EL FIN DE ALGO ESTÁ CERCA

No me refiero a la tontería esa que corre de boca en boca profetizando que el mundo acaba en el 2012 según no se qué calendario y alguna que otra teoría pseudocientífica.

Lo que sí parece que está cerca es el final de algo llamado Europa, que nunca acabó su construcción pero que aún así inconclusa, se acerca a su fin, al menos tal como la conocemos ahora.

Y esto, ¿por qué?

Pues porque se han producido tantos acontecimientos en estos casi ya cuatro años de crisis y cada uno de ellos acompañado por desaciertos y torpezas de los mediocres líderes políticos europeos, que resulta muy lejano recordar el principio de esto y que no fue otra cosa que…, érase que se era, un día un buen puñado de bancos se descubrieron a sus propios balances y se descubrieron a sí mismos intoxicados por unos activos tóxicos con los que venían traficando alegremente y con unas sabrosas rentabilidades.

En cuanto se descubrieron infectados, se aislaron tratando de protegerse, y ante la ignorancia de las magnitudes a las que se enfrentaban, comenzó una época de desconfianza operativa que llevó a la paralización de la economía a un nivel global.

Los más listos dijeron que esto se resolvía inyectando descomunales cantidades de dinero a los bancos, por lo que durante un período -que aún continúa- nos dedicamos a dar dinero público a la banca esperando que en cualquier momento, al ser conscientes de ello les aquejara un agudo ataque benefactor y lo revirtieran a la sociedad para así resolver la crisis.

Pero resulta que no, que eso no funcionó, y que los ingentes volúmenes de recursos financieros utilizados llevaron a los estados a enormes cotas de deficit y, tras haber vaciado sus arcas, a endeudarse brutalmente para atender sus tareas fundamentales.

Y en estas estábamos cuando en la inmadura aunque vieja Europa, aquejada por este ataque de pánico, sin ninguna inteligencia al frente y con sus estados sometidos a los mercados especuladores, los que mandan, es decir «el dúo Merkozy» se organizan para el sálvese quien pueda y a ser posible utilizando los cadáveres de los demás como flotador.

Y todo parece que ahora, tras haber dinamitado las precarias instituciones europeas, Parlamento, Comisión, etc. se dirigen hacia una supuesta «refundación» de Europa a imagen y semejanza de este famoso dúo músico-vocal.

Evidentemente esta refundación pasa por trocear la vieja Europa y establecer categorías de estados de primera, segunda y no sabemos cuantos más.

Pero también puede suceder, que dada la conocida torpeza de estos personajes, no consigan su propósito, no consigan llevar a cabo ninguna reestructuración y Europa siga languideciendo en una decadencia asaeteada por los especulativos mercados, que han encontrado en ella una suculenta presa.

Preparémonos para lo peor.

El poder de GOLDMAN SACHS

La situación político-económica en Europa es ya insostenible. Asistimos impasibles al traspaso de poderes en Italia y Grecia. Los medios de comunicación pasan de puntillas sobre el fondo del asunto, e independientemente de la antipatía que sus dirigentes despertaban en amplios sectores de la población, en la práctica este cambio supone reemplazar a los «democráticamente» elegidos por otros, los llamados «technócratas», que no han pasado por las urnas.

Si el sistema democrático actual se hallaba ya de por sí en un estado deplorable, y a pesar de que se haga alarde de que todas las garantías parlamentarias han sido respetadas, esto constituye técnicamente un golpe de estado encubierto en el que los beneficiarios son los mercados y sus estrategias especulativas salvajes. Veamos:

¿Quienes son Lucas Papademos (actual dirigente Griego tras la dimisión de Papandreu) y Mario Monti (ahora al frente del gobierno italiano)?
¿Quien es Mario Draghi (actual presidente del Banco Central Europeo)?
¿Qué es Goldman Sachs?

Empecemos por el final:

Goldman Sachs: es uno de los mayores bancos de inversión mundial y co-responsable directo, junto otras entidades como la agencia de calificación Moody’s, de la crisis actual, y uno de sus mayores beneficiarios. Sólo a modo de pincelada, en 2007 ganaron 4 mil millones de dólares en operaciones que desembocaron en el desastre actual. ¿Como lo hicieron? Animaron a los inversores a invertir en productos sub-prime que sabían que eran productos basura, y al mismo tiempo se dedicaron a «apostar» en bolsa por el fracaso de los mismos. Eso fue solo la punta del iceberg, después vino el enriquecimiento a base de especulación sobre las deudas soberanas.

Papademos: Actual primer ministro griego, tras la dimisión Papandreu. No elegido por el pueblo.
– Ex-gobernador del Banco de la Reserva Federal de Boston entre 1993 y 1994.
– Vicepresidente del Banco Central Europeo de 2002 a 2010.
– Miembro de la Comisión Trilateral desde 1998, fundada por Rockefeller, lobby neo-liberal (se dedican a comprar políticos a cambio de sobornarles)
– Ex-Gobernador del Banco de Central Grecia entre 1994 y 2002. Falseó las cuentas de déficit público del país con la ayuda activa de Goldman Sachs, lo que condujo en gran parte e la actual crisis que sufre el país.

Mario Monti: Actual primer ministro de Italia tras la dimisión de Berlusconi. No elegido por el pueblo.
– Ex director europeo de la Comisión Trilateral antes mencionada.
– Ex-miembro del equipo directivo del grupo Bilderberg.
Asesor de Goldman Sachs durante el periodo en que ésta ayudó a ocultar el déficit del gobierno griego.

Mario Draghi: Actual presidente del Banco Central Europeo en sustitución de Jean-Claude Trichet.
– Ex-director ejecutivo de del Banco Mundial entre 1985 y 1990.
Vicepresidente por Europa de Goldman Sachs entre 2002 y 2006, periodo en que se realizó el falseo antes mencionado.

Bien, qué casualidad, todos de la mano de Goldman Sachs. Los que crearon la crisis se presentan ahora como la única opción viable para salir de la misma, en lo que la prensa estadounidense está empezando a llamar «El gobierno de Goldman Sachs en Europa».

Se tiende a querer hacernos pensar que la crisis ha sido una especie de resbalón, pero sea así o sea intencionada como postulan otros autores, bien podría ser que aprovechándola se haya articulado perfectamente una operación para hacerse con el poder directo en nuestro continente, en una maniobra sin precedentes en la Europa del siglo XXI. La estrategia de los grandes bancos de inversión y agencias de calificación, es una variante de otras llevadas a cabo anteriormente en otros continentes, se viene desarrollando desde el inicio de la crisis y está siguiendo el siguiente guión:

1. Hundimos a los países mediante la especulación. Los volvemos locos de miedo (La Doctrina del Shock) mediante el endiablado control diario de los mercados.
2. Los obligamos a recurrir a préstamos para mantenerlos en Status Quo, o «salvarlos». Estos préstamos están estrictamente calculados para que los países no los puedan pagar, como es el caso de Grecia que no podría haber cubierto su deuda ni aunque su gobierno vendiera el país entero, y no es ninguna metáfora, es matemática.
3. Exigimos recortes sociales y privatizaciones en detrimento de los ciudadanos, bajo la amenaza de que si los gobiernos no los llevan a cabo, los inversores se retirarán por miedo a no poder recuperar el dinero invertido en la deuda de esos países y demás inversiones.
4. Se crea un altísimo nivel de descontento social, propicio para que el pueblo, ya en estado de shock, acepte cualquier cosa con tal de salir de la situación.
5. Colocamos a nuestros hombres donde mejor convenga.

¿Parece ciencia ficción?. Este tipo de estrategias están perfectamente documentadas y se han venido utilizando con distintas variantes a lo largo el siglo XX y XXI en otros países, principalmente en latinoamérica por parte de los EEUU cuando se dedicaban, y se siguen dedicando en la medida que pueden, a asfixiar económicamente mediante la deuda externa para crear descontento social y aprovecharlo para colocar a dirigentes afines a sus intereses.

La gran novedad es que ahora esto está pasando donde nadie lo había imaginado, ¡¡en Europa!!. Y ya no es que lo haga EEUU, sino que lo hace la industria financiera internacional. Y lo que está ocurriendo bajo la mirada impotente y/o cómplice de nuestros gobiernos es el mayor robo jamás realizado en la historia de la humanidad y a escala planetaria, son golpes de estado, y violaciones flagrantes de la soberanía de los estados y sus pueblos.

Recordemos, no hace mucho los problemas de Deuda Externa eran una preocupación de algunos países y algunas ONG’s dedicadas a la ayuda al Tercer Mundo. Con grandes diferencias, pero «alguien» ha empezado ya a llevarnos a esa categoría.

(Basado en un trabajo anónimo)

PAPANDREU NOS TOMÓ EL PELO

Ha convertido una herramienta democrática tan importante como el referéndum en una utilidad táctica para sus propósitos.

Una vez más se ha evidenciado la incompatibilidad existente entre Democracia y Capitalismo.

MOCIÓN DE CONFIANZA: A medianoche de hoy se votará la moción de confianza al Gobierno que solicitó el primer ministro Yorgos Papandreu y como consecuencia de ello -si la pierde- se puede producir una terrible paradoja que sería la posibilidad de que pudiera retomar el poder el partido conservador «Nueva Democracia» -creado por Constantinos Karamanlís- y que fue el partido que gobernó hasta 2009 y que ocultó y mintió sobre las deudas del Estado con la complicidad de la arquitectura financiera de Goldman Sachs y sus ejecutivos, como Mario Draghi, ahora recién elegido presidente del BCE. Actuaciones éstas que llevaron a la actual quiebra del estado Griego.

Παπανδρέου μας πείραζαν

Η δημοκρατία έχει γίνει ένα εργαλείο τόσο σημαντικό όσο το δημοψήφισμα σε μια χρήσιμη τακτική για τους σκοπούς σας.

Για άλλη μια φορά απέδειξε την ασυμβατότητα μεταξύ της δημοκρατίας και του καπιταλισμού.

Πρόταση εμπιστοσύνης: Ένα απόψε τα μεσάνυχτα θα ψηφίσει για την πρόταση εμπιστοσύνης στην κυβέρνηση ζήτησε ο πρωθυπουργός Γιώργος Παπανδρέου και ως εκ τούτου, αν χάσει, θα μπορεί να παράγει μια τρομερή ειρωνεία ότι θα ήταν η δυνατότητα που θα μπορούσε να επιστρέψει στην εξουσία του Συντηρητικό κόμμα «Νέα Δημοκρατία», που δημιουργήθηκε από τον Κωνσταντίνο Καραμανλή, και ότι ήταν εκείνος ο οποίος κυβέρνησε μέχρι το 2009 και ότι απέκρυψε και ψέματα για τα χρέη του κράτους με τη συνενοχή της χρηματοπιστωτικής αρχιτεκτονικής της Goldman Sachs και τα στελέχη τους, συμπεριλαμβανομένων των Mario Draghi, τώρα ακριβώς εξελέγη πρόεδρος της ΕΚΤ. Αυτές οι ενέργειες που οδήγησαν στη σημερινή ελληνική χρεοκοπία του κράτους.

¿UNA POLICIA EXTRANJERA ANTIMOTINES ESTÁ OPERANDO EN GRECIA?

   David Malone*  (Traducciòn Susana Merino) en Boletín Informativo de ATTAC

¿Sabían ustedes que la UE tiene su propia policía antimotines en condiciones de operar en cualquier país europeo, sin que responda a ninguno de ellos? No, ni siquiera yo lo sabía.

Se llama Gendarmería Europea (Eurogendfor). Tiene su sede en Italia pero financiada y administrada por seis países signatarios Francia, Italia Holanda, España, Portugal y Rumanía. Por ahora según el Tratado.

Esta policía se ha formado con el objeto de enfrentar motines y desórdenes civiles y como lo anuncia el Tratado debe hallarse integrada por miembros policiales con estatuto militar.

En la foto que la muestra:  ¿Cuándo han visto ustedes que  fuerzas policiales, aún las anti-motines ataquen con bayonetas?

La fuerza, cuya sede es Italia, se compone de 3.ooo hombres, repartidos en dos brigadas de acción rápida. Dado que por el momento Grecia no es miembro de la Eurogendfor, ninguno de sus agentes/soldados (¿?) hablará griego. Y sin embargo pueden operar en Grecia. He consultado a mis amigos atenienses y me lo han confirmado. He contactado también – o intentado contactar – dos veces directamente a   Eurogendfor, con el objeto de verificar los hechos. Aún no funciona el correo electrónico de su web. Se puede intentar pero en las últimas cuatro horas cuando oprimo enviar, obtengo esta respuesta:

“El servidor no puede enviar su solicitud. Por favor vuelva a intentarlo más tarde”

Si uno llama telefónicamente a la sede central, responde un contestador automático. Hay una opción Oficina de Prensa pero remite al menú principal de “Bienvenida” como sucede con todas las demás opciones. Y así me ha sucedido durante todo el día.

En otras palabras existe un contacto fachada, pero la realidad operativa es otra: “Dejen de hinchar, plebeyos”

¿Qué pasará si se descubre que es verdad que el gobierno griego ha “invitado” a una policía casi militar antimotines integrada por personas de otras naciones para operar en Grecia contra sus propios ciudadanos? ¿No es suficiente la policía griega? ¿No están dispuestos los militares griegos a cortar cabezas? ¿Hace falta que sean extranjeros los que lo hagan por ellos?

¿Qué diferencia hay entre Eurogendfor y cualquier otra fuerza mercenaria?

El gobierno griego podría invitar a cualquier otro ejército privado. No importa como encuadrar a Eurogendfor, la verdad  es que el pueblo griego no ha votado a favor de este tratado y tampoco se le ha preguntado si está de acuerdo con que fuerzas extranjeras casi militares puedan operar en Grecia. Si esta historia resulta cierta, significa que el gobierno griego como todos los gobiernos que en el curso de la historia han perdido toda legitimidad con su propia gente, busca el apoyo militar de fuerzas extranjeras con las cuales reprimir a su propio pueblo. Visto así, aquí entra finalmente en juego la palabra tiranía. Y es una palabra que tiene consecuencias extremadamente graves.

Retrocedamos un paso. Los recortes en Grecia se hallan íntimamente vinculados con el salvataje de los bancos franceses y alemanes, ni siquiera con los propietarios griegos de la banca griega. El pueblo griego vine manifestándose hace meses contra el “salvataje”. El gobierno griego ha ignorado a su pueblo y ha escogido seguir las órdenes de las élites de la UE, del FMI, del BCE y de la mayor parte de los bancos a nivel global.

Ahora bien, se presume que una fuerza antimotines militarizada no griega podría llegar para imponer  austeridad. ¿Cuáles son las órdenes que en verdad están siguiendo? ¿A qué intereses estarían sirviendo? ¿los de los bancos? La clase financiera ¿tiene además su propio personal policial antimotines para enviarlo a donde la gente pretenda desafiarlos y en donde la policía local pueda no ser suficientemente “confiable” al servicio de los intereses supranacionales de los bancos?

Naturalmente, sé que este no es el papel que se le ha asignado a la Eurogendfor. Sin embargo ¿es esta la forma en que funciona en realidad?.

Continuaré buscando hablar con alguien de Eurogendfor, y se los contaré si alguna vez se dignan responder un mail o contestar el teléfono. No contengan la respiración. ¿Quién soy yo después de todo? Soy un ciudadano y ¿Cuánto cuenta en esos tiempos? ¿Ciudadano? En el nuevo orden o eres titular de un “bond” o no eres nadie.

*David Malone es autor de un blog, documentalista de la BBC y autor del libro “Debt Generation”

Fuente: www.golemxiv.co.uk

Enlace: http://www.golemxiv.co.uk/2011/10/foreign-riot-police-now-operating-in-greec

Los verdaderos ‘cabrones’

‘Lo que no quieren reconocer las élites francesas, alemanas y, entre otras, holandesas es que esta chapuza llamada euro la idearon ellos porque creían que se iban a beneficiar. Y que se beneficiaron muchísimo durante la época de la burbuja inmobiliaria y del fraude financiero. De hecho no sólo lo hicieron con los PIIGS sino que se atrevieron incluso a dar rienda suelta a su avaricia con Islandia, un país que funcionaba perfectamente pero que era pequeño y poco poblado y, por tanto, fue visto como una presa fácil para dar rienda suelta a la codicia inversora’.

Víctor Francisco Bermúdez *

El pasado 23 de septiembre publicaba LA VOZ DE BARCELONA un artículo de la francesa Caroline Fourest, con el provocador título ¿Los griegos son unos cabrones? o, en francés, Les Grecs sont-ils des salauds? En el texto, Fourest defendía seguir con la construcción europea pero planteaba preguntas sobre la responsabilidad de los griegos, y si se merecían lo que les está ocurriendo: ‘La desconfianza resulta lógica [contra Grecia] […] ¿Cómo no plantearse si es razonable hacer más esfuerzos por rescatar a Grecia o si más bien, los griegos se merecen lo que les ocurre?’. Sin embargo, en el artículo no se hacía referencia alguna a las responsabilidades externas a los griegos para explicar la crisis griega.

El problema es que preguntarse si los griegos, irlandeses, italianos, portugueses o españoles somos ‘cabrones’ y, por tal causa, responsables de la crisis de deuda europea es hacerse la pregunta equivocada para entender de quién es la responsabilidad de haber llevado a Europa a esta terrible situación. Situación que, además, nosotros los PIIGS, quienes tenemos la deuda, somos las principales víctimas. Sobre todo los griegos. La pregunta que debemos hacer es otra: ¿Quiénes son los mayores responsables de haber provocado la crisis de deuda europea actual? Dicho de otra forma: ¿Quiénes son los verdaderos ‘cabrones’?

Al contrario de lo que los prejuicios en boga en Europa sugieren, los mayores responsables de la situación de crisis de deuda no somos, ni mucho menos, los ciudadanos de los PIIGS, pese a que hay muchos ‘cabrones’ en nuestras sociedades. La crisis de la deuda descontrolada que asola Europa no la han creado solo nuestros ‘cabrones’. Ni de lejos. Sobre todo por un motivo: nuestros ‘cabrones’ nunca han tenido ese poder. Por tanto hay que buscar en el otro lado, allí donde moran los acreedores de la deuda: en la Europa rica.

Pero cuidado, tampoco los ciudadanos de la Europa rica son los responsables. Ellos han hecho y hacen lo mismo que nosotros: disfrutar o sufrir las consecuencias de lo que unos pocos deciden. Como demostraré han sido principalmente sus élites financieras, empresariales y políticas con su codicia los que más han participado en crear las condiciones para la actual crisis europea.

Antes de seguir quiero dejar algo claro. Como ciudadano originario de uno de los PIIGS, reconozco que las sociedades PIIGS tienen unos déficit muy graves respecto a las del norte de Europa y cuya culpa es nuestra, de nuestras formas de funcionar: más corrupción, más fraude, más sectarismo político, etc. Como bien defiende Caroline Fourest, el fraude fiscal es un enorme problema en Grecia, y sabemos que lo es también en España, en Italia, etc. Tenemos mucho que aprender de nuestros vecinos del norte de Europa, sobre todo, en cómo crear sociedades más justas. Ahora bien, los que han llevado a la situación actual de crisis de deuda no son los griegos ni los PIIGS en general. Los auténticos ‘cabrones’ son los que tienen el poder en Europa. Estos son las empresas, los bancos y los gobiernos de la Europa rica. Voy a explicar por qué.

La responsabilidad de la doble situación actual de deuda desbocada y acreedores afamados por cobrar que se da en Europa entre ricos y PIIGS sigue dos lógicas. La primera es que, como es evidente, el que tiene poder decide. La segunda es que el nacionalismo es una máquina de subjetividad, de ver la paja en el ojo del otro y no la viga en el propio, y que así desarrolla una capacidad única de aplastar proyectos de convivencia, como el europeo entre otros.

1) Poder. Que nadie olvide quién ideó toda esta chapuza europea. Fueron los países ricos de Europa los que concibieron el euro y abrieron la puerta de la Unión Europea y de la moneda única a los más pobres y chapuceros (PIIGS) y lo hicieron por puro egoísmo. Pensaron que harían un gran negocio. Creyeron que así nos exportarían sus productos sin trabas y que, encima, sus bancos, repletos de dinero proveniente de tal balanza comercial desigual, harían negocio también prestándonos dinero para comprar más y más a sus empresas. Esto suponía una espiral de enriquecimiento sin límite para la Europa rica y exportadora, con Alemania y Francia a la cabeza. Y eso es exactamente lo que ocurrió hasta el amanecer de la crisis.

En Alemania y Francia, sus empresas, estaban ciegas de felicidad exportando como ‘cabronas’ a los PIIGS y, a la vez, sus bancos estaban más que felices dando créditos como ‘cabrones’ a los bancos, las empresas y los gobiernos PIIGS. Era un negocio redondo para aquellas. Aquellos países exportaban y daban créditos para que pudiéramos comprarles su productos, y en los PIIGS aceptábamos sus créditos, endeudándonos y les comprábamos de todo. Aceptamos su juego porque suponía subir nuestro nivel de vida de forma rápida y nos hacía sentir más desarrollados. Nos sentíamos cada vez más europeos. Sí, es verdad, nos daban a cambio los fondos de cohesión, pero era una pequeña parte de los beneficios que conseguían con nosotros.

2) Nacionalismo. De pronto estalla la crisis, y todo el mundo se da cuenta de que aquello era una farsa. Y entonces, mágicamente, aparece el nacionalismo: en el norte de Europa, en vez de reconocer que sus bancos han sido irresponsables dando créditos a diestro y siniestro, que los PIIGS han sido un negocio redondo durante años y que por pura avaricia nadie veía nada malo en ello, de repente, al ver que ya no podemos pagarles las deudas, descubren cuántos defectos tienen nuestra sociedades. Y empieza el nacionalismo y la crueldad. Un día Angela Merkel les dice a los alemanes que en el sur la gente se jubila antes y tiene más vacaciones (aunque sea falso) y que eso es intolerable. Otro día, un programa sueco se mofa de la falta de productividad española. Después, empiezan a echarnos en cara cuánto hemos despilfarrado. Y un largo etcétera populista y demagógico. Los reproches, ciertos o falsos, de pronto empiezan a amontonarse. Sirven para que esa élite del norte de Europa pueda mantener la conciencia limpia, culpándonos sólo a nosotros de su avaricia, mientras nos exigen que nos apretemos el cinturón hasta el ahogamiento (como a los griegos).

Se construye así un discurso que evita toda autocrítica por parte de las élites financieras, empresariales y políticas del norte rico y se focaliza la crítica social en el prejuicio contra los del sur e Irlanda, por sus defectos. Como si la deuda griega, por ejemplo, no fuera tan descomunal porque los bancos alemanes y franceses se lanzaron con toda su avaricia a hacer negocio allí, con el beneplácito de las industrias militares francesa y alemana que hicieron el agosto en Grecia y de sus gobiernos que lo aplaudieron, o como si la burbuja inmobiliaria española hubiera podido existir sin los bancos alemanes prestando a destajo a los bancos españoles, etc. Hay un muy largo etcétera.

Pero lo que no quieren reconocer las élites francesas, alemanas y, entre otras, holandesas es que esta chapuza llamada euro la idearon ellos porque creían que se iban a beneficiar. Y que se beneficiaron muchísimo durante la época de la burbuja inmobiliaria y del fraude financiero. De hecho no sólo lo hicieron con los PIIGS sino que se atrevieron incluso a dar rienda suelta a su avaricia con Islandia, un país que funcionaba perfectamente pero que era pequeño y poco poblado y, por tanto, fue visto como una presa fácil para dar rienda suelta a la codicia inversora.

Pero ahora cuando ha llegado la crisis, estas élites y sus medios de comunicación se niegan a explicar a sus ciudadanos que los mayores responsables de la misma no son los ciudadanos del sur de Europa, sino ellas mismas. Esas élites que se aprovecharon de nuestros defectos y que ahora nos los reprochan sin escrúpulos para aparecer como víctimas ante sus ciudadanos en lugar de verdugos, y para justificar cualquier negativa a la solidaridad real entre países europeos ricos y pobres. Esas élites que están echando combustible al fuego de los prejuicios y que haciéndolo están preparando intelectualmente la desafección que puede llevar al final del inicio de la Europa unida.

Vaya ‘cabrones’.

 * Víctor Francisco Bermúdez es profesor de Secundaria en la enseñanza pública catalana

Los mercados contra la ciudadanía europea, ¡evitemos la debacle!

Comunicado de ATTAC España.

Los recientes acontecimientos económicos y financieros están poniendo de manifiesto que las políticas neoliberales aplicadas por los gobiernos europeos no sólo no están contribuyendo a salir de la crisis sino que, por el contrario, están agudizando las condiciones críticas en las que se encuentra la economía en su conjunto y, muy especialmente, las clases populares y las pequeñas y medianas empresas creadoras de empleo.

Desde ATTAC venimos insistiendo desde hace años en que tales medidas, empaquetadas hoy en los llamados planes de ajuste estructural y que ya demostraron ser un fracaso en los años ochenta y noventa en América Latina, deben ser amplia y contundentemente rechazadas. Consideramos que es urgente cambiar el rumbo de la política económica de los gobiernos europeos, y entendemos que para ello es imprescindible asimismo que la ciudadanía sea conocedora de las alternativas existentes. Con estas últimas sobre la mesa, la presión social tiene que ser el instrumento con el que lograr el cambio que necesitamos como sociedad.

Es muy probable que ante las políticas globales guiadas por los mercados, las de carácter superficial tomadas por los gobiernos sean inocuas y la recesión se abra de nuevo, esta vez con más fuerza y se produzca si no se cambia el rumbo, una depresión económica y social de consecuencias impredecibles. Para poder reconducir la situación y salvar la economía de la debacle, ATTAC propone adoptar medidas contundentes para regular y controlar los mercados financieros, estas medidas urgentes son:

1. Resistencia activa ciudadana ante los planes de ajuste y defensa a ultranza de los servicios públicos.

Los planes de ajuste neoliberal deben ser considerados en sus verdaderos términos: el resultado de un chantaje que las grandes empresas y la banca privada están empleando para ampliar sus ya enormes cuotas de poder. En efecto, los planes de ajuste tienen lugar en un contexto de dominación política y económica de los llamados mercados financieros, que han gestionado la política económica de los gobiernos en su beneficio propio y a espaldas de una sociedad a la que se le han arrebatado sus derechos democráticos más fundamentales.

Pero además, la aplicación de tales medidas de inspiración neoliberal conllevará un empeoramiento muy acusado de la prestación pública de servicios esenciales como la sanidad, la educación, los servicios sociales a las familias, los suministros y el transporte. Lo mismo sucederá con los subsidios y pensiones públicas. De esta forma se profundiza en un camino que lleva al dominio de la esfera privada también en esos sectores, con consecuencias dramáticas para la mayoría de la ciudadanía que desde ese momento dispondrán de peores servicios públicos y a precios más altos, o bien habrán de acceder a estos servicios públicos pagando al ser privatizados. Es el camino del empobrecimiento social por la vía de la destrucción de los pilares restantes del ya insuficientemente desarrollado Estado del Bienestar. Por eso nosotros pedimos a la sociedad que una sus fuerzas en una resistencia activa ante los planes de ajuste y que se pongan todas las fuerzas posibles en impedir el proceso neoliberal de deterioro y privatización de los servicios públicos.

2. Auditoría de la deuda pública de todos los estados europeos.

El creciente peso de la deuda pública está provocando un lastre financiero en las cuentas públicas. La aplicación de los planes de ajuste que exigen la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, para alcanzar el mito de la estabilidad presupuestaria, deteriora el crecimiento económico y dificulta la recaudación de dinero por parte de los estados. Estos se ven obligados a endeudarse continuamente en los mercados financieros. Pero dicho endeudamiento conlleva asumir cargas de deuda cada vez mayores y para cuya devolución hay que volver a endeudarse, en un proceso vicioso que llevará necesariamente a un estado de ajuste neoliberal permanente, que es lo que se persigue con estas políticas.

Además, dicho proceso se acelera debido a los ataques especulativos que se producen cada día en los mercados de deuda y que tienen como consecuencia más inmediata el encarecimiento de la financiación de los estados, es decir, el crecimiento del pago de los intereses por parte de los estados. No obstante, mucha de esa deuda contraída por los estados responde a contratos establecidos con la gran banca que ha recibido a su vez el dinero en mejores condiciones. Es decir, gran parte del dinero que los bancos utilizan para comprar la deuda de los estados, obteniendo substanciosos beneficios, es dinero público que el banco central europeo prestó anteriormente a los bancos a interés bajísimo del 1%.

Después de haberse hecho cargo los estados la deuda privada vía bancaria, convirtiendo esta en deuda de toda la ciudadanía en su conjunto, la crítica situación de las arcas públicas hipoteca el futuro de esta y futuras generaciones y exige que se establezca una auditoría independiente que determine qué tipo de contratos son ilegítimos y por lo tanto deben ser impagados o reestructurados. Con tal proceso se conseguirá reducir la carga de la deuda y desactivar de forma simultánea el chantaje de los mercados.

3. Regulación del sistema financiero europeo e imposición de un Impuesto a las Transacciones Financieras

No es posible acabar con los procesos especulativos si no se atajan desde la raíz, por lo que una medida fundamental es regular fuertemente la banca y las operaciones financieras. Es necesario prohibir prácticas especulativas como las operaciones al descubierto, así como también es necesario prohibir los productos y vehículos financieros más propensos a la especulación como los Credit Default Swap (CDS) o Hedge Founds. Para desincentivar la especulación e incrementar la recaudación fiscal es necesario también establecer un nuevo impuesto a las transacciones financieras que disuada todo tipo de transacciones financieras que especulan en el corto plazo, que son las responsables de la crisis actual y de que por cada euro que circula actualmente en la economía real, lo hagan más de 60 euros en la economía virtual, habiendo convertido el Mundo globalizado en un casino financiero. Las finanzas deben estar al servicio de la economía productiva, y eso requiere restringir toda posibilidad de que puedan funcionar de forma relativamente autónoma y descontrolada, enriqueciendo a unas minorías a costa de las mayorías y provocando graves crisis en todo el mundo.

4. Creación de una agencia pública de calificación.

Es también necesario defenderse del omnímodo poder de las agencias de calificación crediticia privadas, regulando y restringiendo su acceso a la calificación de los mercados de deuda pública y creando una agencia de calificación alternativa de naturaleza pública. Sólo así será posible permitir que los mercados financieros cumplan su función esencial, impidiendo que empresas privadas, aliadas de los grandes grupos financieros, como las agencias de rating puedan determinar las políticas de los estados al mover el mercado con la facilidad, poco rigor y arbitrariedad con el que lo vienen haciendo.

5. Promover la armonización fiscal de Europa.

Hay que incrementar el presupuesto de la Unión Europea y democratizar sus instituciones hasta que sean plenamente legítimas y estén subordinadas a los deseos de la ciudadanía, ello nos llevaría a largo plazo a la necesaria refundación de la actual Europa neoliberal, en sus tratados, y la la apertura de un periodo constituyente auténticamente democrático. Con ello presente, por el momento hay que presionar para que se establezca un sistema fiscal progresivo que permita la transferencia de rentas desde los muy ricos hacia las clases populares de los diferentes países miembros, para lo cual es necesario recuperar el impuesto del patrimonio, sucesiones y donaciones y otros impuestos que gravan la riqueza, subir los tipos impositivos de las clases más acomodadas, incluir nuevos tramos en los impuestos de la renta y de sociedad, subir los tipos impositivos al capital y prohibir las transacciones financieras con los paraísos fiscales. En definitiva, hay que promover una Unión Europea que se defina como un espacio de autosuficiencia fiscal y financiera con plena capacidad para imponer controles de capitales y que prohiba la competencia fiscal entre países, algo que sólo se logrará con la armonización y justicia fiscal y la prohibición de transacciones con paraísos fiscales.

6. Es urgente abolir, de entrada, los paraísos fiscales en el entorno europeo

En Europa, incluso en el seno de la UE, existen diversos estados y territorios que son de facto centros offshore extraterritoriales o paraísos fiscales. Es patente que éstos constituyen una poderosa herramienta de los poderes financieros globales en aras del dominio absoluto de la economía y ello socava continuamente el poder de decisión de los gobiernos y la democracia.

Las autoridades Europeas han de actuar para acabar con el secreto bancario que distingue a estos territorios, que hace practicamente imposible la persecución del fraude, corrupción y del delito fiscal y financiero.

Por medio de los paraísos fiscales el poder financiero dispone de dos armas de destrucción financiera y fiscal masivas que utiliza impunemente en su beneficio: La opacidad que impide el control de la evasión, fraude y delincuencia fiscal y financiera, así como la competencia y el dumping fiscal que estos territorios promueven con su existencia y que hacen competir a la baja a los Estados para atraer capitales y evitar que emigren.

La impunidad y el vacío legal en que operan estos territorios hacen que la banca y grandes empresas abran sucursales y filiales bancarias en ellos y que se constituyan grandes fondos como los hedge founds que han sido los mayores responsables de la crisis financiera actual al operar especulativamente desde los paraísos fiscales en los mercados globales, constituyendo todo ello una base segura de lo que se viene denominando banca en la sombra.

Estos territorios son los responsables del gran fraude fiscal de las grandes empresas. En concreto las compañías multinacionales por medio de mecanismos como la transferencia de precios y otros derivan las ganancias hacia estos territorios en donde no existe fiscalidad. Hay que hacer pagar a las corporaciones por los beneficios que obtienen en cada estado, pero la existencia de los paraísos fiscales lo hace imposible.

7. Creación de una banca pública ética a partir de las cajas de ahorro

La banca privada comercial, se confunde cada vez más y actúa como banca financiera y ha perdido gran parte de su función inicial de intermediación entre el ahorro y los proyectos económicos territoriales. No está cumpliendo con su cometido de financiar la actividad productiva, golpeando muy duramente a las pequeñas y medianas empresas y de esa forma al empleo (las pequeñas y medianas empresas crean en torno al 70% del empleo en España). Por lo tanto, es urgente reaccionar y constituir una banca pública a partir de la reestructuración de las cajas de ahorro. Dicha banca pública tiene que tener un objetivo esencial que no será otro que contribuir en el desarrollo de un nuevo modelo productivo, para lo cual deberá proporcionar líneas de créditos especiales a los sectores tales como las energías renovables y las nuevas tecnologías. La banca pública tiene que estar bajo control político pero subordinada a unos objetivos concretos de promoción del desarrollo y la creación de empleo, siempre desde una perspectiva ética y de respeto al medio ambiente.

8. Nuevo estatuto del Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo tiene que dejar de preocuparse únicamente por la inflación y debe definir como objetivo prioritario la creación de empleo. Además, debe dejar de ser independiente del poder político y deberá rendir cuentas ante las legítimas instituciones de la Unión Europea. Con una adecuada coordinación salarial de la Unión Europea, en la que se permita a los salarios recuperar el terreno perdido en los últimos treinta años, también debe contribuir a resolver los profundos desequilibrios comerciales existentes hoy en día en la Unión Europea. El Banco Central Europeo deberá tener, además, la potestad de emitir títulos de deuda pública europeos con los que poder financiar a los países miembros en dificultades.

Sabemos en ATTAC que estas medidas no suponen necesariamente por sí mismas un paraíso social, pero desde hace bastantes años venimos avisando de su necesidad para combatir la avaricia y la dictadura de los mercados financieros sobre nuestra economía y nuestra sociedad. La aplicación de los planes de ajuste acabará definitivamente con la democracia y sentará las bases de la depresión, la inseguridad y los movimientos europeos hacia la xenofobia y los totalitarismos. Es imprescindible cambiar el rumbo de las políticas neoliberales que nos han llevado hasta aquí y orientar de nuevo el rumbo de Europa y el Mundo hacia las políticas de carácter social y del bien vivir. Para ello hay que comenzar por aquí y la ciudadanía ha de levantarse para exigirlo.

Acuerdo para el segundo «rescate» a Grecia. ¿Quién gana y quién pierde?

El plan acordado la pasada semana en la eurozona, intenta también salvar al euro. A quién beneficia y a quien perjudica:

¿A quién beneficia el plan?

Aunque el principal beneficiario parece Grecia, la gran ganadora es la zona del euro en su conjunto, si las medidas adoptadas consiguen frenar la sangría en los mercados de deuda. A priori, es una solución buena para todos, porque hasta la banca, que tiene bonos de Grecia, sale ganando con el cambio. Cobrará menos y más tarde, pero cobrará, algo que no tenía garantizado hasta ahora.

¿Quien pierde con esto?

Pierden los bolsillos de los ciudadanos europeos, porque, de nuevo, los gobiernos tendrán que poner más dinero sobre la mesa para estabilizar los mercados. Ese dinero, cómo no, saldrá de las arcas públicas de cada país. Además, se dará el caso de que el dinero público que se destinará al macrofondo que operará en Europa servirá para recomprar (a su vez) deuda pública de algunos países. También se destinará parte de este dinero a recapitalizar instituciones financieras.

¿Cómo operará el Fondo?

Nicolas Sarkozy lo ha comparado con una suerte de Fondo Monetario Europeo por los superpoderes que va a tener. En realidad, es un instrumento financiero que tendrá capacidad para intervenir en los mercados comprando, por ejemplo, deuda. Para hacerlo, tendrá que recibir la autorización previa del Banco Central Europeo, en la que se reconozcan las circunstancias excepcionales para intervenir en los mercados. También se darán «créditos preventivos» a los países que se encuentren en dificultades financieras, para que no tengan que llegar al punto de pedir un rescate. El texto no detalla cómo se activará esta línea de financiación.

¿Cómo se salva a Grecia?

El plan incluye una reestructuración de la deuda griega que contiene la conflictiva participación de la banca privada. Así, los inversores que tengan deuda de Grecia que venza en los próximos años la irán canjeando por nuevos títulos de renta fija con una fecha de vencimiento posterior. Con la operación, los títulos pierden parte de su valor. Además, se rebajan los tipos de interés de los préstamos concedidos por la UE y el FMI, que se podrán pagar hasta en 30 años.

Fuente:  PÚBLICO

PACTO DEL EURO

Paco Álvarez

El 19 de abril, la Comisión de Economía y Asuntos Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo aprobó seis paquetes de medidas para “fortalecer el control presupuestario y la coordinación de políticas económicas en la zona euro”. Medidas que serán aprobadas por el propio Parlamento en este mes de junio sin prácticamente tiempo para su discusión.

Algunas de estas medidas consisten en la vinculación de los salarios a la productividad, aumentar la edad de jubilación y trasvasar fondos a los planes privados de pensiones, introducir en las Constituciones de los Estados la obligatoriedad de limitar los déficits públicos, establecer un calendario para la reducción de la Deuda Pública y disciplinar a los países con desequilibrios macroeconómicos graves, incluyendo la falta de competitividad pero no el paro.

Paco Álvarez nos explica el tipo de medidas que se quieren adoptar y a quienes afectarán de manera directa.

http://noledigasamimadrequetrabajoenbolsa.blogspot.com

19-J: Contra el PACTO DEL EURO. Democracia real en Europa ¡ya!

Juan Torres López y Alberto Garzón – Consejo Científico de ATTAC.

A finales de marzo los jefes de Estado o de Gobierno de la zona euro más otros seis países (Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía) suscribieron un acuerdo con el que decían que trataban de hacer frente a la crisis y al problema de deuda que se había generado en Europa. En su virtud, establecieron una serie de obligaciones comunes y el compromiso de que los diferentes gobiernos aplicarán las medidas económicas oportunas para hacerlas efectivas. El acuerdo ha sido conocido como Pacto del Euro e implica que todas las medidas que lleve consigo habrán de sujetarse a las recomendaciones que establezca la Comisión Europea, la cual, además, actuará como principal supervisor y evaluador en su aplicación y desarrollo.

El objetivo general del Pacto según sus firmantes

Los firmantes del Pacto afirman que su objetivo general es hacer frente a la deuda incrementando la competitividad de la zona euro, es decir, facilitando la presencia comercial de las empresas de los países que utilizan el euro en los mercados mundiales.

Para lograr ese objetivo el pacto ha establecido cuatro pilares que deberían marcar las líneas principales de actuación económica por parte de los gobiernos nacionales.

El primer pilar del Pacto: impulsar la competitividad

El primer pilar para alcanzar ese objetivo general es el impulso de la competitividad, y los firmantes del Pacto entienden que eso solo se puede lograr bajando los precios y que estos, a su vez, solo se reducen si bajan los salarios. Para ello, se establece la necesidad de controlar los llamados costes laborales unitarios.

Puesto que estos últimos son el resultado de dividir los salarios nominales por la productividad, para bajarlos o se reducen los salarios nominales (el numerador) o se aumenta la productividad (el denominador).

El Pacto propone medidas en ambos sentidos.

Para bajar los salarios nominales recomienda reformas como las siguientes (Los entrecomillados son citas textuales del Pacto que se puede leer en:http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/es/ec/120310.pdf):

-“Revisión de los acuerdos de fijación de salarios”, para restringir sus posibles subidas.

– “Revisión del nivel de centralización del proceso de negociación” para reducir el poder negociador de los trabajadores y así evitar que puedan presionar al alza los salarios al defender su capacidad de compra. Como es bien sabido, cuanto más centralizado esté un sistema de negociación colectiva más trabajadores participen en la negociación y, por tanto, más fuerza tienen. Por el contrario, cuanto más descentralizada sea la negociación (como quieren los líderes neoliberales europeos), más difícil resulta a los trabajadores defender sus derechos o conseguir salarios más elevados: si se negocia a nivel estatal, por ejemplo, los trabajadores pueden tener gran fuerza de negociación pero si se negocia a título personal, no tendrán ninguna. Los firmantes del Pacto proponen esta revisión para que se pueda ir descentralizando la negociación porque saben que así bajarán los salarios, que es lo que buscan.

– “Garantía de que la fijación de salarios en el sector público contribuye a los esfuerzos de competitividad en el sector privado”. Es decir, que los sueldos de los trabajadores públicos se reduzcan para que no sirvan de referencia al alza a los trabajadores del sector privado.

Es evidente que todas estas medidas del Pacto solo están encaminadas a disminuir los salarios, bien de forma inmediata (rebajándolos directamente) bien de forma indirecta (reduciendo la capacidad de negociación de los sindicatos y rebajando los salarios públicos que funcionan como referencia para los salarios privados).

Por tanto, podemos afirmar que el Pacto apuesta por un tipo de competitividad doblemente empobrecedora. Por un lado, porque no la basa en mejorar la calidad o el valor de los productos que ofrecen las empresas europeas sino en igualar a la baja los salarios europeos con el resto de economías del mundo reduciendo, por tanto, los ingresos de la inmensa mayoría de la población y empobreciendo a los trabajadores europeos. El Pacto del Euro es un pacto contra los trabajadores europeos.

Por otro, porque además, hundirá a la economía europea puesto que al reducir los salarios disminuirá también el gasto que se realiza en Europa lo que se traducirá en menos ventas para miles de pequeñas y medianas empresas que viven de las compras que realizan los asalariados europeos.

Desde este punto de vista, los únicos beneficiarios del Pacto son las grandes empresas globales europeas, las que actúan en los mercados mundiales y no solo en el europeo y cuyos beneficios, por tanto, no dependen solo del gasto que se realice en Europa, como suele ocurrir con la inmensa mayoría de las pequeñas y medianas empresas. Por esa razón se puede afirmar que el Pacto del Euro es un pacto también contra las pequeñas y medianas empresas europeas.

Y como estas últimas son las que crean la mayor parte del empleo (alrededor del 70% de media en toda Europa) podemos decir que el Pacto del Euro es igualmente un pacto contra el empleo.

Para aumentar la productividad el Pacto recomienda “Mayor apertura de los sectores protegidos”, “Mejorar los sistemas educativos y fomentar la I+D” y “Mejorar el entorno empresarial”.

Significativamente, el Pacto no solo menciona sino que incluso va en la dirección contraria de algunos factores que desde los tiempos de los primeros economistas se sabe que son muy beneficiosos para incrementar la productividad: buenos salarios, buenas condiciones de trabajo, seguridad en el empleo, participación de los trabajadores en la vida de la empresa, protección social adecuada y abundante… Lo que permite afirmar que el Pacto del Euro no busca en realidad aumentar la productividad sino solo reducir los salarios para hacer que aumenten los beneficios de las grandes empresas europeas.

Además, es sabido que de esas tres medidas que propone para aumentar la productividad la más determinante con diferencia es la segunda y todo el mundo sabe que para mejorar los sistema educativos y fomentar la I+D es necesario mucho dinero público.

Sin embargo, el Pacto, como veremos más adelante, propone también la reducción de gasto público, de modo que se puede aventurar con toda seguridad que en lugar de aumentar la productividad, lo que provocará el Pacto del Euro será su disminución, al deteriorar las condiciones de trabajo y la dotación de capital social que es imprescindible para que aumente.

Y, por otra parte, el Pacto olvida algo esencial: aunque se lograse que con esas medidas se produjeran incrementos de productividad no es seguro que, unidas a rebajas paralelas de salarios, dieran lugar automáticamente a mayor competitividad ya que ésta, como los propios firmantes del Pacto asumen, depende del precio de los productos en venta. Y si resulta que los mercados, como ocurre en Europa -y el Pacto no propone nada para arreglarlo-, son muy imperfectos, es decir, que están muy concentrados y en ellos dominan pocas empresas con gran poder de mercado, lo más seguro que ocurra es que la bajadas en los costes laborales unitarios se aprovechen por estas empresas para aumentar su beneficio y no para rebajar los  precio de sus productos. De hecho, eso es lo que hemos podido comprobar que ocurre constantemente en los mercados europeos (y muy especialmente en los españoles).

Por tanto, podemos decir que, en contra de lo que dice, el Pacto del Euro es en realidad un pacto contra la competitividad de la economía europea.

Finalmente hay que hacer una observación general. Según las tres cuartas partes de las exportaciones de los países europeos son de tipo “intraeuropeo”, es decir, con otros países europeos como importadores. Eso quiere decir que si se reduce la capacidad de consumo de las economías europeas (como consecuencia de las rebajas salariales y de la caída del gasto público) necesariamente también caerán las importaciones… de modo que de nada habrá servido que bajen los precios de los productos exportados, si es que se consiguiera que bajen. Lo que significa que lo que el Pacto del Euro va a producir es una caída de la actividad económica en toda Europa.

El segundo pilar del Pacto: el impulso del empleo.

El impulso del empleo en Europa se trata de conseguir partiendo de la idea de que el desempleo está provocado por un mal funcionamiento en el mercado laboral de manera que, para evitarlo, lo que hay que hacer son reformas que modifiquen su regulación y estructura. En concreto, el Pacto propone medidas como “Fomentar la ‘flexiseguridad’”, la “reducción del trabajo no declarado”, el “aumento de la tasa de actividad” y la “educación permanente”, además, por supuesto, de la reducción del coste del trabajo antes señalada.

Para lograr esto último el pacto también recomienda la “reducción de la presión impositiva sobre las rentas del trabajo”, es decir, de las cotizaciones sociales. Una propuesta que es doblemente negativa y perjudicial para la inmensa mayoría de la población. Por un lado, porque debilita el sistema público de pensiones cuya sostenibilidad tanto dicen los dirigentes neoliberales que les preocupa. Por otro, porque lo que en realidad significa es disminuir la masa salarial y, por tanto, generar más desigualdad, más empobrecimiento y menos gasto, con los problemas que esto lleva y que hemos apuntado más arriba apuntados. Y, con independencia de ello, también supone aumentar la regresividad del sistema fiscal puesto que, como al mismo tiempo se propone mantener los ingresos fiscales globales, se propone que esa tributación directa (que se sostiene sobre la capacidad de cada persona) se sustituya por impuestos indirectos, que se pagan con independencia del ingreso de los individuos. Es precisamente lo que acaba de proponer la Comisión Europea a España.

La idea de que lo que hay que hacer para crear empleo es abaratar el trabajo y facilitar las condiciones de contratación en los mercados laborales “flexibilizando” las relaciones laborales, de la que parte el Pacto, se demostró que es falsa hace más de setenta años. Es la idea que supone que el empleo se crea solo en función del precio del trabajo sin considerar que el empleo depende, en realidad, de la demanda efectiva que haya en el mercado de bienes y servicios porque, por muy barato que sea el trabajo, si los empresarios no venden los productos que fabrican no contratarán trabajadores.

Por eso el Pacto del Euro es una falacia y un engaño como instrumento para crear empleo: abarata el salario pero como al mismo tiempo debilita el mercado de bienes y servicios porque éste depende del gasto que en su mayor parte realizan los trabajadores, resulta que hace imposible o dificulta, como hemos mencionado ya anteriormente, la creación de empleo. De hecho, los estudios empíricos demuestran que las condiciones que han sido más favorables para la creación de empleo en Europa en las últimas décadas no han sido las que tienen que ver con la flexibilidad en los mercados laborales sino con las condiciones macroeconómicas generales: nivel de salario, tipos de interés, actividad económica, que son precisamente las que deteriora el pacto del Euro (Engelbert Stockhammer y Erik Klär, Capital accumulation, labour market institutions and unemployment in the medium run . Cambridge Journal of Economics, 2011, 35; pp. 437–457).

Lo que sí conseguirá el Pacto del Euro será precarizar aún más el empleo en Europa, hacerlo más inseguro y temporal, además de más barato. Y, por tanto, menos productivo porque con la generalización de ese tipo de mano de obra será cada vez más difícil que se impulse en Europa la actividad económica de alto valor añadido y más competitiva. Lo que conseguirá el Pacto del Euro será especializar a Europa en la oferta de mano de obra barata vinculada a la oferta de servicios personales de baja calidad, como ya ha ido pasando con los países, como España, en donde se han ido adelantando estas políticas.

En lugar de hacer que Europa sea más competitiva, el Pacto del Euro convertirá a Europa en una especia de gran parque de atracciones de bajo costo del que solo se aprovecharán, como hemos dicho, las grandes empresas europeas que tienen mercados cautivos dentro y fuera de Europa y que son verdaderamente las que han impulsado este pacto y obligado a los gobiernos a firmarlo.

El tercer pilar del Pacto: el “incremento de la sostenibilidad de las finanzas públicas”.

El Pacto recalca la necesidad de garantizar la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que obliga a reducir los déficits presupuestarios por debajo del 3%, para lo cual se recomienda reformar el sistema de pensiones, el sistema sanitario y las prestaciones sociales, es decir, los gastos que tienen un impacto más directo sobre el bienestar social pero, eso sí, que significan provisión de bienes (pensiones privadas, sanidad privada, cuidados privados, etc.) muy rentables para las empresas privadas (Para entender las falsas razones en que se basa el Pacto de Estabilidad puede verse,¿Por qué el 3% de déficit público y no el 2 o el 7? Mentiras y verdades sobre los déficit y la deuda de Juan Torres López).

En particular se recomienda “el ajuste de la edad de jubilación efectiva a la esperanza de vida”, “la limitación de los planes de jubilación anticipada” y el “uso de incentivos específicos para emplear a trabajadores de más edad”, todo lo cual no sirve sino para debilitar el sistema público de pensiones y así favorecer su progresiva privatización que es en realidad lo que se busca como hemos analizado con más detalle en otro trabajo (sobre la falsedad de esos argumentos puede verse Están en peligro las pensiones públicas? Las preguntas que todos nos hacemos, las respuestas que siempre nos ocultan de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón).

Además, en algunas recomendaciones adicionales la Comisión Europea propone también avanzar en los procesos de privatización de las empresas y servicios públicos, es decir, simplemente proporcionar más suculentos negocios al capital privado porque no es cierto que las privatizaciones constituyan ingresos netos para las arcas públicas: se suelen vender a precios bajos, cuando no regalados, y no se tienen en cuenta los ingresos que se dejan de percibir desde el momento en que las empresas o servicios públicos pasan al sector privado.

Para reafirmar estas medidas antisociales, el Pacto insta a “traducir en legislación nacional las normas presupuestarias de la UE establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento” con objetivo de garantizar que posean un “carácter vinculante y duradero suficientemente sólido”. De hecho, se propone que se introduzcan en leyes marco o incluso en las propias constituciones.

Esta recomendación del Pacto es profundamente antidemocrática y se puede calificar como un auténtico golpe de estado económico ya que significa, por un lado, proponer el blindaje de un determinado tipo de política económica, prohibiendo legalmente todas las alternativas posibles; y, por otro, impedir que los países con más atraso en la dotación de inversiones e infraestructuras sociales puedan recurrir en el futuro al endeudamiento que suele ser el único medios que permite conseguirlas. Es decir, significa condenarlos al atraso y al empobrecimiento.

Esta medida es, además de todo ello, profundamente inútil y a la postre solo va a provocar que haya mucha más deuda de la que se quiere evitar.

El Pacto del Euro ni siquiera va a conseguir reducir el déficit y la deuda con estas imposiciones porque es falso que para aliviar la deuda sea suficiente con limitar el gasto, tal y como han demostrado numerosos estudios empíricos como, por ejemplo, el de Mark Weisbrot y Juan Montecino Alternativas a la austeridad fiscal en España. Lo más probable es que estas medidas terminen produciendo una caída semejante o sustancial en los ingresos porque reducen la actividad y, por tanto, la generación de ingresos para las arcas del Estado, lo que al final impide que desaparezcan los desequilibrios presupuestarios. Con ellas solo se consigue aumentar el malestar social, las carencias sociales y e incluso la falta de los recursos públicos que precisa el capital privado para crear actividad y empleo.

El cuatro pilar del Pacto: el refuerzo de la estabilidad financiera.

En este punto se propone un programa de “coordinación de la política tributaria” pero sin que se determine de antemano. De hecho los Estados simplemente “se comprometen a entablar debates estructurados en torno a la política tributaria”, lo que muestra que la voluntad de avanzar hacia una necesaria hacienda europea con potentes figuras impositivas que promuevan una tipo de economía más productiva y sostenible con un reparto más justo de la renta o hacia la coordinación de la lucha efectiva contra el fraude y la evasión fiscal es nula.

En lo que se refiere a regulación bancaria únicamente se afirma que “efectuarán periódicamente pruebas rigurosas de resistencia bancaria”, una auténtica tomadura de pelo a la ciudadanía europea si se tiene en cuenta que las que se han realizado han sido un completo engaño: baste recordar que afirmaron que los bancos irlandeses se encontraban en perfectas condiciones y que solo unas semanas más tarde hubo que inyectarles 80.000 millones de euros para tapar sus agujeros patrimoniales.

En el caso de España la Comisión Europea también ha recomendado avanzar en el proceso de privatización de las cajas de ahorro, pero permitiendo que, antes de eso, se gaste dinero público en dejarlas saneadas. Con total desvergüenza, las autoridades que suscriben el Pacto y que en tantas ocasiones manifiestan su gran preocupación por el mal uso del dinero público recomiendan “reestructurar las entidades vulnerables, que incluirán soluciones del sector privado” y la “prestación de apoyo público en caso de necesidad”.

Finalmente la problemática de la deuda pública queda al amparo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que tiene como objetivo “salvaguardar la estabilidad financiera de la zona euro” y que tendrá como función prestar asistencia financiera a los países que lo demanden. Esa asistencia la efectuará la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional en colaboración con el Banco Central Europeo y se afirma en el Pacto que dicha asistencia se realizará “bajo unas condiciones estrictas” y tendrá que estar dirigido a “conseguir y conservar la mayor calificación de solvencia de las principales agencias de calificación crediticia”.

La asistencia financiera se realizará en forma de préstamos y de forma excepcional con la compra de deuda en los mercados primarios, pero siempre “con arreglo a un programa de ajuste macroeconómico sujeto a condiciones estrictas”. Es decir, que el Pacto implica sujetar a Europa a la condicionalidad que siempre han usado esos organismos para imponer las políticas de ajuste neoliberal y cuyos resultados han sido nefastos en todos los países en donde se han aplicado.

Conclusiones

El Pacto del Euro es un torpedo hacia la línea de flotación de la Europa social.

Es técnicamente deficiente porque se basa en simples concepciones ideológicas que no tienen más fuerza que el poder de quien resulta beneficiado con las medidas que se proponen.

El punto de partida del que parte (que para hacer frente a la deuda que atenaza a Europa es preciso aumentar la competitividad de las economías nacionales y que eso solo se puede conseguir reduciendo el coste del trabajo) es doblemente falso.

Por un lado es falso porque  la deuda que está provocando problemas gravísimos a muchos gobiernos europeos y a las empresas y familias no se ha originado porque las economías europeas sean poco o muy competitivas. La deuda pública generada en los dos últimos años es consecuencia de que los gobiernos han debido afrontar la crisis financiera que han causado la banca internacional y los grandes fondos especulativos. Y la deuda privada es el efecto de la pérdida de ingresos producida por las políticas, como las que ahora se vuelven a proponer, de reducción salarial que se han aplicado en los últimos años. Así lo demuestra el que la crisis y la deuda hayan afectado a países y economías con muy desigual nivel de competitividad.

Y es falso también porque no es verdad, como hemos comentado, que la causa de la deuda sean los salarios excesivos o que se pueda alcanzar más productividad disminuyéndolos.

Por lo tanto, el Pacto de Euro es una colosal estafa concebida solo para favorecer los beneficios de la banca y de las grandes empresas porque diciendo que trata de luchar contra la deuda lo que provocará con el tipo de medidas que propone será que haya menos empleo, menos ingresos salariales y de pequeñas y medianas empresas y, por tanto, que la deuda aumente en realidad aún más en el futuro. ¡Que es justamente lo que le interesa y pretende la banca! porque no hay que olvidar que el negocio que le proporciona beneficio y poder es precisamente la generación de deuda.

La lucha contra la deuda de los líderes europeos es solo aparente. Es falsa. La verdadera causa del incremento brutal de la deuda en Europa ha sido la pérdida de peso de las rentas salariales de los últimos años y de la recaudación impositiva que han producido las políticas que vienen defendiendo. Lo que el Pacto del Euro dice que es luchar contra la deuda es, en realidad, una lucha contra el gasto público destinado a suministrar bienes y servicios sociales a la población de ingresos más bajos para justificar de esa forma su conversión en negocio privado mediante las privatizaciones que propone. Buena prueba de ello es que el Pacto de Euro no haga mención alguna del gasto público dedicado a subvencionar a los grandes grupos empresariales, a la banca o a la industria militar a la hora de ahorrar dinero público. Si de verdad quisiera reducir el gasto improductivo ¿cómo es que no propone reducir este último?

Y el Pacto del Euro no solo es una estafa por lo que dice sino también por lo que calla, es decir, porque no aborda los verdaderos problemas de la economía y la sociedad europeas: nada se hace para garantizar que el sistema bancario funcione y vuelva a financiar a empresas y consumidores; nada se propone para frenar a los especuladores que son los que realmente provocaron la crisis y los que ahora se hacen de oro gracias a las emisiones de deuda; guarda silencio sobre el incremento espectacular de las desigualdades, o sobre el uso criminal de los paraísos fiscales dentro del propio territorio europeo…, por citar solo algunos.

El Pacto del Euro, en fin, es un engaño para ocultar que el problema radica en la propia constitución de la unión monetaria sobre bases técnicamente erróneas, antisociales  y solo favorables para el gran capital empresarial y bancario.

Europa es cada vez más necesaria pero su constitución monetaria y política se acerca más al diseño de una dictadura que al de una democracia real y por eso las mujeres y los hombres decentes que aspiran a vivir en un mundo justo, respetuoso con la naturaleza y en paz con los seres humanos, debemos oponernos con fuerza a este nuevo intento del Pacto del Euro dedicado a someter a las personas a la única razón del beneficio privado.

La Europa del euro neoliberal ha dado ya de sí todo lo que podía dar y esto solo ha sido el incremento de las desigualdades, crisis financieras, pérdida de puestos de trabajo, degeneración del empleo y cierre de millones de pequeñas y medianas empresas. Solo los beneficios del gran capital se benefician netamente del euro así que o se cambian las condiciones en que se encuentra Europa esclavizada por esta unión monetaria o no habrá otra alternativa que luchar por salir del euro para poder aplicar otras políticas económicas que proporcionen bienestar humano, sostenibilidad y equilibrio social y de cuyo contenido nos ocuparemos en un artículo posterior.

Artículo publicado en Altereconomía

ATTAC Europa da la bienvenida a la REVOLUCIÓN ESPAÑOLA

Comunicado de ATTAC Europa:

El pasado 15 de mayo, justo a una semana de las elecciones a ayuntamientos y comunidades autónomas, decenas de miles de estudiantes, distintos grupos sociales en desempleo, trabajadores y ciudadanos de toda edad y condición, tomaron la calle en las grandes ciudades españolas como gesto de protesta contra el progresivo y constante deterioro del clima social, consecuencia de las medidas de austeridad realizadas por el Gobierno, y contra las políticas favorables a los bancos y a la corrupción. Reclamaban una Democracia real ya.

Esta iniciativa, convocada vía redes sociales (facebook, twitter, etc.) por plataformas ciudadanas y apoyada por muchas organizaciones, entre ellas ATTAC España, originó una manifestación insospechadamente masiva, que se diferenciaba explícitamente de partidos políticos y sindicatos por su incapacidad de dar respuestas a una situación de crisis económica, medioambiental, social y democrática.

Al acabar la manifestación e inspirados por las revoluciones de los países árabes, un gran número de jóvenes (los principales afectados por la crisis con una tasa de desempleo del 45%) decidieron instalar un campamento en el lugar más importante de Madrid, La Puerta del Sol. La iniciativa fue apoyada por un amplio sector de españoles descontentos con la situación actual, y enseguida otras muchas plazas importantes de todo el país (Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, etc.) fueron ocupadas por gente que pedía y pide un cambio democrático y social.

A pesar del riesgo de ser violentamente desalojados, los indignados (en referencia al libro de Stephane Hessel) comenzaron a autogestionar la acampada, que lleva ya más de dos semanas desarrollando sus demandas a través de asambleas. Muchos de los eslóganes contienen reclamaciones alterglobalistas, como la exigencia del ITF y la condena de las medidas de austeridad: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Otros denuncian la gestión de la crisis: “Esto no es una crisis, esto es una estafa”.

Pronto se habló de una auténtica Spanish Revolution que pone en cuestión las formas tradicionales de movilización y que, de acuerdo con su tamaño, alcance y contenido, es un gran acontecimiento social no solo desde el punto de vista alterglobalista, sino también por el movimiento en sí. Tal como es, es más que bienvenido por la Red Europea de ATTAC, la cual expresa todo su apoyo a los que se movilizan justamente para exigir una auténtica democracia y derechos sociales en España, en Grecia y en toda Europa; y condena cualquier forma de represión contra ellos, especialmente la violencia policial durante la evacuación de la plaza de Cataluña en Barcelona.