Así cuentan fuera de España cómo ha ocurrido la #Spanishrevolution

Manos arriba en Sol

Bernardo Gutiérrez en 20minutos.es

Este es un texto íntegro de Bernardo Gutiérrez, periodista, escritor y consultor de medios en español. Habitualmente, Gutiérrez publica en El País (Madrid), La Vanguardia (Barcelona), Expresso (Lisboa), Internazionale (Roma), Milenio Semana (Ciudad de México), Der Tagesspiegel (Berlín) y National Geographic Brasil (Sao Paulo), entre otros medios. El texto ha sido publicado en el diario alemán Der Tagesspiegel y en la revista venezolana ‘Marcapasos’, entre otros.

«Hace una semana que tuiteo compulsivamente. Actualizo mi Facebook mientras camino. Escribo (para blogs, sites, medios) alrededor de la #spanishrevolution. Medito. Pienso colectivamente. ¿Cómo le explicarías la #spanishrevolución a un alemán?, lanzo en Twitter. @100280120 (Miguel Martínez), un desconocido, escribe: «España siguió los dictados de Merkel y prometió seguir contribuyendo a los beneficios de la banca alemana». Si preguntase en Twitter, ¿cómo le explicarías a la revuelta a un banquero?, la respuesta sería todavía más agresiva.

¿Por qué tantos medios publican que España protesta contra su Gobierno?, ¿Por qué simplifican diciendo que el motivo de la revuelta es el desempleo?, ¿Por qué relacionan El Cairo con Madrid sin más? Me llama la atención que la cuenta de Twitter de @wikileaks fuese más ágil que muchos diarios internacionales al recomendar el texto La revuelta islandesa de España. Wikileaks vio un claro paralelismo entre la #spanishrevolution y el país que se negó a pagar los errores de sus bancos. El link es tan claro que Hordur Torfason, el hombre que incitó a los islandeses a luchar contra políticos y banqueros, grabó un vídeo de felicitación al pueblo español.

Y es que la indignación contra un mundo gobernado por las agencias de rating y la especulación financiera ha sido una de las semillas de la indignación española. A finales de 2008, en el inicio de la crisis, el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero inyectó miles de millones a la banca. Luego, los mercados (el FMI, las agencias de rating, rumores de Angela Merkel que reforzaban la prima alemana) encarecieron la deuda pública española. Zapatero «tuvo» que recortar salarios a los funcionarios.

Sin embargo, mientras la cifra de parados llegaba a 4,3 millones, las 35 mayores empresa del Ibex (Bolsa de Madrid) ganaron el año pasado 49.881 millones de euros, un 24,5% más que en 2009.

Mientras Telefónica quiere despedir a 8.000 trabajadores en España, anuncia 450 millones de euros en incentivos y 6.900 millones en dividendos para sus ejecutivos. El divorcio entre beneficios empresariales y empleo fue calentando a fuego lento la indignación.

Normal:  Angela Merkel aprobó un impuesto a las eléctricas; el británico David Cameron subía las tasas a las petroleras; y sin embargo Zapatero se tragaba, una a una, las promesas socialistas de su programa.

Internet, la llama

Pero para explicar la #spanishrevolution hay que hablar de otro divorcio: el digital. El 92% de los jóvenes españoles son internautas (12 puntos por encima de Europa). Apenas un 10% de los diputados españoles usa Twitter. Solo así se entiende que Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, aprobase una de las leyes de «descargas de Internet» más retrógradas del planeta. Una ley que pretende cerrar una web sin permiso judicial en menos de cuatro días. Y solo así se explica que dicha Ley provocase una verdadera ciberrevolución. Cuando en enero de 2010 nació la Red Sostenible – una plataforma digital de resistencia – yo estuve en su presentación, en Madrid. Le pregunté a Pepe Cervera, uno de los cabecillas, si iban a fundar un partido político. Hubo un silencio. «No», me dijo. Me quedé con la duda. Paradójicamente, unas semanas después nacía #nolesvotes, una plataforma que pedía castigar en las urnas a los partidos que apoyaron la ley Sinde: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Popular (PP) y Convergència i Unió (CiU).

#Nolesvotes dinamitó el ciberespacio español. El grupo Anonymous se unió. Y el mismísimo presidente de la Academia de Cine, Alex de la Iglesia, dimitió y se puso del lado de los internautas. El movimiento #nolesvotes hizo fuertes a los movimientos en la Red. Pero faltaba algo. Una chispa, un disparo. El desempleo crecía. Las empresas, anunciando beneficios astronómicos. Y PSOE y PP incluían en sus listas para las elecciones del 22 de mayo acandidatos imputados por la justicia. El conservador Francisco Camps, que el New York Times citaría después como el Berlusconi español que propició la revuelta, sonreía ante las cámaras. Y la bomba estalló. #Nolesvotes colgó en su web en febrero un mapa de España en Googlemaps con los casos de corrupción geolocalizados. Casi al mismo tiempo, el cómico Leo Bassi lanzaba su http://ppleaks.com, con los casos de corrupción del PP.

Memoria

¿Cómo y cuándo se cruzaron el divorcio digital y el divorcio económico? ¿Cómo se politizó la indignación? Tiro de memoria personal para intentar explicarlo. En enero de 2011 apoyé al colectivo de Franconohamuerto.com. El objetivo inicial: recaudar fondos en Internet para publicidad en autobuses de apoyo al juez Baltasar Garzón, apartado de la Audiencia Nacional por investigar los crímenes del franquismo. La causa de Garzón había reactivado un poco a la izquierda. Alimentaba la indignación. El logo de Franconohamuerto.com, con un Garzón ácido atravesado por flechas, fue un hit en redes sociales. Denunciaba irónicamente la politización de una justicia en manos del PP y PSOE. El manifiesto de Franconohamuerto.com era uno más: «Somos un lobby popular, no un partido; Toda corrupción debería significar exclusión política, empujaremos la transparencia democrática». Pero era apenas una gota en un océano. Cientos de movimientos crepitaban en Internet. El huracán se acercaba. Yo pasaba horas cambiando mensajes con grupos de Facebook. ¿Apoyarían la causa de Garzón? La mayoría no quería. Se declaraban apolíticos. Indignados con el sistema. El grupo Estado del Malestar lanzó una idea impactante: subirse a cajas en las calles con un megáfono. Y Juventud Sin Futuro llenó las calles en abril. La revolución llamaba a la puerta. Nadie parecía darse cuenta.

Y el resto ya es historia. La plataforma activista Actuable.es lanza con Avaaz una campaña contra los candidatos corruptos de las elecciones. El libro «Reacciona» (con prólogo de Stephan Hessel, autor de «Indignaos») arrasa. La plataforma Democracia Real Ya convoca el 15 de mayo una manifestación sin tintes políticos en más de 50 ciudades con un lema: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros». Y mueren de éxito. Y diez mil personas se instalan en la Puerta del Sol de Madrid el 16 de marzo. Y España despierta el día 17 con las principales plazas tomadas. Y todo parece despedazarse. Sobran motivos, claro. Crisis. Bipartidismo. Banqueros. Corrupción. Desempleo. Y la #spanishrevolution incendia Twitter.Y la Junta Electoral prohíbe la acampada de Madrid. Pero nadie se va. Nadie se mueve. Una viñeta de El Roto, en El País, el día 18, sintetizó todo: «Los jóvenes salieron a la calle, y súbitamente todos los partidos envejecieron».

Los resultados de las elecciones del 22-M revelaron que existe un divorcio más peligroso que el digital o el económico: el democrático. La prensa internacional destacó que el PSOE se hundió. La nacional, que el derechista PP arrasó. Quizá fue al revés. Un detalle: si la abstención fuese una fuerza política, habría ganado con un 33% de los votos. En Madrid, apenas 1 de cada 3 electores votó al Partido Popular, que gobernará con mayoría. En Barcelona, con un 47% de abstención, CiU reinará con apenas un 14% de los votos posibles. El voto blanco y nulo componen la cuarta fuerza política de España.

Divorcio digital. Económico. Democrático. Crisis. Corrupción.

Y la banca siempre gana. Mientras, España sigue llena de acampados. Jóvenes. Adultos. Izquierdistas. Apartidistas. Incluso algún votante conservador, indignado. Pero el PSOE y el PP no mencionan al ya internacional «movimiento 15-M». Mientras los ‘indignados’ piden una reforma de la ley electoral que acabe con el bipartidismo, el PSOE ni siquiera hace autocrítica. Mientras el 15M solicita un referéndum sobre el rescate público de bancos insolventes, el PP afirma «que el sistema no ha fallado». Mientras el mundo interpreta la #spanishrevolution como un movimiento de vanguardia hacia un sistema 2.0 más participativo y democrático, Zapatero no ha entendido el recado. Mientras nace el Wikipartido (discutido en Internet) los alcaldes elegidos del PP siguen convocando ruedas de prensa sin aceptar preguntas. La política se blinda. Allá fuera, aquello del 2.0.

Sigo tuiteanto. Me miro en el espejo de Facebook. Camino, guiado por hashtags, propuestas, links. Parodio El Dinosaurio, el cuento de Augusto Monterroso, en mi cuenta de Facebook. «Cuando amaneció (el 15-M), el sistema todavía estaba allí». Pero alguien no quiere que esto acabe. El sistema, replica Maira Giosa en Facebook, «estaba allí, como adormecido, pero ya está cambiando».

Bernardo Gutiérrez

¿Querían brotes verdes?, aquí están: «DEMOCRACIA REAL YA»

…y espero que también rojos.

Tras muchos meses de gestación desde muy diferentes ámbitos y provocado por el nefasto panorama político que nos rodea, el «MOVIMIENTO 15-M» o «DEMOCRACIA REAL YA«, o como queramos llamarle, esta irrumpiendo en la sociedad española -ante la sorpresa de los más despistados-, trayendo un necesario aire fresco y constituyéndose en uno de los movimientos más interesantes surgidos en las últimas décadas en nuestro entorno.

Recordemos que los políticos -la casta política- en sí misma se constituye, a los ojos de la ciudadanía, en el tercer problema más importante de España, tras el paro y la crisis económica, según reflejan de forma repetida las últimas encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas).

Ante esto, no faltan voces «sensatas» que llaman a la precaución, con la famosa metáfora de «cuidado al tirar el agua sucia de la bañera, que no tiremos también al niño que está dentro» en referencia al supuesto peligro que entraña el cuestionar la democracia.

No parece que esto sea un riesgo cierto a la luz de que la demanda fundamental es precisamente una mayor profundización en la democracia y en segundo lugar porque estamos ante reivindicaciones muy básicas como es el recuperar una democracia realmente participativa y representativa de los ciudadanos para un estado que ha abandonado la defensa de estos y se ha puesto al servicio de los poderes financieros, ante lo que no se puede ser complaciente con ello ni con los políticos que ya han traicionado a la ciudadanía (los del partido gobernante) y los que aspiran a hacerlo (los de la oposición mayoritaria). El movimiento «NO LES VOTES» (referido a los partidos que aprobaron la Ley Sinde) expresa muy bien esto, como rechazo sintomático a partidos que gobiernan de espaldas a sus representados.

Por todo ello es preciso que, los que lideran este movimiento y los que lo apoyamos, seamos muy cuidadosos y vigilantes en la protección de estos tiernos brotes, velando por los principios expresados en su manifiesto fundacional para que se desarrolle y crezca adecuadamente y no se malogre este ilusionante «Mayo del 2011».

«Democracia real Ya» (Manifiesto)

Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.

Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.

Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:

  • Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.
  • Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
  • El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.
  • La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.
  • El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.
  • La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.
  • Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.
  • Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.
  • Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.

Por todo lo anterior, estoy indignado.

Creo que puedo cambiarlo.

Creo que puedo ayudar.

Sé que unidos podemos.

Sal con nosotros. Es tu derecho.

15 DE MAYO: ¿Quién es quién en las protestas de la red?

DIFERENTES INICIATIVAS CIUDADANAS Y DESCENTRALIZADAS EXPRESAN EL DESCONTENTO CON LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA

De forma descoordinada pero con el nexo común del hartazgo ante una clase política que continuamente se ve relacionada con casos de corrupción y alejada del bienestar de la ciudadanía, miles de mensajes se han agrupado bajo el nombre de estas cuatro ‘marcas’: No les votes, Democracia Real Ya, Estado del Malestar y Juventud sin Futuro. Ahora salen a la calle, pero su éxito, con la excepción de las performances públicas de Estado del Malestar, se ha reflejado hasta el momento en el muro de Facebook, los retuiteos de mensajes y hasta en el viejo e-mail. La expectativa para la movilización está creada.

- Tres hitos sociales de las movilizaciones en internet
- El 15 de mayo la indignación tiene un plan

Héctor R. Letón y Diego Sanz Paratcha (Redacción Diario Diagonal)
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Con el precedente de las revoluciones árabes y la manifestación masiva de la juventud precaria en Portugal, en apenas tres meses ha surgido en España todo un movimiento en red que llama a no resignarse por la situación de crisis y el alejamiento respecto a la política institucional.

La convocatoria de una manifestación para el 15 de mayo con el lema “Democracia real ya: no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” ha aglutinado el sentimiento de indignación. El lenguaje y las formas recuerdan a las convocatorias por la vivienda digna de 2006, si bien las actuales iniciativas apuntan a un malestar más generalizado.

NOLESVOTES

La aprobación de la llamada Ley Sinde el 15 de febrero agotó la paciencia de muchos. De forma inmediata, el hashtag (etiqueta) #nolesvotes comenzó a replicarse sobre todo tipo de noticias políticas. El lema “se tiene que notar a la hora de votar” de las movilizaciones contra la guerra de Iraq se transformaba en las redes sociales. “Es la gota que colmó el vaso, todo esto no es sólo por la ley Sinde. La gente está hasta las narices de lo que hacen los políticos, ellos representan los intereses de bancos, de las multinacionales, de la SGAE”, explica Enrique Dans, uno de los precursores de este movimiento. En su lanzamiento también participaron los conocidos blogueros Ricardo Galli, Javier de la Cueva y, especialmente, Carlos Sánchez Almeida.

No les votes no promueve la jornada del 15 de mayo. “No sé que haré ese día, no es algo que estemos coordinando. Lo que no quiere decir que puede que salga a la calle ese día, ni que no haya retuiteado muchas de las consignas que promueven quienes organizan esta jornada”, explica Dans.

“La clase política debe entender que si hay gente que se opone, significa que hay un malestar social. No es entendible que tres partidos, PP, PSOE y CiU, aprueben la ley Sinde y la gran base social se oponga. Es una partitocracia absurda”, afirma Dans, quien espera a las elecciones del 22 de mayo para comprobar la fuerza que tiene los actos coordinados en Twitter o Facebook que están canalizando este descontento social. Al igual que ya ha ocurrido en las últimas semanas en los países árabes.

DEMOCRACIAREALYA

Todo empezó como una conversación entre varios ‘amigos’ de Facebook hasta que desembocó en la convocatoria del 15 de mayo, este grupo se ha ido ampliando a través de Facebook, Tuenti, Twitter y otras redes sociales a gente que tuviera una visión similar”, explica Fabio Gándara, uno de los promotores de Democracia Real Ya. En total, se han anunciando 32 ciudades que albergarán estas protestas, localidades dónde se han conformado distintas asambleas para su organización.

Después de todo esto han logrado unos acuerdos mínimos que defender y que catalogan como “anticapitalistas”. “Es una iniciativa ciudadana para defender a todo el mundo, parados, jóvenes, precarios, etc. Queremos que la gente olvide sus divergencias ideológicas y se acerquen a este foro común al margen de partidos y de sindicatos”, afirma Gándara. Uno de sus leitmotiv es el hartazgo hacia los canales tradicionales de participación política que representan partidos políticos y grandes sindicatos.

“Ahora es el momento de salir de la red, de ir más allá de dar a una tecla”, explica Gándara, quien pretende que el 15 de mayo se iguale a movilizaciones como las que ha habido en Portugal, Reino Unido o los países árabes. En todos ellos, antes de salir a la calle se crearon sinergias en la red. Conscientes de que esto es sólo el principio de algo, sus lemas van en este sentido: “Estoy indignado”, “Creo que puedo cambiarlo”, “Creo que puedo ayudar”, “Sé que unidos podemos” o “Sal con nosotros”.

“Necesitamos una nueva forma de comunicar. Utilizar un lenguaje inclusivo, que no sea light, pero sí reivindicativo. El uso de un determinado tipo de lenguaje te puede encasillar demasiado”, explica este integrante de Democracia Real Ya.

MALESTAR.ORG

Un joven monta una convocatoria por Facebook en Sevilla contra la gestión de la crisis y la corrupción política. Grupos de gente en Madrid y Santander secundan su convocatoria de hacer una performance semanal de denuncia en una plaza céntrica. Más tarde surge el nombre: Estado del Malestar. Apenas dos meses después, medio centenar de ciudades, casi todas capitales de provincia, tienen su propio grupo promotor.

“Queremos comunicar que no es momento de quejarse en los bares”, resalta María, una trabajadora social que forma parte del nodo madrileño de malestar.org, “Esto no es un grupo, es un lugar”, remacha Marcos, en medio de la octava performance del colectivo en la Puerta del Sol. “Queremos abrir espacios y herramientas para que la gente se organice”, explica. Pero, asegura María, es importante “dejarse la ideología en casa para poder juntarse en la calle”.

Cada viernes a las 19 horas, por la plaza en cuestión se van dejando caer quienes han visto la convocatoria. Hasta ahora, en Madrid se ha representado desde un partido de fútbol entre PPSOE y PSOEPP hasta el juego de cruzar una simple línea en el suelo (“la línea de la indignación a la acción”). El seguimiento es irregular, tan variado como la procedencia de quienes forman los grupos: “estamos los que venimos siempre, y luego gente que va rotando”, asegura María. En el foro y en la página de Facebook del nodo madrileño participan unas 600 personas.

Como grupo difuso y reacio a adoptar posturas comunes más allá de la expresión conjunta en la calle, no existe un respaldo formal de todos los nodos de malestar.org a la convocatoria del 15 de mayo. “Pero en Barcelona, por ejemplo, lo votaron y decidieron que sí la apoyaban”, informa Marcos. “Y yo tengo claro que muchos de nosotros estaremos en la manifestación del 15”, añade María.

A la protesta del 15 de mayo también convoca Juventud Sin Futuro, una agrupación de asociaciones universitarias de Madrid. Casi como punto de partida de las movilizaciones del día 15, esta organización convocó una manifestación por el centro de Madrid el 7 de abril. Sus principales reivindicaciones giran en torno a la última reforma laboral, a la reforma del sistema de pensiones y a la mercantilización de la educación pública.

Al revés que el resto de grupos, después de su convocatoria más clásica, sus consignas y lemas han sido difundidas masivamente por las redes sociales y los medios de comunicación. Incluso el mismo 7 de abril se organizaron actos en otras diez ciudades del Estado y colectivos estudiantiles intentan conformar fuera de Madrid plataformas similares. En el resto de Europa, protestas similares se produjeron en torno al 24 de marzo.