Sacrificios humanos

José Manuel Naredo – Consejo Científico de ATTAC España

Los recortes de gasto aprobados por el Gobierno culminan la progresiva supeditación de las decisiones políticas a los dictados elitistas de la ideología económica dominante, aunque den al traste con los pretendidos signos de recuperación. El camino seguido para invertir la interpretación y las promesas iniciales del Gobierno, que defendían el gasto social como antídoto contra la crisis, ha sido el siguiente:

Primero se atribuyó la crisis a los excesos especulativos del capitalismo y se prometió controlarlos para evitar que volvieran a producirse. Pero, en vez de hacerlo, se utilizaron alegremente los recursos del Estado para apoyar a la banca y a las empresas.

Como resultado de ello, repuntaron las inversiones especulativas e improductivas y los beneficios de bancos y empresas, a la vez que aumentaban el déficit y el endeudamiento del Estado, sin que llegara a recuperarse la actividad económica ni a disminuir el paro.

Entonces, los poderes económicos financieros urgieron al Estado a reducir el déficit y la deuda, no a costa de las empresas y bancos que se beneficiaron de las ayudas, sino a base de recortar sueldos de funcionarios y gastos sociales y de congelar pensiones cuando se prevé un aumento de la inflación.

Además, se pretende realizar una reforma que recorte costes salariales y derechos laborales en aras de la mayor productividad de la economía española. Se da a entender, así, que son los excesivos salarios, gastos sociales y pensiones los que lastran la economía española.

Todo esto se afirma con aplomo en contra de la evidencia más elemental. Se silencia que tanto el salario medio anual, como el coste laboral por hora de trabajo y el gasto social, se sitúan en España bien por debajo, no sólo de la Europa de los 15, sino también de la Europa de los 27.

Se oculta que la pensión media es en España sólo el 55% de la percibida en la Europa de los 15 y el 65% de la Europa de los 27. Pues el coste salarial, el gasto social y las pensiones, no sólo vienen a ser en España cerca de la mitad que en Alemania o Francia, sino que se sitúan incluso por debajo de los de Grecia. En este contexto miserable, con tal de no importunar a los poderosos, el Gobierno pretende apretar las tuercas a los más débiles, siguiendo los dictados más obtusos e impopulares de las fuerzas económicas, que recomiendan hacer sacrificios humanos para aplacar la ira de los dioses del mercado.


ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL «TIJERETAZO»

Ignacio Escolar

Algunas preguntas inquietantes, especialmente para la coherencia del discurso político del azorado Gobierno. ¿Por qué el tijeretazo social empezará en junio y la subida de impuestos para los más ricos será, según Zapatero, “en su momento”? ¿Por que los demás países europeos que se han apretado el cinturón, como Portugal, Italia, Francia o incluso Grecia, han mezclado las de cal con las de arena para que la crisis no sólo la paguen los más desfavorecidos, mientras que Zapatero, de momento, sólo ha concretado los recortes? ¿Por qué el Gobierno se ha pasado una semana lanzando mensajes contradictorios sobre los impuestos para ricos en lugar de anunciarlo todo junto en el Parlamento?

Ayer pregunté a varios dirigentes socialistas. Les he pedido sinceridad, a cambio de anonimato. Algunas de sus respuestas: “Porque va de mensaje de contundencia y no podemos tener ningún titubeo. Porque los partidos que apoyan una cosa no apoyan la otra y hay que sacar los decretos en el Parlamento”, cuentan desde la ejecutiva socialista. “Por la credibilidad de nuestro plan ante las instituciones financieras. No irá en este decreto pero, en breve, hablaremos de un nuevo impuesto para los ricos”, responden desde la dirección del PSOE. “Porque la subida de impuestos en rentas altas es probable que vaya vinculada al presupuesto”, dicen desde el grupo parlamentario socialista. “Porque la declaración de renta ya se ha hecho y no se puede cambiar, y la de patrimonio no se puede hacer hasta 2011”, razona un ministro. “Porque las medidas de izquierdas necesita reservarlas para intentar aprobar los presupuestos con toda la izquierda parlamentaria”, opina un barón autonómico socialista, que también tiene otra respuesta: “O porque no nos han contado quién coño manda en Europa”.

Los sueldos de los que exigen «recortes»

Público

La punta del iceberg de los generosos sueldos de los organismos internacionales, públicos en tanto en cuanto se financian con aportaciones estatales, son los de sus directores o presidentes. Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI,es el que tiene el sueldo más elevado en el circuito internacional, con 441.980 dólares de salario que se complementan con 79.000 dólares para gastos. En total, 420.000 euros, libres de impuestos.

Según su contrato, también recibirá ventajas para el plan de pensiones, del que podrá cobrar hasta el 50% de sus aportaciones si está dos años en el cargo. Además, no corre peligro de perder poder adquisitivo, como sucederá este año a la mayor parte de los trabajadores en España, ya que su sueldo se actualiza cada julio según la inflación media que se registre en Washington.

Los peligros de la indexación de salarios (su vinculación a la inflación) ha sido uno de los principales argumentos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, que, sin embargo, se subió en 2009 un 2,5% el salario cuando la inflación fue del 0,9% de media en la zona del euro. Trichet cobró el año pasado 360.612 euros y en el BCE declinan comentar cuál es su sueldo este año. Aunque no hubiera subido, cobraría casi cinco veces más que el presidente Zapatero después del ajuste del 15% de su salario, del que le quedarán 78.185 euros.

El sueldo del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, es secreto «por tradición», según dicen en la institución, informa Virginia Zafra. Es uno de los pocos cargos públicos que no son transparentes con su salario, pese a que es una de sus recomendaciones a las entidades que regula.

Holgado retiro

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, también tiene un holgado sueldo (alrededor de 370.000 euros de salario base brutos). Además, puede retirarse a los 60 años con un coeficiente reductor del 0,7% y puede llegar hasta el 70% de su último salario.

En España, la jubilación a los 60 está limitada a profesiones penosas y hay un tope máximo para la pensión. Ni Strauss-Kahn ni Ángel Gurría, el secretario general de la OCDE, tienen que pagar tributos. Gurría no desagrega su sueldo, pero entre él y otros siete altos cargos cobran 1,9 millones de euros, o sea que como mínimo percibe 250.000 euros.

Zapatero, en otra encrucijada

Arsenio Escolar

Los planes contra el déficit público se multiplican en Europa: Portugal, Francia, Italia… Y todos tienen algo en común que no tiene el que Zapatero presentó la semana pasada: se hace un esfuerzo en los gastos, sí, recortando cuanto se puede (y casi siempre es en derechos sociales; es decir, lo pagan los ciudadanos económicamente menos afortunados), pero se hace también en los ingresos, aumentando la presión fiscal sobre los más ricos. Lo hacen el socialista Sócrates en Portugal, pero parece que lo van a hacer también presidentes no precisamente de izquierdas, como el francés Sarkozy y el italiano Berlusconi.

Francia ya adelantó ayer que recortará en pensiones, pero que cambiará la fiscalidad de las rentas altas. El ministro italiano de Bienestar prometió ayer que el Gobierno “contendrá el perímetro del sector público”, pero también que será “fiscalmente equitativo con los ciudadanos”.

A medida que pasan los días y se conocen los planes de otros países, se entiende menos que Zapatero el Rojo, el Zapatero que había hecho de la política social su bandera estrella, haya renegado de ella de un plumazo sin, al mismo tiempo, tomar anunciar medidas fiscales de izquierdas.

Lo que no se dice de la crisis

VICENÇ NAVARRO en Público

web-loquenosedicesobrelacrisis.jpgLa crisis que están viviendo algunos países mediterráneos –Grecia, Portugal y España– e Irlanda se está atribuyendo a su excesivo gasto público, que se supone ha creado un elevado déficit y una exuberante deuda pública, escollos que dificultan seriamente su recuperación económica. De ahí las recetas que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo (BCE) y el Consejo Europeo han estado imponiendo a aquellos países: hay que apretarse el cinturón y reducir el déficit y la deuda pública de una manera radical.

Es sorprendente que esta explicación haya alcanzado la dimensión de dogma, que se reproduce a base de fe (el omnipresente dogma liberal) y no a partir de una evidencia empírica. En realidad, ésta muestra lo profundamente errónea que es tal explicación de la crisis. Veamos los datos.
Todos estos países tienen los gastos públicos (incluyendo el gasto público social) más bajos de la UE-15, el grupo de países más ricos de la Unión Europea, al cual pertenecen. Mírese como se mire (bien gasto público como porcentaje del PIB; bien como gasto público per cápita; bien como porcentaje de la población adulta trabajando en el sector público), todos estos países están a la cola de la UE-15. Su sector público está subdesarrollado. Sus estados del bienestar, por ejemplo, están entre los menos desarrollados en la UE-15.
Una causa de esta pobreza del sector público es que, desde la Segunda Guerra Mundial, estos países han estado gobernados la mayoría del periodo por partidos profundamente conservadores, en estados con escasa sensibilidad social. Todos ellos tienen unos sistemas de recaudación de impuestos escasamente progresivos, con carga fiscal menor que el promedio de la UE-15 y con un enorme fraude fiscal (que oscila entre un 20 y un 25% de su PIB). Son estados que, además de tener escasa sensibilidad social, tienen escaso efecto redistributivo, por lo que son los que tienen mayores desigualdades de renta en la UE-15, desigualdades que se han acentuado a partir de políticas liberales llevadas a cabo por sus gobiernos. Como consecuencia, la capacidad adquisitiva de las clases populares se ha reducido notablemente, creando una economía basada en el crédito que, al colapsarse, ha provocado un enorme problema de escasez de demanda, causa de la recesión económica.

Es este tipo de Estado el que explica que, a pesar de que su deuda pública no sea descomunal (como erróneamente se presenta el caso de Grecia en los medios, cuya deuda es semejante al promedio de los países de la OCDE), surjan dudas de que tales estados puedan llegar a pagar su deuda, consecuencia de su limitada capacidad recaudatoria. Su déficit se debe, no al aumento excesivo del gasto público, sino a la disminución de los ingresos al Estado, resultado de la disminución de la actividad económica y su probada ineficacia en conseguir un aumento de los ingresos al Estado, debido a la resistencia de los poderes económicos y financieros.

Por otra parte, la falta de crédito se debe al excesivo poder del capital financiero y su influencia en la Unión Europea y sus estados miembros. Fue la banca la que, con sus comportamientos especulativos, fue creando burbujas que, al estallar, han generado los enormes problemas de falta de crédito. Y ahora están creando una nueva burbuja: la de la deuda pública. Su excesiva influencia sobre el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (este último mero instrumento de la banca) explica las enormes ayudas a los banqueros y accionistas, que están generando enormes beneficios. Consiguen abundante dinero del BCE a bajísimos intereses (1%), con el que compran bonos públicos que les dan una rentabilidad de hasta un 7% y un 10%, ayudados por sus agencias de cualificación (que tienen nula credibilidad, al haber definido a varios bancos como entidades con elevada salud financiera días antes de que colapsaran), que valoran negativamente los bonos públicos para conseguir mayores intereses. Añádase a ello los hedge funds, fondos de alto riesgo, que están especulando para que colapse el euro y que tienen su base en Europa, en el centro financiero de Londres, la City, llamada el “Wall Street Guantánamo”, porque su falta de supervisión pública es incluso menor (que ya es mucho decir) que la que se da en el centro financiero de EEUU.
Como bien ha dicho Joseph Stiglitz, con todos los fondos gastados para ayudar a los banqueros y accionistas se podrían haber creado bancos públicos que ya habrían resuelto los problemas de crédito que estamos experimentando (ver mi artículo “¿Por qué no banca pública?”, en http://www.vnavarro.org).

En realidad, es necesario y urgente que se reduzca el sobredimensionado sector financiero en el mundo, pues su excesivo desarrollo está dañando la economía real. Mientras la banca está pidiendo a las clases populares que se “aprieten el cinturón”, tales instituciones ni siquiera tienen cinturón. Dos años después de haber causado la crisis, todavía permanecen con la misma falta de control y regulación que causó la Gran Recesión.
El mayor problema hoy en la UE no es el elevado déficit o deuda (como dice la banca), sino el escaso crecimiento económico y el aumento del desempleo. Ello exige políticas de estímulo económico y crecimiento de empleo en toda la UE (y muy especialmente en los países citados en este artículo). No ha habido una crisis de las proporciones actuales en el siglo XX sin que haya habido un crecimiento notable del gasto público y de la deuda pública, que se ha ido amortizando a lo largo de los años a base de crecimiento económico. EEUU pagó su deuda, que le permitió salir de la Gran Depresión, en 30 años de crecimiento. El mayor obstáculo para que ello ocurra en la UE es el dominio del pensamiento liberal en el establishment político y mediático europeo, imponiendo políticas que serán ineficientes, además de innecesarias. Y todo para asegurar los beneficios de la banca. Así de claro.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Public Policy
en The Johns Hopkins University

Ilustración de Mikel Jaso

Un ajuste que no toque el gasto social sí es posible

Público

Un grupo de economistas contrarios al capitalismo liberal consultados por Público han encontrado en 48 horas zonas donde ajustar el presupuesto para, si no evitar todas las medidas anunciadas, sí las más dolorosas. En una situación de emergencia como la que obliga al Ejecutivo a pedir los sacrificios que pide, es posible otro ajuste que tenga el efecto inmediato que exige Europa, aseguran. Porque, aunque la verdadera solución, según dichos expertos, pasa por una reforma fiscal que afecte a las rentas más altas, los grandes patrimonios y las empresas con más beneficio, esos cambios no tendrían efecto hasta 2012.

Alberto Montero y Alfredo Serrano, profesores de Economía de la Universidad de Málaga y la Pablo Olavide de Sevilla, respectivamente, y miembros de la Fundación CEPS: Retirando las tropas de Afganistán, Líbano y Somalia (750 millones de ahorro) y eliminando la inversión en I+D de la industria militar prevista para 2010 (950 millones) se lograría el mismo efecto sobre los presupuestos públicos que congelando las pensiones, comentan.

Si se recortan además los 1.400 millones previstos para inversión en armamento este año, añaden, tampoco sería necesario modificar el cómputo de las pensiones (ahorro de 500 millones) ni eliminar la retroactividad de las prestaciones para los dependientes (670 millones).

Arcadi Oliveres, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, apunta también al gasto militar como la gran partida a recortar, y sugiere que se incluya el gasto pendiente del avión de combate Eurofighter (preveía 10.795 millones hasta 2024) y lo pendiente de los 1.353 millones para 24 helicópteros de combate Tigre.

Otra alternativa propuesta por Montero y Serrano es la eliminación de las exenciones que se aplican a los premios de loterías, apuestas y sorteos, que permitiría un ingreso a las arcas públicas de 1.165 millones, suficientes para ahorrarse la mitad del tijeretazo al sueldo de los funcionarios este año (2.250 millones).

Josep González Calvet, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, añade la supresión de cargos de libre designación, asesores que los políticos designan a dedo. Según este profesor, en la Administración española (autonomías incluidas) hay unos 25.000 puestos de este tipo, de los que podrían suprimirse 20.000 «sin impacto laboral». Como el sueldo medio ronda los 4.000 euros al mes, supondría un ahorro de 1.120 millones al año.

Serrano y Montero descubren otras partidas que podrían contribuir al ajuste, como la eliminación de la casilla de asignación tributaria a la Iglesia católica de la declaración del IRPF, una anomalía del impuesto, ya que permite a un único colectivo la posibilidad de elegir el destino de parte de la recaudación. Con su supresión se incrementarían en 250 millones los ingresos de libre asignación. Si además se suprimiesen los sueldos para los profesores que imparten religión en centros escolares públicos (650 millones al año), ajustándose a las directrices de un Estado laico, se podrían mantener los 600 millones de la ayuda al desarrollo.

Los economistas consultados están a favor del recorte farmacéutico (785 millones en dos años) a través de la adecuación de los envases a la duración estándar de los tratamientos y los fármacos unidosis. También defienden la supresión del cheque-bebé, que asignaba la misma ayuda a cualquier nivel de renta.

Más inversión, menos banca

Otra de las partidas más cuestionadas son los 6.045 millones que pretenden recortarse de la inversión pública entre 2010 y 2011. Con la economía saliendo a pedales de la recesión, todos los recortes del gasto público, que equivalen a restar dinero al Producto Interior Bruto (PIB), suponen jugársela a sufrir recaídas. Los más graves son los que afectan al empleo, como la inversión.

¿Cómo lograr suplir ese recorte? Montero, Serrano y la catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Barcelona Miren Etxezarreta no han tardado en fijarse en el fondo dotado para ayudar al sector financiero a salvarse de sus excesos en los años de la burbuja inmobiliaria.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) recibió, con cargo a los Presupuestos Generales de 2009, una partida de 6.750 millones. Acudir al Frob no es gratis, de hecho tiene un alto precio para las entidades (un 7,75% mínimo a devolver en cinco años), pero los expertos citados no consideran que las arcas públicas estén para soportar esa inversión ni las emisiones de deuda posteriores hasta llegar a una dotación prevista de 90.000 millones.

La cantidad ya dotada o parte podría recuperarse ahora que aún no ha sido utilizada (aunque algunas cajas en proceso de fusión ya han pedido parte) en lugar de mandar el eterno mensaje al sector financiero de que sus ganancias son privadas y sus pérdidas, socializadas.

Rodríguez, ¿qué hacemos con los obscenos beneficos de la banca y otras codiciosas empresas, en estos tiempos de crisis?

Iba a hacerle esta pregunta al presidente, pero desisto de ello tras ver en los últimos días la nómina de personajes y entidades que han aplaudido con vivo entusiasmo las medidas propuestas por el Secretario General del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, señor Rodriguez Zapatero:

FMI, (Fondo Monetario Internacional)

– Gerardo Díaz Ferrán, (Presidente de la CEOE y estafador)

BM, (Banco Mundial)

– José Carlos Díez, (economista jefe de Intermoney, bróker español)

BCE, (Banco Central Europeo, mero instrumento de la banca)

– Silvio Berlusconi, (sin comentarios)

– Mario Fernández, (Presidente de la BBK)

– Angel Laborda, (Director del Gabinete de Coyuntura y Estadística de la Fundación de Cajas de Ahorro –FUNCAS-)

«Los Mercados», (…conocemos a los Sindicatos, Organizaciones Empresariales, etc., pero sobre estos…, nadie sabe quienes son, ¡¡pero mandan de cojones!!)

– Eduardo Aréchaga Cilleruelo, (director del Departamento Económico-Fiscal de Confebask)

– Emilio Botín, (Banquero de sospechoso apellido, presidente del Banco de Santander)

Obama, (flamante guerrero premio Nóbel y rearmamentista)

– Todas las «Patronales» de España sin, excepción.

En fin, no me cabe todo. Ciertamente las medidas adoptadas por nuestro presidente tienen un apoyo masivo (de casi todo lo que yo detesto).

El Zapatero más marxista: «ESTOS SON MIS PRINCIPIOS, PERO SI NO LES GUSTAN TENGO OTROS»

Parece ser que nuestro presidente ha proclamado ante Obama y los líderes europeos un conocido aforismo marxista (del gran Groucho):  «ESTOS SON MIS PRINCIPIOS, PERO SI NO LES GUSTAN TENGO OTROS»

Tras su gran actuación cebándose con los débiles y no tocando ni uno solo de los privilegios de los poderosos y a fin de que este hombre pueda volver a subirse sus pantalones tras su sodomización pública internacional, le ofrezco algunas sencillas ideas de las que puede sacar ingentes montañas de dinero para ayudar al país:

1- Significativa reducción del número de efectivos de los Ejércitos y de sus despliegues, Afganistan, Líbano, Bosnia-Herzegovina y Somalia.

2- Establecer un impuesto sobre el flujo de capitales a las empresas dedicadas a la usura, como son los bancos, entidades financieras, etc. (Tasa Tobin o similar)

3- Comenzar de una vez por todas a combatir el fraude fiscal de las grandes fortunas.

4- Supresión de la Casa del Rey y sus adherencias familiares, y someterles a pagar impuestos como todos los demás.

5- Incremento de la tasa impositiva a las SICAV, situada actualmemte en un ridículo 1 %

6- Cesar la financiación a la religión Católica vía IRPF e igualmente anular su actual «exención total y permanente de los impuestos reales o de producto, sobre la renta y el patrimonio».

7- Reestructuración gubernamental y reducción de ministerios y asesores designados a dedo.

8- Imposición de un programa de austeridad y eliminación de privilegios a la casta política de diputados, senadores, consejeros autonómicos, etc.

Estas son, a grandes rasgos, algunas de las medidas que considero de justa aplicación a diferencia de la facilona actuación que el gobierno va a perpetrar contra los más débiles.

¿Que son difíciles?, claro, ¡¡lo simple y fácil es joder a los de siempre!!