(En el Parlamento español)
El salario mínimo de un trabajador es de 641,40 €/mes y el de un diputado de 2.813,87 €/mes
Realmente, un diputado del Congreso cobra 3.126,52 € al mes de salario base, a lo que hay que añadir 1.823,86 € si el parlamentario no fue elegido por Madrid y 870,56 € si es electo por Madrid. Es decir, que un diputado gallego en el Congreso cobra como mínimo 4.950 €, un sueldo que puede aumentar en función del trabajo que desempeña en la Cámara Baja.
Sus señorías tiene derecho a unos complementos en el caso de que pertenezcan a una mesa –hay 38–, que también varían en función del cargo que ocupa en ellas (presidente, vicepresidente, secretario, etc). También hay complementos en caso de ser portavoz de un grupo parlamentario (1.978 € en gastos de representación y 1.052 € de libre disposición).
Por ejemplo, el complemento del presidente por ser un miembro de mesa es de 3.605,38 € –superior al sueldo base, a lo que se añaden los gastos de representación (3.915,16 €) y de libre disposición (3.210,08 €).
En total, el presidente de una mesa en el Congreso dispone, entre sueldo base, indemnización y complementos, de 14.727,7 € al mes (si fue elegido por Madrid) y de 15.681 € al mes (si procede de fuera de Madrid).
* Las dietas quedan exentas de impuestos (y no son bajas precisamente).
* En el caso de diputados y senadores, éstas suponen entre el 21% y el 31% de su remuneración total.
Los diputados, ministros cesados o senadores podrán percibir dos y tres salarios diferentes del Estado cuando se jubilen. Ésto no les está permitido al resto de las profesiones públicas.
Un tercio del sueldo de los diputados o senadores no está sujeto a IRPF porque se considera como indemnización para gastos de su cargo.
Indemnizaciones:
Los ex-ministros siguen cobrando un sueldo, durante dos años después de haber cesado, del 80 % de la última nómina.
Los ex-presidentes siguen cobrando un sueldo, durante cuatro años después de haber cesado, del 80 % de la última nómina además de cobrar la pensión vitalicia de 80.000 €
(Además, todas estas prebendas no tienen incompatibilidad alguna con otros sueldos que puedan recibir de otro trabajo)
Pensiones:
A los ex-parlamentarios con once años de actividad (no 38,5 ni 35) les pagamos un complemento* para alcanzar la totalidad de la pensión máxima.
Los ministros se aseguran este máximo, sólo con tomar posesión del cargo.
Los ex-presidentes perciben 80.000 € de pensión.
El presidente del Congreso José Bono sostiene con su inmensa cara dura que «el complemento tiene por objeto garantizar la dignidad de los parlamentarios que se jubilan».
Se deduce de la afirmación de este acomplejado personaje que los demás no somos merecedores de dignidad alguna.
Comportamientos éticos:
También existen gestos éticos como el de Julio Anguita y Felipe Alcaraz (ambos de IU) que renunciaron a este complemento, mientras que por contra Cristina Almeida es la última que lo ha solicitado porque como abogada, no había cotizado (para que se entienda bien, no había pagado) el mínimo exigido por la ley.
* Inicialmente, este complemento se pensó para aquellos que llegaban al Parlamento tras una actividad política en el exilio, sin vida laboral. Pero se ha ido aplicando a todos, entre ellos, a los que han desempeñado actividades liberales como autónomos y no han cotizado por el máximo.
Por esto, lo han percibido más parlamentarios del PP que de otros partidos, porque hay más que han trabajado como autónomos en profesiones liberales, sobre todo como abogados.
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Y todo ésto…, ¡¡sin entrar en los períodos vacacionales que se toman!!
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Gráfico, periódico Público
También Julio Anguita de IU renunció a este privilegio.
Saludos!
Gracias Alex. Lo voy a añadir.
Todo me parecería bien, si se lo ganaran.
Besos,
pero qué HIJOS DE PUTA