Estados Unidos ha asesinado al líder de Al Qaeda Anuar al Awlaki en Yemen
En un nuevo acto de terrorismo de estado y mediante un ataque de la CIA con aviones teledirigidos dotados de misiles, y por supuesto sin ningún juicio previo al igual que en el asesinato de Ben Laden, ha sido abatido este clérigo fundamentalista por ser considerado por Washington como uno de sus enemigos más peligrosos.
Barack Obama, inmerecido Nobel de la Paz, en un discurso en una base militar -qué sarcasmo- afirmó que la muerte del líder fundamentalista representa un «hito significativo» en la lucha contra Al Qaeda.
Tal como manifestó Ben Wizer, director del Proyecto de Litigaciones de Seguridad Nacional del Sindicato Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), al enterarse del asesinato de Anwar al-Aulaki «Cualquier estadounidense debe sentirse muy perturbado al saber que su Gobierno se siente con autoridad inverificable y sin supervisión para matarle en cualquier parte del mundo si le percibe como una amenaza» dada la condición de Al-Aulaki de ciudadano nacido en EE. UU.