Categoría: Humor
Los Jóvenes Rechazan la Figura del Rey

Vergara, en PÚBLICO
Los que se encargan de los pecados

Manel Fontdevila, en Público
ASIENTO 29-E, (5 horas de vuelo… junto al WC del avión)
En abril de 2005 un pasajero de un vuelo de la compañía norteamericana Continental Airlines encontró en la bolsa de su asiento una carta manuscrita dirigida a esa compañía.
La carta, fechada el 21 de diciembre de 2004, había sido escrita por otro pasajero (se cree que pasajera) que meses antes había ocupado ese mismo asiento, el 29E.
Y es que, a la luz de esta carta, el peor asiento de un avión en realidad no es el asiento de en medio, entre un pelmazo pasajero chistosillo y un bebé con cólicos de lactante… ni siquiera parecen ser los de la parte trasera del avión…
No, el peor asiento es el 29E del avión Boeing 737/800 de Continental Airlines y se encuentra… pegado al lavabo trasero del avión.
La carta (que no tiene desperdicio) relata la penosa experiencia de esta pasajera (cuya identidad no ha sido hecha pública por la aerolínea) que anotó sus pensamientos mientras que el vuelo de San Diego a Houston estaba en marcha, para enviarlos a la compañía aérea, aunque finalmente dejó la carta en la bolsa de su asiento.
Siete páginas, incluso con dibujos humorísticos, en los que cuenta sus tribulaciones y exposición a todo tipo de olores, sonidos y situaciones desagradables.
En la carta figura un sello de “recibido” del departamento de atención al cliente de la citada compañía aérea (13 de abril de 2005) y fue ampliamente difundida por internet. Incluso en un principio se pensó que se trataba de una leyenda urbana.
Más tarde, importantes medios como Usa Today, Washington Post o Chicago Tribune, entre otros, se hicieron eco de ella y, tras diversas gestiones, representantes de Continental Airlines reconocieron públicamente su veracidad, manifestando además que la compañía aérea se había puesto en contacto con la pasajera para pedirle disculpas por su desagradable viaje.
A continuación dejo una traducción libre de la carta (también podéis encontrar el original escaneado en este documento en PDF):
“Estimado Continental Airlines:
Estoy asqueada mientras escribo esta nota para ustedes acerca de la miserable experiencia que estoy teniendo sentada en el asiento 29E de uno de sus aviones.
Como deben saber, este asiento está situado directamente junto al retrete, tan cerca que puedo alargar mi brazo izquierdo y tocar la puerta.
Todos mis sentidos están siendo torturados de forma simultánea. Es difícil decir qué es lo peor de estar sentada en el 29E. ¿Es el hedor del fluido de saneamiento que es hecho volar hacia todas las partes de mi cuerpo cada 60 segundos cuando la puerta se abre? ¿Es el silbido constante de la cadena del WC? ¿O son los traseros de los pasajeros que parecen encajar en mi espacio personal como un puzzle pornográfico?
He construido un escudo contra el hedor con una manta que cuelga del compartimiento de arriba. Mientras que es eficaz en el bloqueo de al menos algunos olores y ofrece un poquito de privacidad, el factor “trasero-en-mi-cuerpo” ha aumentado, como si mis diabólicos pasajeros se sintieran libres de apoyarse sobre lo que ellos piensan que es una pared cubierta por una manta. ¡El próximo trasero que toque mi hombro será el último! (Ver dibujo a mano con título: » Esbozo del trasero de un hombre en mi cara”, página 5)
Me estoy imaginando una sala de reuniones llena de ejecutivos dando apoyo al joven ingeniero prometedor que calculó cómo exprimir una fila adicional de asientos en este avión poniéndolo al lado del retrete. (Ver ilustración del asiento y lavabo dibujada a mano de la página 4). Me gustaría sumergir su cabeza en el inodoro, que tengo tan cerca que puedo tocar y saborear desde mi asiento.
Poner un asiento aquí fue muy mala idea. ¡Acabo de oír a un hombre gemir ahí dentro! ¡Esto apesta!
¡Peor aún, es que he pagado más de 400$ por el honor de estar sentada en este asiento!
¿Hace reembolsos su empresa? Me gustaría volver donde vine y empezar de nuevo. El asiento 29E sólo podría ser peor si estuviera dentro del cuarto de baño.
Me pregunto si mi ropa conservará el olor a desinfectante sanitario… ¡Qué pasa con mi pelo! Me siento como si me estuviera lavando en un sanitario con líquido azul y no hay ningún hombre en un pequeño barco que pueda salvarme.
Estoy llena de odio profundo hacia el diseñador de su avión y con una indisposición generalizada que me puede durar horas.
Finalmente ya estamos descendiendo y pronto derribaré el escudo contra el hedor, pero las cicatrices permanecerán.
Le sugiero que inicie la eliminación inmediata de este asiento de todos sus aviones. Basta con retirarlo y dejar el agujero vacío, un buen lugar tal vez para equipaje, pero no para carga humana.”
Después del revuelo mediático que ocasionó esta carta (hay docenas de foros y lugares en internet que comentan esta mítica protesta) la empresa Continental Airlines respondió a los medios de comunicación que no se podía hacer mucho al respecto, debido a la configuración fija de la aeronave… Por lo que el temido 29E aún sigue en su sitio.
En fin… que hay que tener cuidado a la hora de elegir el asiento del avión 🙂
“La coma, esa puerta giratoria del pensamiento» (Julio Cortázar)
El juego gramatical que os adjunto y que circula mucho por la red, se atribuye a Julio Cortázar. A pesar de los intentos de verificación, no estoy nada seguro de esa autoría, pero aún así, su planteamiento es magnífico.

–
Lea y analice la siguiente frase:
–«SI EL HOMBRE SUPIERA REALMENTE EL VALOR QUE TIENE LA MUJER ANDARÍA A CUATRO PATAS EN SU BÚSQUEDA»
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– Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.
– Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.
Lección de Economía
Cuidado con esos impulsos, ¡¡no nos precipitemos!!
(Un poco de humor para el fin de semana)
La Patronal (el gran «Pufomán») aporta Soluciones al Paro
Aniversario de Johan Sebastian Mastropiero
Hoy se celebra el cumpleaños de nuestro querido Johann Sebastian Mastropiero, insigne compositor ficticio de muchas de las obras de Les Luthiers.
Mastropiero nació un 7 de febrero, pero… no se sabe de qué año!!
Realmente, los estudiosos discrepan acerca del año de su nacimiento, y aún del siglo. Respecto de su origen, varios países se disputan su nacimiento, sin que hasta ahora… ¡¡Ninguno se haya resignado a aceptarlo!!
Tampoco se conoce la fecha exacta de su muerte… y ni siquiera si murió o no. Aun su nombre de pila, Johann Sebastian, es materia de discusión, ya que también fue conocido por otros nombres: Peter Illich, Wolfgang Amadeus, etcétera (por ejemplo, firmó su tercera sinfonía como «Etcétera Mastropiero»). En verdad, lo único que se sabe con certeza sobre Mastropiero es que en el Viernes Santo de 1729, la Catedral de Leipzig fue testigo del estreno de una Pasión según San Mateo que, definitivamente…, ¡¡no le pertenece… !!
¿Qué podemos agregar que no se haya dicho ya, o que sí se haya dicho, sobre Johann Sebastian Mastropiero?




