Parte desde Chipre un buque judío con ayuda para Gaza

El buque ‘Irene’ de la organización Judíos por la Justicia para Palestina ha partido desde Chipre con dirección a la Franja de Gaza para llevar un cargamento simbólico de ayuda para la población del enclave palestino.

En el barco, de bandera británica, viajan nueve personas, todos ellos judíos, de nacionalidad estadounidense, británica, alemana e israelí. También se encuentra en el buque un periodista israelí.

«El Barco Judío a Gaza es una acción simbólica de protesta contra la ocupación israelí de los territorios palestinos y el bloqueo a Gaza y un mensaje de solidaridad para con los palestinos e israelíes que aspiran a la paz y a la justicia», afirmó uno de los integrantes de la organización, Richard Kuper, en declaraciones desde Londres.

La organización reivindica en su web, jfjfp.com, el levantamiento del bloqueo impuesto por el Gobierno israelí a la Franja de Gaza y el fin de la ocupación de los territorios palestinos.

«Las políticas del Gobierno israelí no tienen el apoyo de todos los judíos. Pedimos a todos los gobiernos y pueblos del mundo que alcen la voz y actúen contra la ocupación y el bloqueo», añadió Kuper.

El ‘Irene’ partió ayer a las 13.32 (12.32, hora peninsular española) desde la isla de Chipre y transporta juguetes, instrumentos musicales, libros de texto, redes de pesca y material para prótesis ortopédicas. La tripulación pretende realizar un desembarco pacífico en Gaza en un acto solidario y de protesta no violento.

Además, en el buque ondearán banderas multicolores con los nombres de personalidades judías de todo el mundo que han expresado su apoyo a esta acción para explicitar el respaldo con el que cuentan.

El pasado 31 de mayo 9 activistas turcos que formaban parte de una flotilla internacional de solidaridad con Gaza murieron durante el asalto efectuado por el Ejército israelí. En ese sentido, Kuper destacó el carácter «no violento» de la acción. «Queremos llegar a Gaza, pero nuestros activistas no se enfrentarán físicamente y, por consiguiente, no darán ninguna razón o excusa a los israelíes para usar la fuerza física o atacarles», dijo.

En memoria de Labordeta. (1935-2010)

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.

Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.

Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.

Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

HA FALLECIDO UN GRAN HOMBRE, JOSÉ ANTONIO LABORDETA

Además de poeta, cantante, maestro, persona comprometida con los derechos humanos y la justicia, Labordeta ejerció hasta hace poco tiempo una labor de político, muy poco convencional:

En un debate sobre la guerra de Irak, Labordeta acabó su intervención leyendo unos versos de un poeta aragonés, escritos en los cincuenta y se lo dedicaba al Presidente Aznar:

Mataros
Pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.

Invadid con vuestro traquetreo
Los talleres, los navíos, las universidades
Las oficinas espectrales donde tanta gente languidece.
Triturad toda rosa, hollad al noble pensativo.
Preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte

Inundad los periódicos, las radios, los cines, las tribunas,
Pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
Ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.

Asesinaos si así lo deseais,
Exterminaos vosotros: los teorizontes de ambas cercas
Que jamas asireis un fusil de bravura.
Asesinaos pero vosotros
Los inquisitoriales azuzadores de la matanza

Pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna,
Al campesino que nos suda la harina y el aceite,
Al joven estudiante con su llave de oro,
Al obrero en su ocio ganado fumandose un pitillo
Y al hombre gris que coje los tranvías
Con su gabán roído a las seis de la tarde.

Esperan otra cosa.
Los parieron sus madres para vivir con todos
Y entre todos aspiran a vivir / tan solo esto.
Y de ellos ha de crecer
Si surge
Una raza de hombre y mujeres con puñales de amor inverosímil hacia otras aventuras mas hermosas.


Otra ocasión, en el Congreso de los Diputados, de las muchas suyas en la que su franqueza superaba la cursilería habitual del lenguaje parlamentario:

Pero hombre, yo voy tranquilamente… ¿pero no puede uno hablar aquí, o qué? ¡Coño!, que a ver si no puede uno hablar aquí… a la mierda, joder!

Estoy hablando con el ministro y no con ustedes… Estoy hablando con el ministro y no con ustedes. Ustedes están habituados a hablar siempre, porque aqui han controlado el poder, ustedes, toda la vida, y ahora les fastidia que vengamos aquí las gentes que hemos estado torturados y ¿roturados? por la dictadura a poder hablar. ¡Eso es lo que les jode a ustedes! Coño, ¡si es verdad! Jodér, hala, ¡a la mierda!

La Contaminación Informativa

Adolfo Pérez Esquivel* en «Grano de Arena», boletín informativo de ATTAC (Asociación por una Tasa a las Transacciones especulativas para Ayuda al Ciudadano)

La vida de los pueblos está sometida a los impactos ambientales, a la contaminación auditiva y visual de la palabra y las ideas, es imponer el monocultivo de las mentes. Los avances tecnológicos se utilizan muchas veces, para el control de los medios de comunicación y así condicionar y manipular a los pueblos. Ningún medio informativo es aséptico, pero deben basarse en la ética y valores al servicio de los pueblos y no servirse de los mismos.

Una de las grandes conquistas de las luchas sociales fue la libertad de prensa, el derecho de informar y ser informado, pero los grandes monopolios económicos, ideológicos y políticos que controlan los medios de información han matado la libertad de prensa y quieren confundirla y reducirla a la libertad de empresa y no son sinónimos.

La contaminación de la palabra y la propaganda mediática han llegado a tal extremo que no permite ver con claridad donde está la veracidad informativa. La ética y búsqueda de la verdad están ausentes y prevalece la distorsión de la realidad. La CNN es el ejemplo de esa contaminación que sufren los pueblos. Su accionar en Irak es y fue para justificar la guerra, y difundir que ese país poseía armas de destrucción masiva. Algo semejante están armando actualmente contra Irán y otros países; y por otra parte ocultan las masacres y asesinatos de niños y población en Irak y Afganistán, donde los que dicen defender la “democracia”, se dedican al saqueo del patrimonio del pueblo iraquí, e implantan centros de torturas llevando a esa región destrucción y muerte. Se los acusa de “terrorismo islámico”, cuando los verdaderos terroristas son los torturadores y asesinos que invadieron esos países, violando los derechos humanos y derechos de los pueblos y todas las convenciones internacionales.

Los grandes monopolios informativos de Europa, EEUU y América Latina están en una fuerte campaña internacional para atacar y desprestigiar a gobiernos como el de Hugo Chávez, en Venezuela, acusándolo de tirano y de todos los males; ignorando en sus olvidos intencionados, que Chávez es de los pocos presidentes que se presenta a elecciones y el pueblo lo re-elige, por sus políticas sociales y trabajo en bien de los sectores más postergados.

Otro blanco mediático de esa campaña de desprestigio es el presidente Evo Morales, de Bolivia, quien debe soportar la campaña y acción de los medios concentrados de comunicación, contra un gobierno que ha buscado la integración y vida de los pueblos en un país pluricultural y nacional y ha tocado a los intereses económicos y políticos que siempre dominaron en Bolivia.

Las campañas mediáticas de los grandes monopolios informativos están dirigidas a la contaminación mental que debilite a los gobiernos progresistas. A través del tiempo vemos que lo mismo ocurre con Fidel Castro y el gobierno cubano; 50 años de resistencia y asombro en el mundo sobre los avances y capacidad de su pueblo, sus programas de salud, educación y lucha contra el analfabetismo y la pobreza.

Lo evidente es que Cuba es un pueblo solidario con otros pueblos más necesitados y los hechos hablan por si mismos. Desde hace mucho tiempo, antes del terremoto que asoló a Haití, Cuba envió médicos, educadores, técnicos para apoyar y trabajar solidariamente junto al pueblo haitiano, víctima de la pobreza, marginalidad, violencia social y estructural y de los desastres naturales.

Estados Unidos, como respuesta a las necesidades del pueblo haitiano, envió 20 mil soldados para controlar y someter al pueblo. Pero de esto no se habla, la intencionalidad de las campañas periodísticas es estar al servicio de los intereses económicos y políticos de los poderosos para someter a los pueblos.

Muchas acciones solidarias y hechos positivos son ocultados por los medios informativos. La presidenta Cristina Fernández Kirchner en su viaje a Europa, señaló, la crisis vivida por esos países y sugirió no aceptar la receta del FMI y del BM, advirtiéndoles las graves consecuencias sobre la vida del pueblo argentino y la crisis financiera.

La soberbia de los grandes medios de comunicación europeos se refirieron en forma despectiva y hablan de “esa señora que nos quiere enseñar que debemos hacer”. Sería bueno y saludable que presten atención a los consejos de la presidenta quien solidariamente les ha tendido la mano.

He hecho público y sostengo que la Ley de Medios Audiovisuales sancionada por el Parlamento es necesaria, ya que permite romper el control de los monopolios informativos y generar el pluralismo periodístico, y recuperar la libertad de prensa. La reacción de las corporaciones, como el Grupo Clarín, han desatado una campaña virulenta contra el gobierno acompañada por la voracidad de una oposición sin ideas, que busca únicamente golpear al gobierno y que tienen todos los medios a su disposición, como la pitonisa que anuncia toda clase de catástrofes, sin diferenciar los aportes y avances del gobierno, y señalando solamente sus errores y magnificados. Es preocupante para la vigencia democrática del país.

Con el tema Papel Prensa, empresa monopólica, se hace necesario investigar el accionar de la dictadura militar y a quienes han favorecido. La familia Graiver fue sometida a secuestros, torturas, cárcel y muerte, y le fueron apropiados sus bienes. El gobierno
argentino ha iniciado una investigación para determinar responsabilidades. Maniobras similares a Papel Prensa, utilizó la dictadura militar para apropiarse de las empresas y recursos de los hermanos Iaccarino, víctimas de la violencia y la impunidad de esos años.

Al mismo tiempo, el gobierno, y lo he señalado en reiteradas oportunidades, no sabe y no quiere dialogar; es un gobierno de confrontación y agudización de los conflictos, se mueve con mucha soberbia y poco sentido político para resolver los problemas del país, a eso se suma las políticas provinciales de los señores feudales, que hacen lo que quieren y no lo que deben, y están llevando a las provincias a su desintegración, social, cultural, política y económica. Una cosa es el federalismo que comparte la integración y un proyecto de país y otra el feudalismo que lleva la desintegración nacional.

La política neoliberal que impulsa el gobierno no se ha modificado desde el menemismo que tanto daño hizo al país. Por el contrario se ha profundizado porque una cosa son los discursos progresistas y otra la realidad. El problema político y económico del gobierno y la Sociedad Rural Argentina, no son muy diferentes, simplemente la disputa está en quien se queda con la parte mayor de la torta. Basta tener presente que el gobierno no hace nada para frenar los daños ambientales y los agro-tóxicos, ni la explotación de la megaminería con su desastres y daños para la salud de las poblaciones y sus economías regionales y familiares.

Por otra parte debemos tener presente que el gobierno, en sus contradicciones, ha avanzado en diversos campos sociales. Sería importante para el país que las fuerzas progresistas, opositoras al gobierno presenten alternativas al modelo imperante, en lugar de desgañitarse con críticas que no van a ningún lado.

Los desafíos son enormes y se necesita reprensar el país, generar un nuevo contrato social que permita avanzar en la construcción democrática y la vigencia de los derechos humanos en su integridad.

La libertad de prensa permitirá mayor conciencia crítica y el fortalecimiento de valores éticos, sociales, culturales y políticos. Superará la contaminación informativa y así poder repensar el país que queremos.

Buenos Aires, 1º de septiembre del 2010


Adolfo Pérez Esquivel*

*Premio Nobel de la Paz


SE PINCHA UN GLOBO LLAMADO NEIRA

Jesús Neira, globo artificialmente hinchado tras un arrebato de presunta lucidez defendiendo a una mujer, (al parecer innecesariamente, según las repetidas y pagadas intervenciones televisivas de esta sinsorga), acumula el mayor número de despropósitos que uno pueda imaginar en un personaje supuestamente ejemplar.

Y quizá el último de sus desatinos, conducir borracho, con no ser el más importante (recordemos su intención de usar armas, sus opiniones fascistas contra la Constitución, etc.) lo va  bajar del pedestal al que oportunistamente le subió Esperanza Aguirre y un buen número de medios de comunicación ávidos de héroes baratos.

Nunca estaré suficientemente agradecido al vino y copas que se  tomó, por quitarnos de encima a este plasta.

ETA vuelve a sus sermones

ETA (o lo que quede de esta cuadrilla de trastornados libertapatrias) ha hecho público hoy un mensaje, en el que al modo tradicional de sus «homilías a los fieles», entre mucha palabrería autojustificativa y disfrazados de eusko-nazarenos, nos viene a decir lo siguiente:

1 – Que son mu buenos, mu buenos. Que lo que hacen, sólo lo hacen por nuestro bien, para «liberarnos» a los vascos a pesar de los grandes sufrimientos y gastos que les genera esta ingente tarea. (¡¡Les cuesta un pico!!)

2 – Que están construyendo Euskal Herria, que es una labor muy importante en la que llevan medio siglo. (Esto, la verdad es que no lo entiendo. Al de «mecagüen», le costó sólo siete días construir el mundo entero y para esto que es una cosita de nada en una esquina del mundo llevan 50 años. Creo que o lo hacen mal o se tocan las pelotas en su trabajo)

3 – Que siguen manteniendo esta responsabilidad liberadora. (Que al menos yo, no se quién se la ha dado o quién fué a decirles que se encargaran de ésto).

4 -Que hay un conflicto que se encuentra en una encrucijada y que es el momento de cambiar el marco autonómico para obtener su resolución. (En esto, es verdad que les gusta el arte y llevan tiempo trabajando en lo que viene siendo el tema de las enmarcaciones, marquetería y taracea, al parecer queriendo cambiar algunos «marcos» que según ellos deben estar feos o se han quedado anticuados).

5 – Que el Estado español es mu malo, mu malo y que ejerce una ofensiva fascista y ellos no porque son mu buenos, mu buenos y buscan la resolución democrática de ese conflicto, que ellos saben resolverlo mejor que nadie. (Esto debe ser verdad, ya que siendo los autores del conflicto o eso, seguro que saben como resolverlo).

6 – Que el cambio político es posible. (Estos zumbados igual quieren ponernos a Rajoy)

7 – Que sin confrontación no se puede superar ésto. (En esto también tienen razón, porque ya dijo el clásico «Pá qué discutir, si lo podemos resolver a hostias»).

8 – Y finalmente, que como son mu buenos, mu buenos, por ahora no nos van a matar. Pero que no les cabreemos, porque si les hinchamos los cojones…

(Claro, como tienen que liberarnos).

Neoliberalismo obligatorio

Por Ignacio Ramonet en el Nº 177 de Julio de «Le Monde Diplomatique»

Inclina la cerviz, altivo sicambro; adora lo que quemaste y quema lo que adoraste», ordenó el obispo Remigio al bárbaro Clodoveo cuando tuvo éste que convertirse al cristianismo para ser rey de Francia. Y eso mismo parecen haberle exigido al socialdemócrata José Luis Rodríguez Zapatero, los jefes de Gobierno del Eurogrupo, en Bruselas, el 7 de mayo pasado, cuando se sumaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los mercados financieros para obligarle a renegar de toda veleidad social, y a convertirse en el acto al credo neoliberal. 

Apenas cinco días después, con el fanatismo de los conversos (mas con pretendido » desgarro interior «), el Presidente del Gobierno -que afirmaba, en 2004, «gobernaré para los más débiles», y reiteraba, en 2008, «gobernaré pensando en los que no tienen de todo»- anunciaba un plan de ajuste terriblemente impopular. Cinco millones de pensionistas, tres millones de funcionarios, cientos de miles de ancianos necesitados de asistencia y medio millón de futuros padres de 2011 padecerán las consecuencias del brutal recorte.
Al mismo tiempo, otros jefes de gobierno socialdemócratas, en Grecia y en Portugal, se veían también forzados a ir a Canossa, a retractarse y humillarse, y a acatar las tesis ultraliberales que hasta entonces, en principio, habían combatido.

Insólito cambio. Porque hace menos de dos años, después de la quiebra del banco Lehman Brothers en Estados Unidos, los partidarios del neoliberalismo estaban derrumbados y a la defensiva. Ellos eran quienes renegaban entonces.  La «crisis del siglo» parecía demostrar el fracaso de su ideología de la desregulación, y la necesidad de recurrir de nuevo al Estado para salvar la economía y preservar la cohesión de la sociedad. 

Los Gobiernos, incluso los de derechas, recobraban su función de actores primordiales del área económica; nacionalizaban entidades financieras y empresas estratégicas, inyectaban masivamente liquidez en el sistema bancario, multiplicaban los planes de estímulo… Tanto gobernantes como economistas se felicitaban por esas decisiones que correspondían a las lecciones sacadas de la crisis de 1929, cuando se demostró que las políticas de deflación, de austeridad y de restricción del crédito condujeron a la Gran Depresión.

Por eso, en otoño de 2008, todo el mundo anunció el «regreso a Keynes». Estados Unidos lanzó un plan de rescate de los bancos de 700.000 millones de dólares, seguido de otro de 800.000 millones de dólares. Los Veintisiete de la Unión Europea (UE) se pusieron de acuerdo en un paquete de estímulo de 400.000 millones de euros. Y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, constatando, en noviembre de 2008, que «los tres años consecutivos de superávit presupuestario nos permiten ahora incurrir en déficit sin poner en riesgo la credibilidad de las finanzas públicas», anunció un ambicioso Plan de Estímulo a la Economía y al Empleo de 93.000 millones de euros.

Además, en varias Cumbres del G-20, los dirigentes de los Estados más poderosos decidían terminar con los paraísos fiscales, controlar los fondos de alto riesgo ( hedge funds ) y sancionar los abusos de los especuladores causantes de la crisis. José Manuel Durão Barroso, Presidente de la Comisión Europea, declaraba: «Las autoridades políticas no toleraremos nunca más que los especuladores vuelvan a levantar cabeza y nos arrastren a la situación anterior».

Y sin embargo, hemos vuelto a la situación anterior. De nuevo los mercados y los especuladores tienen la sartén por el mango. Y las autoridades políticas se arrodillan. ¿Qué ha ocurrido? El peso de la deuda soberana consentida por los Estados para salvar a los bancos (1) ha servido de pretexto para un espectacular cambio de situación. Sin el mínimo reparo, los mercados y la especulación financiera, apoyados por las agencias de calificación (totalmente desacreditadas hace apenas unos meses), atacan directamente, en el seno de la UE, a los Estados endeudados, acusados ahora de vivir por encima de sus posibilidades. El objetivo principal es el euro. El Wall Street Journal (2) reveló que un grupo de importantes responsables estadounidenses de hedge funds , reunido el 8 de febrero en un hotel de Manhattan, habría decidido aliarse para hacer bajar la moneda única europea a 1 euro frente a 1 dólar. En aquel momento el euro valía 1,37 dólares; hoy ya sólo vale 1,22 y sigue amenazado…

Los mercados quieren su revancha. Y reclaman, con más vigor que nunca, en nombre de la «indispensable austeridad», el desmantelamiento de la protección social y la drástica reducción de los servicios públicos. Los Gobiernos más neoliberales aprovechan para exigir mayor «integración europea» en cuyo nombre tratan de forzar la adopción de dos instrumentos que no existen: un gobierno económico de la Unión y una política fiscal común. Con el apoyo del FMI, Alemania ha impuesto planes de ajuste a todos los miembros de la UE (Grecia, Portugal, España, Italia, Francia, Reino Unido, Rumanía, Hungría, etc.) cuyos Gobiernos, de pronto obcecados por la reducción del gasto público, han acatado sin rechistar. Aunque ello amenace a Europa con caer en una profunda Depresión

En la misma línea, Bruselas desea sancionar a los países que no respeten el Pacto de estabilidad (3). Berlín pretende ir más lejos y añadir una sanción altamente política: la suspensión del derecho de voto en el Consejo europeo. Con un claro objetivo: ningún Gobierno debe salirse del carril neoliberal.

En el fondo, ese es el saldo político de la actual crisis de la deuda soberana: no parece quedar espacio, en el seno de la UE, para ninguna opción de progreso. ¿Admitirán los ciudadanos semejante regresión? ¿Puede aceptarse que quede descartada cualquier solución democrática de izquierdas de impulsar al avance social?

Notas:

(1) Un informe de la Comisión Europea señala que el total de fondos comprometidos para los bancos asciende a 3,3 billones de euros, o sea ¡el 28% del PIB de la UE!, El País , Madrid, 20 de junio de 2010.
(2) The Wall Steet Journal , Nueva York, 26 de febrero de 2010. http://online.wsj.com/article/ SB10001424052748703795004575087741848074392.html
(3) Adoptado en 1997 y que limita a 3% del PIB el déficit público.

ALEMANIA, 0; CHINA, 1

MOISÉS NAÍM, en El País

¿Quién se ha comportado mejor durante esta crisis económica: Angela Merkel, la canciller de Alemania, o Hu Jintao, el presidente de China? El chino.

 

Sé que esta afirmación resultará sorprendente. Nos hemos acostumbrado a oír que, debido a sus bajos sueldos, China presiona a la baja los salarios de sus competidores e incluso contribuye al desempleo en el resto del mundo. China también es acusada de mantener artificialmente bajo el valor de su moneda, lo que abarata aún más sus exportaciones y encarece el costo de los productos que importa. También sabemos de su autoritarismo, sus violaciones a los derechos humanos, sus constantes robos a la propiedad intelectual, su amistad con cualquier tirano dispuesto a darle acceso a materias primas, y que regímenes espantosos como los de Corea del Norte y Myanmar o los genocidas de Darfur cuentan con su apoyo.

¿En qué cabeza cabe, entonces, la defensa del Gobierno chino? He sido un duro y permanente crítico de las prácticas represivas de Pekín. Y lo sigo siendo. Pero debo reconocer que, en esta crisis, la República Popular China ha sido un actor global serio, responsable y competente. Y que Alemania lo ha sido mucho menos. Por eso hoy Hu Jintao merece loas y Angela Merkel reproches.

Millones de personas en el mundo conservan su trabajo gracias a las políticas económicas de China. Y otros varios millones en Europa y otras partes no consiguen trabajo debido a las políticas económicas de Alemania. Mientras China contribuye a generar actividad económica en otras regiones, la inacción alemana irradia presiones que la contraen.

China se ha transformado en el gran motor de la economía mundial. Cuando la segunda economía más grande del mundo crece al 10% anual levanta a muchos otros países. Gracias a China, por ejemplo, la crisis no tuvo peores consecuencias para América Latina y el resto de Asia. La economía mundial crece al 4% y China por sí sola genera el 1% de este crecimiento. En otras palabras, le debemos a China el 25% de la tasa de expansión económica del mundo.

Hu Jintao y su Gobierno reaccionaron ante la crisis con rapidez y efectividad. En 2009 aprobaron un gigantesco estímulo fiscal de 568.000 millones de dólares. Cuando vieron que en 2010 la economía mundial seguía anémica, pisaron el acelerador y aumentaron el crédito. La expansión monetaria creció un extraordinario 30% en solo dos años. Pero Pekín no solo tomó decisiones acertadas; también evitó caer en peligrosas tentaciones. En el peor momento de la crisis, en 2008, Rusia propuso a los chinos que ambos vendieran de manera coordinada y masiva su cartera de bonos de Fannie Mae y Freddie Mac, los dos gigantescos entes financieros estadounidenses. Los chinos se negaron. De haber caído en esa tentación, la crisis para el mundo hubiese sido mucho más grave.

Entretanto, en Berlín… Negación, austeridad, prudencia, confusión, lentitud y obsesión por las encuestas y la política doméstica. Alemania tiene las reservas y la fortaleza económica para ayudar a que sus vecinos salgan de su estancamiento. Pero Angela Merkel no las quiere usar. La audacia y seguridad de Hu contrastan con la cautela de Merkel. Él decide, ella duda. Y mientras, una gran parte de Europa sigue parada.

Sabemos que la conducta de las naciones no está motivada por el altruismo, sino por sus intereses. Las decisiones de Hu Jintao son tan nacionalistas como las de Angela Merkel. Pero mientras que el líder chino entendió que el bienestar de su país depende de lo que le pasa al resto del mundo, la canciller alemana parece creer que es posible aislar a su país de la catástrofe económica de sus vecinos. Es una gran ironía que la salud de la economía capitalista globalizada esté dependiendo tan críticamente de Hu Jintao, quien en 2004 aún exhortaba al Partido Comunista chino a «defender las grandes banderas del marxismo».

mnaim@elpais.es

EL NEOLIBERALISMO, CARACTERÍSTICAS Y EFECTOS

Alberto Garzón Espinosa – Consejo Científico de ATTAC España

Para muchos, incluso entre la izquierda, el uso de la palabra neoliberalismo debería cesar por ser inapropiado. Según esta visión, el neoliberalismo es un concepto más ideológico que teórico, y sobre todo más político que económico. No es útil y tiene más de panfletario que de riguroso. A pesar de esa renuencia explícita por tantos, se trata, sin embargo, de un término ampliamente extendido y aceptado por incluso bastantes de quienes lo critican.

Sin negar que se ha convertido en un lugar común en el discurso de los militantes de izquierdas, formando parte demasiadas veces de discursos realmente vagos y ciertamente con poca base teórica, el concepto es para mí plenamente válido y adecuado. Eso es lo que trataré de hacer ver en este post, cuyo objetivo es, por lo tanto, reivindicar el uso del neoliberalismo como concepto e instrumento de análisis en economía.

Neoliberalismo como ideología y como configuración económica

Para la mayoría de los economistas críticos y las corrientes de pensamiento económico alternativo la crisis estructural de los años setenta marcó el inicio de una nueva etapa que se ha convenido en llamar neoliberal. Hablamos entonces de un cambio en la configuración de la economía capitalista, que desde el final de la segunda guerra mundial y hasta los años setenta había estado gestionada a partir de un ideario obtenido de las enseñanzas de Keynes. Esa etapa del capitalismo, apellidada dorada entre otras cosas por la inexistencia de crisis graves y por responder a un círculo virtuoso de crecimiento de salarios y crecimiento económico, entró en crisis y abrió la puerta a una nueva forma de comprender la sociedad.

El neoliberalismo es evidentemente una ideología, con un proyecto más o menos definido de cómo tiene que ser la sociedad, y sus bases pueden encontrarse en F. Hayek o M. Friedman. Pero el neoliberalismo es también la configuración resultante de aplicar un determinado tipo de políticas, las que fueron inspiradas por aquella ideología. El capitalismo no se articula siempre de la misma forma y sus instituciones cambian (las relaciones entre capital-trabajo, entre Estado-trabajo y otras…) bien como respuesta a su propia dinámica (como se suele postular desde la teoría marxista) o bien como resultado de políticas concretas (como afirman los teóricos poskeynesianos).

Desde la teoría económica marxista puede explicarse el neoliberalismo a partir de la óptica de clases, como el proyecto de las clases más ricas para recuperar unos espacios de poder político y económico que perdieron tras la segunda guerra mundial. Desde otros enfoques, complementarios en todo caso, el neoliberalismo es un nuevo régimen de acumulación (teoría regulacionista) o una nueva estructura social de acumulación (teóricos de la escuela radical). Hay diferencias al respecto de qué llevó al surgimiento del neoliberalismo como nueva forma de configuración capitalista y sobre su estabilidad a medio o largo plazo, pero no hay disensiones importantes a la hora de definir como tal una etapa muy bien caracterizada.

Caracterización del neoliberalismo

El neoliberalismo se impuso primero en Estados Unidos y en Reino Unido (aunque se experimentó previamente en el Chile de Pinochet), y su aplicación es muy distinta entre los países del mundo. No obstante, el patrón es el mismo y los efectos más similares que diferentes. Esa es la razón por la cual analizar el neoliberalismo estadounidense es especialmente útil, por ser la forma canónica del proyecto, para comprender esta nueva configuración. Para D. Kotz (2008), el neoliberalismo estadounidense tiene una serie de nueve características principales.

  1. La desregulación del comercio y las finanzas, tanto en su nivel nacional como internacional.
  2. La privatización de muchos servicios otrora brindados por el Estado.
  3. La cesión por parte del Estado de su compromiso de regular activamente las condiciones macroeconómicas, especialmente en lo referente al empleo.
  4. Brusca reducción en el gasto social.
  5. Reducción de los impuestos aplicados a las empresas y familias.
  6. Ataques desde el gobierno y las empresas a los sindicatos, desplazando el poder a favor del capital y debilitando la capacidad de negociación de los trabajadores.
  7. Proliferación de los trabajos temporales sobre los trabajos fijos.
  8. Competición desenfrenada entre las grandes empresas, en relación a un entorno menos agresivo propio de la configuración de posguerra.
  9. Introducción de principios de mercado dentro de las grandes empresas, particularmente en lo referente a las remuneraciones de los trabajadores de más poder.

Esta caracterización es, como puede intuirse, adecuada para describir los desarrollos recientes en prácticamente todo el mundo capitalista, a pesar de que está pensada para la economía de Estados Unidos. Y es la combinación de estas características la que da lugar a una serie de efectos que el propio D. Kotz (2008) enumera también: creciente desigualdad, incremento de la importancia del sector financiero y sucesión de grandes burbujas de activos.

La creciente desigualdad

La creciente desigualdad es resultado de varios desarrollos. Por una parte, de la desregulación de sectores como el transporte y la comunicación y los consecuentes descensos salariales que allí tuvieron lugar. Por otra parte, la desregulación internacional de los flujos de capital acetuó la competencia entre países y presionó los salarios a la baja. La transferencia de trabajos desde el sector público hacia el sector privado también presionó los salarios a la baja en muchos casos. El cambio de objetivos de política monetaria (concentrándose en la inflación más que en el pleno empleo), y la naturalización del desempleo, condujo a una mayor tasa de parados y a lo que Marx denominó “ejército industrial de reserva”, empujando también los salarios a la baja. La reducción de los impuestos redujo la capacidad redistributiva del Estado, el cual además redujo los programas sociales cuyos beneficiarios eran generalmente los más necesitados. Los cambios en el mercado laboral, con los sindicatos golpeados por el Estado y las grandes empresas y con la proliferación de contratos basura, agudizó el deterioro de la capacidad de negociación de los trabajadores, algo que finalmente se tradujo en menores salarios. Finalmente, la mercantilización del interior de las grandes empresas presionó al alza los salarios de los grandes ejecutivos, mientras los salarios de los trabajadores más de base se mantuvieron estancados o en retroceso.

Aunque en este blog hemos visto evidencia empírica de algunos de estos efectos, que además son fácilmente perceptibles en los países desarrollados, Kotz señala algunos datos de importancia al respecto. Así, la producción por hora creció mucho más rápido (un 1′91% entre 1979 y 2007) que las ganancias de los trabajadores no supervisores (-0′04% para el mismo período). Incluso teniendo en cuenta a todos los trabajadores, la productividad creció por encima de los salarios (1′9% frente a 1′1%), lo que refleja un desplazamiento del excedente desde el trabajo hacia el capital. Algo que se verifica al comprobar que la tasa de crecimiento de los beneficios fue de un 4′6% entre 1979-2007 frente a una tasa de crecimiento de los salarios de un 2′0% para el mismo período. Finalmente, la desigualdad personal también se agudizó en todo este tiempo, ya que el 5% de los hogares más ricos tenía un 15′3% de la renta en 1979 y un 20′9% de la misma en 2007, mientras el 20% de los hogares más pobres tenían un 5′5% de la renta en 1979 y un 4% en 2007. Para más inri, el 0′01% de las familias más ricas recibía un 5% de la renta en 2005, un pico no alcanzado desde 1929.

Incremento de la importancia del sector financiero

Producto de la desregulación financiera, de la competición desenfrenada y de la mercantilización del interior de las grandes empresas llevaría a un nuevo contexto económico donde las finanzas ganarían importancia sobre la economía real. Se ha hablado de financiarización de la economía para describir este fenómeno que incluye la proliferación de nuevos mercados financieros (especialmente el de derivados) y de nuevos productos (CDOs, CDS, etc.) y agentes financieros (fondos de inversión colectiva, por ejemplo), a la vez que tanto hogares como sobre todo familias han quedado subsumidos por la lógica financiera cortoplacista.

Los altos empleados, cuya remuneración está vinculada al valor accionarial, se han preocupado más por incrementar los valores de las empresas en bolsa que por la actividad real de la empresa y su permanencia a medio y largo plazo. A su vez, la banca se ha transformado, cambiando progresivamente su actividad desde la recepción de depósitos hacia los negocios con derivados y hacia las comisiones, y el endeudamiento de hogares y empresas se ha convertido en un instrumento propulsor de la demanda agregada.

En general, la lógica cortoplacista (espoleada por la competencia) ha llevado a las corporaciones tanto financieras como no financieras a asumir prácticas mucho más arriesgadas y más rentables, desligándose de sus funciones propias en el capitalismo. Aunque la literatura al respecto es muy amplia y documentada, Kotz apunta brevemente que el porcentaje de beneficios de las instituciones financieras en el total de instituciones era de un 21′1% en 1979 y alcanzó el 41′2% en 2002, en pleno auge de la burbuja de internet.

Las burbujas de activos

Como resultado de los dos desarrollos anteriores, las burbujas de activos han encontrado un caldo de cultivo espectacular. El crecimiento de los beneficios sobre los salarios, la concentración del ingreso en familias ricas, la reunión de flujos de capital ociosos (en fondos de inversión, fondos de pensiones, hedge funds, etc.) ha llevado a promover burbujas en todas partes. Hay que recordar que este capital financiero responde con mayor radicalidad a la lógica de la rentabilidad (el ciclo corto marxista D-D’, es decir, dinero para obtener dinero) sin preocuparse por la economía subyacente y de la cual en última instancia depende. La desregulación financiera abrió el campo para que todo este dinero, gestionado por empresas que responden ante sus accionistas, se concentrara en diversos mercados, creando burbujas, en busca de rentabilidad.

Como veremos en futuros posts, pero como es fácil intuir, estas burbujas han posibilitado un endeudamiento creciente que ha permitido al capitalismo neoliberal funcionar más allá de los propios límites que impone la economía, pues ha permitido que el consumo pueda mantenerse a pesar de que los salarios se han estancado o han incluso retrocedido. Eso significa que la crisis financiera está profundamente enraizada en la desigualdad inherente al capitalismo neoliberal.

Conclusión

En este blog hemos hablado mucho, y hablaremos aún más, de neoliberalismo y financiarización, pero también de desigualdad y clases sociales. En realidad, son todos conceptos que me parecen especialmente útiles para comprender la sociedad actual, y particularmente las causas de la crisis financiera y económica que vivimos y -previsiblemente- viviremos. No cabe duda de que son todos fenómenos muy interrelacionados, y que deben estudiarse con cuidado por la gran cantidad de variables que median entre unos y otros. Las diferentes corrientes de pensamiento económico alternativo (poskeynesianos, radicales, regulacionistas, marxistas, etc.) nos brindan la oportunidad de sacar enseñanzas que en su mayor parte pueden integrarse en una explicación coherente y cierta.

A mi entender el uso del concepto neoliberalismo está plenamente justificado, tanto en su concepción ideológica como en su concepción económica. No importa que otros lo usen con otro propósito, menos descriptivo y más político, pues ambos usos son perfectamente legítimos. La economía no es un compartimento estanco de la política, sino parte necesaria de ella y los economistas tenemos, en mi opinión, un doble papel por cumplir. El de describir (más bien revelar) la realidad que nos rodea y el de concienciar a una población a la que se le ha privado de las herramientas fundamentales para saber cómo quieren organizarse como sociedad.