MERCADOS: los hijos de puta empiezan a dar la cara

«En un año millones de personas perderán sus ahorros»

Un broker de Londres habla de la crisis en la BBC: «Los Gobiernos no tienen nada que hacer, quien dirige el mundo es Goldman Sachs»

Diario Público

La BBC emitió ayer, lunes, un entrevista a un agente de Bolsa independiente que trabaja en la City de Londres. Alessio Rastani se llama el broker, uno más entre miles. Pero la entrevista ha levantado una polvareda de considerables proporciones y ha indignado a miles de personas en todo el mundo.

Rastani ha sido sincero en exceso, crudo, descarnado. Con una media sonrisa difícil de disimular se ha erigido en portavoz de los llamados «mercados» y ha dicho en voz alta lo que muchos piensan: que en esta crisis los Estados tienen poco que hacer, pues «quien gobierna el mundo es Goldman Sachs y… a Goldman Sachs no le importa el rescate del euro».

En un tono relajado, Rastani predice el hundimiento del euro, de la Bolsa, y augura que millones de pequeños ahorradores perderán sus ahorros. Hace un diagnóstico de la situación muy pesimista:  «Los mercados y los fondos de inversión no creen en el plan de rescate. Ellos saben que el mercado está quemado, finiquitado,  y no les importa el euro».

Ante esta situación de crisis, le preguntan cómo se puede satisfacer a los inversores y aumentar la confianza de los mercados. «Personalmente me da igual. Soy un operador financiero, a mi no me preocupa la crisis. Si veo una oportunidad de ganar dinero, voy a por ella. A la mayoría de los especuladores no nos preocupa cómo arreglar esta situación. Nuestro trabajo es ganar dinero con esto»

Ganar dinero

Rastani confiesa que lleva tres años «soñando» con esta situación. «Tengo que confesar que me voy a la cama cada noche soñando con una nueva recesión. ¿Por qué? Hay mucha gente que no lo recuerda pero la depresión de los años 30 no fue solamente el crash de los mercados. Había gente preparada para ganar dinero con ese derrumbe».

«Cuando el euro se hunde, cuando el mercado se hunde, si sabes lo que tienes que hacer puedes ganar un montón de dinero. Esto es una oportunidad», añade el broker.

Rastani termina la entrevista lanzando un mal augurio, este sí, como si anunciara la llegada del Apocalipsis: «Esta crisis económica es como un cáncer. Si te limitas a esperar pensando que va a pasar, seguirá creciendo como un cáncer y entonces será demasiado tarde. Lo que aconsejo a todo el mundo es que se prepare. No es el momento de hacerse ilusiones: los Gobiernos no van a arreglar nada. Los Gobiernos no dirigen el mundo, lo dirige Goldman Sachs y a éste no le importa este rescate. Mi consejo es que la gente proteja lo que tenga porque en un año millones de personas perderán sus ahorros».

Actualización (1-10-2011):
Finalmente tras varios días de acusaciones por parte de unos medios y desmentidos de la BBC como autora del reportaje, parece confirmarse que este elemento es un impostor y no era lo que decía.
Ahora bien, ¿por que hemos mordido todos, o casi todos, el anzuelo?
A mi juicio por una sencilla razón, porque era tan verosímil que por fin estábamos oyendo por boca de uno de sus supuestos protagonistas lo que todos ya sabíamos que estaban y están haciendo esta chusma que se escuda tras el rimbombante nombre de «los mercados».
 

Los Mercados bien, gracias

Pero ¿qué hacen todos los países occidentales perdiendo la cabeza y los nervios para «calmar» a los Mercados y con ese tonto mantra tan repetido de «crear confianza»?

¡¡Si los Mercados están encantados y les va estupendamente esta situación!!

Estos movimientos que vemos estos días, y desde hace ya muchos meses, con las Bolsas y los Bonos Soberanos subiendo y bajando brutalmente y creando rumores desestabilizadores responden exclusivamente a movimientos meramente especulativos para bajar precios y posteriormente comprar barato.

Como consecuencia de estas acciones coordinadas que ya han sido bien definidas como «terrorismo financiero» se está poniendo en peligro la viabilidad de algunos estados y sus políticas sociales pero…, ¿ponen éstos las medidas adecuadas para protegerse de tales agresiones?.

Claramente NO, más bien al contrario tratan de congraciarse con los agresores intentando satisfacerles y dándoles más y más, en razón de sus voracidad y exigencias.

Siendo así, ¿por qué no se limita la capacidad de operar de los llamados Mercados?

¿Los Mercados son entes inconcretos o ectoplasmas vaporosos?

Nada más lejos de la realidad. Cualquier operación bursátil va acompañada por un CIF o un NIF de quien la opera y a nombre de quien se suscribe.

¡¡Tómense medidas de control y acábese con la era de la desregulación de los mercados financieros!!

SALVAN A LOS BANCOS PARA HUNDIR A LOS PUEBLOS

 
Juan Torres López

Cuando la banca provocó un desastre global los bancos centrales y las autoridades de todo el mundo se volcaron en su ayuda y no hubo problemas para proporcionarles casi gratuitamente billones de dólares para salvarlos. Además de las inyecciones de liquidez oficiales, se ha sabido que la Reserva Federal proporcionó en secreto 16 billones de dólares a grandes bancos de todo el mundo.
Cuando la crisis provocada por los bancos hizo un roto en las finanzas de los estados, las autoridades europeas y el Banco central Europeo los obligaron a financiarse en los mercados al interés que imponían los especuladores y la banca. En lugar de dedicar el dinero que recibían del Banco Central Europeo al 1% para financiar a empresas y consumidores, prestaron a los gobiernos a tipos mucho más altos, echando sobre las espaldas de sus pueblos una losa que terminó siendo insufrible. Solo España tiene previsto pagar, como poco, 27.000 millones de euros en 2011, si es que la factura no sube en los meses próximos.

Así hundieron a países como Irlanda, Portugal o Grecia y ahora, cuando esa deuda estatal se hace tan pesada que es posible que algunos bancos no puedan cobrarla porque ya están en peligro Italia o España, los banqueros reclaman de nuevo ayuda. Y allí están otra vez sus todopoderosos salvadores: el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de EE UU, el Banco de Inglaterra, el Banco de Suiza y el Banco de Japón acaban de anunciar que volverán a dar a la banca europea todo el dinero que necesite. Para que siga extorsionando a los gobiernos y arruinando a los pueblos

Una muestra más de la infame y criminal discriminación de los poderosos que mueven los hilos del mundo a su antojo para favorecer siempre a los mismos.

Lo seguirán haciendo mientras las gentes de todo el planeta no salgan de una vez a las calles para poner fin a estas injusticias increíbles.

Falsedades sobre la reforma

VICENÇ NAVARRO Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra / Ilustración de Mikel Jaso

En el debate actual sobre la reforma constitucional y la ley orgánica complementaria se están haciendo afirmaciones que no son sostenibles. A continuación detallo las más representativas:

“El mayor problema que tiene España es el tamaño del déficit y de la deuda pública”.
No es cierto. En 2007, el Estado tenía superávit y la deuda era de las más bajas de la Eurozona y ello no protegió a España de tener una Gran Recesión. Incluso hoy, la deuda pública es menor que el promedio de la Eurozona y el déficit ha descendido, lo cual no ha evitado que los intereses que el Estado español ha tenido que pagar para vender su deuda pública hayan sido los mayores en su historia.

“La ley aprobada por el pacto PSOE-PP no es un ataque al Estado del bienestar”.
Sí que lo es. Si se le exige al sector público que reduzca el déficit publico, hay varias maneras de hacerlo. Bajando el gasto público, aumentando los impuestos o incrementando el crecimiento económico para ingresar más fondos al Estado. En España, la mayor reducción del déficit público siempre se ha conseguido con recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social. Pasó cuando el Estado español tuvo que reducir el déficit para acomodarnos al criterio de Maastricht, y bajar el déficit al 3% del PIB. Y pasa ahora, cuando quieren reducirlo al 0,4% del PIB. Es más, la fiscalidad del Estado español (tanto central como autonómico) es profundamente regresiva. Si miramos los niveles efectivos (reales) de tributación y no sólo nominales, las grandes familias, las grandes empresas y la banca, pagan niveles muy inferiores (restando al Estado 44.000 millones de euros al año) a lo que paga un trabajador en nómina. El Estado ya ha demostrado todos estos años su incapacidad o falta de valentía política de corregir esta situación. Le es más fácil recortar los servicios domiciliarios a las personas con dependencia (600 millones de euros) o congelar las pensiones (1.200 millones) que revertir la bajada de impuestos (37%), que afectaron a los súper ricos (300.000 euros o más al año) en los últimos quince años (2.500 millones de euros). Las clases populares tienen menos poder sobre el Estado español que las clases dominantes.

“Si no se toman estas medidas, los mercados no se calmarán y terminaremos peor”.
Los mercados no son calmables. El problema no es la especulación de los mercados, sino la falta de protección de los estados frente a los mercados. Lo que un Estado hace frente a las maniobras especulativas es imprimir dinero y comprar su propia deuda pública, forzando la bajada de los intereses de tal deuda. Pero, con la creación del euro, los países del euro no pueden hacer esto. Sólo el Banco Central Europeo puede imprimir dinero. Pero en lugar de hacer lo que los bancos centrales hacen, es decir, comprar deuda pública de los estados de la Eurozona, lo que hace es proveer liquidez a los bancos privados, pero no a los estados. Sólo, recientemente y con grandes reticencias, se ha estado haciendo, pero tarde e insuficientemente. Cuando compró deuda pública de España e Italia, los intereses bajaron. Esto debiera hacerlo pero no excepcionalmente, sino como parte de su función. Es más, los estados de la Eurozona debieran tener bancos públicos para garantizar el crédito. En España se está yendo en sentido contrario. La privatización de las cajas dificultará todavía más la garantía del crédito.

“Todos los estados de la Eurozona debieran tener una legislación igual, prohibiendo que tengan déficits públicos”.
Como ha indicado el Center for Economic and Policy Research, uno de los centros de investigación más prestigiosos de EEUU, tal política “sería un desastre”. Sería equivalente a que Estados Unidos, cuyos estados tienen que tener un déficit cero para los gastos ordinarios (pero no en inversiones), no tuvieran un Estado Federal con un Gobierno que tiene déficits del 8,2% del PIB (y una deuda del 160% del PIB) y con un Banco Central (The Federal Reserve Board) que ayuda a los estados (California tiene unas cuentas públicas en tan mala forma como Grecia) y compra deuda pública (algo que no está permitido al Banco Central Europeo).

“Estas políticas de austeridad nos evitarán llegar a la situación griega”.
Todo lo contrario, están acelerando a alcanzar la situación griega. Tales medidas, congelación de pensiones y recortes sociales, que están empobreciendo todavía más el subfinanciado Estado del bienestar español (el gasto público social por habitante es el más bajo de la Eurozona) está dificultando enormemente la recuperación económica al reducir la demanda de bienes y servicios, que es el mayor problema de la economía española. Estas políticas de austeridad están empobreciendo tal demanda. Hoy está creciendo la percepción, incluso en centros financieros, de que el mayor problema de España es el escaso crecimiento económico. La explosión de la burbuja inmobiliaria creó un agujero equivalente a un 7% del PIB que tendría que rellenarse con gasto público para permitir una estimulación de la economía. Tras cuatro años de austeridad, la economía española continúa estancada.

“El estímulo económico se aplicó en España y no ayudó mucho”.
No es cierto. Ayudó poco porque consistió sobre todo en recortes fiscales que beneficiaron sobre todo a las rentas superiores que son las que proporcionalmente consumen menos y tienen, por lo tanto, escaso impacto estimulante de la demanda. Muy pocos de los estímulos fueron encaminados explícitamente a crear empleo. De la misma manera que las derechas están utilizando la crisis para obtener lo que siempre han querido, es decir, disminuir los salarios, la protección social y privatizar el Estado del bienestar, las izquierdas debieran utilizar la crisis para conseguir sus objetivos, es decir, hacer un reforma fiscal profunda que, a base de corregir el enorme déficit fiscal de las clases pudientes –grandes familias, grandes empresas y banca– se resolviera el déficit social, creando empleo, y a la vez se estimulara la economía. Así se salió de la Gran Depresión y así se debería salir ahora.

“La austeridad conduce a una asfixia total de la economía”

Entrevista a Ignacio Ramonet

Como director de una de las revistas de análisis de política internacional más prestigiosas del mundo, Ignacio Ramonet critica que los Gobiernos europeos hayan hecho de la defensa del euro su única prioridad.

¿Mandan en la Unión Europea los mercados? ¿Caminamos hacia una Europa basada en los intereses?

Es casi una banalidad decirlo. La Europa que se está construyendo está orientada a una prioridad: que el euro siga siendo una moneda fuerte. Todo lo demás tiene que sacrificarse por eso. Estas medidas se presentan como una salida de la crisis, pero no lo son. El BCE adoptó una política laxa tras la caída de Lehman Brothers, después del 15 de septiembre de 2008, con la idea de que no se podía dejar al sistema sin liquidez. Hoy esa política se sanciona.

¿Cuáles son los peligros de esta política de austeridad?

En Estados Unidos se está llevando a cabo una política de amplia liquidez, lo contrario del proceso de austeridad y ajuste que se ha aplicado aquí. Evidentemente, como dice Paul Krugman, en un país en el que se acaba de padecer una de las peores crisis económicas de su historia lo peor que se puede hacer es aplicar austeridad, porque va a conducir a una asfixia general del sistema económico. No vamos a ir a una crisis que va a durar dos o tres años. No sabemos dónde va a parar.

Las últimas decisiones en materia de política económica han sacado a la gente a la calle. ¿Cuál es el sentido del movimiento del 15-M?

Lo que están diciendo es: “No queremos ser una generación perdida”. Los Gobiernos sacrifican una generación, en una Europa de 500 millones de habitantes, para defender al euro, y esos jóvenes piden que se sacrifique otra cosa. Pero también es una generación que va a acabar por creer que la política no sirve para nada. Mi sentimiento es que tienen la ilusión de que pueden renovar la política. La idea es que hay que reinventarla, y para ello hay que partir de cero. Ellos piensan que la Constitución tiene muchas carencias, y no es falso.

¿Qué opina de la reforma constitucional pactada por PP y PSOE?

Es como si el Gobierno, el PSOE y PP quisieran otorgarle la razón a los indignados cuando estos afirman que no les representan. Este Gobierno ha hablado mucho de “democracia participativa” pero cuando llega el momento de tomar una decisión capital le niega la participación a los ciudadanos. Es un caso típico de confiscación de la democracia.

Se critica que esta reforma introduce un principio económico neoliberal en la Constitución.

La introducción de la regla de oro sobre el límite al déficit público significa la inscripción en nuestra Carta Magna de un dogma neoliberal fundamental. Desde ahora la propia Constitución será el piloto automático que conducirá al país por la vía neoliberal sin que nada se pueda oponer legalmente a ello. Pero legalmente no quiere decir legítimamente. Y la ciudadanía tiene derecho a oponerse, de modo no violento pero radical.

“Los mercados no han sido elegidos”

Las decisiones tomadas por el Gobierno español y tendentes a implementar un plan de austeridad “han pillado al país por sorpresa”, afirma Ramonet. En este sentido, se muestra partidario de que el actual Ejecutivo, que había ganado las elecciones con un programa basado en la defensa de los humildes, debería haber dimitido en el momento en que dio un giro radical a su política económica. “¿Cómo un dirigente socialista, que ha ganado las elecciones sobre un programa concreto, puede seguir adelante si tiene que cambiarlo con medidas muy duras para los más desfavorecidos?”, se pregunta.

Ramonet explica que los ciudadanos se están dando cuenta de que son los mercados los que hacen la política europea, que define como una “política de los intereses”. “Los mercados no han sido elegidos, ¿qué legitimidad tienen?”.

“Estamos votando entre opciones bastante restringidas. Si dentro de todo esto tienes a los inversores, que te imponen un diferencial de tipo de interés, y se convierte en algo mucho más determinante que tu programa, tu palabra y tus ciudadanos, ¿para qué se necesita un programa y unas elecciones?”, indica.

Reflexiona que se acepta la existencia de varias familias políticas, pero solo una política económica. “Si ven solo una alternativa, tal vez deberían hacer un solo partido”, añade.

Entrevista realizada por Elena Solera para Cinco Días

La ONU califica de desastrosas las medidas de austeridad de EEUU y la UE

GINEBRA, 6 Sep. (Reuters/EP) -  Foto: Reuters,  Información: Europa Press
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   La implementación de medidas de austeridad está empujando a la economía mundial hacia el desastre, en un torpe intento por complacer a los mercados financieros globales, según afirma un informe elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés).

   El documento, titulado «Desafíos post crisis en la economía mundial», critica las políticas económicas europeas y estadounidenses, al tiempo que demanda mejoras salariales, una regulación más estricta de los mercados financieros, incluyendo el regreso a un sistema administrado de tipos de cambio y el fin de un pensamiento liderado por la lógica del mercado.

   «El mensaje aquí es muy pragmático: necesitamos revertir nuestra trayectoria rápidamente», dijo el secretario general de UNCTAD, Supachai Panitchpakdi.

   Supachai, ex director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), señaló que la respuesta a la crisis, que enfatiza el ajuste fiscal, estaba mal concebida.

   El principal autor del informe, Heiner Flassbeck, dijo que la situación económica global era extremadamente peligrosa y que sin más estímulo el escenario más probable era una década de estancamiento.

   Las actuales políticas son un desastre, afirmó Flassbeck, jefe de la división de estrategias para la globalización y el desarrollo dentro de la UNCTAD y ex viceministro de Finanzas de Alemania.

   «Si las tasas de interés en todo el mundo están en cero, y si los gobiernos se aferran a una política de recortes del gasto público, entonces terminaremos en una recesión permanente», advirtió.

   Incluso si las cosas van bien, el crecimiento económico global se desaceleraría en torno a un 1,5% el próximo año, dijo Flassbeck, frente al incremento de la tasa del 3,1% que pronostica la ONU para este año.

   El informe carga gran parte de la culpa de la crisis a la desregulación de los mercados financieros, situación que genera un «comportamiento de manada» potencialmente desestabilizador por parte de los especuladores y permite una concentración excesiva de las actividades bancarias.

   «Lo que hemos visto en el pasado y nunca aprendimos es que los países parecen tener una fe excesiva en los mercados financieros. Y hemos visto una y otra vez que los mercados no son muy sólidos en sus juicios», dijo Supachai.

   «Pero aún así, la gente sigue pensado que están adoptando estas medidas de austeridad porque quieren complacer a los mercados para tener mejores calificaciones, incluyendo a las calificadoras, que no siempre producen la mejor evaluación», agregó.

   Según el informe, el mundo debería introducir tipos de cambio flotantes administrados, lo cual acabaría con las «distorsionadoras» operaciones en las cuales los inversores se endeudan en monedas con bajos rendimientos para comprar monedas que ofrecen altos retornos.

Generación sin futuro

Ignacio Ramonet en  Le Monde Diplomatique  (Nº:191,  Sept. 2011)

El mundo será salvado, si puede serlo, sólo por los insumisos.André Gide

Primero fueron los árabes, luego los griegos, a continuación los españoles y los portugueses, seguidos por los chilenos y los israelíes; y el mes pasado, con ruido y furia, los británicos. Una epidemia de indignación está sublevando a los jóvenes del mundo. Semejante a la que, desde California hasta Tokio, pasando por París, Berlín, Madrid y Praga, recorrió el planeta en los años 1967-1968, y cambió los hábitos de las sociedades occidentales. En una era de prosperidad, la juventud pedía paso entonces para ocupar su espacio propio.

Hoy es diferente. El mundo ha ido a peor. Las esperanzas se han desvanecido. Por vez primera desde hace un siglo, en Europa, las nuevas generaciones tendrán un nivel de vida inferior al de sus padres. El proceso globalizador neoliberal brutaliza a los pueblos, humilla a los ciudadanos, despoja de futuro a los jóvenes. Y la crisis financiera, con sus “soluciones” de austeridad contra las clases medias y los humildes, empeora el malestar general. Los Estados democráticos están renegando de sus propios valores. En tales circunstancias, la sumisión y el acatamiento son absurdos. En cambio, las explosiones de indignación y de protesta resultan normales. Y se van a multiplicar. La violencia está subiendo…

Aunque, en concreto, el formato mismo del estallido no es semejante en Tel Aviv y Santiago de Chile o Londres. Por ejemplo, la impetuosa detonación inglesa se ha distinguido, por su alto grado de violencia, del resto de las protestas juveniles, esencialmente no violentas (aunque no hayan faltado los enfrentamientos puntuales en Atenas, Santiago de Chile y varias capitales).

Otra diferencia esencial: los amotinados ingleses, quizás por su pertenencia de clase, no supieron verbalizar su desazón. Ni pusieron su furor al servicio de una causa política. O de la denuncia de una iniquidad concreta. En su guerrilla urbana, ni siquiera saquearon con ira sistemática los bancos… Dieron la (lamentable) impresión de que sólo las maravillas de los escaparates atizaban su rabia de desposeídos y de frustrados. Pero, en el fondo, como tantos otros “indignados” del mundo, estos revoltosos expresaban su desesperación, olvidados por un sistema que ya no sabe ofrecerles ni un puesto en la sociedad, ni un porvenir.

Un rasgo neoliberal que, de Chile a Israel, irrita particularmente es  la privatizacion de los servicios públicos. Porque significa un robo manifiesto del patrimonio de los pobres. A los humildes que no poseen nada, les queda por lo menos la escuela pública, el hospital público, los transportes públicos, etc. que son gratuitos o muy baratos, subvencionados por la colectividad. Cuando se privatizan, no sólo se le arrebata a la ciudadanía un bien que le pertenece (ha sido costeado con sus impuestos) sino que se desposee a los pobres de su único patrimonio. Es una doble injusticia. Y una de las raíces de la ira actual.

A este respecto, para justificar la furia de los insurrectos de Tottenham, un testigo declaró: “El sistema no cesa de favorecer a los ricos y de aplastar a los pobres. Recorta el presupuesto de los servicios públicos. La gente se muere en las salas de espera de los hospitales después de haber esperado a un médico una infinidad de horas…” (1).

En Chile, desde hace tres meses, decenas de miles de estudiantes, apoyados por una parte importante de la sociedad, reclaman la desprivatización de la enseñanza (privatizada bajo la dictadura neoliberal del general Pinochet, 1973-1990). Exigen que el derecho a una educación pública y gratuita de calidad sea inscrito en la Constitución. Y explican que “la educación ya no es un mecanismo de movilidad social. Al contrario. Es un sistema que reproduce las desigualdades sociales”(2). A fin de que los pobres sean pobres para la eternidad…

En Tel Aviv, el 6 de agosto pasado, al grito de “¡El pueblo quiere la justicia social!”, unas 300.000 personas se manifestaron en apoyo al movimiento de los jóvenes “indignados” que piden un cambio en las políticas públicas del gobierno neoliberal de Benyamin Netanyahou (3). “Cuando a alguien que trabaja –declaró una estudiante– no le alcanza ni siquiera para comprar de comer es que el sistema no funciona. Y no es un problema individual, es un problema de gobierno” (4).

Desde los años 1980 y la moda de la economía reaganiana, en todos estos países –y singularmente en los Estados europeos debilitados hoy por la crisis de la deuda–, las recetas de los gobiernos (de derechas o de izquierdas) han sido las mismas: reducciones drásticas del gasto público, con recortes particularmente brutales de los presupuestos sociales. Uno de los resultados ha sido el alza espectacular del paro juvenil (en la Unión Europea: 21%; en España: ¡42,8%!). O sea, la imposibilidad para toda una generación de entrar en la vida activa. El suicidio de una sociedad.

En vez de reaccionar, los gobiernos, espantados por los recientes derrumbes de las Bolsas, insisten en querer a toda costa satisfacer a los mercados. Cuando lo que tendrían que hacer, y de una vez, es desarmar a los mercados (5). Obligarles a que se sometan a una reglamentación estricta. ¿Hasta cuándo se puede seguir aceptando que la especulación financiera imponga sus criterios a la representación política? ¿Qué sentido tiene la democracia? ¿Para qué sirve el voto de los ciudadanos si resulta que, a fin de cuentas, mandan los mercados?

En el seno mismo del modelo capitalista, las alternativas realistas existen. Defendidas y respaldadas por expertos internacionalmente reconocidos. Dos ejemplos: el Banco Central Europeo (BCE) debe convertirse en un verdadero banco central y prestarle dinero (con condiciones precisas) a los Estados de la eurozona para financiar sus gastos. Cosa que le está prohibida al BCE actualmente. Lo que obliga a los Estados a recurrir a los mercados y pagar intereses astronómicos… Con esa medida se acaba la crisis de la deuda.

Segundo: dejar de prometerlo y pasar a exigir ya la Tasa sobre las Transacciones Financieras (TTF). Con un modesto impuesto de un 0,1% sobre los intercambios de acciones en Bolsa y sobre el mercado de divisas, la Unión Europea obtendría, cada año, entre 30.000 y 50.000 millones de euros. Suficiente para financiar con holgura los servicios públicos, restaurar el Estado de bienestar y ofrecer un futuro luminoso a las nuevas generaciones.

O sea, las soluciones técnicas existen. Pero ¿dónde está la voluntad política?

(1) Libération, París, 15 de agosto de 2011.
(2) Le Monde, París, 12 de agosto de 2011.
(3) Según una encuesta de opinión, las reivindicaciones de los “indignados” israelies cuentan con la aprobación del 88% de los ciudadanos. (Libération, op. cit.)
(4) Le Monde, París, 16 de agosto de 2011.
(5) Léase Ignacio Ramonet, “Desarmar a los mercados”, Le Monde diplomatique en español, diciembre de 1997.

Sin noticias de los Mercados

A pesar de los repetidos intentos de los gobiernos de querer dar obscena satisfacción y a toda costa a los sacrosantos mercados…

1 – Hoy, 5-9-2011 el Ibex ha bajado un 4,69%, hasta los 8.066 puntos, y el diferencial con el bono alemán ha llegado a 341 puntos.  Menos mal que nuestros avispados gobernantes han acordado una reforma constitucional ¡¡para tranquilizar a los mercados!!

2 – El gobierno griego se niega a introducir más medidas de austeridad (ya era hora) ante una recesión que se está agravando por momentos y el viernes rompió las negociaciones con la troika (el FMI, la Comisión Europea y el BCE) que extrangula su intervenida economía, por lo que está en riesgo el siguiente tramo de ayuda a Atenas. Y como no parece que la UE quiera dar su brazo a torcer, eso puede acabar muy mal.

3 – Los bonos italianos han recibido un duro castigo por undécima jornada consecutiva llegando hoy a los 371 puntos.

Y por si fuera poco, esta grulla irresponsable de nombre Christine Lagarde, que preside el FMI desde la salida del violador Strauss Kann, echa gasolina al fuego anunciando ayer domingo que «es posible entrar en una nueva recesión». ¡¡Con lo fáciles que son en este terreno las profecías autocumplidas!!

En fin, como sabiamente decía Arcadi Oliveres… «Estamos en manos de delincuentes»