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15-M, Algunas propuestas
Desde ATTAC Tv:
La REVOLUCIÓN 15-M se extiende
La indignación estalló en Mayo de 2011
DIEZ MENTIRAS SOBRE DEMOCRACIA REAL YA
Ignacio Escolar en Público
1. Es falso que sólo traigan protestas y no propuestas. Están en su web, y son más concretas que algunos programas electorales.
2. Es falso que estén contra los políticos. Lo que piden es políticos responsables que no estén en contra de la sociedad y que no utilicen las instituciones de todos para su interés personal.
3. Es falso que rechacen la democracia. Lo que quieren es más democracia, y que la soberanía resida en el pueblo, no en los mercados ni en los banqueros.
4. Es falso que no crean en el voto. Por eso exigen una reforma electoral, para que cualquier voto de cualquier ciudadano valga igual.
5. Es falso que sean unos antisistema. Antisistema es la corrupción, la injusticia o la impunidad. ¿Es acaso esa democracia, que ellos reivindican desde la primera palabra, contraria al sistema actual?
6. Es falso que sean violentos. Apenas ha habido incidentes, a pesar de la muchísima gente que hay.
7. Es falso que sean apolíticos. Es un movimiento apartidista, que no es igual.
8. Es falso que sean sólo jóvenes. Hay muchos jóvenes en esas plazas; jóvenes a los que ya no se podrá descalificar como “ninis” o “conformistas”. Pero también hay ciudadanos de cualquier edad.
9. Es falso que pidan la abstención. Lo que piden es el voto responsable: un atrevimiento “contra la libertad“, según el casposo criterio de la Junta Electoral de Madrid.
10. Y sobre todo es falso que esto se vaya a terminar el domingo, después de votar. Porque la democracia no consiste en votar y callar. Porque el lunes, cuando estas elecciones hayan terminado, el Mayo de 2011 continuará.
Stéphane Hessel, «agradablemente sorprendido» de que España se indigne
El autor de ‘¡Indignaos!’ ha visto la prensa española «como un niño que observa un regalo», según su editor
Agencia EFE

Stéphane Hessel ha contribuido en España con su libro ‘¡Indignaos!’ a lograr lo que ni siquiera ha ocurrido en Francia: que su mensaje de protesta pacífica trascienda de fenómeno editorial a movimiento social, que la gente salga a la calle a decir en voz alta que la cosa no funciona, a pedir cambios.
«Hessel está agradablemente sorprendido, le he mostrado la prensa española y la miraba como un niño que observa un regalo que le hacen», ha explicado a Efe el editor español del escritor, Ramón Perelló, que el pasado lunes estuvo en París con el nonagenario autor.
Si en Francia su encendido alegato contra la indiferencia ha arrasado, en España ha ido más allá, pues no sólo ha sido un «bombazo» sino que ha «conectado con la gente y su llamada se ha difundido como algo compartido por tirios y troyanos», considera Perelló.
La clave de este mensaje que ahora enarbolan las cientos de personas acampadas en la Puerta del Sol de Madrid y otros puntos de España no es sólo su contenido, sino también, a juicio de Perelló, la indiscutible autoridad moral de la fuente de la que emana, «su capacidad de convicción, su intensa vida y su enorme credibilidad».
Porque Hessel, antes de animar a sus 93 años a los ciudadanos a que se indignen, formó parte de la resistencia francesa contra los nazis durante la II Guerra Mundial, fue torturado por la Gestapo y recluido en tres campos de concentración y fue uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.
«Es obvio que esto no nace por generación espontánea», recalca Perelló, quien puntualiza que la grata sorpresa que siente Stéphane Hessel ante los acontecimientos en España está sazonada «con un pudor enorme, porque él es un hombre enormemente discreto y se pregunta ¿cómo es posible?».
«Voto de confianza en el futuro»
El hecho de que colectivos tan diferentes, personas que nada tienen que ver salga a la calle de forma espontánea y hagan suya una misma consigna «sorprende a cualquiera y a él también», ha señalado su editor, quien cree que «el mensaje se estaba esperando y ha llegado».
Además, la esperanza es el fondo de ese pequeño libro de treinta páginas publicado en español por la editorial Destino.
«Es un mensaje que se traduce en positivo, una llamada pacífica a la respuesta activa, a posicionarse ante una dura realidad para actuar, lo que expresa un voto de confianza en uno mismo y en el futuro», ha añadido Perelló. La proclama «¡Indignaos!» se ha extendido como la pólvora y hay grupos que incluso han diseñado su logotipo en torno a ella, con una gran «I» flanqueada de signos de exclamación.
Además, el escritor, humanista y economista José Luis Sampedro, que prologó la edición española del libro de Hessel, ha manifestado a través de una carta y un vídeo su apoyo a los ciudadanos que se han movilizado.
Sampedro, de 94 años, se alegra en la misiva de que la ciudadanía haya comprendido «que no basta con indignarse, que es necesario convertir la indignación en resistencia y dar un paso más» y subraya que «el momento histórico impone la acción, la movilización, la protesta y la rebelión pacífica».
«Democracia real Ya» (Manifiesto)
Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.
Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.
Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:
Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.
Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.
La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.
El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.
La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.
Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.
Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.
Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.
Por todo lo anterior, estoy indignado.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Sal con nosotros. Es tu derecho.
15 DE MAYO: ¿Quién es quién en las protestas de la red?
De forma descoordinada pero con el nexo común del hartazgo ante una clase política que continuamente se ve relacionada con casos de corrupción y alejada del bienestar de la ciudadanía, miles de mensajes se han agrupado bajo el nombre de estas cuatro ‘marcas’: No les votes, Democracia Real Ya, Estado del Malestar y Juventud sin Futuro. Ahora salen a la calle, pero su éxito, con la excepción de las performances públicas de Estado del Malestar, se ha reflejado hasta el momento en el muro de Facebook, los retuiteos de mensajes y hasta en el viejo e-mail. La expectativa para la movilización está creada.
Tres hitos sociales de las movilizaciones en internet
El 15 de mayo la indignación tiene un plan
Héctor R. Letón y Diego Sanz Paratcha (Redacción Diario Diagonal)
Con el precedente de las revoluciones árabes y la manifestación masiva de la juventud precaria en Portugal, en apenas tres meses ha surgido en España todo un movimiento en red que llama a no resignarse por la situación de crisis y el alejamiento respecto a la política institucional.
La convocatoria de una manifestación para el 15 de mayo con el lema “Democracia real ya: no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” ha aglutinado el sentimiento de indignación. El lenguaje y las formas recuerdan a las convocatorias por la vivienda digna de 2006, si bien las actuales iniciativas apuntan a un malestar más generalizado.
La aprobación de la llamada Ley Sinde el 15 de febrero agotó la paciencia de muchos. De forma inmediata, el hashtag (etiqueta) #nolesvotes comenzó a replicarse sobre todo tipo de noticias políticas. El lema “se tiene que notar a la hora de votar” de las movilizaciones contra la guerra de Iraq se transformaba en las redes sociales. “Es la gota que colmó el vaso, todo esto no es sólo por la ley Sinde. La gente está hasta las narices de lo que hacen los políticos, ellos representan los intereses de bancos, de las multinacionales, de la SGAE”, explica Enrique Dans, uno de los precursores de este movimiento. En su lanzamiento también participaron los conocidos blogueros Ricardo Galli, Javier de la Cueva y, especialmente, Carlos Sánchez Almeida.
No les votes no promueve la jornada del 15 de mayo. “No sé que haré ese día, no es algo que estemos coordinando. Lo que no quiere decir que puede que salga a la calle ese día, ni que no haya retuiteado muchas de las consignas que promueven quienes organizan esta jornada”, explica Dans.
“La clase política debe entender que si hay gente que se opone, significa que hay un malestar social. No es entendible que tres partidos, PP, PSOE y CiU, aprueben la ley Sinde y la gran base social se oponga. Es una partitocracia absurda”, afirma Dans, quien espera a las elecciones del 22 de mayo para comprobar la fuerza que tiene los actos coordinados en Twitter o Facebook que están canalizando este descontento social. Al igual que ya ha ocurrido en las últimas semanas en los países árabes.
Todo empezó como una conversación entre varios ‘amigos’ de Facebook hasta que desembocó en la convocatoria del 15 de mayo, este grupo se ha ido ampliando a través de Facebook, Tuenti, Twitter y otras redes sociales a gente que tuviera una visión similar”, explica Fabio Gándara, uno de los promotores de Democracia Real Ya. En total, se han anunciando 32 ciudades que albergarán estas protestas, localidades dónde se han conformado distintas asambleas para su organización.
Después de todo esto han logrado unos acuerdos mínimos que defender y que catalogan como “anticapitalistas”. “Es una iniciativa ciudadana para defender a todo el mundo, parados, jóvenes, precarios, etc. Queremos que la gente olvide sus divergencias ideológicas y se acerquen a este foro común al margen de partidos y de sindicatos”, afirma Gándara. Uno de sus leitmotiv es el hartazgo hacia los canales tradicionales de participación política que representan partidos políticos y grandes sindicatos.
“Ahora es el momento de salir de la red, de ir más allá de dar a una tecla”, explica Gándara, quien pretende que el 15 de mayo se iguale a movilizaciones como las que ha habido en Portugal, Reino Unido o los países árabes. En todos ellos, antes de salir a la calle se crearon sinergias en la red. Conscientes de que esto es sólo el principio de algo, sus lemas van en este sentido: “Estoy indignado”, “Creo que puedo cambiarlo”, “Creo que puedo ayudar”, “Sé que unidos podemos” o “Sal con nosotros”.
“Necesitamos una nueva forma de comunicar. Utilizar un lenguaje inclusivo, que no sea light, pero sí reivindicativo. El uso de un determinado tipo de lenguaje te puede encasillar demasiado”, explica este integrante de Democracia Real Ya.
Un joven monta una convocatoria por Facebook en Sevilla contra la gestión de la crisis y la corrupción política. Grupos de gente en Madrid y Santander secundan su convocatoria de hacer una performance semanal de denuncia en una plaza céntrica. Más tarde surge el nombre: Estado del Malestar. Apenas dos meses después, medio centenar de ciudades, casi todas capitales de provincia, tienen su propio grupo promotor.
“Queremos comunicar que no es momento de quejarse en los bares”, resalta María, una trabajadora social que forma parte del nodo madrileño de malestar.org, “Esto no es un grupo, es un lugar”, remacha Marcos, en medio de la octava performance del colectivo en la Puerta del Sol. “Queremos abrir espacios y herramientas para que la gente se organice”, explica. Pero, asegura María, es importante “dejarse la ideología en casa para poder juntarse en la calle”.
Cada viernes a las 19 horas, por la plaza en cuestión se van dejando caer quienes han visto la convocatoria. Hasta ahora, en Madrid se ha representado desde un partido de fútbol entre PPSOE y PSOEPP hasta el juego de cruzar una simple línea en el suelo (“la línea de la indignación a la acción”). El seguimiento es irregular, tan variado como la procedencia de quienes forman los grupos: “estamos los que venimos siempre, y luego gente que va rotando”, asegura María. En el foro y en la página de Facebook del nodo madrileño participan unas 600 personas.
Como grupo difuso y reacio a adoptar posturas comunes más allá de la expresión conjunta en la calle, no existe un respaldo formal de todos los nodos de malestar.org a la convocatoria del 15 de mayo. “Pero en Barcelona, por ejemplo, lo votaron y decidieron que sí la apoyaban”, informa Marcos. “Y yo tengo claro que muchos de nosotros estaremos en la manifestación del 15”, añade María.
A la protesta del 15 de mayo también convoca Juventud Sin Futuro, una agrupación de asociaciones universitarias de Madrid. Casi como punto de partida de las movilizaciones del día 15, esta organización convocó una manifestación por el centro de Madrid el 7 de abril. Sus principales reivindicaciones giran en torno a la última reforma laboral, a la reforma del sistema de pensiones y a la mercantilización de la educación pública.
Al revés que el resto de grupos, después de su convocatoria más clásica, sus consignas y lemas han sido difundidas masivamente por las redes sociales y los medios de comunicación. Incluso el mismo 7 de abril se organizaron actos en otras diez ciudades del Estado y colectivos estudiantiles intentan conformar fuera de Madrid plataformas similares. En el resto de Europa, protestas similares se produjeron en torno al 24 de marzo.
DEMOCRACIA REAL YA. EL 15 de MAYO ES EL MOMENTO
«No somos mercancía en manos de políticos y banqueros», democraciarealya ha ganado visibilidad como convocatoria que, desde un discurso favorable a la movilización no partidista, pretende expresar el hartazgo ciudadano por la gestión de la crisis.
«Estamos hartos de reformas antisociales, de que nos dejen en el paro, de que los bancos que han provocado la crisis nos suban las hipotecas o se queden con nuestras viviendas, de que nos impongan leyes que limitan nuestra libertad en beneficio de los poderosos». Con frases como ésta, el manifiesto ha conseguido la adhesión de 28 grupos locales que ya trabajan en llevar la jornada de protesta a sus ciudades.
Las convocatorias se están organizando de forma descentralizada, a partir del foro abierto por democraciarealya en su página web. Por la red se están colgando, votando y difundiendo los lemas de la protesta, así como los carteles y recursos gráficos, tanto los oficiales como los que envian de forma espontánea algunos internautas.
Enlace para consultar las convocatorias locales
Prólogo de Sampedro para «INDIGNAOS», de Hessel
Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura. Al igual que a Stéphane Hessel, me escandaliza e indigna la situación de Palestina y la bárbara invasión de Irak. Podría aportar más detalles, pero la edad y la época bastan para mostrar que nuestras vivencias han sucedido en el mismo mundo. Hablamos en la misma onda. Comparto sus ideas y me hace feliz poder presentar en España el llamamiento de este brillante héroe de la Resistencia francesa, posteriormente diplomático en activo en muchas misiones de interés, siempre a favor de la paz y la justicia.
¡INDIGNAOS! Un grito, un toque de clarín que interrumpe el tráfico callejero y obliga a levantar la vista a los reunidos en la plaza. Como la sirena que anunciaba la cercanía de aquellos bombarderos: una alerta para no bajar la guardia.
Al principio sorprende. ¿Qué pasa? ¿De qué nos alertan? El mundo gira como cada día. Vivimos en democracia, en el estado de bienestar de nuestra maravillosa civilización occidental. Aquí no hay guerra, no hay ocupación. Esto es Europa, cuna de culturas. Sí, ése es el escenario y su decorado. Pero ¿de verdad estamos en una democracia? ¿De verdad bajo ese nombre gobiernan los pueblos de muchos países? ¿O hace tiempo que se ha evolucionado de otro modo?
Actualmente en Europa y fuera de ella, los financieros, culpables indiscutibles de la crisis, han salvado ya el bache y prosiguen su vida como siempre sin grandes pérdidas. En cambio, sus víctimas no han recuperado el trabajo ni su nivel de ingresos. El autor de este libro recuerda cómo los primeros programas económicos de Francia después de la segunda guerra mundial incluían la nacionalización de la banca, aunque después, en épocas de bonanza, se fue rectificando. En cambio ahora, la culpabilidad del sector financiero en esta gran crisis no sólo no ha conducido a ello; ni siquiera se ha planteado la supresión de mecanismos y operaciones de alto riesgo. No se eliminan los paraísos fiscales ni se acometen reformas importantes del sistema. Los financieros apenas han soportado las consecuencias de sus desafueros. Es decir, el dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos. Como dice Hessel, “el poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos, y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general”
¡INDIGNAOS!, les dice Hessel a los jóvenes, porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia. De la indignación nació la Resistencia contra el nazismo y de la indignación tiene que salir hoy la resistencia contra la dictadura de los mercados. Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas. Hessel reconoce que para un joven de su época indignarse y resistirse fue más claro, aunque no más fácil, porque la invasión del país por tropas fascistas es más evidente que la dictadura del entramado financiero internacional. El nazismo fue vencido por la indignación de muchos, pero el peligro totalitario en sus múltiples variantes no ha desaparecido. Ni en aspectos tan burdos como los campos de concentración (Guantánamo, Abu Gharaib), muros, vallas, ataques preventivos y “lucha contra el terrorismo” en lugares geoestratégicos, ni en otros mucho más sofisticados y tecnificados como la mal llamada globalización financiera. ( Fuente Periodismo Humano.com)
¡INDIGNAOS!, repite Hessel a los jóvenes. Les recuerda los logros de la segunda mitad del siglo XX en el terreno de los derechos humanos, la implantación de la Seguridad Social, los avances del estado de bienestar, al tiempo que les señala los actuales retrocesos. Los brutales atentados del 11-S en Nueva York y las desastrosas acciones emprendidas por Estados Unidos como respuesta a los mismos, están marcando el camino inverso. Un camino que en la primera década de este siglo XXI se está recorriendo a una velocidad alarmante. De ahí la alerta de Hessel a los jóvenes. Con su grito les está diciendo: “Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitáis que os lo arrebaten”.¡INDIGNAOS! Luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad prometidos tras la dolorosa lección de la segunda guerra mundial. Para distinguir entre opinión pública y opinión mediática, para no sucumbir al engaño propagandístico. “Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente”, señala Hessel. Y yo añado: ¿quién es la gente pudiente? Los que se han apoderado de lo que es de todos. Y como es de todos, es nuestro derecho y nuestro deber recuperarlo al servicio de nuestra libertad.
No siempre es fácil saber quién manda en realidad, ni cómo defendernos del atropello. Ahora no se trata de empuñar las armas contra el invasor ni de hacer descarrilar un tren. El terrorismo no es la vía adecuada contra el totalitarismo actual, más sofisticado que el de los bombarderos nazis. Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del “siempre más”, del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes.
¡INDIGNAOS!, sin violencia. Hessel nos incita a la insurrección pacífica evocando figuras como Mandela o Martin Luther Kingo. Yo añadiría el ejemplo de Gandhi, asesinado precisamente en 1948, año de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de cuya redacción fue partícipe el propio Hessel. Como cantara Raimon contra la dictadura: Digamos NO. Negaos. Actuad. Para empezar, ¡INDIGNAOS!