos de cooperación militar con Israel. Apoyar la creación de un estado Palestino dentro de las fronteras de 1967.

39. Negociar un acuerdo estable con Turquía.

40. Cerrar todas las bases extranjeras en Grecia y salir de la OTAN.

La intervención de España

«España no, pero las regiones y la banca sí son intervenibles»

Santiago Niño Becerra Catedrático de Estructura Económica Advierte de que este año «va a ser terrible, y el que viene también»
«Too big to fail». Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, hace suyo este concepto económico anglosajón para ilustrar que el rescate de España sería «desastroso» para el país, pero también para la propia UE.
«España no, pero las regiones y la banca sí son intervenibles»
-¿Cómo se explica lo que está pasando?
La economía española está como hace un mes, muy mal, igual que en diciembre o agosto. Nuestro nivel de dependencia del exterior es brutal y por eso repercute todo lo que pasa fuera. Y por dos motivos básicamente: no crecemos y los ingresos son menores que los gastos -no podemos atender a los gastos corrientes- y, además, el nivel de deuda es muy elevado.
-¿Castigan los mercados las medidas del Gobierno?
-A ver, este año va a ser terrible y el que viene tan bien. Después de los 37.000 millones que se recorten este año, en los Presupuestos de 2013 será necesario quitar otros 27.000 millones. En total, nos vamos a 65.000 millones y esa suma no va a haber cuerpo que la aguante, de modo que los objetivos fijados no se van a poder cumplir.
-¿A qué nivel de prima de riesgo debemos empezar a preocuparnos?
-La prima no es lo importante; lo fundamental es el tipo de interés que paguemos por nuestra deuda. Se habla que pasando del 7% de rentabilidad es el nivel de no retorno y ya estamos cerca del 6%.
-¿Qué ha hecho Italia para esquivar los ataques?
-Italia tiene cosas buenas, como su deuda exterior, que es bastante más baja que la española. Su problema es de división del país y que es muy inestable y, de momento, Monti parece dar confianza a los inversores. España necesita convencer que sus medidas son las adecuadas. En todo caso, no creo que ni una ni otra estén mejor que hace tres meses; están igual.
-¿Conviene que las medidas se dirijan ahora a la recuperación y no a más recortes?
-Se está poniendo la lupa en el déficit público y lo importante es la deuda. España es el segundo país más endeudado del mundo: debe casi 4 billones de euros y no los puede pagar. Mientras no se hagan las quitas que correspondan y se regule el sistema bancario, español y europeo, poco se puede hacer. Si se cogen las tijeras y se recorta el déficit es un café para todos. Las cosas van a empeorar más, porque va a haber seis millones de parados y el problema se está tratando como en la Gran Depresión. Hay que dar la vuelta al modelo que se está siguiendo, pero España sola no puede hacer nada. La UE tendría que coordinarse muchísimo más, porque Francia y Alemania solo piensan en clave nacional. Detrás de las declaraciones de Sarkozy y Merkel se ve que no piensan en Europa. Solo se pide recortar y así no se recupera nada, y el gran peligro que corre Europa es entrar en la senda de un crecimiento exiguo endémico, que se convierta en estancamiento, con tasas de paro elevado e ingresos públicos congelados.
-¿Terminará España siendo intervenida?
-Ya está intervenida desde el momento en que estamos siendo vigilados. Aún no hemos llegado a la situación de Grecia y Portugal, pero estamos en un camino similar, recorte tras recorte. Pero España no es rescatable porque su economía es demasiado grande para ser intervenida, aunque se puede obligar a rescatar a los bancos y a las regiones, porque la UE no se cree sus números. Lo que hay que evitar es que los ‘men in black’ hagan la intervención; hay que actuar antes.
Publicado en los medios de Vocento el 15-4-2012

ESPAÑA, MISIÓN DÉFICIT IMPOSIBLE

Ayer nuestros gobernantes hicieron público el déficit público con el que hemos cerrado el pasado año y resulta equivalente al 8,51 % del PIB.

El año anterior, 2010, lo acabábamos con un déficit del 9,3 % y el resultado de los sucesivos recortes sociales y empobrecimientos presupuestarios ha sido reducirlo en un 0,79.  Ridículo a todas luces, ante el 3,3 que nos exigía la sacrosanta Unión Europea.

Recordemos el plan que ésta nos exige:

Como vemos en el gráfico, para este pasado ejercicio se nos exigía rebajar ese déficit al 6 %  y lo hemos rebasado en más de 2,5 puntos. Y para el próximo año, se nos obliga a bajar a la mitad del de este año. Esto es sencillamente… ¡¡IMPOSIBLE!!

Y a esto, el ministro del ramo (y de la dehesa) Montoro, adelantó ayer que para cumplirlo, el Gobierno «está trabajando» para decidir nuevos recortes y ajustes.

Pero, lo que hace que ese objetivo sea inalcanzable son precisamente estas medidas recién anunciadas de más recortes, que en el contexto en el que nos encontramos, lejos de aportar solución, van a hacer que la acentuada recesión económica en la que nos encontramos se prolongue mucho más y de esta forma generar aún más dolor a la ciudadanía.

EN RESÚMEN, ESE OBJETIVO DE DÉFICIT QUE NOS HA MARCADO LA U.E. ES INCUMPLIBLE

Finalmente echemos una ojeada a la contribución a este déficit de las Comunidades Autónomas en los dos últimos años:

Fuentes: Ministerio de Hacienda, El País y Público.es

Tres años después de la rebelión, la alternativa de Islandia empieza a dar frutos

20minutos.es
 
 
Protesta ciudadana en Reikiavik en marzo de 2010 en contra de la indemnización con dinero público a los clientes del banco Icesave.
 
 
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  • En enero de 2009 los islandeses, aplastados por el colapso económico, se echaron a la calle y acabaron forzando la caída del gobierno.

  • El país dejó que sus bancos quebrasen y acordó con el FMI medidas «poco convencionales» que respetaron el estado del bienestar y retrasaron los recortes.

  • Hoy, sus previsiones de crecimiento triplican las de los países de la eurozona.

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A principios de 2009, el pueblo islandés, al borde del colapso económico y financiero, se echó a la calle y dijo basta. El Gobierno dimitió y la pequeña isla nórdica se entregó a la difícil tarea de responder ante una crisis sin precedentes haciendo justo lo contrario de lo que estaban haciendo los demás: Se negaron a rescatar a la banca y votaron en contra de pagar sus deudas con dinero público, persiguieron judicialmente (y, en algunos casos, llegaron a encarcelar) a los banqueros y políticos responsables, hicieron caso omiso de las amenazas de los mercados internacionales y de las malas notas de las agencias de calificación de riesgo, redactaron una nueva constitución a través de las redes sociales y, quizá lo más importante, consiguieron negociar con el FMI una salida adaptada a sus propios planteamientos.

¿El resultado? Tres años después de lo que se vino en llamar la «revolución islandesa», el país no solo no ha regresado a la Edad Media convertido en un paria del sistema, sino que está empezando a ver, lentamente, la luz al final del túnel. En 2011 la economía islandesa creció un 2,5% (la eurozona solo el 1,6%), y, según las previsiones de la Comisión Europea presentadas el pasado mes de noviembre, Islandia crecerá en 2012 un 1,5%, cerca del triple que los países de la zona euro (0,6%), llegando a alcanzar en 2013 incluso el 2,7%.

Eso no significa que todo sea de color de rosa. El paro, que se situó el pasado mes de diciembre en el 7,3%, sigue en tasas que resultan escandalosas para un país en el que a principios de los años noventa tan solo el 2,5% de la población estaba sin trabajo, después de décadas de pleno empleo. La deuda exterior bruta supera el 330% del PIB y la mayoría de los islandeses arrastra préstamos que difícilmente podrán pagar (según el banco central islandés, 25.000 propietarios están atrasados con sus pagos, lo que supone un cuarto de los propietarios de la isla). Los acreedores internacionales, además, no han renunciado a cobrar, y siguen dispuestos a pasar por los tribunales internacionales si hace falta. Y miles de jóvenes, muchos de ellos muy preparados, siguen emigrando.

Pero Islandia ha conseguido mantenerse a salvo de recortes draconianos y proteger la mayoría de sus logros sociales, y el estado del bienestar no se ha desmoronado. Tal vez no pueda hablarse aún de «milagro islandés», pero el país está asomando la cabeza, y lo está haciendo sin aplicar las recetas que los organismos europeos e internacionales han impuesto a otros países machacados por la crisis de la deuda, como Grecia, Italia, Portugal, Irlanda o España.

Obviamente, el peso de la economía islandesa, con un PIB total en 2010 de 12.300 millones de dólares, no es comparable al de la italiana (1,7 billones) o la española (1,3 billones). En 2010 las exportaciones de Islandia ascendieron a unos 3.500 millones de euros, frente a los 185.799 millones de las exportaciones españolas. Como tampoco es comparable la presión que, en consecuencia, ejercen los mercados sobre la economía islandesa.

También es cierto que el sector público en Islandia es reducido, con salarios más bajos que en el sector privado, con lo que es más fácil reestructurarlo. Y además está el factor fundamental de que, al no pertenecer a la zona euro ni estar sometida a los dictados del Banco Central Europeo, Islandia pudo devaluar su moneda para hacer frente a la crisis y controlar el movimiento de su capital, asumiendo el riesgo de una inflación que alcanzó el 5,2% en 2011, solo por debajo de la de Turquía entre los países miembros de la OCDE.

Y probablemente sea también más fácil conseguir que resulte eficaz una democracia a base de referendums en un país de 103.000 kilómetros cuadrados cuya población (318.452 habitantes en enero de 2011) equivale aproximadamente a la del municipio de Valladolid.

En cualquier caso, Islandia parece haber demostrado que hay otra forma de enfrentarse a la crisis. Estas son, paso a paso, las claves de cómo lo ha hecho:

Del paraíso neoliberal al infierno de la deuda

A principios de 2008 Islandia fue elegida por la ONU como el mejor lugar del mundo para vivir. Era, sin embargo, el final de una época. Tras años de bonanza económica, con créditos a mansalva (dentro y fuera del país), permisividad total en el sistema financiero, deudas cada vez mayores en las familias, burbuja inmobiliaria y gasto descontrolado, el sobrecalentamiento de la economía islandesa provocó un colapso total en octubre de ese mismo año, debido al hundimiento del sector bancario, que tuvo que ser nacionalizado.

Los bancos, no obstante, aún siendo los principales culpables, no fueron los únicos: Sus excesos habían sido apoyados por las políticas económicas de gobiernos neoliberales que, votados democráticamente por los ciudadanos, se mantuvieron en el poder durante una década, y, además, buena parte de la propia sociedad islandesa no solo no se opuso sino que aprovechó la expansión financiera para vivir y gastar muy por encima de sus posibilidades.

La rebelión

En enero de 2009 comenzaron las protestas de miles de islandeses contra el Gobierno y el Banco Nacional, mientras se derrumbaba la economía, la inflación y el paro se disparaban, y la moneda alcanzaba mínimos históricos.

Las negociaciones entre Islandia, Holanda y el Reino Unido para que Reikiavik indemnizase a los ahorradores de estos dos países que perdieron sus inversiones con la quiebra del banco Icesave fracasaron en febrero de 2010, y, por dos veces, en marzo de ese mismo año y en abril de 2011, los islandeses rechazaron en referéndum la ley que habría permitido una indemnización de 3.700 millones de euros a los ahorradores británicos y holandeses.

Las protestas populares provocaron en enero de 2009 la caída del gobierno de coalición conservador-socialdemócrata. La izquierda, en una coalición entre socialdemócratas y «roji-verdes», gobierna con mayoría absoluta desde 2009 un país que negocia su entrada en la Unión Europea, complicada por la disputa que mantiene con el Reino Unido y Holanda.

Que cada palo aguante su vela

A diferencia de lo ocurrido en otros países europeos, con rescates millonarios de dinero público a la banca, en Islandia, cuando los bancos se desplomaron, se les dejó quebrar. En realidad, sus deudas eran tan grandes que tampoco había muchas más opciones.

Pero la cosa, sin embargo, no quedó ahí: Los responsables de la crisis, financieros y políticos, incluyendo al ahora exprimer ministro, Geir H. Haarde, fueron llevados ante la justicia, y cuatro banqueros, que ahora están libres a la espera de juicio, fueron encarcelados. Haarde se arriesga a una pena de dos años cárcel, después de que el Parlamento islandés diera luz verde al proceso, siguiendo el consejo del informe de una comisión investigadora creada para determinar las responsabilidades en la crisis.

La receta del FMI, a la carta

En octubre de 2008, invitado por el Gobierno de Islandia, llega al país el subdirector del Departamento Europeo del Fondo Monetario Internacional, Poul M. Thomsen, para ofrecer al Ejecutivo la asistencia de este organismo. Como escribiría después el propio técnico, «la sensación de temor y el estado de shock eran evidentes; pocos países, o ninguno, había experimentado jamás un colapso económico tan catastrófico como ese».

La primera preocupación del FMI fue, como de costumbre, la inflación. El Fondo temía que una depreciación desordenada del tipo de cambio fuese ruinosa para los hogares y las empresas, y que la retirada masiva de depósitos paralizara lo poco que quedaba del sistema financiero.

Finalmente, sin embargo, el FMI renunció a imponer sus recetas habituales y acordó con el Gobierno islandés, por un monto de 2.100 millones de dólares (casi 1.528 millones de euros), un programa que, en palabras del propio organismo internacional, «proporcionó el margen de maniobra necesario a las autoridades para determinar la mejor manera de hacer frente a los enormes desafíos y tareas pendientes, con la ayuda de los compromisos de préstamo de los países nórdicos y de Polonia».

«Las autoridades -explicó Thomsen- se comprometieron a implementar las medidas acordadas, pero quisieron hacerlo a su manera. Uno de los objetivos primordiales del gobierno era proteger el estado de bienestar, y ese objetivo se ha cumplido». Según dijo recientemente el ministro islandés de Economía, Árni Páll Árnason, «la cooperación con el FMI ayudó a preservar el modelo nórdico de bienestar de mi país».

Medidas «poco convencionales»

El FMI admite que tuvo que utilizar «herramientas de política al margen del conjunto de herramientas tradicionales», aunque, eso sí, se cura en salud y aclara que «esta combinación ecléctica de políticas ha sido eficaz en el caso de Islandia, pero no está claro si las enseñanzas aprendidas en este caso podrían aplicarse a otras regiones, como a la zona del euro afectada actualmente por la crisis».

El plan acordado entre el Gobierno islandés y el FMI incluyó cuatro puntos fundamentales:

  • Asegurar que las pérdidas de los bancos no sean absorbidas por el sector público (el Estado sí ha intervenido para garantizar que los nuevos bancos creados estén suficientemente capitalizados, pero quedó al margen de las enormes pérdidas del sector privado).
  • Estabilizar el tipo de cambio, incluyendo «medidas no convencionales», como controles temporales al movimiento del capital (una especie de ‘minicorralito’ financiero, para controlar el flujo de moneda y evitar la evasión de grandes fortunas).
  • Retrasar el ajuste fiscal (consistente en tratar de recuperar la estabilidad económica mediante subidas de impuestos y recorte del gasto público), con el fin de «apuntalar la economía en un momento de grandes tensiones» (en 2009 se subieron finalmente algunos impuestos, como el de las personas físicas o impuestos especiales -alcohol, gasolina-, pero también se bajaron otros, como el de sociedades, para fomentar la inversión y la creación de empleo. Por otra parte, también ha habido recortes de gasto en sanidad, educación, pensiones y administración del Estado, aunque comparativamente mucho menores que en otros países afectados por la crisis).
  • Reconstruir desde cero el sector financiero.

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Los resultados

Las primeras consecuencias fueron muy duras: La mayoría de los productos que se consumen en Islandia son importados, de modo que cuando la moneda se devaluó, los precios (coches, comida, materiales para la construcción) se dispararon, al tiempo que disminuían los salarios, los cajeros automáticos no daban dinero y crecía el desempleo hasta niveles históricos. Y el grifo del crédito internacional se cerró.

En junio de 2011, sin embargo, el Gobierno islandés logró emitir bonos soberanos por un valor de 1.000 millones de dólares, lo que marcó el regreso del país a los mercados financieros internacionales.

Además, aunque el nivel de deuda pública (100% del PIB) es mucho mayor que antes de la crisis (28%), la aplicación de un programa de consolidación ha vuelto a poner a la situación fiscal del país en una trayectoria sostenible, según el propio FMI, y se ha reducido el nivel de endeudamiento privado (empresas y familias). Con respecto a los bancos, el valor de sus activos se ha reducido desde un 1000% a un nivel equivalente a alrededor del 200% del PIB, y ahora están totalmente recapitalizados.

Por otra parte, el paro, aunque sigue alto, empieza a frenarse y, lo que tal vez sea lo más importante para muchos islandeses, su red de seguridad social ha permanecido intacta.

Islandia ha sufrido una importante pérdida de nivel de vida, pero, de momento, ha logrado salir a flote y empezar a nadar sin que la parte más vulnerable de su población haya sido la principal víctima del esfuerzo. Y lo ha hecho a su manera.

La mano que mece la banca

Hasta el tratado de Maastricht, cuando un estado necesitaba dinero, acudía al banco central (por ejemplo, el banco de España) y el banco central, fabricaba el dinero que necesitaba el estado. (Imprimía billetes)

Carlos Paredes (Miembro de Democracia Real Ya)

El problema era, que al haber más billetes en circulación, el valor de cada billete disminuía (se llama inflación), es decir, subían los precios. Decir que un billete vale menos, es lo mismo que decir que hacen falta más billetes para comprar la misma cosa. La idea era que una vez solucionado el problema, el estado devolviera el exceso de dinero al banco central, (sacar de circulación los billetes de más) para evitar la inflación.

Sin embargo, había veces en que el estado no podía devolver el dinero, o lo devolvía más tarde de lo previsto, con lo cual, cuando el estado devolvía el dinero, cada billete valía menos que cuando lo pidió (el estado obtenía dinero con un interés muy pequeño, o negativo, y cada estado fabricaba su propio dinero en función de lo que necesitaba).

¿Y qué hicieron los políticos de entonces?

El artículo 104 del tratado de Maastricht, que se vuelve a firmar como artículo 123 del pacto de Lisboa (Constitución Europea) prohíbe a los bancos centrales dar dinero a los estados.

Ahora, cuando un estado necesita dinero, tiene que ir al sector privado. ¿Y quién maneja los grandes capitales en el sector privado?. Efectivamente, la banca. Y… ¿Puede usted elegir en unas elecciones al banquero de turno del que depende ahora la solvencia de un gobierno?. No, son señores particulares que estarán ahí con independencia del gobierno que haya.

El BCE (Banco Central Europeo) Fabricó medio billón de euros hace menos de un mes, (En Diciembre de 2011) que «regaló» a la banca privada al 1% de interés. (Sí, como lo oyen, en lugar de darle dinero a los estados, se lo da a la banca privada) para que la banca privada a su vez, pueda darle ese dinero a los estados, comprando deuda pública, al 5% o 4% o 7% de interés, según lo que diga la prima de riesgo, tal como hicieron ayer día 12 por ejemplo.

Luego, los distintos gobiernos de cada país, dicen que no tienen dinero para pagar tal o cual servicio público, porque para mantenerlo hay que pedir dinero prestado y eso les hace pagar una barbaridad en intereses, (este argumento ha sido muy utilizado últimamente por Artur Mas y Durán y LLeida) y se ven «obligados» a privatizar o externalizar servicios hacia empresas privadas (propiedad muchas veces, de esos mismos bancos). Y así, tal y como expliqué en el artículo  «Recortes e impuestos, ¿Dónde está el dinero?» Se va cerrando el círculo y se desmantela el llamado «estado del bienestar».

Lo que se repite estos días «no podemos gastar lo que no tenemos» es una absoluta falsedad, después de que el BCE fabricara medio billón de Euros para la banca privada y NO para los estados.

No es casual que cada vez los bancos sean más fuertes, y los ciudadanos más débiles. «Los mercados» también tienen nombres propios. Es por decisión explícita de los políticos de turno, los mismos que son responsables de los paraísos fiscales,  ellos son en realidad quienes hacen las leyes que permiten y fomentan la situación actual, y la crisis que vivimos. Esa y no otra, es la mano que mece la banca.

Lo que Soraya Sáenz de Santamaría no contó a los españoles, cuando anunció la primera subida de impuestos y recortes, que aparece en el BOE del 31 de Diciembre de 2011, son los 100.000 millones de Euros (de esos que no hay para educación o sanidad) que el estado destinará a respaldar a la banca. Y la pregunta es… ¿Por qué es tan importante que haya dinero para los bancos cuando no lo hay para las personas? O dicho de otra manera, ¿Por qué a los bancos se les da lo que se les niega a las personas?

Hay muchas formas de someter y hacer esclavos, la más moderna de todas, se llama «mercados» y los mercados tienen dueños.

RECORTES E IMPUESTOS: ¿DONDE ESTÁ EL DINERO?

“Básicamente se trata de conseguir que cobre usted igual que un chino o un tailandés, gozando de los mismos derechos laborales que un chino un tailandés, que son prácticamente ninguno”

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Carlos Paredes (Miembro de Democracia Real Ya)

¿Dónde está de verdad el dinero?

¿Acaso piensan que alguien se ha dedicado a quemar billetes en una chimenea?

En el año 2005 la comisión europea estimó en 10 BILLONES de euros el dinero en paraísos fiscales, y no tenemos razón alguna para pensar que esa cifra sea hoy más pequeña.

¿Y por qué existen los paraísos fiscales? ¿Por qué no se ha terminado con la opacidad fiscal de sus cuentas? Pues por deseo implícito y explícito de los distintos gobiernos y sus máximos representantes, incluido el de España. ¿O es que piensan que hay una fuerza sobrenatural que impide acceder a esos datos? Lo que hay, son unos claros intereses particulares de personas con oscuros negocios (incluido el del armamento) que mueven suficiente dinero e influencias como para silenciar bocas.

Pero además… ¿Por qué  no hay dinero en el estado?

Bien, al margen del dinero que se pierde por corrupción política: malversación de fondos, etc, etc, que va muchas veces a los paraísos fiscales ya mencionados. (Es lógico que existan cuando los que tienen que acabar con ellos son muchas veces los que más se benefician de su existencia)

Al margen de eso… ¿Por qué  no hay dinero en el estado?

Un estado, para mantener los servicios públicos, saca dinero de tres sitios.

1º De empresas públicas que dan beneficio, yendo ese beneficio a las arcas del estado.
2º De los impuestos que pagamos todos, IRPF, seguridad social, etc. Estos impuestos son mayores cuanto más dinero cobramos en nómina.
3º De empresas privadas que pagan impuesto de sociedades (En España, del 25% al 33% del beneficio neto anual, dependiendo del tipo de empresa) e IVA, que el IVA también lo paga usted cuando compra, pero son las empresas las que lo declaran. Es decir, las encargadas de darle ese dinero al estado.

Ahora bien, el asunto es éste (vamos de abajo arriba):

1º Las grandes empresas multinacionales se llevan la producción (las fábricas) a China, Tailandia, o lugares donde la mano de obra es mucho más barata, por tanto, el empleo lo generan allí, y no aquí. (Sube el paro). De hecho, los lugares con menos paro de España, son aquellos donde hay más industria (País Vasco, por ejemplo)

2º Si hay menos gente con empleo, hay menos nóminas y el estado recauda menos dinero por ahí, y quien tiene trabajo, cada vez cobra menos, por lo que la cantidad de euros, que recauda el estado de su nómina, también es menor.

3º Las empresas públicas se privatizan, por lo que se pierde esa posible fuente de ingresos, y además, cuando son grandes y se privatizan, externalizan servicios o departamentos, con empresas extranjeras que a su vez generan empleo en el extranjero y no aquí, con lo cual, además de perderse esta fuente de ingresos, se genera todavía más paro.

Por eso, el estado tiene cada vez menos dinero, y por eso, usted tiene que jubilarse más tarde, o su médico ya no le cubre ciertas recetas.

¿Y cual es la solución?

Pues la solución que nos ofrecen, es hacer que usted cobre menos todavía, (congelación del salario  mínimo interprofesional) Básicamente se trata de conseguir que cobre usted igual que un chino o un tailandés, gozando de los mismos derechos laborales que un chino un tailandés, que son prácticamente ninguno. (Dicho desde el máximo de los respetos, hacia China o Tailandia, vaya por delante) para que así a tal o cual multinacional le cueste lo mismo fabricar en España que en China. Se llama reforma del mercado laboral.

Lo que nadie parece tener en cuenta, es que si usted cobra lo que un chino, tendrá el poder adquisitivo de un chino, y a lo mejor no se puede comprar los productos que su propia fábrica produce, pero estamos acostumbrados a visiones cortoplacistas, si no, no estaríamos aquí.

Y la pregunta es:

Si con los salarios cada vez más bajos se recauda menos (y hay menos consumo).
Si con la globalización se tiende a deslocalizar (mandar la producción fuera que es más barata)
Si las empresas públicas se privatizan y al ser privadas, vuelven a mandar la producción fuera… (generando más y más paro)

¿Por qué nos venden estas medidas, (privatizaciones, reducción de salarios, etc) como la solución? Si con todo eso, además, el estado recauda menos dinero… y hay menos para pagar pensiones, profesores, médicos, sanidad, etc…. ¿Por qué lo hacen?

Políticos. ¿Saben lo que nos cuestan?

A propósito de esta acertada carta al director en el El País, sería muy saludable aplicarla a nuestros servidores públicos para que no pierdan de vista algo tan primario como que eso es lo que son, nada más, y que sus ingresos y sus gastos los soportamos todos los demás.

Es evidente que nuestros políticos, constituidos desde hace demasiado tiempo en una especie de casta, han perdido contacto con la realidad y viven en una nube de privilegios que ha de acabar.

«15 O»

El 15 de octubre personas de todo el mundo tomarán las calles y las plazas. Desde América a Asia, desde África a Europa, la gente se está levantando para reclamar sus derechos y pedir una auténtica democracia. Ahora ha llegado el momento de unirnos todos en una protesta no violenta a escala global.

Los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay que poner fin a esta intolerable situación.

Unidos en una sola voz, haremos saber a los políticos, y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan.

El 15 de octubre nos encontraremos en las calles para poner en marcha el cambio global que queremos. Nos manifestaremos pacíficamente, debatiremos y nos organizaremos hasta lograrlo.

Es hora de que nos unamos. Es hora de que nos escuchen.

¡Tomemos las calles del mundo

el 15 de octubre!

«LO HE ESCRITO AQUÍ Y… NO ENTIENDO MI LETRA»

Llega Mariano, el brazo tonto de la ley

Probablemente será el presidente más simple que ha conocido España


Sinceramente no sé si la simpleza de su discurso responde a que nos trata a los ciudadanos como a tontos o a que es él el afectado por una profunda idiocia pero, que un personaje tan plano en ideas y de análisis tan simplones tome la máxima responsabilidad de este país…  me preocupa profundamente.

– El pasado viernes 2 de Septiembre, y tras perpetrar junto al partido del gobierno la aprobación de una fraudulenta reforma constitucional en el Congreso de los Diputados, a la salida del hemiciclo, por todo discurso político le oí decir con su borbotante y característica dicción,  ¡¡ESTOY MUY CONTENTO!!

«Estoy muy contento»… esta simpleza no es casual, es coherente con su trayectoria reciente. Denota que este señor tiene una arquitectura mental muy básica y que salvo que se lo hayan escrito otros -ya nos dijo que lo suyo no entiende- le impide analizar con prontitud y con una mínima profundidad los hechos, lo que a mi juicio le incapacita para ser un presidente de gobierno.

Por otro lado, su discurso político no pasa de «caca, culo, pedo, pis»;  «ese malo, yo bueno», o machacones eslóganes aprendidos como el aburrido «HAY QUE CREAR CONFIANZA»

  • Es muy conocida y significativa de esta personalidad suya esta «perla» de Febrero de 2011 en Tv.:

«¿Medidas para crear empleo?…  mmm… mmm… es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra»

¿Es posible que este señor, que se ve en un aprieto con una pregunta como esta, pueda ser el próximo presidente de este país y no sepa descifrar su propia letra?. Bueno, aún siendo así, lo grave y vergonzoso es que para una pregunta tan básica no tenga la respuesta en su… ¿cerebro?

  • Significativa también es la patética transformación de su cara entre dudas y resoplidos, cuando en Junio de 2010 le preguntan algo tan «complicado» como «cómo frenar la escalada del paro»

  • Refiriéndose a la profunda crisis que sufrimos, el 10 de Sept. de 2011 dijo «hablaré con los bancos para ver lo que se puede hacer con el crédito…«,   por favor…
  • Proverbiales son también sus vaguedades en respuestas ante todo tipo de preguntas, comprometidas o no. Veamos un ejemplo ante una muy sencilla pregunta de Luis del Olmo:
  • Hace pocos días, también en Septiembre, Mariano se lanzó a la Red -sin red- y se hizo esta foto con Santiago Segura, con quien coincidió en un avión. Exhibió esta actitud de fan cutre en su recién estrenado Twiter y terminó un en embrollo.
  • Para finalizar, no fue menos sonrojante cuando en Ciudad Real en 2007, y queriendo glosar Mariano los magníficos caldos de Castilla-La Mancha, soltó -por todo elaborado pensamiento final- aquél grito tan reproducido…

En fin, que si nos abstraemos de detalles «sin importancia» como que este deficiente personaje va a gobernar nuestra vida y haciendas durante unos años y va a aplicarnos con su ideología y sumo gusto nuevos recortes sociales sobre lo ya recortado en la patética última época de su antecesor … nos lo vamos a pasar muy bien,  ¡viene una época divertida!

15 de octubre. Unidos por un cambio global


El 15 de octubre personas de todo el mundo tomarán las calles y las plazas. Desde América a Asia, desde África a Europa, la gente se está levantando para reclamar sus derechos y pedir una auténtica democracia. Ahora ha llegado el momento de unirnos todos en una protesta no violenta a escala global.

Los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay que poner fin a esta intolerable situación.

Unidos en una sola voz, haremos saber a los políticos, y a las élites financieras a las que sirven, que ahora somos nosotros, la gente, quienes decidiremos nuestro futuro. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros que no nos representan.

El 15 de octubre nos encontraremos en las calles para poner en marcha el cambio global que queremos. Nos manifestaremos pacíficamente, debatiremos y nos organizaremos hasta lograrlo.

Es hora de que nos unamos. Es hora de que nos escuchen.

¡Tomemos las calles del mundo

el 15 de octubre!