Los reinos que quedan

Mapamundi ‘real’: Un mundo con 26 ‘coronas’

 Fuente: RT.com

Tras 39 años de reinado, el Rey de España, Juan Carlos I, ha renunciado al trono a favor de su hijo, Felipe. La sucesión es un fenómeno consustancial a esta anacrónica institución que aún hoy conserva un enorme poder simbólico en el mundo.

Actualmente en el mundo existen 26 monarquías, que abarcan una gran cantidad de reyes, reinas, emperadores, sultanes, emires, en fin gente de esta que gobierna o reina en un total de 43 países.  
Este mapa publicado por ‘The Washington Post‘ recoge los diferentes tipos de monarquías que existen hoy en día. 

Monarcas que gobiernan
Arabia Saudita. Es una monarquía absoluta, por lo que el Rey Abdullah bin Abdulaziz Al Saud desempeña a la vez el papel del jefe de Estado y de primer ministro. Si hasta ahora la monarquía saudita había sido hereditaria, los futuros reyes serán elegidos por un comité de príncipes saudíes en virtud de un decreto de 2006.

Kuwait. El emir de Kuwait, Sabah alAhmed al Sabah, de 84 años, ha gobernado el país desde 2006, cuando murió el anterior emir, lo que desencadenó una crisis de sucesión debido a que la siguiente persona en la línea de sucesión al trono era físicamente incapaz de recitar el juramento, posiblemente debido a problemas de salud. Sabah ascendió al poder y ahora gobierna como emir y jefe de la familia real, que de alguna forma ha estado en el poder desde principios de 1700.

Catar. El jeque Tamim bin Hamad al Thani subió al tronoel año pasado tras la abdicación pacífica de su padre, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani. Su familia, que ha gobernado Catar desde 1825, experimentó una serie de abdicaciones forzadas en el siglo pasado, instigadas por hijos o sobrinos deseosos de hacerse con el trono.

Emiratos Árabes Unidos. El país es una federación de siete distritos, cada uno de los cuales está gobernado por un monarca hereditario que lleva el título de emir. Tradicionalmente, el emir de Abu Dabi es también el presidente de la federación. Hoy en día es Khalifa bin Zayed al-Nahyan, que permanece en el poder desde que su padre falleciera en 2004.

Suazilandia. El rey MswatiIII ha sido el monarca absoluto de este pequeño país del sur de África desde que heredó la corona en 1986, cuando apenas tenía 18 años. Su título oficial es ‘Ngwenyama’, un título honorífico que también significa ‘león’. Sigue leyendo «Los reinos que quedan»

Juan Carlos I deja España en herencia a su hijo

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La corte del rey Juan Carlos y el capitalismo de amiguetes

  • El monarca español se ha rodeado durante su mandato de grandes empresarios a los que ha ayudado en sus negocios gracias a sus contactos con dictadores de países emergentes
  • Villar Mir, presidente de OHL al que regaló un marquesado; Borja Prado, presidente de Endesa; y los Carvajal y Urquijo forman entre otros su círculo de íntimos en el Ibex 35
  • Ha sido amigo de Gerardo Díaz Ferrán y de Arturo Fernández, uno en la cárcel y el segundo salpicado de multitud de escándalos por la forma de gestionar sus empresas
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Gerardo Díaz Ferrán, Jaume Matas, el rey Juan Carlos y Arturo Fernández. Foto: La Celosía

Gerardo Díaz Ferrán, Jaume Matas, el rey Juan Carlos y Arturo Fernández.  (Foto: La Celosía)

El momento elegido por el rey para retirarse es de todo, menos casual. Además de esperar a que pasaran las elecciones europeas, el monarca ha aguantado hasta pasear, en tres viajes maratonianos, a los principales empresarios del país por la Península Arábiga. El rey, falto de fuerzas y salud, ha gastado su último cartucho como monarca en ayudar a los que han sido durante 39 años algunos de sus mejores amigos: los grandes hombres de negocios españoles.   Sigue leyendo «Juan Carlos I deja España en herencia a su hijo»

A cuerpo de rey

«Juan Carlos, el crepúsculo de un rey»

  • Canal+Francia ha emitido el lunes 18 del pasado mes de Noviembre este documental de elaboración propia.

El documental emitido dentro del programa ‘Especial Investigación’ de Canal+, es un retrato sin concesiones del Monarca español. A la luz de los escándalos que han hundido la imagen de la Corona, los autores, Caroline du Saint e Ibar Aïbar, abordan con un ojo muy crítico todos los aspectos de la trayectoria de Juan Carlos, desde la muerte de su hermano Alfonso hasta su papel en el golpe de Estado del 23-F pasado por sus infidelidades y su tren de vida.

Los príncipes de Asturias conversan en presencia del Rey en el desfile militar que se celebró el pasado año con motivo de la Fiesta Nacional.Durante los 52 minutos que dura el programa, la Corona aparece como una institución anacrónica y decadente. A partir de la fotografía de la familia real unida en el Palacio de Marivent, un lejano verano del 2007, traza la historia de un «rey popular que se ha convertido en rey maldito» con una esposa «humillada desde hace años por las supuestas infidelidades de Juan Carlos» y «un yerno que habría desviado millones de euros y se arriesga a 10 años de prisión».

La instantánea del safari del Rey en Sudáfrica «a 45.000 euros la semana» junto al cadáver de un elefante merece comentarios como este: «Un hobby extraño para el monarca de un país en quiebra».

¿El rey también pringado en Noos?

El exsocio de Urdangarin documenta la relación de la Casa del Rey con Nóos

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  • Diego Torres sostiene que “el jefe”, en alusión al Monarca, realizó alguna gestión
  • En un correo, Urdangarin le dice a la princesa Corinna: «Como te ha dicho mi suegro»
  • El exaliado del duque dice que le ofrecieron «dinero y trabajo» si asumía toda la culpa
 

Con una nueva remesa de correos electrónicos, el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, sostuvo ayer ante el juez José Castro que la Casa del Rey supervisó la actividad del Instituto Nóos, que tuteló sus negocios y que tanto la infanta Cristina como el asesor de esta, Carlos García Revenga, tuvieron un papel de control en la institución desde sus puestos en la junta directiva. Incluso, Torres apuntó directamente al Rey, al que internamente se referían como “el jefe”, según dijo.

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Corrupción… no toquéis a la infanta

Nueve indicios contra la Infanta Cristina

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-Nóos. La infanta fue vocal de la fundación usada para estafar fondos públicos, y lo fue entre 2004 y 2005, los años Urdanga. y Cristinaen los que se cerraron los mayores negocios con las administraciones balear y valenciana. Es la única de los cinco miembros de la directiva que no está imputada, tras la acusación formal contra Carlos García Revenga.

-Aizoon. Es copropietaria de esta inmobiliaria, a la que fueron a parar 1,7 millones de euros por trabajos jamás realizados, buena parte de ellos de administraciones públicas. Como propietaria recibió reparto de beneficios.

-Cuenta I. Recibió en una cuenta a su nombre 12.671 euros procedentes de Nóos Consultoría, una de las sociedades usadas para desviar dinero público.

-Cuenta II. Consta al menos un envío de 400.000 euros de la cuenta de la que Cristina de Borbón es titular junto a su marido, a Diego Torres. El motivo de ese envío de dinero aún no se ha aclarado.

-Pedralbes. Al menos 600.000 euros usados en la reforma del palacete de Barcelona, del que la infanta es copropietaria, procedieron supuestamente de dinero público desviado a Aizoon.

-Hacienda. Al menos una de las declaraciones de Hacienda de la infanta fue confeccionada ‘ad hoc’ por el contable de la trama, el abogado Miguel Tejeiro, cuñado de Torres.

-Sueldo. La infanta Cristina recibía cada semana desde las arcas de Aizoon pagos de entre 600 y 700 euros sin más concepto que «su factura».

-Mediación. Uno de los ‘mails’ aireados por Torres reveló que la infanta y el Rey mediaron para que que la Fundación Deporte Cultura e Integración Social (FDCIS), usada para evadir capitales, sacase adelante el «proyecto Ayre», una iniciativa que pretendía que España tuviese un segundo velero en la Copa América de 2009 en Valencia.

-Sueldo en negro. Según las declaraciones de una de las trabajadoras domésticas que trabajaron en el palacete de Pedralbes, la infanta Cristina participó en la entrevista de trabajo en la que se le contrató y en la que se le informó que su sueldo iba a ser en negro.

Fuente:  Colpisa

LOS NEGOCIOS DEL YERNO DEL REY

  • La ‘operación Babel’ destapa que el duque se ha «forjado» un patrimonio de más de once millones en apenas una década
  • Cerca de 90 empresas también contrataron con Nóos, muchas veces a precios muy superiores
El Correo 

Las cifras del ‘caso Urdangarin’ engordan día a día. Los últimos informes, todavía muy provisionales, de la Brigada Antiblanqueo, de Hacienda y de Anticorrupción sobre el entramado empresarial supuestamente tejido por el yerno del rey y su socio, Diego Torres, hablan de todo menos de una fundación sin ánimo de lucro. Los papeles de la denominada ‘pieza 24’ del ‘caso Palma Arena’ están plagados de millones de euros y de más de un centenar de negocios con jugosísimas rentabilidades fuera de toda lógica de mercado, aunque no siempre irregulares. La radiografía de la investigación, habida cuenta de la madeja societaria, es complicada y responde fielmente a su denominación: ‘Operación Babel’. Ocho, por ahora, son los grandes pilares de esta confusa torre, que amenaza con convertirse en iceberg.

 ‘Cuentas generales’: Más de once millones en patrimonio
Las primeras estimaciones apuntan a que el duque de Palma, desde que en 2004 ‘despertara del letargo a su filántropo Instituto Nóos’, se ha hecho con un patrimonio personal muy superior a los once millones de euros, al margen de las asignaciones que haya podido recibir de la Casa Real. A su nombre tiene un palacio de ocho millones de euros en Barcelona, a los que hay que sumar un patrimonio inmobiliario algo menor a los 1,3 millones por cinco pisos en Palma y otro en Tarrasa, dos garajes y un trastero. Y activos por valor de 1,8 millones en sus empresas. Del dinero oculto bajo otras firmas o sociedades o de las cantidades que el entramado societario pueda haber evadido al extranjero los investigadores todavía no se atreven a hacer cálculos. Por el momento, creen poder certificar que al menos 650.000 euros de sus empresas volaron rumbo a Belice y, quizás, a otros paraísos más cercanos.

Las mercantiles de Urdangarin y Torres (quien tiene un patrimonio cercano a los cinco millones) han facturado cerca de 16 millones de euros en los últimos nueve años, de los que más de 6,4 millones vinieron de entidades públicas. Casi la mitad de esos 16 millones con 103 pagadores diferentes fueron captados directamente por la fundación altruista que Urdangarin presidió hasta 2006. La facturación cruzada entre la ONG y las nueve empresas que investiga el juez del caso Palma Arena, José Castro, habría reportado directamente a las arcas de esas firmas no menos de 8,8 millones de euros. Las dos empresas satélites del entramado controladas directamente por el duque, Nóos Consulting y Aizoon (en la que participó la infanta Cristina), facturaron en los ‘años de oro’ 3,4 y 1,5 millones. Buena parte de ese dinero eran facturas a la propia fundación sin ánimo de lucro.

‘Fórum Illes Balears’: El origen de todo

El Forum Illes Balears, dos cumbres deportiva-turísticas organizadas directamente por el Instituto Nóos y adjudicadas a dedo por el Gobierno de Jaume Matas, es el origen de la ‘operación Babel’ y el segundo mayor supuesto ‘pelotazo’ del tándem Urdangarin-Torres. Los investigadores, tras los documentos encontrados en los registros de las empresas de los dos socios, ya tienen bastante claras las cifras. El Govern Balear pagó por los encuentros de 2005 y 2006 un total de 2.594.038 euros. Los primeros cálculos apuntan a que 1,4 millones de ese total acabaron en poder de las empresas directamente controladas por Urdangarin, quien apenas ha podido presentar facturas para justificar poco más de un millón de euros.
La adjudicación de esas jornadas a Nóos está plagada de irregularidades. Ni siquiera se celebraron reuniones oficiales para dar el concurso, tal y como ha reconocido el propio Matas.

‘Valencia Summit’: El gran golpe

Valencia, hasta el momento, es el gran golpe de Nóos. Se trata de la celebración de las tres ediciones del Valencia Summit, en 2004, 2005 y 2006, unas reuniones internacionales sobre turismo y deporte, que sufragaron la Ciudad de las Artes y de las Ciencias (Cacsa), del Gobierno autónomo, y la Fundación Turismo Valencia, perteneciente al consistorio. Esos contratos (que a diferencia de Baleares sí que fueron transparentes) supusieron un desembolso público de 3,1 millones, pues garantizaron a la fundación que por entonces presidía el duque un ‘canon’ anual de 1,04 millones (900.000 euros más IVA) por cada uno de los tres años de las reuniones deportivas. Además de esta cantidad por los Valencia Summit, el Ejecutivo de Camps firmó otro contrato con Urdangarin para que la ciudad albergara unos ‘Juegos Europeos’ que nunca llegaron a celebrarse, y por el que Nóos se embolsó 382.203 euros. Anticorrupción ya se ha zambullido de lleno en la ‘trama valenciana’ de Nóos y la semana pasada interrogó a los responsables del ayuntamiento y de la Generalitat que firmaron esos contratos.
‘Otras administraciones’: A la ‘caza’ de más dinero público
Al margen de las instituciones valencianas y baleares, otras siete administraciones públicas han declarado a Hacienda haber pagado a Nóos y sus satélites por todo tipo de contratos de consultoría, cuya adjudicación está siendo investigada habida cuenta del desfase entre el coste y la escasa entidad de los trabajos facturados. Se trata de los ayuntamientos de Mataró (86.351 euros), Alcalá de Henares (26.132) Barcelona (11.999) y La Galera (7.500); la Generalitat de Cataluña (75.425) y la Diputación de Barcelona (11.600).

África: Asesoría inmobiliaria
Mixta África, un promotora que declara tener como objetivo la constrcción de «viviendas económicas» en África y que tiene negocios en Marruecos, Senegal, Túnez, Argelia, Mauritania y Egipto, ha declarado haber abonado al entramado de Urdangarin y Torres 445.000 euros en trabajos de asesoraminto. De ese montante, al menos 365.328 euros fueron a parar a los bolsillos de Aizoon SL, propiedad de Urdangarin y Cristina de Borbón, por trabajos realizados entre 2006 y 2009.

SGAE: ‘Teddy’, a dedo

La Sociedad General de Autores fue la séptima mayor fuente de ingresos del entramado Nóos. Según los informes de Hacienda, la SGAE llegó a pagar más de 528.000 euros, aunque la cifra es mayor. De acuerdo a los datos de la auditoría externa a la que se ha sometido a la sociedad, entre 2005 y 2010, Nóos y Estrategic Lap Innovation (otra de las empresas de la red societaria) facturaron 750.000 euros a la sociedad que vigila los derechos de autor de los creadores españoles. El trabajo encargado era hacer un informe anual sobre la imagen de la SGAE en la sociedad.Fue el propio Teddy Bautista quien, a dedo, designó a las empresas del duque como asesoras principales, a pesar de que no habían trabajado nunca en el ramo de los autores.
Entidades privadas :Contratos de todo tipo
Cerca de 90 entidades privadas contrataron con Nóos y sus satélites en la pasada década, lo que supuso al entramado beneficios algo menores de los diez millones de euros. Esas adjudicaciones entre privados -matizan fuentes del caso- no son objeto directo de investigación, aunque sí los movimientos posteriores que el entramado hizo de ese dinero. Algunos de esos trabajos -apuntan los investigadores- están fuera de toda lógica de mercado como pagar, como hizo el Villareal, 690.000 euros por un informe de diez páginas. Los grandes pagadores privados al grupo son, entre otros: Motorpress Ibérica, la editorial en la que fue consejero Urdangarin, ha declarado haber abonado facturas cercanas a los 1,4 millones; Wolkswagen, 1, 2 millones; o Telefónica, la empresa en la que es consejero internacional, 703.852 euros.
Mediaciones deportivas: Difícil rastro
Urdangarin, según los datos recopilados por los investigadores, también habría podido intervenir directamente en la intermediación en tres asuntos deportivos, de los que, por el momento, no hay huella económica. El primero es la concesión a Valencia de la XXXII Copa América de Vela de 2007, en la que Nóos habría intervenido, según ha confesado un socio del duque, Juan Pablo Molinero. Precisamente Molinero y Nóos también aparecen relacionados con la operación para que en 2003 el Ejecutivo de Jaume Matas cerrara un acuerdo con la empresa Abarca Sports S. L., propiedad de José Miguel Echávarri, para que el equipo ciclista Banesto pasase a llamarse Illes Balears a cambio de 18 millones de euros. La tercera mediación deportiva sería la intervención fallida en 2003 para que el Tour de Francia tuviera al menos una etapa en Mallorca. Según las declaraciones de diversos imputados, el Govern pagó 1,1 millones a Nóos por las gestiones sin éxito. 
Fuente: http://www.elcorreo.com/vizcaya/rc/20111211/sociedad/urdangarin-millones-animo-lucro-201112110127.html

Críticas contra la monarquía española

DE  LOS  ESCÁNDALOS  SEXUALES  AL  ‘CASO URDANGARIN’

Pascual Serrano  en Le Monde Diplomatique


Periodista, autor de ‘Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo‘, Editorial Península, Madrid, 2009.


El escándalo en el que se halla implicado Iñaki Urdangarin, duque de Palma, esposo de la infanta Cristina de Borbón y yerno del rey Juan Carlos I, atrae de nuevo la atención sobre los negocios ocultos de la familia Real. Una cuestión hasta ahora tabú en los medios de comunicación de España. Según la Constitución española: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.” Por eso sin duda la prensa mantiene una omertá de silencio en torno a los asuntos de la monarquía. En cambio, entre los libros sobre Juan Carlos, destacan trabajos serios que critican aspectos de la vida del rey con argumentos documentados y aportan luz sobre la extravagante trayectoria de la familia Real.

Hace más de veinte años, en mayo de 1998, el periodista Jon Lee Anderson, escribió en The New Yorker un amplio perfil del rey Juan Carlos I. El artículo fue censurado en España, algo que dejó desconcertado a Anderson.  En su opinión, «la actitud de los directores de medios y la percepción de un círculo muy pequeño de que la Democracia española era frágil, hacía que se censuraran las noticias».  Hubo que esperar hasta 2.006 para que se publicase, pero incluido en un dossier editado por la Asociación de la Prensa de Aragón, con motivo de la asistencia de Jon Lee Anderson a un congreso en Huesca.

Lo curioso es que lo escrito por Anderson no era en absoluto crítico ni con la figura del Rey Juan Carlos I ni con la Monarquía en general.  Su principal fuente era el servicio de prensa de la Casa Real y no recogían ni un sólo comentario de algún opositor a la institución monárquica.  Sin embargo, en el texto se aprecian elementos que cualquier español hubiera identificado como «impublicables» de España:  recuerda, por ejemplo, que Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I, tras su derrocamiento en 1.931, «vivió una vida de play boy, mujeriego, era aficionado al juego y a la caza»;  destaca la estrecha relación entre Franco y Juan Carlos, y se hace eco de alguno de los escándalos sexuales y económicos.

A diferencia de otras monarquías, como la británica, la española sigue blindada a la crítica.  Se trata de un caso de censura apoyado por los directivos de la prensa y la mayoría de los periodistas, incluso los no españoles.  John Carlin, por ejemplo, periodista británico colaborador del diario El País, hasta se jacta de esa falta de libertad.  En su artículo «Reyes, guiñoles, ingleses y democracia», publicado en 2.000, con motivo del 25 aniversario de la monarquía, afirma:  «A diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, en España existe una conspiración de silencio en la que participan todos los medios de comunicación en torno a la Familia Real.  Y tiene su razón de ser».

Ante esta situación en la prensa, ha sido en los libros donde la omertá de silencio ha podido agrietarse.  Muchos son los libros sobre la Familia Real, el monarca o su consorte.  Casi todos laudatorios.  Sin embargo, cada vez más, comienzan a editarse trabajos que se posicionan críticamente contra la Monarquía.

CUANDO JUAN CARLOS MATO A SU HERMANO….

Uno de los primeros fue Un rey golpe a golpe. Biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón (2.000).  Va firmado con el pseudónimo Patricia Sverlo, y editado por Ardi Beltza, un sello del entorno de la izquierda abertzale que acabaría clausurado por las autoridades.  El libro no se vendió en librerías;  se distribuyó por los circuitos de la revista Ardi Beltza donde se agotó.  La obra es contundente en la exposición del entramado de la sucesión tras la muerte de Franco;  destaca la fortuna de Juan CArlos I, sus oscuros negocios en el petróleo, el tráfico de armas, la especulación financiera, la trama inmobiliario y sus amistades con una élite económica que terminó enjuiciada por corrupción.  También se repasan los escándalos sexuales del Rey que suelen ser comentados por numerosos círculos privados pero nunca saltan a las páginas de la prensa española.  Incluso se insinúa que Juan Carlos tuvo conocimiento de la creación de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), aparato clandestino de guerra sucia contra ETA creado bajo el gobierno de Felipe González.  Hoy el libro es difícil de conseguir y su difusión se realiza básicamente por Internet.

Es de justicia indicar que los principales escándalos fueron recogidos anteriormente en otra obra que, si bien no se centraba en la figura de la monarquía, sacó a la luz una valiosa información sobre las corrupciones en torno a las finanzas de la realeza.  Se trata de El negocio de la libertad (Foca, Madrid 1.999), de Jesús Cacho.  A diferencia del de Patricia Sverlo éste fue un gran éxito de venta, pero los escándalos que en él se destapaban -y que afectaban a una parte del sector político y económico de la España de Felipe González-  eran tantos que los del Rey no destacaban entre el panorama.  Como Jesús Cacho no es un periodista antimonárquico militante, ello hacía que sus denuncias tuvieran credibilidad.  Por ejemplo, cuestionaba el papel de Juan Carlos, presentado casi como heroico en el fallido golpe de estado del 23 de Febrero de 1.981.  Basándose en unas declaraciones de la Reina difundidas por la periodista Pilar Urbano, el autor afirma que  «el Rey había jugado a dos bandos en las fechas previas al 23-F».

También sostiene que tras conseguir la corona, Juan Carlos I habría comenzado a amasar su fortuna y a embolsarse comisiones.  Otra vía para enriquecerse:  utilizar su cargo para pedir a algunas petromonarquías del Golfo y al Sha de Persia ayuda económica personal para «defender a España del socialismo».  El autor incluso publica la carta que habría enviado el Rey al Sha.

Jesús Cacho expone en una imagen bastante patética del soberano: «El Rey no lee libros ni periódicos;  se limita a hablar por teléfono las 24 horas del día, lo cual conforma en ocasiones en su coronada testa un galimatías morrocotudo.  Cuantas voces y voces han pretendido dotarle de algún tipo de asesoría o consejo de notables, una simple tertulia con la que reunirse de forma periódica para hablar con cierta profundidad de algunos tema, han fracasado.  Al Monarca le interesan más los tipos divertidos, alegres, simpáticos, ricos mejor que pobres, hábiles en el trato con las mujeres y en los negocios».

Ramón Akal, editor de Cacho, recuerda que el libro fue encargado por otra editorial pero que ésta, tras leerlo, decidió pagarle al autor la cantidad estipulada como adelanto negándose a publicarlo.

En España, ni siquiera la «prensa seria» ha informado de los escándalos financieros de Juan Carlos I a pesar de que sus socios han protagonizado portadas, juzgados y hasta prisiones.  Ni la prensa amarilla, tan popular, ha prestado atención a sus devaneos amorosos y sexuales.  Cuando la revista italiana Orgi anunció, en 1989, la existencia de una hija ilegítima del Monarca con la condesa italiana Olghina Robiland, el silencio fue total en España.  Y cuando la condesa confirmó esa relación y publicó las «cartas de amor» de Juan Carlos I (que ya estaba comprometido con Sofía de Grecia), su difusión fue muy limitada.

Sobre los escándalos de faldas del Rey trata David Garrido en Los hijos silenciados de los Borbones «Arco Press, 2005). Otro autor que destaca es el Coronel Amadeo Martínez Inglés, oficial expulsado en 1990 de las Fuerzas Armadas.  Sus obras se caracterizan por su carácter provocador y polémico.  En 23-F, el golpe que nunca existió (Foca, Madrid 2001), implica a Juan Carlos I en el intento de golpe de Estado.  En Juan Carlos I, el último Borbón (Styria, Barcelona 2008) no duda en calificar al sistema político de «dictadura en la sombra por parte del monarca español».  Y en La conspiración de Mayo.  El «Alzamiento Nacional» que preparó la derecha castrense para el 2 de Mayo de 1981 y que frustró el 23-F  (Stiria 2009) de nuevo implica al Rey en el golpe del 23-F.

Otro libro interesante es del periodista Iñaki Errazkin, Hasta la coronilla.  Autopsia de los Borbones (Txalaparta, Tafalla 2009), cuya principal aportación es un riguroso repaso de los antecedentes históricos de los Borbones en un capítulo titulado «Los muertos de Juan Carlos I».  El autor afirma:  «La degeneración que causa la continua endogamia, la soberbia y la impunidad inherentes al poder, ya sea absoluto o relativo, son elementos que no ayudan precisamente a forjar un carácter virtuoso, y los Borbones no son una excepción».  La contundencia del texto es indiscutible, Errazkin presenta un capítulo de la vida del monarca silenciada en las biografías oficiales:  el disparo de pistola con el que Juan Carlos mata, siendo niño, a su hermano mayor Alfonso, y que le catapulta al primer lugar de la línea sucesoria, y el rechazo absoluto del padre a que se realice autopsia alguna o investigación.  No falta un repaso a los hijos del monarca y a sus consortes, donde se encuentra:  drogadicción, suicidio, secretos silenciados a golpe de talonario con fondos públicos y sexo.

Por último:  la obra del senador Iñaki Anasagasti, ex portavoz del Grupo Parlamentario Vasco en el Congreso Una monarquía protegida por la censura (Foca, Madrid 2009).  El autor denuncia la «conspiración de silencio, en la que participan políticos, personalidades de todo tipo y medios de comunicación social, en torno a la familia real para seguir diariamente la convención de que es ésta la única fórmula válida en la actualidad para que España no se rompa o para que no acabemos a garrotazos los unos contra los otros».  El senador vasco afirma que escribe este libro porque «es preciso ir diciendo que el rey está desnudo, que su legitimidad de origen no es democrática, por más que aparezca en tíulos y artículos de una Constitución aprobada democráticamente en 1978;  que su vida privada no es nada ejemplar;  que sus gastos y relaciones de amigos comisionistas son impropios, y que su falta de responsabilidad ante el delito es algo único en una Europa democrática».

Todo esto vuelve a plantearse desde que estalló el «escándalo Urdangarín» en el que se halla implicado el yerno del Rey a través de su empresa de asesoría Nóos en el «caso Palma Arena» y la «Operación Babel».  Al parecer, Iñaki Urdangarín impulsó la actividad y contratos de Nóos, que por sus estatutos carecía de ánimo de lucro, y presentó al cobro facturas de su firma Nóos y de la inmobiliaria Aizoon, cuya propiedad comparte con su esposa la infanta Cristina de Borbón.  En cinco años, la cifra de negocios de Nóos rondó los 10 millones de euros, según la contabilidad del complejo entramado de asesorías y empresas organizado, que Fiscalía Anticorrupción ha examinado.  Se ha identificado a una firma del grupo que transfirió cerca de medio millón a una cuenta de una sociedad en un paraíso fiscal.  Fiscalía Anticorrupción ha detectado también un agujero de un millón de euros en partidas no justificadas.  Esta es la base para la acusación penal de supuesta «malversación de caudales públicos».   Y la pregunta que muchos observadores se hacen es:  ¿en qué medida el Rey Juan Carlos estaba al corriente de estas operaciones? ¿Cómo es que nadie, en la familia Real, se interrogó sobre los orígenes del colosal y rápido enriquecimiento del esposo de la infanta Cristina?.

Muchos elementos en torno a la familia Real despiertan indignación y cada vez cuesta más silenciarlos:  denuncias financieras y de corrupción, fortuna personal de oscuro origen, la burla de que sus viviendas, yates, vehículos, etc … sean de titularidad del Estado para que sea el dinero público el que deba mantenerlos y repararlos, oscurantismo en su financiación público de la que no debe rendir cuentas, desmanes sexuales …

Todos estos elementos, oscuros en los medios de comunicación, salen a flote sólo gracias a algunos libros que han logrado ser la única válvula de escape a las críticas y denuncias contra la monarquía.

UN REY ENTRE ALGODONES

Manolo Saco en Público

El otro día el rey nos echó una bronca, con esa media lengua graciosa de zangolotino, que no sabes si está de coña o acaba de beberse la cosecha entera de Vega Sicilia del 94. La cosa venía de largo, pues la majestad suya estaba molesta con los medios de comunicación que venían especulando últimamente sobre su salud y su extraña forma de andar, como si hubiese tenido algún percance desafortunado con un apretón intestinal. Aunque a los bien pensados como yo aquello nos parecía más un asunto de pérdida de movilidad que de otras pérdidas.

Pero el hombre se lo tomó a mal, y en una rabieta infantil se acercó a un grupo de periodistas para echarles en cara que querían matarlo o “plantarle un pino en el estómago”. ¿Un pino en el estómago? Como las normas de protocolo son tan rígidas, ninguno de los presentes se atrevió a contestarle que lo de matarle es innecesario, y lo del pino, una crueldad: bastaría con que renunciara al trono y dejase paso a la tercera república.

Así se entiende que el protocolo aconseje a don Juan Carlos no salirse jamás de la fila ni hablar fuera del guión escrito, en esa existencia suya de gusano protegido del mundo exterior en su capullo, dicho sea, majestad suya, con todo el respeto que le merecemos los periodistas. Por eso a los monarcas entre algodones no puedes tocarles, ni darles la mano, a no ser que ellos la extiendan primero, ni besarles en la mejilla; un protocolo medieval nos manda saludarles de una manera vergonzante, con una inclinación de cabeza (los hombres) y una genuflexión (las mujeres); reyes a los que en los banquetes oficiales hay que ponerles alimentos libres de espinas y de huesecitos, como a nuestros niños pequeños.

Nosotros tenemos la culpa. Mientras lo mantengamos así, entre algodones, haciéndole creer que es un rey de verdad, nunca aprenderá a comer solo, seguirá hablando como un bebé y quizá tendré que aguantar que, en otra rabieta de niño consentido, un día de estos me pregunte: Manolo, ¿po ké no te cayas?

Noticia tonta: «La Casa del Rey prevé reducir su presupuesto para el 2011»

Digo tonta porque estos señores que no están sujetos a regulación alguna, a diferencia del resto de la Administración Española, que tiene una dotación presupuestaria absolutamente opaca a los contribuyentes, que no está sujeta a impuestos, que no pagan nada porque van de «gratis total» a todo; nos saltan con que van a quedarse con algo menos de los actuales 8,9 millones de euros, es decir casi 1.500 millones de pesetillas de nada para ir tirando el próximo año.

Yo creo que sin tener que pagar hipoteca, no les va a ir muy mal para costearse sus vicios a esta cuadrilla de ocupas del palacio de la Zarzuela.