Brutalidad de los Mossos d’Esquadra en el 15-M de Pza. Catalunya

Ante una pacífica cuidadanía, la policía del impresentable Conseller de Interior de la Generalitat Felipe Puig carga con un sadismo injustificable:

  • Tweets  relatando el desalojo desde primera hora de la mañana hasta las 12:20 h.

Hay bastantes heridas, pero en general en #acampadabcn se respira euforia. Hemos sabido ser más y más inteligentes que ellos. #nonosvamos

hace 51 minutos

#acampadabcn ha resistido a porrazos,atropello,peloteras,patadas… Sin tener plan previo. Inteligencia colectiva desbordante #bcnsinmiedo

hace 1 hora

Puig (Consejero Interior) no sabe la q ha liado. Miles de personas rodean Plza. Catalunya. Cada vez somos más. No pueden acabar cn esto por la fuerza #acampadabcn

hace 1 hora

No os preocupéis, estoy bien. Sólo apago el movil para guarda poco de bateria. Besos

hace 2 horas

Cargan más fuerte. Me voy! #acampadabcn

hace 2 horas

Me quedo sin bateria!!!

hace 2 horas

Más disparos sin munición. Nadie corre. #acampadabcn

hace 2 horas

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@ga—– @Jesu—- ES IMPOSIBLE que haya Mossos heridos, excepto autolesiones. Si no me crees, ven #acampadabcn

hace 2 horas

Nos están disparando con las nuevas escopetas de balas de goma. Pero ES SOLO EL RUIDO, traquils!!! nadie se va!!! #acampadabcn

hace 2 horas

Hay un punto de PRIMEROS AUXILIOS en l esquina de Rbla Catalunya. Es importante

hace 2 horas

Es verdad q «no tenemos miedo», la gente sonría. RECUERDO: Hoy hay mani contra #retallades a las 17h, volvemos a #acampadabcn a las 19h

hace 2 horas

La gente está super animada.. Rda Universitat cortada. Gritos de «baja del camión!» a los currantes de Bcneta #acampadabcn

hace 2 horas

@

@sin—_ gracias pero estoy bien. No tenemos miedo!!

hace 2 horas

Sale un camión de Bcneta cargado de la plaza. Se intenta bloquear con sentada delante. Gritos «no colaboréis» #acampadabcn

hace 2 horas

Enjambre de cámaras al lado de las cargas. Si mañana no salen imágenes fuertes d los mossos en diarios tiene un nombre: censura #acampadabcn

hace 3 horas

Cada vez más gente. Nos enteramos d detalles alucinantes: los primero q han requisado son los ordenadores de #acampadabcn

hace 3 horas

Siento ser arrogante pero hemos ganado. No podrán gestionar este descrédito #acampadabcn

hace 3 horas

@Mar——- perdó, escric a tota velocitat… El telefon treu fum! ;-))

hace 3 horas

Manos en el aire. Mossos impotentes ante la determinación e inteligencia colectiva #acampadabcn #notenemosmiedo

hace 3 horas

Contra la violencia, ironía: los mossos amagan con cargar de nuevo, y la gente grita «otra, otra, otra…» como en un concierto #acampadabcn

hace 3 horas

Emocionante: después de recibir montón de hostias, la gente grita «no tem por» (no tenemos miedo) #acampadabcn

hace 3 horas

Ha habido Guardias Urbanos interponiéndose entre Mossos y manifestantes de lo fuerte q iban los mossos #acampadabcn

hace 3 horas


Violents armats amb objectes contundents trenquen la tònica pacífica d’ #acampadabcn http://twitpic.com/532eaq

hace 3 horas

@

@acampadasol estoy actualizando cada muy poc por si os sirve 🙂

hace 3 horas

Mossos amenazan con atropellar a otros si no se apartan d la carretera #acampadabcn

hace 3 horas

No sé si era carga o anuncio de carga sólo en Rd Sant Pere, perdón por la confusión, no es fácil #acampadabcn

hace 3 horas

Se les ha ido la olla. Cargan en Ronda Sant Pere sin tener conytrolada la plaza. Cada vez más gente #acampadabcn #notenemosmiedo

hace 3 horas

«Esta es su democracia» era un lema q me sonaba demagogia. Ahora me suena descriptivo #acampadabcn

hace 3 horas

Numero de matrícula de la patrulla q ha atropellado a posta a manifestantes: 7205FVH #acampadabcn

hace 3 horas

Patrulla de la Guardia Urbana ATROPELLA a varios manifestantes a posta. Lo he visto con mis ojos ahora mismo #acampadabcn

hace 3 horas

Que yo sepa 4 heridos #acampadabcn

hace 3 horas

Han roto una rodilla a golpes a un manifestante #acampadabcn

hace 3 horas

Veo más porrazos. Gente resiste pacificamente, manos levantadas, pero determinació. El helicóptero provoca ambiente d confusión #acampadabcn

hace 3 horas

Segundo herido q veo: sangre en la cabeza #acampadabcn

hace 3 horas

Sacan a un herido #acampadabcn

hace 3 horas

La gente levanta los brazos en señal de no-violencia. Los Mossos también levantan, para golpear con la porra a la gente sentada #acampadabcn

hace 3 horas

Vienen. Empieza la carga #acampadabcn

hace 3 horas

Los Mossos anuncian que cargarán contra ls concentrads en uno de los accesos. Lo estoy viendo, no hacen nada!!!! #acampadabcn

hace 3 horas

«Desalojo pacífico por motivos de salubridad» Periodista q miente más q habla. Está viendo lo mosmo que yo. Sabe q no es así #acampadabcn

hace 4 horas

Los Mossos están muy nerviosos. Obligan a fotógrafo a borrar su tarjeta de memoria sin ningún motivo #acampadabcn

hace 4 horas

Veo q la gente de dentro levanta las manos y juegan con globos. Tremenda provocación, supongo #acampadabcn

hace 4 horas

Lo bueno de gente como Puig es q se quita la careta de demócrata a la mínima. La imágenes de hoy… Ya veréis el efecto. #acampadabcn

hace 4 horas

La gent crida «si ens toqen a una, ens toquen a totes» #acampadabcn

hace 4 horas

Un chico intenta entrar a por sus cosas. Los Mossos le pegan y, entre dos, lo tiran al suelo #acampadabcn

hace 4 horas

@serg—— no servirá ya de nada. Los mossos han aterrorizado a los currantes…

hace 4 horas

Cargan contra quienes intentábamos convencer a los currantes de Bcneta. No hemos hecho nada #acampadabcn

hace 4 horas

Grupo d gente bloquea pacíficamente (sentada en el suelo) los camiones de Bcneta q salen de Pl Catalunya #acampadabcn

hace 4 horas

Currantes dl SEM tb participan en operativo «Nos parece bien, pero es que…» Si algo sabemos tras #acampadabcn s q si no obedeces,no pueden

hace 5 horas

Trabajadores Bcneta dicen q van a obedecer y se van a llevar las cosas pq tienen miedo a represalias d la empresa. #acampadabcn

hace 5 horas

En Urquinaona un enorme dispositivo de Bcneta (EMPRESA DE  LIMPIEZAS DEL AYTO.) espera órdenes #acampadabcn

hace 5 horas

A les 19h tornarem a Plaça Catalunya si no ha sigut abans #acampadabcn

hace 5 horas

Rectifico: AVUI A LES 19h a plaça Catalunya. Reprenem el que es nostre #acampadabcn

hace 5 horas

A les 9.00 horas tothom a Plaça Catalunya. I. AQUESTA TARDA A LES 20h REPRENEM LA PLÇA #acampadabcn #estonoseacaba #nonosvamos #acampadasol

hace 5 horas

Dentro de #acampadabcn hay una chica embarazada. Los Mossos le impiden q salga y la amenazan #notenemosmiedo

hace 5 horas

Autobuses de línea q pasan al lado pitan en señal de solidaridad #acampadabcn

hace 5 horas

Quienes hablabais de no permitir la represión a una protesta pacífica en Tunez, Egipto… No permanezcáis callads #acampadabcn

hace 5 horas

A los mossos q forman en dispositivo de desalojo se les une la unidad antidisturbios de la Guardia Urbana. Todos encapuchados. #acampadabcn

hace 5 horas

Derrota electoral ganada a pulso

A ningún observador avisado puede sorprenderle la debacle electoral sufrida por el PSOE.

Desde muchos ámbitos veníamos denunciando la derechización de este partido y su rápida conversión al neoliberalismo con la adopción, en estos últimos años, de nefastas políticas económicas salidas desde despachos de instituciones financieras mediante las que se está haciendo pagar la crisis a los más humildes, mientras que bancos y grandes empresas se están ya reflotando vigorosamente y volviendo a sus obscenos beneficios.

Recordemos algunas de las nefastas actuaciones (por activa o pasiva) de nuestro actual gobierno:

  • Cancelación del PRODI
  • Aprobación de la Ley Sinde
  • Cancelación del proyecto de Ley de Transparencia
  • Aumento incontrolado y exagerado de tarifas de energía
  • Incremento del IVA
  • Modificación de edad y periodo de cómputo, Jubilación
  • Reforma laboral, inseguridad y precarización del trabajo
  • Privatizaciones (Cajas de ahorro, Loterías, AENA, etc)
  • Rescate de la banca privada (FROB)
  • Incremento impuestos indirectos (no progresivos; carburantes, tabaco, alcohol, etc)
  • Eliminación Cheque-Bebé y modificaciones a la baja en Ley Dependencia
  • Ayudas económicas directas a otras grandes empresas (automovilísticas principalmente)
  • Voto en contra de la «dación en pago» para extinción hipotecas (PP-PSOE)
  • Mantenimiento de la ridícula fiscalidad (1%) para las SICAV’s
  • No recuperación del impuesto de patrimonio
  • Reuniones y pactos privados con bancos y grandes empresas.

Ahora bien, tras esta merecidísima derrota al partido de gobierno, quien ha dado la espalda a la ciudadanía y se ha echado en brazos de los mercados, se acaba la copia y nos llega el original, es decir el Partido Popular, que es algo notablemente peor de lo que tenemos y tratará de hacer más de lo mismo.

Conclusión:  Si la alternativa es mucho peor, hay que derrotarla igualmente, y a no más tardar.

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Elocuente imágen de la noche electoral de ayer:

Qué gozo y qué alborozo muestra  la integrista local ésta con su banderita y su «hiyab cristiano».

15 DE MAYO: ¿Quién es quién en las protestas de la red?

DIFERENTES INICIATIVAS CIUDADANAS Y DESCENTRALIZADAS EXPRESAN EL DESCONTENTO CON LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA

De forma descoordinada pero con el nexo común del hartazgo ante una clase política que continuamente se ve relacionada con casos de corrupción y alejada del bienestar de la ciudadanía, miles de mensajes se han agrupado bajo el nombre de estas cuatro ‘marcas’: No les votes, Democracia Real Ya, Estado del Malestar y Juventud sin Futuro. Ahora salen a la calle, pero su éxito, con la excepción de las performances públicas de Estado del Malestar, se ha reflejado hasta el momento en el muro de Facebook, los retuiteos de mensajes y hasta en el viejo e-mail. La expectativa para la movilización está creada.

- Tres hitos sociales de las movilizaciones en internet
- El 15 de mayo la indignación tiene un plan

Héctor R. Letón y Diego Sanz Paratcha (Redacción Diario Diagonal)
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Con el precedente de las revoluciones árabes y la manifestación masiva de la juventud precaria en Portugal, en apenas tres meses ha surgido en España todo un movimiento en red que llama a no resignarse por la situación de crisis y el alejamiento respecto a la política institucional.

La convocatoria de una manifestación para el 15 de mayo con el lema “Democracia real ya: no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” ha aglutinado el sentimiento de indignación. El lenguaje y las formas recuerdan a las convocatorias por la vivienda digna de 2006, si bien las actuales iniciativas apuntan a un malestar más generalizado.

NOLESVOTES

La aprobación de la llamada Ley Sinde el 15 de febrero agotó la paciencia de muchos. De forma inmediata, el hashtag (etiqueta) #nolesvotes comenzó a replicarse sobre todo tipo de noticias políticas. El lema “se tiene que notar a la hora de votar” de las movilizaciones contra la guerra de Iraq se transformaba en las redes sociales. “Es la gota que colmó el vaso, todo esto no es sólo por la ley Sinde. La gente está hasta las narices de lo que hacen los políticos, ellos representan los intereses de bancos, de las multinacionales, de la SGAE”, explica Enrique Dans, uno de los precursores de este movimiento. En su lanzamiento también participaron los conocidos blogueros Ricardo Galli, Javier de la Cueva y, especialmente, Carlos Sánchez Almeida.

No les votes no promueve la jornada del 15 de mayo. “No sé que haré ese día, no es algo que estemos coordinando. Lo que no quiere decir que puede que salga a la calle ese día, ni que no haya retuiteado muchas de las consignas que promueven quienes organizan esta jornada”, explica Dans.

“La clase política debe entender que si hay gente que se opone, significa que hay un malestar social. No es entendible que tres partidos, PP, PSOE y CiU, aprueben la ley Sinde y la gran base social se oponga. Es una partitocracia absurda”, afirma Dans, quien espera a las elecciones del 22 de mayo para comprobar la fuerza que tiene los actos coordinados en Twitter o Facebook que están canalizando este descontento social. Al igual que ya ha ocurrido en las últimas semanas en los países árabes.

DEMOCRACIAREALYA

Todo empezó como una conversación entre varios ‘amigos’ de Facebook hasta que desembocó en la convocatoria del 15 de mayo, este grupo se ha ido ampliando a través de Facebook, Tuenti, Twitter y otras redes sociales a gente que tuviera una visión similar”, explica Fabio Gándara, uno de los promotores de Democracia Real Ya. En total, se han anunciando 32 ciudades que albergarán estas protestas, localidades dónde se han conformado distintas asambleas para su organización.

Después de todo esto han logrado unos acuerdos mínimos que defender y que catalogan como “anticapitalistas”. “Es una iniciativa ciudadana para defender a todo el mundo, parados, jóvenes, precarios, etc. Queremos que la gente olvide sus divergencias ideológicas y se acerquen a este foro común al margen de partidos y de sindicatos”, afirma Gándara. Uno de sus leitmotiv es el hartazgo hacia los canales tradicionales de participación política que representan partidos políticos y grandes sindicatos.

“Ahora es el momento de salir de la red, de ir más allá de dar a una tecla”, explica Gándara, quien pretende que el 15 de mayo se iguale a movilizaciones como las que ha habido en Portugal, Reino Unido o los países árabes. En todos ellos, antes de salir a la calle se crearon sinergias en la red. Conscientes de que esto es sólo el principio de algo, sus lemas van en este sentido: “Estoy indignado”, “Creo que puedo cambiarlo”, “Creo que puedo ayudar”, “Sé que unidos podemos” o “Sal con nosotros”.

“Necesitamos una nueva forma de comunicar. Utilizar un lenguaje inclusivo, que no sea light, pero sí reivindicativo. El uso de un determinado tipo de lenguaje te puede encasillar demasiado”, explica este integrante de Democracia Real Ya.

MALESTAR.ORG

Un joven monta una convocatoria por Facebook en Sevilla contra la gestión de la crisis y la corrupción política. Grupos de gente en Madrid y Santander secundan su convocatoria de hacer una performance semanal de denuncia en una plaza céntrica. Más tarde surge el nombre: Estado del Malestar. Apenas dos meses después, medio centenar de ciudades, casi todas capitales de provincia, tienen su propio grupo promotor.

“Queremos comunicar que no es momento de quejarse en los bares”, resalta María, una trabajadora social que forma parte del nodo madrileño de malestar.org, “Esto no es un grupo, es un lugar”, remacha Marcos, en medio de la octava performance del colectivo en la Puerta del Sol. “Queremos abrir espacios y herramientas para que la gente se organice”, explica. Pero, asegura María, es importante “dejarse la ideología en casa para poder juntarse en la calle”.

Cada viernes a las 19 horas, por la plaza en cuestión se van dejando caer quienes han visto la convocatoria. Hasta ahora, en Madrid se ha representado desde un partido de fútbol entre PPSOE y PSOEPP hasta el juego de cruzar una simple línea en el suelo (“la línea de la indignación a la acción”). El seguimiento es irregular, tan variado como la procedencia de quienes forman los grupos: “estamos los que venimos siempre, y luego gente que va rotando”, asegura María. En el foro y en la página de Facebook del nodo madrileño participan unas 600 personas.

Como grupo difuso y reacio a adoptar posturas comunes más allá de la expresión conjunta en la calle, no existe un respaldo formal de todos los nodos de malestar.org a la convocatoria del 15 de mayo. “Pero en Barcelona, por ejemplo, lo votaron y decidieron que sí la apoyaban”, informa Marcos. “Y yo tengo claro que muchos de nosotros estaremos en la manifestación del 15”, añade María.

A la protesta del 15 de mayo también convoca Juventud Sin Futuro, una agrupación de asociaciones universitarias de Madrid. Casi como punto de partida de las movilizaciones del día 15, esta organización convocó una manifestación por el centro de Madrid el 7 de abril. Sus principales reivindicaciones giran en torno a la última reforma laboral, a la reforma del sistema de pensiones y a la mercantilización de la educación pública.

Al revés que el resto de grupos, después de su convocatoria más clásica, sus consignas y lemas han sido difundidas masivamente por las redes sociales y los medios de comunicación. Incluso el mismo 7 de abril se organizaron actos en otras diez ciudades del Estado y colectivos estudiantiles intentan conformar fuera de Madrid plataformas similares. En el resto de Europa, protestas similares se produjeron en torno al 24 de marzo.

Prólogo de Sampedro para «INDIGNAOS», de Hessel



Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura. Al igual que a Stéphane Hessel, me escandaliza e indigna la situación de Palestina y la bárbara invasión de Irak. Podría aportar más detalles, pero la edad y la época bastan para mostrar que nuestras vivencias han sucedido en el mismo mundo. Hablamos en la misma onda. Comparto sus ideas y me hace feliz poder presentar en España el llamamiento de este brillante héroe de la Resistencia francesa, posteriormente diplomático en activo en muchas misiones de interés, siempre a favor de la paz y la justicia.

¡INDIGNAOS! Un grito, un toque de clarín que interrumpe el tráfico callejero y obliga a levantar la vista a los reunidos en la plaza. Como la sirena que anunciaba la cercanía de aquellos bombarderos: una alerta para no bajar la guardia.

Al principio sorprende. ¿Qué pasa? ¿De qué nos alertan? El mundo gira como cada día. Vivimos en democracia, en el estado de bienestar de nuestra maravillosa civilización occidental. Aquí no hay guerra, no hay ocupación. Esto es Europa, cuna de culturas. Sí, ése es el escenario y su decorado. Pero ¿de verdad estamos en una democracia? ¿De verdad bajo ese nombre gobiernan los pueblos de muchos países? ¿O hace tiempo que se ha evolucionado de otro modo?

Actualmente en Europa y fuera de ella, los financieros, culpables indiscutibles de la crisis, han salvado ya el bache y prosiguen su vida como siempre sin grandes pérdidas. En cambio, sus víctimas no han recuperado el trabajo ni su nivel de ingresos. El autor de este libro recuerda cómo los primeros programas económicos de Francia después de la segunda guerra mundial incluían la nacionalización de la banca, aunque después, en épocas de bonanza, se fue rectificando. En cambio ahora, la culpabilidad del sector financiero en esta gran crisis no sólo no ha conducido a ello; ni siquiera se ha planteado la supresión de mecanismos y operaciones de alto riesgo. No se eliminan los paraísos fiscales ni se acometen reformas importantes del sistema. Los financieros apenas han soportado las consecuencias de sus desafueros. Es decir, el dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos. Como dice Hessel, “el poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos, y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general”

¡INDIGNAOS!, les dice Hessel a los jóvenes, porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia. De la indignación nació la Resistencia contra el nazismo y de la indignación tiene que salir hoy la resistencia contra la dictadura de los mercados. Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas. Hessel reconoce que para un joven de su época indignarse y resistirse fue más claro, aunque no más fácil, porque la invasión del país por tropas fascistas es más evidente que la dictadura del entramado financiero internacional. El nazismo fue vencido por la indignación de muchos, pero el peligro totalitario en sus múltiples variantes no ha desaparecido. Ni en aspectos tan burdos como los campos de concentración (Guantánamo, Abu Gharaib), muros, vallas, ataques preventivos y “lucha contra el terrorismo” en lugares geoestratégicos, ni en otros mucho más sofisticados y tecnificados como la mal llamada globalización financiera. ( Fuente Periodismo Humano.com)

¡INDIGNAOS!, repite Hessel a los jóvenes. Les recuerda los logros de la segunda mitad del siglo XX en el terreno de los derechos humanos, la implantación de la Seguridad Social, los avances del estado de bienestar, al tiempo que les señala los actuales retrocesos. Los brutales atentados del 11-S en Nueva York y las desastrosas acciones emprendidas por Estados Unidos como respuesta a los mismos, están marcando el camino inverso. Un camino que en la primera década de este siglo XXI se está recorriendo a una velocidad alarmante. De ahí la alerta de Hessel a los jóvenes. Con su grito les está diciendo: “Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitáis que os lo arrebaten”.¡INDIGNAOS! Luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad prometidos tras la dolorosa lección de la segunda guerra mundial. Para distinguir entre opinión pública y opinión mediática, para no sucumbir al engaño propagandístico. “Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente”, señala Hessel. Y yo añado: ¿quién es la gente pudiente? Los que se han apoderado de lo que es de todos. Y como es de todos, es nuestro derecho y nuestro deber recuperarlo al servicio de nuestra libertad.

No siempre es fácil saber quién manda en realidad, ni cómo defendernos del atropello. Ahora no se trata de empuñar las armas contra el invasor ni de hacer descarrilar un tren. El terrorismo no es la vía adecuada contra el totalitarismo actual, más sofisticado que el de los bombarderos nazis. Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del “siempre más”, del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes.

¡INDIGNAOS!, sin violencia. Hessel nos incita a la insurrección pacífica evocando figuras como Mandela o Martin Luther Kingo. Yo añadiría el ejemplo de Gandhi, asesinado precisamente en 1948, año de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de cuya redacción fue partícipe el propio Hessel. Como cantara Raimon contra la dictadura: Digamos NO. Negaos. Actuad. Para empezar, ¡INDIGNAOS!

Jose Luis Sampedro

¡Indignaos!

Ignacio Ramonet   en   Le Monde Diplomatique

Tiene 93 años. Se llama Stéphane Hessel. Y la historia de su vida es una fabulosa novela. Lo era ya, en cierto modo, antes mismo de que naciera. Algunos quizás recuerden aquella película de François Truffaut,  Jules et Jim . Pues bien, la mujer anticonformista interpretada por Jeanne Moreau, y uno de sus dos amantes (1),  Jules , judío alemán traductor de Proust, fueron sus padres. En la atmósfera artística del París de los años 1920 y 1930, Stéphane Hessel creció rodeado de los amigos de la casa, entre otros, el filósofo Walter Benjamin, el dadaísta Marcel Duchamp y el escultor Calder…

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se alista en la Resistencia y se suma, en Londres, al equipo del general De Gaulle, quien le confía una peligrosa misión en territorio francés. Detenido por los nazis, es torturado y deportado al campo de exterminio de Buchenwald, de donde trata, una y otra vez, de evadirse. Lo acaban capturando y lo condenan a la horca. A punto de ser ejecutado, consigue usurpar la identidad de un muerto y logra por fin evadirse. Se une a la lucha por la liberación de Francia, inspirado en los principios del Consejo Nacional de la Resistencia que promete una democracia social, la nacionalización de los sectores energéticos, de las compañías de seguros y de la banca, y la creación de la Seguridad Social.

Después de la victoria, De Gaulle lo envía -tiene apenas 28 años- a Nueva York, a la ONU, cuyos fundamentos teóricos se están acicalando entonces. Allí, Hessel participa, en 1948, en la elaboración y redacción de uno de los documentos más trascendentales de los últimos seis decenios: la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Regresa luego a París para integrarse en el gabinete socialista de Pierre Mendès-France, que inicia la descolonización, pone fin a la guerra en Indochina, y prepara la independencia de Túnez y Marruecos.

Los años más recientes, este noble y persistente defensor de las causas justas, diplomático de profesión, los ha consagrado a protestar sin descanso contra el trato dispensado a los «sin papeles», a los gitanos, a todos los inmigrantes…

Y si hoy nos referimos a él, es porque acaba de publicar un librito, más bien un breve panfleto político de 30 páginas, devenido -en la Francia popular sublevada contra la regresión social-, un excepcional éxito editorial y un fenómeno social. Gracias al boca a boca y, sobre todo, a las nuevas redes sociales, el texto, ninguneado al principio por los medios de información dominantes, ha conseguido franquear las censuras y llenar de esperanza miles de corazones. En apenas unas semanas, de este repertorio de las injusticias más indignantes, ya se han vendido (cuesta 3 euros) más de 650.000 ejemplares… Algo jamás visto. Su título: una consigna,  ¡Indignaos! (2).

Dice Balzac que el panfleto «es el sarcasmo convertido en bala de cañón». Añade Stéphane Hessel que la indignación es la pólvora de toda explosión social. Dirigiéndose a sus lectores, les recomienda: «Deseo que halléis un motivo de indignación. Eso no tiene precio. Porque cuando algo nos indigna, nos convertimos en militantes, nos sentimos comprometidos y entonces nuestra fuerza es irresistible».

Los motivos de indignación no escasean: «En este mundo, dice Hessel, hay cosas insoportables». En primerísimo lugar: la naturaleza del sistema económico responsable de la actual crisis devastadora. «La dictadura internacional de los mercados internacionales» constituye además, según él, «una amenaza para la paz y la democracia». «Nunca, afirma, el poder del dinero fue tan inmenso, tan insolente y tan egoísta, y nunca los fieles servidores de Don Dinero se situaron tan alto en las máximas esferas del Estado».

En segundo lugar, Hessel denuncia la desigualdad creciente entre los que no tienen casi nada y los que lo poseen todo: «La brecha entre los más pobres y los más ricos jamás ha sido tan profunda; ni tan espoleados el afán de aplastar al prójimo y la avidez por el dinero». A guisa de enmienda sugiere dos propuestas sencillas: «Que el interés general se imponga sobre los intereses particulares; y que el reparto justo de la riqueza creada por los trabajadores tenga prioridad sobre los egoísmos del poder del dinero».

En temas de política internacional, Hessel afirma que su «principal indignación» es el conflicto israelo-palestino. Recomienda que se lea «el informe Richard Goldstone de septiembre de 2009 sobre Gaza (3), en el cual este juez sudafricano, judío, que incluso se declara sionista,  acusa al ejército israelí». Relata su visita reciente a Gaza, «prisión a cielo abierto para un millón y medio de palestinos». Una experiencia que lo sobrecoge y solivianta. Aunque no por ello reniega de la no-violencia.  Al contrario, reafirma que «el terrorismo es inaceptable», no sólo por razones éticas sino porque, al ser «una expresión de la desesperación», no resulta eficaz para su propia causa pues «no permite obtener los resultados que la esperanza puede eventualmente garantizar».

Hessel convoca el recuerdo de Nelson Mandela y de Martin Luther King. Ellos, dice, nos indican «el camino que debemos aprender a seguir». Porque, para avanzar, sólo existe una conducta: «apoyarnos en nuestros derechos, cuya violación -sea quien sea el autor de ésta-, debe provocar nuestra indignación. ¡No transijamos jamás con nuestros derechos!».

Finalmente, se declara partidario de una «insurrección pacífica». En particular contra los medios masivos de comunicación en manos del poder del dinero, y que «sólo proponen a los ciudadanos el consumo de masas, el desprecio hacia los humildes y hacia la cultura, la amnesia generalizada y una competición a ultranza de todos contra todos».

Stéphane Hessel ha sabido expresar con palabras, lo que tantos ciudadanos golpeados por la crisis y por las medidas de regresión social sienten en el fondo de sí mismos. Ese sentimiento de que les están arrebatando sus derechos, esos anhelos punzantes de desobedecer, esos deseos de gritar hasta perder el aliento, esas ganas en fin de protestar sin saber cómo…

Todos esperan ahora la segunda entrega. Cuyo título, lógicamente, sólo puede ser: ¡Sublevaos!

Notas:

(1) El otro era Pierre-Henri Roché, autor de la novela con el mismo título llevada a la pantalla por François Truffaut.

(2) Stéphane Hessel,  Indignez-vous! , Indigène éditions, Montpellier, 2010.

(3) NDLR: «Human Rights In Palestine And Other Occupied Arab Territories. Report of the United Nations Fact Finding Mission on the Gaza Conflict», Naciones Unidas, Nueva York, 15 de septiembre de 2009.

El Tea Party en Ciutat Vella (BARCELONA)


Publicado en «ENFOCANT» por Hibai Arbide Aza

Las pasadas elecciones autonómicas supusieron una enorme derrota para los derechos de las personas migrantes. No tanto y no sólo por sus resultados; el reparto de escaños es casi lo de menos, en la medida en que las comunidades autónomas ni siquiera tienen competencias para legislar los aspectos relevantes de las políticas migratorias. Lo realmente grave es la demostración de que el discurso xenófobo de la extrema derecha se ha extendido tanto que impregna la práctica totalidad de las propuestas electorales.

Los datos más espectaculares son los siguientes: Plataforma Per Catalunya recibió en Ciutat Vella el 2,3% de los votos, lo que le sitúa muy cerca de obtener representación. El PP consiguió que la inmigración fuera uno de los temas centrales de las elecciones. El número dos de la coalición ganadora y político mejor valorado en las encuestas alertó en campaña del “peligro” de que en Catalunya nazcan demasiados “hijos de madre inmigrante”. Hay muchos más ejemplos, pero quedarnos ahí sería coger el rábano por la hojas.

Más allá de las siglas, el problema es que los grupos de presión «de derechas«, al estilo del Tea Party americano, son capaces de imponer, o como mínimo influir, en el discurso dominante. El PXC y el PP se llevan la fama, pero sus premisas son compartidas por la mayoría de partidos, que consideran que la migración es «el problema de la inmigración», que está relacionada con «la inseguridad ciudadana», que los migrantes son sólo o sobre todo mano de obra por lo que su permiso de residencia debe estar supeditado a que tengan un contrato de trabajo formal, que la presencia de otras religiones es un problema (recordemos que la prohibición del velo es idea del PSC), que relacionan inmigración con “incivismo”, etc.

Como señala Raimundo Viejo, la extrema derecha lleva décadas produciendo discurso de manera radical. Su capacidad para permear el discurso del centro-derecha, cuando no del centro-izquierda, radica precisamente en su habilidad para contraponer un discurso articulado, generador de sentido para sus audiencias.

En el libro No pienses en un elefante, su autor, Georges Lakoff, explicaba la importancia del discurso en la política. Su hipótesis sugiere que cuando la izquierda pierde la capacidad de definir la agenda pública con su prisma particular, la ciudadanía la acaba identificando como oportunista e incoherente.

KENTUCKY PER VIURE

Me interesa centrarme en nuestro Tea Party local, ese conglomerado de comerciantes y vecinos que, desde la Plataforma Raval Per Viure y sus exitosas pancartas “Volem un barri digne” extiende su influencia o propuestas por el Gòtic, La Barceloneta (una manifestación de casi 150 personas el pasado 18 de Diciembre convocada por La Veu del Barri) e incluso más allá de Ciutat Vella (Trinitat Vella, Poble Sec…).

Hace más de cinco años, cuando La Plataforma Raval Per Viure no existía, la revista Archipiélago publicó el artículo en el que podemos encontrar algunas de las claves del éxito de movimientos como este, titulado “¿Nueva Derecha? O la reivención del populismo frente al vacío de la izquierda”, escrito principalmente por Emmanuel Rodríguez.

El poder de este tipo de movimientos se debe sobre todo a su capacidad para generar adhesiones y producir medios de subjetivación que hacen de la Nueva Derecha (ND) algo “más popular” que la izquierda. Por eso es mucho más conveniente hablar del ascenso de una nueva hegemonía, en términos de Gramsci (constelación de poderes y de ideas capaz de presentarse como interés general), e intentar comprender este nuevo bloque de alianzas, que utilizar los viejos clichés izquierdistas sobre la estupidez del pueblo, la alienación generalizada o el fascismo de masas.

El diagnóstico de la Nueva Derecha en general -y de Raval Per Viure en concreto-, receta una permanente contrarrevolución que trata de restaurar un orden dañado y corrompido (“este barrio ya no es lo que era”), que naturalmente exige medidas drásticas como la guerra contra la delincuencia, la droga o cualquier elemento susceptible de convertirse en “enemigo interno” (los inmigrantes, las prostitutas, los okupas…) y la autodefensa preventiva (que supone la ruptura de los viejos órdenes jurídicos garantistas y el advenimiento de la policía y las medidas de excepción como norma de gobierno). Contra el pensamiento postmoderno, Raval Per Viure escenifica una puesta en escena de valores sustantivos, fuertemente morales, en una sociedad erosionada en parte (y ésta es la paradoja) por la propia política desarrollada bajo los criterios del neoliberalismo que reivindica. Nos encontramos así con comerciantes que “quieren un barrio digno” en el que puedan pagar salarios bajos y sacar provecho de la precariedad sin asumir que cuanta más gente viva en la pobreza mayor será la sensación de inseguridad en los barrios.

Gracias al extremado corporativismo de las burocracias sindicales, la esclerotización del viejo sistema de partidos y la escasa permeabilidad de los medios de comunicación y de sus élites culturales, la Nueva Derecha se puede presentar, como antes lo hiciera la izquierda, como adalid del hombre común, de sus expectativas y sobre todo de sus miedos, en un espacio (el viejo espacio de las clases medias y el Estado asistencial) que efectivamente se está desmoronando. Esto es lo que le otorga su carácter populista. Raval Per Viure pretende representar “a la gente normal”, a “los vecinos que se enfrentan a los políticos que no hacen nada”.

Basta un repaso por su blog para comprobar su habilidad comunicativa: el ataque al lenguaje “políticamente correcto” defendido por la izquierda se convierte, para ellos, en una tarea de desenmascaramiento del cinismo que esconde. Por el contrario, el uso directo de argumentos clasistas o racistas “deja de ocultar la realidad”, “llama a las cosas por su nombre” y expresa lisa y llanamente “lo que muchos piensan y no se atreven a decir”. La superioridad mediática de la Nueva Derecha frente a la cultura “progre” se basa en la sustancia de sus enunciados, por perversos que sean, frente a la retórica vacía y la carcasa liberal de las “clases medias progresistas”, que no alcanzan ni de lejos a hablar al corazón de los efectos sociales de la gran transformación capitalista de las últimas décadas (precarización generalizada de la vida, etc.).

No es casualidad que, en el caso de Barcelona, este fenómeno nazca en el Raval, en donde las formas caciquiles y corruptas de la Asociació de Veins del Raval y sus chanchullos con el Ajuntament son de sobra conocidos. Donde no hay un tejido social fuerte sino una red clientelar que vive de Plans Integrals, favores especiales y amiguismos, hay campo abonado para populistas de este u otro cuño.

Mientras tanto, el desconcierto hace que los movimientos sociales y el movimiento vecinal combativo no se vean capaces de contrarrestar fenómenos populistas como este porque no saben qué hacer, porque creen no tener «alternativas» en temas como inmigración, inseguridad… El movimiento vecinal de Ciutat Vella seguirá creyendo que no es capaz mientras siga aceptando como inevitables el análisis y las tesis de la nueva derecha. Si cree que, en el fondo, tienen razón quienes dicen que los inmigrantes son el problema, quienes dicen que deberíamos renunciar a parte de nuestra libertad a cambio de mayor “seguridad”, quienes nos quieren hacer creer que la prostitución en el Raval es un fenómeno nuevo y molesto, quienes creen que la droga la traen los pequeños camellos.

Pero hablar de pequeños robos no es más importante que denunciar la corrupción sistemática y el saqueo de los bienes públicos que se practica desde hace demasiado en Ciutat Vella. Más cámaras de vigilancia y más patrullas no nos van a proteger, sino que van a reprimir a nuestros vecinos negros, por ser negros. No quiero un barrio en el que la seguridad de los turistas la tengamos que pagar entre todos, cuando los beneficios del turismo sólo se reparten entre unos pocos.

Denunciar esto sí lo hace el movimiento vecinal, a través de sus asociaciones, de la Xarxa Veinal de Ciutat Vella o de la Asamblea de barri del Raval, por ejemplo, y lo hace muy bien. Ese mismo movimiento vecinal tiene que dejar de “pensar en elefantes”. Tiene que afirmar sin ambigüedades que tan vecino es el pakistaní que llegó hace seis meses como la andaluza que llegó hace 60 años, el que lleva 3 generaciones aquí o el que se acaba de mudar. Tenemos que darnos cuenta de que pedir más policía en los barrios no traerá “más seguridad para los vecinos” sino más protección a comerciantes y turistas, y un barrio más caro del que tendrá que marchar quien no pueda pagarlo. Tenemos que recordar que son los narcotraficantes como José Mestre y sus amigos del puerto los que se enriquecen a costa de la salud de los yonkis que vemos en nuestras calles, y es en ellos en quien deberían centrar la vigilancia.

Gracias a los vecinos y vecinas que viven y que luchan, aunque no sean barrios de clase alta, los nuestros son barrios muy dignos.

¿ES TAN MALO SER ANTISISTEMA?

FRANCISCO FERNÁNDEZ BUEY y JORDI MIR,  en PÚBLICO

Venimos observando que, en los últimos tiempos, los medios de comunicación de todo tipo han puesto de moda el término antisistema. Lo usan por lo general en una acepción negativa, peyorativa, y casi siempre con intención despectiva o insultante. Y aplican o endosan el término, también por lo general, para calificar a personas, preferentemente jóvenes, que critican de forma radical el modo de producir, consumir y vivir que impera en nuestras sociedades, sean estos okupas, altermundialistas, independentistas, desobedientes, objetores al Proceso de Bolonia o gentes que alzan su voz y se manifiestan contra las reuniones de los que mandan en el mundo.

Aunque no lo parezca, porque enseguida nos acostumbramos a las palabrejas que se ponen de moda, la cosa es nueva o relativamente nueva. Así que habrá que decir algo para refrescar la memoria del personal. Hasta comienzos de la década de los ochenta la palabra antisistema sólo se empleaba en los medios de comunicación para calificar a grupos o personas de extrema derecha. Vino a sustituir, por así decirlo, a otra palabra muy socorrida en el lenguaje periodístico: ultra. Pero ya en esa década la noción se empleaba principalmente para hacer referencia a las posiciones del mundo de Herri Batasuna en el País Vasco. En la década siguiente, algunos periódicos a los que no les gustaba la orientación que estaba tomando Izquierda Unida ampliaron el uso de la palabra antisistema para calificar a los partidarios de Julio Anguita y la mantuvieron para referirse a la extrema derecha, a los partidarios de Le Pen, principalmente, y a la llamada izquierda abertzale. Así se mataba de un solo tiro no dos pájaros (de muy diferente plumaje, por cierto) sino tres.

Esa práctica se ha seguido manteniendo en la prensa aproximadamente hasta principios del nuevo siglo, cuando surgió el movimiento antiglobalización o altermundialista. A partir de entonces se empieza a calificar a los críticos que se manifiestan de grupos antisistema y de jóvenes antisistema. Pero la calificación no era todavía demasiado habitual en la prensa, pues el periodista de guardia de la época, Eduardo Haro Teglen, en un artículo que publicaba en El País, en 2001, aún podía escribir: “Las doctrinas policiales que engendra esta globalización que se hace interna hablan de los grupos antisistema. No parece que el intento de utilizar ese nombre haya cundido: se utilizan los de anarquismo, desarraigo, extremismo, agitadores profesionales. Pero el propio sistema tendría que segregar sus modificaciones para salvarse él si fuera realmente un sistema y no sólo una jungla, una explosión de cúmulos”.

En cualquier caso, ya ahí se estaba indicando el origen de la generalización del término: las doctrinas policiales que engendra la globalización. Desde entonces ya no ha habido manifestación en la que, después de sacudir convenientemente a una parte de los manifestantes, la policía no haya denunciado la participación en ellas de grupos antisistema para justificar su acción. Pasó en Génova y pasó en Barcelona. Y también desde entonces los medios de comunicación vienen haciéndose habitualmente eco de este vocabulario.

El reiterado uso del término antisistema empieza a ser ahora paradójico. Pues son muchas las personas, economistas, sociólogos, ecólogos y ecologistas, defensores de los derechos humanos y humanistas en general que, viendo los efectos devastadores de la crisis actual, están declarando, uno tras otro, que este sistema es malo, e incluso rematadamente malo. Académicos de prestigio, premios Nobel, algunos presidentes en sus países y no pocos altos cargos de instituciones económicas internacionales hasta hace poco tiempo han declarado recientemente que el sistema está en crisis, que no sirve, que está provocando un desastre ético o que se ha hecho insoportable. Evidentemente, también estas personas son antisistema, si por sistema se entiende, como digo, el modo actualmente predominante de producir, consumir y vivir. Algunas de estas personas han evitado mentar la bicha, incluso al hablar de sistema, pero otras lo han dicho muy claro y con todas las letras para que nadie se equivoque: se están refiriendo a que el sistema capitalista que conocemos y en el que vivimos unos y otros, los más moran o sobreviven, es malo, muy malo.

Resulta por tanto difícil de entender que, en estas condiciones y en la situación en que estamos, antisistema siga empleándose como término peyorativo. Si analizando la crisis se llega a la conclusión de que el sistema es malo y hay que cambiarlo, no se ve el motivo por el cual ser antisistema tenga que ser malo. El primer principio de la lógica elemental dice que ahí hay una incoherencia, una contradicción. Si el sistema es malo, y hasta rematadamente malo, lo lógico sería concluir que hay que ser antisistema o estar contra el sistema. Tanto desde el punto de vista de la lógica elemental como desde el punto de vista de la práctica, es indiferente que el antisistema sea premio Nobel, economista de prestigio, okupa, altermundista o estudiante crítico del Proceso de Bolonia.

Si lo que se quiere decir cuando se emplea la palabreja es que en tal acción o manifestación ha habido o hay personas que se comportan violentamente, no respetan el derecho a opinar de sus conciudadanos, impiden la libertad de expresión de los demás o atentan contra cosas que todos o casi todos consideramos valiosas, entonces hay en el diccionario otras palabras adecuadas para definir o calificar tales desmanes, sean éstos colectivos o individuales. La variedad de las palabras al respecto es grande. Y eligiendo entre ellas no sólo se haría un favor a la lengua y a la lógica sino que ganaríamos todos en precisión. Y se evitaría, de paso, tomar la parte por el todo, que es lo peor que se puede hacer cuando analizamos movimientos de protesta.
Francisco Fernández Buey y Jordi Mir son del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS)-Universidad Pompeu Fabra

Ilustración de Iker Ayestaran