En los próximos días cualquier cosa va a valer, incluido el asesinato de Julian Assange, con tal de silenciar a Wikileaks, medio que saca a la luz los trapos sucios de los poderes políticos y económicos.
Matar al mensajero, y en este caso no sólo metafóricamente, vuelve a ser el objetivo para tapar lo denunciado.
El Congreso de EE UU sigue adelante en su objetivo para callar totalmente a Wikileaks en el país y en el resto del mundo. Después de que el senador independiente Joe Lieberman, jefe del Comité de Seguridad Nacional de esa cámara legislativa, obligara el miércoles a la empresa Amazon a que expulsara a la página web de sus servidores, numerosos representantes y congresistas han exigido hoy al Gobierno que prohíba que se pueda visitar la web Wikileaks.org desde direcciones norteamericanas y que elimine esa dirección permanentemente de todo el directorio de Internet.
– La representante republicana Candice Miller, de Michigan, ha dicho:»Julian Assange y Wikileaks son criminales cuyas acciones son de gran ayuda para los terroristas y para los regímenes criminales de todo el mundo. Ya es hora de que el Gobierno cierre WikiLeaks».
– La ex Gobernadora de Alaska Sarah Palin, reina del movimiento ultra Tea Party, ha llamado al Gobierno a que responda con un ciberataque del Pentágono contra la página que gestiona Julian Assange y la cierre para siempre.
– Y finalmente Thomas Eugene Flanagan, que es asesor del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, a quien ayudó a llegar al poder, en una entrevista a la CBS ha pedido asesinar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange. «Creo que Assange debería ser asesinado», dijo ante la incredulidad del entrevistador y de los colaboradores de la cadena de noticias norteamericana.
Todos esos representantes políticos están pidiendo al Ejecutivo que culmine lo que la Justicia -por dudoso- se ha resistido a hacer: el cierre total y permanente de Wikileaks.
Yo creo que estamos viviendo una nueva época del periodismo, a quien también le ha llegado de pleno la revolución tecnológica. No le podrán poner puertas al campo, y los intentos aparecen claramente como atentados a la libertad de expresión. ¿Tienen derecho a tener tanto que ocultar?
Espero que surjan miles y miles de wikileaks, que tiren de tantas y tantas mantas que cubren tantas y tantas vergüenzas.
Cómo me ha gustado tu pregunta: «¿Tienen derecho a tener tanto que ocultar?»
Y sí, pienso como tú y espero que sea así como tu dices mi querida amiga pero, como bien conoces, corren tiempos en los que nos venden «Seguridad» por encima de todo y temo que a costa de las libertades que tanto ha costado conquistar.