Des-Montaje del caso del 4F
El 4F es uno de los casos de corrupción policial, judicial y gubernamental más grave que ha vivido la ciudad de Barcelona en los últimos años
Dos Guardias Urbanos, Víctor Bayona (24.751) y Bakari Samyang (24.738) condenados por tortura, denuncia falsa, simulación de delito, fueron los testigos clave para la condena de Rodrigo Lanza (hasta hoy 4 años en prisión) y Patricia Heras (que se suicidó después de 6 meses en prisión el 26 de abril de 2011) y otros 7 compañeros inculpados injustamente en el caso de Sant Pere mès Baix el 4 de febrero de 2006.
Parte del juicio penal se perdió pero el juicio histórico se está ganando, y para ello necesitamos la máxima difusión de esta dramática historia de corrupción, torturas, secuestro y muerte.
El 4 de febrero de 2006 alguien arrojó una maceta desde una casa ocupada (propiedad del Ayuntamiento) en la que se celebraba una fiesta, dejando herido de gravedad a un agente de policía.
El Ayuntamiento y la policía, ante la imposibilidad de averiguar quién había lanzado la maceta (pues dentro de la casa había unas 3000 personas) decidieron crear un montaje inculpando a gente inocente que no estuvo dentro de la casa y algunxs ni siquiera en la zona. Las consecuencias directas del montaje se pueden describir así:
- Álex Cisternas y Juan Pintos pasaron 2 años en prisión preventiva y otros tantos en prisión y tercer grado.
- Rodrigo Lanza pasó 2 años en prisión preventiva y hasta la actualidad sigue encerrado.
- Álex, Rorigo y Juan fueron torturados durante la detención y en los posteriores días de calabozo por la policía; su denuncia por torturas nunca prosperó.
- Patricia Heras pasó 2 meses en prisión y 4 meses en tercer grado hasta que el 26 de abril de 2011 decidió quitarse la vida.
El primer juicio (en la Audiencia Provincial de Barcelona, febrero de 2008) se desarrolló con múltiples irregularidades, no se aceptaron las pruebas de la defensa y la única prueba de la acusación fue el testimonio de dos guardias urbanos: Bakari Samyang y Víctor Bayona. Se presentó un recurso al Tribunal Supremo (julio de 2009) que ratificó la sentencia y aumentó las condenas (“eso por quejarte”). Actualmente estamos a la espera de una respuesta del Tribunal Constitucional, ante el que se presentó otro recurso.
Ahora, para desmontar esta estrategia de la policía y el Ayuntament de Barcelona para crear chivos expiatorios contamos con una nueva herramienta que acaba de salir a la luz:
Los agentes de la Guardia Urbana que fueron la pieza clave del caso, Samyang y Bayona, irán a prisión por torturar al hijo de un diplomático (Sentencia de la sección 5ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, de 17 de octubre de 2011). La sentencia también evidencia que simularon delito y falsearon el atestado, lo que cuestiona sobradamente la credibilidad de sus declaraciones como testigos de cargo en el caso 4F.
Además, Amnistía Internacional (ver informe “Sal en la Herida”) y las defensas denunciamos las torturas sufridas por los acusados del 4F y un sector de los jueces de Barcelona nos trató de mentirosos. La juez del Juzgado de instrucción 18 de Barcelona, Carmen García Martinez, se negó a investigar las torturas sufridas: Su trabajo estaba contaminado, no podía instruir los dos procesos a la vez.
CARTA ABIERTA (de la madre de Rodrogo lanza) AL (en su día)
ALCALDE DE BARCELONA JORDI HEREU
Señor Jordi Hereu:
Este martes 26 de abril del 2011 se suicidó Patricia Heras, una de las encarceladas por el caso de Sant Pere més Baix.
Le refrescaré la memoria por si no sabe a quien me refiero.
El 4 de febrero del 2006 se realizó una mega-fiesta en una casa ocupada, de propiedad del Ayuntamiento, y que había sido precintada. Los vecinos reclamaban por el ruido y se dispuso la presencia en el lugar de cuatro Guardias Urbanos. Cerca de las 6,30 am de esa mañana, se produjo un enfrentamiento, en el que, desgraciadamente, quedó en estado vegetal un policía. Se detuvieron a siete personas en el lugar. Tres de ellas que estaban en la calle y cuatro que salieron de la fiesta. Más tarde, se detuvo a Patricia y a un amigo suyo en un hospital.
Esa mañana la policía entregó un informe al entonces Alcalde de Barcelona, Joan Clos, que, cómo él mismo ha incluso ratificado años después, decía que «una maceta lanzada desde el interior del edificio» había herido al policía.
Nadie sabe qué sucedió con ese informe, al parecer ni el mismo señor Clos, pero desde luego que usted, señor Hereu, sí lo sabe. Usted era entonces Concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, y es lógico que en una situación tan grave, este informe haya seguido su curso correspondiente antes de llegar al entonces Alcalde.
También sabe de este documento la entonces Consejera de Interior, Montserrat Tura.
Pero claro, había un policía gravísimo, y el Ayuntamiento era propietario del edificio desde el que se lanzó la maceta, además de ser responsable de haber enviado a cuatro policías, sin protección, a un lugar donde había más de 1.500 personas.
Lo que sí sé, es que el informe desapareció. La versión de la policía fue cambiada por otra que permitía culpar a las personas detenidas al azar y, de esta manera, sacarse la responsabilidad de encima y comunicar con bombos y platillos que ¿justo?, increíblemente, se había arrestado a todos los culpables del altercado.
Para hacer esta nueva versión, hicieron pasar a los camiones de limpieza del Ayuntamiento que lavaron la calle borrando todas las pruebas. Luego redactaron el cuento con los nombres de los detenidos, culpando de lo más grave a los sudamericanos.
Esto, señor Alcalde, se llama corrupción y racismo.
A mí, como madre de Rodrigo, el principal inculpado, se me habla siempre del policía herido. Claro. Hay una víctima grave: hay un policía que quedó para siempre en estado vegetativo. Pero ustedes, para quitarse la responsabilidad, en vez de investigar lo sucedido, que es lo que todos siempre hemos pedido, cambiaron los hechos, callaron a la prensa, culparon a los más débiles y luego pintaron la situación con bonitas palabras.
Le dijeron a la mujer del policía y a sus hijos que fue Rodrigo quien lanzó una piedra (la segunda versión es de una piedra lanzada desde la calle, así podían acusar a alguien que detuvieron allí y que no estaba en la fiesta). No les interesa que esa mujer sepa la verdad, al contrario, así para ella su dolor tiene un rostro, el de mi hijo. Así ella no sabe de la responsabilidad del Ayuntamiento por la situación de su esposo. Jugaron con el derecho de ella y de sus hijos a saber la verdad, o al menos, a intentar saber qué sucedió.
A los tres sudamericanos se los tuvo dos años en prisión preventiva. Le recuerdo, señor Hereu, que hicimos hasta una huelga de hambre para pedir justicia. Le recuerdo que prometió en público recibirme, para luego no hacerlo.
Se realizó una farsa de juicio, porque la sentencia de culpables ya estaba escrita tanto por usted como por la señora Tura. Se apeló al Tribunal Supremo que ratificó la sentencia. Se pidió un indulto. Nada.
Los cinco principales acusados tenían que entrar a prisión.
Rodrigo ya ha cumplido más de tres años preso. Esto le pasó a los 21, ahora tiene 26.
Patricia entró en octubre a la cárcel. Salió dos meses después en tercer grado. Tenía que ir a dormir a la cárcel y trabajar durante el día.
A veces la iba a ver a su trabajo, me abrazaba entusiasta pero me decía lo difícil que se le hacía ir a dormir a la cárcel. Ya sé que no le interesa, pero igual se lo digo. Patricia tenia una mirada tan transparente que la ocultaba entre dos rizos, porque era un mirar abierto, de un espíritu hermoso y bueno, pero herido y sufriente. Patricia era un ángel que necesitaba sus alas para volar, y ustedes se las cortaron.
Yo puedo entender a los policías que mintieron, acusando a los chicos, porque eran amigos del policía herido y necesitaban descargar su rabia con alguien. Lo podría entender, pero no lo acepto. Lo que no puedo ni entender ni menos aceptar es planificar un montaje para culpar a inocentes, lo que hicieron ustedes, los políticos.
Usted la mató, señor Hereu, la mató su cobardía, su falta de carácter y sentido de la justicia, su inmoralidad como político representante de todos nosotros desde su protegido ministerio.
La mató Montserrat Tura, por los mismos motivos.
Es culpable de su muerte también Joan Clos, que no hizo nada ni fue al juicio para ratificar lo que ya había dicho: que las acusaciones eran falsas.
También son culpables de su muerte la Jueza de Instrucción Carmen García Martinez, los jueces de la Audiencia Provincial Jesús Barrientos Pacho, Carlos Mir Puig y Jesús Navarro Morales y los jueces del Tribunal Supremo D. Adolfo Prego de Oliver y Tolivar, D. Perfecto Andrés Ibáñez, D. José Ramón Soriano Soriano, D. Manuel Marchena Gómez, D. Luis-Román Puerta Luis.
Todos vosotros matasteis a Patricia, y yo no os lo perdonaré jamás.
Os desprecio porque sois corruptos y malvados, y os tengo lástima porque no llegáis ni a la sombra de Patri, ni de mi hijo Rodrigo, ni de ninguno de estos chicos y chicas acusados y castigados tan injustamente.
Habéis tratado de corromperlos a ellos, de hacerlos mentir con promesas de libertad para probar el montaje construido, pero no lo habéis logrado.
Patricia tuvo que volar en la libertad de la muerte.
Rodrigo está y seguirá luchando desde la cárcel, siendo, como él dice, libre a pesar de los muros, porque en el mundo, aunque vosotros no lo veáis, aún hay belleza, amor y valores, aún hay personas que no se dejan ensuciar con vuestra mierda y que, cada uno en su modo, son libres a pesar de las cárceles.
Y yo, Señor Hereu, no pararé hasta que hayáis pagado vuestros crímenes, a no ser que tengáis un ápice de humanidad e intentéis reparar lo irreparable.
Con desprecio,
Mariana Huidobro
Barcelona, 28 de abril 2011
Hola:
No he encontrado el artculo en cuestión.
Saludos
Rosa
Date: Thu, 6 Feb 2014 14:27:30 +0000 To: rosa.caparros@hotmail.com