La imparable e impagable deuda

Antes o después, algún responsable tiene que decidir y decir que esta deuda no se puede pagar

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  • El reloj no se detiene. Cada minuto la deuda crece casi 300.000 euros, y una de las consecuencias directas de esa ingente cantidad de dinero a pagar es que necesita ser refinanciada a intervalos regulares con nuevo endeudamiento, por lo que esa «bola de nieve» deviene en imparable, y por muchos empeños y abusos gubernamentales infligidos sobre la población, todo el mundo ha de saber que resulta impagable.

Sólo en 2012 la deuda pública española pasó del 69,3 % al 84,2 % del PIB merced a cuestiones como el rescate del sistema financiero y el pago a los proveedores por parte de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. La suma de estos factores, junto con la fuerte vinculación al crédito de nuestra economía, hace que en los últimos cinco años la deuda pública española haya crecido en medio billón de euros.

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