La imparable e impagable deuda

Antes o después, algún responsable tiene que decidir y decir que esta deuda no se puede pagar

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  • El reloj no se detiene. Cada minuto la deuda crece casi 300.000 euros, y una de las consecuencias directas de esa ingente cantidad de dinero a pagar es que necesita ser refinanciada a intervalos regulares con nuevo endeudamiento, por lo que esa «bola de nieve» deviene en imparable, y por muchos empeños y abusos gubernamentales infligidos sobre la población, todo el mundo ha de saber que resulta impagable.

Sólo en 2012 la deuda pública española pasó del 69,3 % al 84,2 % del PIB merced a cuestiones como el rescate del sistema financiero y el pago a los proveedores por parte de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. La suma de estos factores, junto con la fuerte vinculación al crédito de nuestra economía, hace que en los últimos cinco años la deuda pública española haya crecido en medio billón de euros.

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¿Feliz 2013?

Está llegando otro amenazante año…

2013

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Y en las circunstancias que vivimos, no creo que sea como para «felicitarnos» ¿no?

Mejor preparamos nuestros instrumentos de indignación para, como estos últimos años, combatir lo que se nos viene encima:

Año nuevo 2013

RECORTES (2ª parte): La Crisis internacional, la Estafa y su aprovechamiento. Algunas fechas clave.

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Crisis

2007

9 de agosto.  La crisis hipotecaria hace caer las bolsas de Estados Unidos y Europa. El Banco Central Europeo (BCE) inyecta 95.000 millones de euros a 49 entidades bancarias con problemas de financiación, debidos, en parte, a la crisis especulativa y crediticia en EE UU, cuyo detonante fue el estallido de la burbuja inmobiliaria con las hipotecas basura («subprime»). Sigue leyendo «RECORTES (2ª parte): La Crisis internacional, la Estafa y su aprovechamiento. Algunas fechas clave.»

El CAPITALISMO es cada día más incompatible con la DEMOCRACIA

Los autores de «Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero» denuncian los excesos de la banca y de los especuladores, a los que acusan de provocar la crisis y de hinchar artificialmente la deuda pública de España

Diario Público
Juan Torres López, el pasado martes en Madrid.

En los últimos 30 años el sistema capitalista se ha degradado hasta el punto de convertir a la economía mundial en un gran casino donde la especulación sin control se ha convertido en la única norma. Nadie ha puesto bridas a esa especulación sin límites: muy al contrario, el poder político ha claudicado ante el gran capital financiero encabezado por la banca internacional. Los bancos y las grandes corporaciones han terminado por adueñarse del mundo y crear una sociedad donde la desigualdad aumenta, el Estado de Bienestar está cada día más debilitado y millones de personas mueren por las decisiones económicas que toman los poderosos.

Ese el panorama que dibujan Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla y miembro de ATTAC, y Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra, en su libro Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero (Espasa Calpe). En esta entrevista (por problemas de agenda Vicenç Navarro sólo pudo responder a una pocas preguntas por escrito) los dos autores señalan a los bancos como los principales culpables de una crisis que creen que se podría haber evitado. 

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¿Quién ha vivido por encima de qué?

DESMONTANDO MITOS

Por Alejandro Pérez en Mentótica

Una vez más, quiero compartir con todos vosotros una de esas ilustrativas imágenes que nos ayudan a comprender lo que está pasando:

 

A través de esta imagen podemos vislumbrar uno de los principales problemas que dieron origen a la crisis (la deuda privada), y podemos desmontar la tan manoseada frase de que hayamos sido nosotros, los ciudadanos de a pie, los que «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades».

En efecto, fue la deuda privada y principalmente la deuda de las grandes empresas la causante de la burbuja que acabó estallando provocando la crisis económica particular de nuestro país. La deuda pública representaba un 37% del PIB y un 20% de la deuda total, cifras similares a las del endeudamiento de las familias y muy inferior a la deuda de las PYMEs (3% de la total). La que era insostenible era la deuda de las grandes empresas (aproximadamente 130% del PIB) y lo que está sucediendo ahora es que hay un trasvase de la deuda privada de esas grandes empresas y bancos hacia la deuda pública. Ésta, ha aumentado más del doble en lo que llevamos de crisis pero si no pagáramos intereses sería del 14% del PIB.

De hecho, los 40 mil millones de euros en recortes que ha presentado el PP para los presupuestos del 2013 corresponden exactamente a la cantidad que vamos a desembolsar en intereses durante este año.

Ni el endeudamiento de las familias (alimentado por la banca y las dinámicas sistémicas, ya que el salario se ha estancado durante los últimos 15 años en España) ni el endeudamiento público están en el origen de la crisis. Lo hemos repetido muchas veces pero no viene de más seguir recordándolo para poder afrontar con un mínimo de realismo las consecuencias y las soluciones de la crisis del capitalismo.

Otros datos que se hicieron públicos ayer son igualmente escandalosos. Así, un informe de Comisiones ha desvelado que más de uno de cada 3 asalariados cobra 641 euros al mes o menos, la brecha social no hace más que agrandarse y devenir insostenible. Del mismo modo, los millonarios españoles han aumentado su riqueza durante este periodo de crisis, las cinco mayores sociedades de inversión de magnates, que sólo pagan el 1% de impuestos, han crecido de 1.638 a 1.818 millones de euros. Nos dijeron que no hay lucha de clases, que todos somos clase media… otro mito que se desmorona. Aquí no es que haya una lucha de clases, hay directamente una guerra, una guerra que están ganando de forma bochornosa. Tendremos que innovar todavía más en nuestra forma de organizarnos, de todas formas el conflicto social abierto parece ya inevitable, hay que terminar de una vez por todas con el expolio de clase.

UN CAÑÓN EN EL CULO

Juan José Millás – Comité de Apoyo de ATTAC España

Si lo hemos entendido bien, y no era fácil porque somos un poco bobos, la economía financiera es a la economía real lo que el señor feudal al siervo, lo que el amo al esclavo, lo que la metrópoli a la colonia, lo que el capitalista manchesteriano al obrero sobreexplotado. La economía financiera es el enemigo de clase de la economía real, con la que juega como un cerdo occidental con el cuerpo de un niño en un burdel asiático.

Ese cerdo hijo de puta puede hacer, por ejemplo, que tu producción de trigo se aprecie o se deprecie dos años antes de que la hayas sembrado. En efecto, puede comprarte, y sin que tú te enteres de la operación, una cosecha inexistente y vendérsela a un tercero que se la venderá a un cuarto y este a un quinto y puede conseguir, según sus intereses, que a lo largo de ese proceso delirante el precio de ese trigo quimérico se dispare o se hunda sin que tú ganes más si sube, aunque te irás a la mierda si baja. Si baja demasiado, quizá no te compense sembrarlo, pero habrás quedado endeudado sin comerlo ni beberlo para el resto de tu vida, quizá vayas a la cárcel o a la horca por ello, depende de la zona geográfica en la que hayas caído, aunque no hay ninguna segura. De eso trata la economía financiera.

Estamos hablando, para ejemplificar, de la cosecha de un individuo, pero lo que el cerdo hijo de puta compra por lo general es un país entero y a precio de risa, un país con todos sus ciudadanos dentro, digamos que con gente real que se levanta realmente a las seis de mañana y se acuesta de verdad a las doce de la noche. Un país que desde la perspectiva del terrorista financiero no es más que un tablero de juegos reunidos en el que un conjunto de Clicks de Famóbil se mueve de un lado a otro como se mueven las fichas por el juego de la Oca.

La primera operación que efectúa el terrorista financiero sobre su víctima es la del terrorista convencional, el del tiro en la nuca. Es decir, la desprovee del carácter de persona, la cosifica. Una vez convertida en cosa, importa poco si tiene hijos o padres, si se ha levantado con unas décimas de fiebre, si se encuentra en un proceso de divorcio o si no ha dormido porque está preparando unas oposiciones. Nada de eso cuenta para la economía financiera ni para el terrorista económico que acaba de colocar su dedo en el mapa, sobre un país, este, da lo mismo, y dice “compro” o dice “vendo” con la impunidad con la que el que juega al Monopoly compra o vende propiedades inmobiliarias de mentira.

Cuando el terrorista financiero compra o vende, convierte en irreal el trabajo genuino de miles o millones de personas que antes de ir al tajo han dejado en una guardería estatal, donde todavía las haya, a sus hijos, productos de consumo también, los hijos, de ese ejército de cabrones protegidos por los gobiernos de medio mundo, pero sobreprotegidos desde luego por esa cosa que venimos llamando Europa o Unión Europea o, en términos más simples, Alemania, a cuyas arcas se desvían hoy, ahora, en el momento mismo en el que usted lee estas líneas, miles de millones de euros que estaban en las nuestras.

Y se desvían no en un movimiento racional ni justo ni legítimo, se desvían en un movimiento especulativo alentado por Merkel con la complicidad de todos los gobiernos de la llamada zona euro. Usted y yo, con nuestras décimas de fiebre, con nuestros hijos sin guardería o sin trabajo, con nuestro padre enfermo y sin ayudas para la dependencia, con nuestros sufrimientos morales o nuestros gozos sentimentales, usted y yo ya hemos sido cosificados por Draghi, por Lagarde, por Merkel, ya no poseemos las cualidades humanas que nos hacen dignos de la empatía de nuestros congéneres. Ya somos mera mercancía a la que se puede expulsar de la residencia de ancianos, del hospital, de la escuela pública, hemos devenido en algo despreciable, como ese pobre tipo al que el terrorista por antonomasia está a punto de dar un tiro en la nuca en nombre de Dios o de la patria.

A usted y a mí nos están colocando en los bajos del tren una bomba diaria llamada prima de riesgo, por ejemplo, o intereses a siete años, en el nombre de la economía financiera. Vamos a reventón diario, a masacre diaria y hay autores materiales de esa colocación y responsables intelectuales de esas acciones terroristas que quedan impunes entre otras cosas porque los terroristas se presentan a las elecciones y hasta las ganan y porque hay detrás de ellos importantes grupos mediáticos que dan legitimidad a los movimientos especulativos de los que somos víctimas.

La economía financiera, si vamos entendiéndolo, significa que el que te compró aquella cosecha inexistente era un cabrón con los papeles en regla. ¿Tenías tú libertad para no vendérsela? De ninguna manera. Se la habría comprado a tu vecino o al vecino de tu vecino. La actividad principal de la economía financiera consiste en alterar el precio de las cosas, delito prohibido cuando se da a pequeña escala, pero alentado por las autoridades cuando sus magnitudes se salen de los gráficos.

Aquí están alterando el precio de nuestras vidas cada día sin que nadie le ponga remedio, es más, enviando a las fuerzas del orden contra quienes tratan de hacerlo. Y vive Dios que las fuerzas del orden se emplean a fondo en la protección de ese hijo de puta que le vendió a usted, por medio de una estafa autorizada, un producto financiero, es decir, un objeto irreal en el que usted invirtió a lo mejor los ahorros reales de toda su vida. Le vendió humo el muy cerdo amparado por las leyes del Estado que son ya las leyes de la economía financiera, puesto que están a su servicio.

En la economía real, para que una lechuga nazca hay que sembrarla y cuidarla y darle el tiempo preciso para que se desarrolle. Luego hay que recolectarla, claro, y envasarla y distribuirla y facturarla a 30, 60 o 90 días. Una cantidad enorme de tiempo y de energías para obtener unos céntimos, que dividirás con el Estado, a través de los impuestos, para costear los servicios comunes que ahora nos están reduciendo porque la economía financiera ha dado un traspié y hay que sacarla del bache. La economía financiera no se conforma con la plusvalía del capitalismo clásico, necesita también de nuestra sangre y en ello está, por eso juega con nuestra sanidad pública y con nuestra enseñanza y con nuestra justicia al modo en que un terrorista enfermo, valga la redundancia, juega metiendo el cañón de su pistola por el culo de su secuestrado.

Llevan ya cuatro años metiéndonos por el culo ese cañón. Y con la complicidad de los nuestros.

El euro no tiene problemas; las clases populares sí que los tienen

Vicenç Navarro

Una de las frases frecuentemente repetida en los círculos económicos en Estados Unidos (y en menor medida en Europa) es “el euro va a desaparecer”. Las personas que repiten esa frase una y otra vez parecen ignorar cómo se fundó el euro, por quién y para beneficio de quién.

 Si supieran la historia del euro, se habrían dado cuenta de que a las fuerzas principales que hay detrás del euro les ha ido muy bien y así les sigue yendo. Mientras ellos sigan beneficiándose de la existencia del euro, el euro va a seguir existiendo.

Empecemos con la historia del Euro y la razón principal de su creación. Después de la caída del Muro de Berlín, parecía que la Alemania Oriental y la Occidental podrían reunificarse y, como era el deseo del establishment de Alemania Occidental, volver a ser, de nuevo, una Alemania unida. Esta posibilidad no era del agrado de la Europa democrática. En dos ocasiones en el siglo XX, la mayoría de los países europeos tuvieron que ir a la guerra para detener las ansias expansionistas de la Alemania Unida. Los gobiernos europeos no estaban contentos de ver a la Alemania del post-nazismo reunificada. El presidente de Francia, François Mitterrand llegó a decir irónicamente que: “Amo a Alemania tanto que prefiero ver dos Alemanias en lugar de una.”

La única alternativa para los gobiernos de la Europa democrática era asegurarse que la Alemania unida no se convirtiera en un país aislado en frente de todos los demás. Alemania tenía que integrarse a Europa. Tenía que ser europeizada. Mitterrand pensaba que una manera de hacerlo era reemplazar la moneda alemana, el marco, por una nueva moneda europea, el euro. Así es cómo se planeó integrar la Alemania unificada del post-nazismo a la Europa democrática.

El establishment alemán puso dos condiciones para aceptar la sustitución del marco alemán por el euro. Una condición fue establecer una autoridad financiera, el Banco Central Europeo, el BCE, que gestionara el euro con el único objetivo de mantener la inflación baja. El BCE debía estar bajo la fuerte influencia (es decir bajo el control) del Banco Central de Alemania, el Bundesbank. La otra condición era establecer el Pacto de Estabilidad, que impone la disciplina financiera a los Estados miembros de la Eurozona. Sus déficits públicos tendrían que mantenerse por debajo del 3% de su PIB, incluso en momentos de recesión.

Para entender por qué los otros países aceptaron estas condiciones, uno tiene que entender que el neoliberalismo (que se inició con el presidente Ronald Reagan en los Estados Unidos y con la primer ministro Margaret Thatcher en el Reino Unido) era la ideología dominante en esos países. Un objetivo importante dentro de ese dogma neoliberal era reducir el papel del Estado tanto como fuera posible, fomentar la financiación privada y restar importancia a la demanda doméstica como la manera de estimular la economía. En este punto de vista, el principal motor de la economía debía ser el crecimiento de las exportaciones. Éstas son las raíces del problema, no del euro, que está en buen estado de salud, sino del empeoramiento del bienestar de la población en esos países.

El Banco Central Europeo no es un Banco Central

¿Qué hace un Banco Central? Entre otras cosas imprimir dinero  y, con ese dinero, comprar bonos públicos del Estado, asegurándose que las tasas de interés de esos bonos son razonables y no llegan a ser excesivas. Un Banco Central protege a los Estados contra la especulación de los mercados financieros. El BCE, sin embargo, no lo hace. Las tasas de interés sobre la deuda pública de los Estados, en algunos países, se ha disparado debido a que el BCE no ha comprado deuda pública desde hace bastante tiempo. España e Italia son plenamente conscientes de ello.

Lo que hace el BCE, sin embargo, es prestar un montón de dinero a los bancos privados a una tasa de interés muy baja (inferior al 1%) y con este dinero compran bonos públicos emitidos a un interés muy alto (6% a 7% en Italia y España). ¡Se trata de una oferta fantástica para estos bancos!

Desde el pasado mes de diciembre, el BCE ha prestado más de 1 billón de euros  a los bancos privados, la mitad (500.000 millones de euros) a los bancos españoles e italianos. Esta transferencia de fondos públicos (el BCE es una institución pública) para el sector financiero privado se justifica argumentando que esta ayuda era necesaria para salvar a los bancos y, por tanto, asegurar el crédito que se ofrece a la pequeña y mediana empresa y a las familias. Este crédito, sin embargo, no ha aparecido y tanto los individuos como las medianas y pequeñas empresas siguen teniendo dificultades para obtenerlo.

En ocasiones, el BCE compra bonos públicos en los mercados secundarios de los Estados que están en problemas, pero los compra de manera casi clandestina, en dosis muy pequeñas y por períodos muy cortos de tiempo. Los mercados financieros son conscientes de esta situación. Esta es la razón por la que los intereses de los bonos públicos bajan, cuando el BCE los compra, pero luego vuelven a subir, siendo así muy difícil para los Estados poder mantener bajos los intereses de su deuda pública.

El BCE debería anunciar abiertamente que no permitirá que el interés de los bonos públicos sobrepase un cierto nivel, lo que haría imposible para los mercados financieros poder especular con ellos. Pero el BCE no lo hace, dejando a los Estados sin protección frente a los mercados financieros.

En esta situación, el argumento de que España e Italia deben reducir su déficit público para recuperar la confianza de los mercados financieros no es creíble. España ha estado reduciendo su déficit público, mientras que los intereses de su deuda pública ha ido en aumento, lo que demuestra que es el BCE, no los mercados financieros, quien determina el valor de la tasa de los intereses de la deuda.

¿Quién controla el sistema financiero europeo?

En teoría, se suponía que el BCE era el gerente del euro. Pero quien realmente controla el Euro y el sistema financiero europeo es el Bundesbank, el Banco Central alemán. Se diseñó de esa manera, como he señalado anteriormente. Pero ha habido otro hecho que ha incrementado el control del sistema financiero europeo por el Bundesbank y los bancos alemanes: el conjunto de decisiones tomadas por el gobierno alemán, en concreto por el gobierno de Schroeder socialdemócrata (Agenda 2010), y continuada por los gobiernos conservadores de Merkel, que hicieron hincapié en el sector exportador como el principal motor de economía. Oskar Lafontaine, el exministro de Finanzas de Schroeder, quería situar la demanda doméstica como el principal motor de la recuperación económica alemana. Para ello propuso aumentar los salarios y el gasto público. Él perdió y dejó el partido socialdemócrata, formando un nuevo partido, Die Linke  (La Izquierda), y ganó Schroeder (que ahora trabaja para una industria orientada a la exportación). Como consecuencia de que la actividad económica centró el énfasis en las exportaciones (la mayoría a la zona del euro), los bancos alemanes acumularon una enorme cantidad de euros. En lugar de utilizar estos euros para aumentar los salarios de los trabajadores alemanes (lo que habría estimulado no sólo la economía alemana, sino la economía europea en su conjunto), los bancos alemanes optaron por exportar euros, invirtiéndolos en la periferia de la zona euro.

Esa inversión fue la causa de la burbuja inmobiliaria en España. Sin el dinero alemán, los bancos españoles no podrían haber financiado esta burbuja, basada en una especulación enorme.

¿Cuándo aparece la crisis en España?

Cuando los bancos alemanes dejaron de prestar dinero a España como resultado de su pánico (al enterarse de que ellos mismos estaban contaminados con productos tóxicos procedentes de los bancos de Estados Unidos), la burbuja inmobiliaria se derrumbó, creando un agujero en la economía española equivale al 10% de su Producto Interior Bruto (PIB), todo ello en tan solo unos meses. Se trataba de un tsunami económico, un desastre auténtico. Inmediatamente, se pasó de un superávit a un déficit público enorme, como consecuencia de la caída de los ingresos a los Estados. Tal déficit no fue un resultado del crecimiento del gasto público (España tiene una de las tasas más bajas de gasto público per cápita entre la UE-15), sino del dramático descenso de los ingresos debido al colapso económico. El énfasis de la “troika” (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) en que España necesita reducir su gasto público está profundamente equivocado, pues el déficit público no ha sido causado por un crecimiento de los gastos (como han sugerido los comentarios frívolos de la Canciller Merkel sobre la “extravagancia del sector público español”). Esos recortes están dando lugar a otra recesión.

¿Cuál es la finalidad de la ayuda financiera?

La retórica oficial afirma que las autoridades financieras de la zona euro han puesto a disposición de España 100.000 millones de euros para ayudar a sus bancos. La realidad, sin embargo, es muy diferente. Los bancos españoles y el Estado español están profundamente en deuda. Le deben mucho dinero a los bancos extranjeros, incluidos los bancos alemanes, que han prestado casi 200.000 millones de euros a España. Estos bancos están gritando al cielo para recuperar su dinero. Es por eso que los 100.000 millones de euros han sido aprobados por el Parlamento alemán. Peter Bofinger, asesor económico del gobierno alemán, lo expresó muy claramente:

“Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España), sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en esos países.” (Pratap Chatterjee “Bailing out Germany: The Story Behind the European Financial Costs” [28/05/42]). No se podría haber dicho mejor.

Si las autoridades europeas hubieran querido ayudar a España deberían haber prestado ese dinero a un interés muy bajo a las agencias de crédito públicas españolas (como el ICO, Instituto de Crédito Oficial), a fin de resolver el enorme problema de la falta de crédito en España. Esta alternativa, por supuesto, nunca fue tenida en cuenta.

¿Dónde está el supuesto problema con el euro?

El hecho de que España tiene un enorme problema de falta de liquidez no significa que el euro esté en problemas. Muchos gobiernos regionales no pueden pagar sus servicios públicos debido a la falta de dinero. Es un hecho que las enormes diferencias en la disponibilidad de crédito dentro de la zona del euro están beneficiando a los bancos alemanes. Hoy en día, hay un flujo de capital desde España a Alemania, enriqueciendo a los bancos alemanes y determinando que los bonos públicos alemanes sean muy seguros. El hecho de que hay una crisis enorme, con grandes tasas de desempleo en los países periféricos no significa, sin embargo, que el euro esté en crisis. Estaría en crisis sólo si estos países periféricos, entre ellos España, abandonaran el euro. Eso significaría el colapso de los bancos alemanes y del sistema financiero europeo. Pero esto no va a suceder. Las medidas que se están adoptando en España y otros países de la periferia (con el apoyo de la Troika) por sus gobiernos son las medidas que las fuerzas conservadoras que tales gobiernos representan siempre han soñado: recortar los salarios, eliminar la protección social, desmantelar el Estado del Bienestar, y así sucesivamente. Tales gobiernos dicen que lo están haciendo debido a las instrucciones que reciben de Bruselas, de Frankfurt y/o de Berlín. Ellos están transfiriendo la responsabilidad a los agentes extranjeros, que supuestamente les están obligando a hacerlo. Es la exteriorización de la culpa. Su lema principal es: “No hay alternativa”.

Cuando el Sr. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, pide al Sr. Mariano Rajoy, el presidente del gobierno español (el gobierno más conservador en la Unión Europea, próximo a la ideología del grupo ultraneoliberal conocido como  el Tea Party de los Estados Unidos), él le dice que con el fin de ayudarlo, tendrá que hacer reformas en el mercado de trabajo (es decir, facilitar a los empleadores a despedir a los trabajadores). Rajoy está muy abierto a tal instrucción. En una reciente conferencia de prensa (9 de agosto de 2012), el Sr. Draghi fue muy claro. El BCE no va a comprar bonos públicos españoles a menos que el gobierno español tome medidas difíciles, impopulares como la reforma del mercado laboral, la reducción de las prestaciones de jubilación, y la privatización del Estado del Bienestar. El gobierno de Rajoy estará encantado de seguir estas instrucciones. Ya ha hecho muchos recortes y tiene proyectados 120.000 millones de euros más en recortes dentro de los próximos dos años.

El euro y su sistema de gobierno están trabajando muy bien para aquellos que tienen la voz principal dentro de la Eurozona hoy en día. El BCE está instruyendo a los gobiernos de la zona monetaria a desmantelar la Europa social y lo están haciendo. Es lo que mi buen amigo Jeff Faux, fundador del Economic Policy Institute en Washington, solía llamar “las alianzas de las clases dominantes a nivel internacional”, es decir, la alianza entre las clases dominantes de todo el mundo. Esa alianza está claramente operando en la zona del euro en la actualidad. Es por ello que el euro va a existir  por mucho, mucho tiempo.

Y… tras la gran mentira de Draghi, ¿qué?

Draghi dijo: “El BCE hará lo necesario para sostener el euro”

¿Qué rescates puede pedir España?

España e Italia quieren evitar el rescate total mediante fórmulas intermedias

La UE contempla las compras de bonos y las líneas de crédito preventivas

 


Miguel Jiménez en El País

Ninguno se llama rescate. Pero todos lo son. España ya fue pionera en una de las fórmulas de ayuda que no implican el rescate total de la economía: la asistencia para recapitalizar el sector financiero. El resultado ha sido por ahora muy negativo. Desde que España solicitó el Mario Draghirescate, la prima de riesgo (o diferencial de rentabilidad exigido a los bonos españoles a 10 años frente a los alemanes, considerados seguros) no ha hecho más que subir. Ante las dificultades para financiarse a precio razonable, los mercados apuestan por un rescate del Estado, que numerosos economistas consideran inevitable. Sin embargo, la Unión Europea contempla fórmulas de rescate intermedias que no son un rescate total, como el de Grecia, Irlanda y Portugal. Una de esas fórmulas es la que podría solicitar España. De hecho, el acuerdo marco de España con la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF) ya describe esas modalidades de ayuda y contempla incluso la posibilidad de que España pida que se use con esas fórmulas la parte de los 100.000 millones del rescate bancario que no se utilice.

Las pautas de las diferentes modalidades están muy definidas para el actual mecanismo de rescate, la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF). El tratado por el que se crea el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate definitivo, también contempla esas mismas modalidades, aunque no está en vigor ni se han establecido pautas concretas. Las fórmulas no son excluyentes entre sí. De hecho, una línea de crédito precautoria combinada con la posibilidad de compras en el mercado primario y secundario es lo que más se adaptaría a las necesidades de España e Italia.

COMPRAS EN EL MERCADO SECUNDARIO

¿En qué consiste?

Es la compra de bonos y títulos de deuda en el mercado secundario por parte del fondo de rescate europeo. Es el equivalente a las compras del Banco Central Europeo, que este interrumpió hace 20 semanas. El problema es que mientras la capacidad de compra del BCE es infinita (se trata del banco emisor y tiene todo el dinero que quiera a su disposición), el margen de maniobra de los fondos de rescate europeos es limitada, a menos que se le permitiera apelar al BCE (con una ficha bancaria, por ejemplo), cosa que por ahora no es posible, pero que empieza a contemplarse.

¿Cuál es el objetivo de la intervención en el mercado secundario de bonos?

Sirve para bajar la prima de riesgo, para reducir lo tipos de interés que se exigen en el mercado secundario, donde ya cotizan, con el objetivo de que eso abarate también las emisiones en el mercado primario (las subastas de nuevos bonos, donde el dinero va al Estado emisor). Las compras en el secundario garantizan liquidez a precios aceptables, lo que incentiva a los inversores a comprar deuda tanto en el mercado como en las subastas.

¿Qué países podrían beneficiarse?

Tanto los países que tienen ya un rescate completo como los que no lo tienen.

¿Qué condiciones implica?

Para los países que ya tienen un programa de rescate completo, se aplican las condiciones de ese programa. Para los que no tienen un programa de ese tipo, hay unas condiciones previas para poder pedir la ayuda y unas condiciones a cumplir posteriormente.

Entre las condiciones previas está la obediencia plena a las recomendaciones para corregir el déficit, el compromiso de tomar medidas dentro del procedimiento de desequilibrios excesivos, un historial de acceso razonable a los mercados de capitales, la ausencia de problemas de solvencia bancaria que puedan amenazar la estabilidad financiera europea y una deuda pública y una posición exterior sostenibles. En todo caso, la última cumbre manifestó que habría máxima flexibilidad para activar este mecanismo.

En cuanto a las condiciones a cumplir posteriormente, estarán definidas en un Memorando de Entendimiento en que se establecerán las medidas económicas a adoptar. España e Italia quieren minimizar las condiciones en caso de que finalmente opten por esta vía.

¿Cuál es el procedimiento para activar las compras?

El procedimiento se inicia por una solicitud de un Estado miembro al presidente del Eurogrupo. Sin embargo, en circunstancias excepcionales, el BCE podría emitir una alerta temprana. En todos los casos, el BCE hará un informe para identificar los riesgos para la zona euro y evaluar la necesidad de la intervención. La Comisión Europea, con la colaboración del BCE, prepararán en un plazo mínimo, de uno o dos días, el Memorando de Entendimiento en el que se especificarán el periodo donde se aplicará el mecanismo, y los ajustes presupuestarios y las reformas necesarias para recibir la ayuda. El fondo de rescate y el grupo de trabajo del Eurogrupo deben aprobar el acuerdo, que necesitará respaldo parlamentario en algunos países.

¿Qué hace el fondo de rescate con los bonos que compre?

Los valores adquiridos por el fondo de rescate en los mercados secundarios pueden ser revendidos a inversores privados, cuando las condiciones del mercado hayan mejorado, mantenerse hasta el vencimiento, revenderse al país beneficiario o utilizarse para operaciones con bancos comerciales para la gestión de liquidez del propio fondo de rescate (FEEF).

¿Cómo actúa el fondo de rescate en los mercados secundarios?

El fondo de rescate no opera directamente, sino que es el Banco Central Europeo (BCE) el que actuará como agente financiero del fondo de rescate.

COMPRAS EN EL MERCADO PRIMARIO

¿En qué consiste?

Se trata de compras de bonos en el momento de la emisión por parte de un Estado. En lugar de comprar bonos ya emitidos que se negocian en el mercado, lo que se compran son bonos de nueva emisión y los recursos pasan directamente al Estado. Sin embargo, no está pensado para usarse en solitario sino como complemento de otro tipo de rescate.

¿Qué países podrían beneficiarse de esa intervención?

Las operaciones de compra de bonos en el mercado primario se podrían hacer como complemento a los préstamos regulares en virtud de un programa de ajuste macroeconómico vinculado a un rescate total o en el marco de un programa de rescate preventivo. Este instrumento está pensado sobre todo para utilizarse hacia el final de un programa de rescate para facilitar el retorno de un país al mercado.

¿Cuál es el objetivo de la intervención en el mercado primario?

El objetivo principal es permitir a un Estado miembro a mantener o restaurar su relación con la comunidad inversora y reducir el riesgo de una subasta fallida. Al reducir la cantidad a pedir al mercado, es posible obtener mejores precios. Además, al mantener más deuda en circulación, se reduce el riesgo de ventas forzadas por parte de aquellos inversores que tienen fijado un límite vinculante, un porcentaje máximo de la deuda de un país. También serviría para aumentar la eficiencia de los préstamos del fondo de rescate. Por un lado, porque iría acompañado de inversores privados. Por otro, porque los títulos que adquiere se pueden vender en el mercado secundario si las circunstancias mejoran.

¿Qué condicionalidad implica?

Como se trata de un complemento de otro rescate ya en marcha, las condiciones serían las del programa de ajuste macroeconómico del rescate total o las impuestas en el programa de rescate preventivo. En el caso de un programa preventivo, se analizará si se deben incluir nuevas reformas en el memorando de Entendimiento.

¿Hay un límite en el monto de la compra?

Las compras en el mercado primario del fondo de rescate se limitarían a no más del 50% de la cantidad final emitida. Sin embargo, esta restricción no se aplicará si las compras se hacen a través de un fondo de coinversión, un vehículo especial que ya da participación a inversores ajenos al fondo de rescate. Esa fórmula del fondo de coinversión, en el que el fondo de rescate asume un primer tramo de pérdidas, podría de hecho interpretarse en sí misma como otra modalidad de rescate para la compra de bonos en el mercado primario y secundario.

¿A qué precio compra el fondo de rescate los bonos?

En el mercado primario, las inversiones del fondo de rescate se realizan a tipos de mercado. Por tanto, para que tenga sentido activarlo, tiene que haber cierta demanda de otros inversores. Pero si hay demanda de inversores privados, no es tan necesario acudir al fondo de rescate. Por tanto, solo parece tener un cierto sentido en la vuelta al mercado de un país ya rescatado. Pero ni siquiera Irlanda, que ha vuelto a los mercados con emisiones a corto y largo plazo ha optado por esta vía.

¿Qué modalidades hay?

El fondo de rescate puede, en primer lugar, comprar la deuda en una subasta, en cuyo caso el interés al que suscribiría los bonos sería el tipo medio ponderado al que se hayan colocado los títulos entre inversores privados. En segundo lugar, puede participar en una operación de crédito sindicado, en que también tomaría los títulos a un precio similar al del resto de los participantes en el crédito (descontando comisiones como las de aseguramiento). En ambos casos opera, con carácter general, el límite del 50%.

¿Qué hace el fondo de rescate con los bonos comprados?

Los valores adquiridos por el fondo de rescate en el mercado primario pueden ser revendidos a inversores privados, cuando las condiciones del mercado hayan mejorado, mantenerse hasta el vencimiento, revenderse al país beneficiario o utilizarse para operaciones con bancos comerciales para la gestión de liquidez del FEEF.

 RESCATE PRECAUTORIO MEDIANTE LÍNEAS DE CRÉDITO

¿Cuál es el objetivo de los programas preventivos del fondo de rescate?

El programa precautorio del fondo de rescate es una línea de crédito a un país que no tiene un rescate total para superar shocks externos de carácter temporal y tratar de evitar una crisis más grave. El objetivo es apoyar políticas sanas y asegurar la asistencia financiera del fondo de rescate antes de que dificultades más graves en los mercados de capitales, tratando de evitar el estigma de ser un país con un rescate total. Es el tipo de rescate parcial que más se adapta a las necesidades españolas. Se presenta como un herramienta de prevención de crisis (se concede la línea de crédito, pero no se activa inicialmente) y se trata de lanzar la idea de que es un apoyo temporal, de uno a dos años de plazo. El tratado del nuevo fondo de rescate (MEDE) también lo contempla. Es la fórmula que se adapta más a la situación de España e Italia, y puede combinarse con las compras en el mercado primario y secundario.

¿Qué tipo de líneas de crédito estarán disponible?

En consonancia con las líneas de crédito del FMI, hay tres tipos de línea de crédito disponibles:

Línea de crédito precautoria condicionada (PCCL, por sus siglas en inglés). Su acceso está limitado a los Estados miembros de la zona euro cuya situación económica y financiera es fundamentalmente sólida, que cumplen plenamente las recomendaciones de la UE en los procedimientos de déficit excesivo y las medidas para corregir los desequilibrios, con una deuda pública sostenible, un historial de acceso a los mercados internacionales de capitales en condiciones razonables, una posición externa sostenible y la ausencia de problemas de solvencia bancaria que supongan una amenaza a la estabilidad financiera de la zona euro. Estos dos últimos puntos pueden impedir a España acceder a esta fórmula, aunque los líderes europeos se comprometiron a ser flexibles.

Línea de crédito con condicionalidad reforzada (ECCL). Su acceso está abierto a todos los Estados miembros de la zona del euro cuya situación económica y financiera siga siendo sólida, pero no cumplan con alguno de los requisitos de la anterior (PCCL). Por tanto, el país beneficiario deberá adoptar, previa consulta con la Comisión Europea y el BCE, las medidas correctivas destinadas a subsanar las deficiencias.

Línea de crédito con condicionalidad reforzada y protección parcial del riesgo soberano (ECCL+). Una línea de crédito con condicionalidad reforzada se puede facilitar en la forma de protección parcial del riesgo soberano en emisiones en el mercado primario. El Certificado de Protección Parcial (PPC) le da al titular una cantidad fija de protección de crédito equivalente a un porcentaje del monto principal de la deuda soberana emitida. Por ejemplo, ese certificado podría cubrir frente a una quita del 20% o del 30%. El bono y el certificado se emiten conjuntamente, pero luego se pueden negociar por separado en los mercados. Sin embargo, para reclamar la protección, el inversor con un certificado debe demostrar que también posee el bono. La protección parcial está prevista sobre todo para usarse dentro de un programa precautorio, pero también puede considerarse en sí misma una modalidad de rescate.

¿Cuál sería el tamaño y la duración de las líneas de crédito preventivas?

El tamaño típico previsto de una línea de crédito del fondo de rescate sería del 2% a 10% del PIB (de 20.000 a 100.000 millones, aproximadamente, en el caso español). Su duración sería de un año, renovable por 6 meses en dos ocasiones.

¿Qué vigilancia implica solicitar una línea de crédito?

Los países que pidan este tipo de rescate parcial mediante una línea de crédito estarán durante todo ese periodo sometido a una vigilancia especial de la Comisión Europea. A requerimiento de la Comisión, un país deberá comunicar cualquier información necesaria para vigilar los gastos e ingresos públicos, realizar una auditoría de las cuentas públicas que cubra las fuentes de ingresos y gastos, llevar a cabo una auditoría sobre la calidad de las estadísticas sobre las cuentas públicas bajo la supervisión de Eurostat, comunicar a la Comisión y al BCE información semanal sobre el sistema financiero, llevar a cabo, bajo la supervisión de la Autoridad Bancaria Europea, pruebas de resistencia a la banca y facilitar al fondo de rescate toda la información necesaria. España ya cumple buena parte de esas obligaciones por el rescate para recapitalizar la banca.

¿Cómo se pone en marcha la línea de crédito?

El país miembro del euro debe pedir la ayuda a los miembros del Eurogrupo. El Eurogrupo, la Comisión y el BCE analizarán si el país reúne los requisitos para recibir la ayuda y si son necesarias medidas correctoras por parte de ese país. A partir de ese análisis, los miembros del Eurogrupo, por unanimidad, decidirán sobre la propuesta del fondo de rescate de facilitar esa línea de crédito, su tipo, cantidad y duración. Habrá un Memorando de Entendimiento y un acuerdo del fondo de rescate, como ha ocurrido con el rescate bancario. La Comisión, en colaboración con el BCE, llevará a cabo una vigilancia reforzada sobre el país en cuestión e informará trimestralmente al Eurogrupo. Si el país se desvía de sus compromisos, los miembros del Eurogrupo podrán cerrar la línea de crédito y forzar al país a pedir el rescate total. La iniciativa de la activación efectiva de la línea de crédito corresponde al país en cuestión, que debe avisar al fondo de rescate al menos con una semana de antelación de que se dispone a usar el dinero. El importe máximo de cada tramo debe estar fijado previamente, en el momento de concederse la línea de crédito. Y para poder usar los fondos, deberá cumplir las condiciones del Memorando.

RESCATE TOTAL

¿En qué consiste?

Es el rescate realizado en los casos de Grecia, Irlanda y Portugal, el rescate con un programa de ajuste macroeconómico o rescate con intervención. España e Italia tratan de evitarlo para que no se les impongan duras condiciones y el estigma en los mercados sea aún mayor que con un rescate parcial. Alemania y otros países también preferirían evitarlo por el enorme desembolso de fondos que supone. De hecho, los fondos de rescate europeos no tienen capacidad suficiente para el rescate de España e Italia a menos que se les permita recurrir a la financiación del Banco Central Europeo.

¿Cómo se pone en marcha?

El rescate total se pone en marcha tras una solicitud de ayuda por parte de un país que no pude financiarse en los mercados a precios aceptables. El país debe negociar un programa de ajuste para el país con la Comisión Europea y el FMI. Ese programa debe ser aprobado por los ministros de Economía de la zona euro y se debe firmar un Memorando de Entendimiento.

¿Cuánto tarda en ponerse en marcha?

Tras la petición de ayuda, se necesitan de tres a cuatro semanas para elaborar un programa de apoyo incluyendo el envío de expertos de la troika (la Comisión, el FMI y el BCE) al país en crisis.

¿Está el rescate total vinculado a condiciones?

Sí, está ligada a condiciones estrictas de política económica que figuran en un Memorando de Entendimiento (MoU) entre el país y la Comisión Europea. Son condiciones muy duras para reducir el déficit público (han incluido el recorte de las pensiones, la subida del IVA y el despido de funcionarios en algunos países) y reformas estructurales (que han supuesto abaratar el despido, reducir el salario mínimo, liberalizaciones o planes de privatizaciones, entra muchas otras). Si un país no cumple con las condiciones, se pueden interrumpir los desembolsos, al menos hasta que se revisen las condiciones y se renegocien.

«SIN UN CAMBIO RADICAL EN LAS POLÍTICAS TARDAREMOS AÑOS EN SALIR DE LA CRISIS»

Aboga por condonar a España, Grecia, Irlanda y Portugal la deuda generada por el rescate de los bancos.

 Entrevista de Pilar Aranguren a Eric Toussaint 
  • Eric Toussaint, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Lieja y la de París VIII, defendió en Donostia la idoneidad de acometer una bancarrota ordenada de los bancos que se encuentren en peor situación, garantizando siempre los depósitos por parte del Estado, que tomaría el control y mantendría la actividad de los mismos. Toussaint intervino en un curso organizado por la Fundación Manu Robles Aranguiz, de ELA, y la Uned.

Reclama la anulación de la deuda de los países más golpeados, como España, Grecia, Irlanda y Portugal. ¿Es un primer paso para la salida de la crisis?

Es una solución obligada. Los países como España, Portugal, Irlanda y Grecia no pueden mejorar su situación económica y garantizar a su ciudadanía los derechos básicos con el peso de una deuda que es en gran parte ilegítima. Diría que en el caso de España hay que descartar definitivamnte la posibilidad de hacer un rescate de actores privados, como la banca, a costa del Tesoro público. Es una solución obligada pero por supuesto no es la panacea. Tiene que estar en el marco de medidas complementarias.

¿Como las encaminadas a reactivar la economía?

Es necesaria una política para incentivar la actividad económica, lo que implica tener más medios financieros en el presupuesto del Estado para aumentar el gasto público, generando empleo, demanda pública para estimular la economía y también gasto público para atender a las víctimas de la crisis que necesitan ayuda. Para hacer esto hay que anular la parte ilegítima de la deuda, pero también es fundamental aumentar los ingresos fiscales, lo que implica otra política tributaria. En los países más industrializados, como España, ha habido una política tributaria que ha hecho regalos al 1% más rico.

¿Cuando habla de parte ilegítima de la deuda a qué se refiere?

Es una deuda que se ha generado por el rescate de bancos que son responsables de su situación. Como por ejemplo, en el caso de Bankia ha recibido 4.000 millones y necesitará otros 19.000.

El juez ha imputado a la cúpula de Bankia por delito societario por la fusión y la salida a Bolsa. ¿Cree que es necesario depurar responsabilidades penales si las hubiera?

Es bueno que la Justicia adopte iniciativas contra los responsables de la crisis, tanto de la banca, como de los reguladores u organismos que deberían haber controlado si se detecta una falta de control.

Aboga por la nacionalización de los bancos. ¿No sería una medida muy radical?

Es una medida radical. Pero mi reflexión es que realmente el sector de la banca tiene que ser un servicio público, ya que recoge el ahorro de la ciudadanía, que deposita su confianza en una institución. Tiene que ser un servicio público bajo el control ciudadano. Debería haber una carta magna que regule las condiciones de dicho servicio y su control, que implica auditorías externas permanentes y rendir cuentas.

Al inicio de la crisis quedó patente que fallaron los controles de los bancos. Se habló de endurecerlos, pero otra vez se están relajando.

¿Volvemos a las andadas?

No hubo el control debido. También hay que tener en cuenta que hubo una desregulación financiera sistemática con el apoyo de grandes instituciones, como el FMI, que recomendada desregulación financiera. También el gobierno de Clinto y de Bush o la Comisión Europea. En EE UU y en Inglaterra se ha producido un proceso de más regulación, pero en los países de la zona euro no, y eso nos lleva a Bankia o a Dexia en Bélgica. La lista es larga.
Los grandes bancos privados europeos se están manteniendo a flote con crédito barato del BCE. Tendríamos que tener otra situación y no utilizar el dinero del BCE para esto, sino exigir el saneamiento de las cuentas de los bancos, que tienen muchos activos tóxicos, que son bombas que pueden explotar en cualquier momento.

¿Habría que dejarlos caer como hizo EE UU con Lehman Brothers?

No como ocurrió con Lehman Brothers. Lo que hay que hacer es llegar a una bancarrota, garantizando todos los depósitos por el Estado, que toma el control con una institución puente, manteniendo las actividades. La bancarrota quiere decir que los accionistas y los administradores del banco son fallidos y tienen que rendir cuentas ante la justicia por la gestión.

¿Cre que las medidas adoptadas en la cumbre de Bruselas van en la buena dirección?

Está bien que se otorgue crédito directo a la banca, porque no aumenta la deuda pública. Pero si no se ponen condiciones a la banca para que cambie su comportamiento y se extreman los controles, no servirá de nada.

Dice que tardaremos entre diez y veinte años en salir de la crisis. ¿No es muy pesimista?

Esta crisis es solo comparable a la del 29. Si se sigue con políticas de reducir el gasto público y la demanda privada no se hará más que empeorar y prolongar la crisis. Pero se puede reducir el periodo si se produce un viraje político radical. Pero no soy demasiado optimista porque los gobiernos europeos han decidido seguir en la misma dirección y a costa de recortar derechos sociales. La propia banca reconoce que tardará cuatro o cinco años en recuperar la actividad crediticia.