ATUREM EL PARLAMENT

Al margen de las irresponsables actuaciones violentas que se han destacado en estos últimos días por los medios de comunicación en un notable intento de desprestigio y que fueron ajenas al pacífico movimiento «Acampada Barcelona», la actuación «Paremos el Parlamento» que tenía como objetivo mostrar el absoluto rechazo a los durísimos recortes sociales que finalmente se aprobaron, consistió en lo que a continuación se puede ver.

En las imágenes se puede apreciar como de forma festiva fueron acudiendo miles de personas a las puertas del Parlamento desde los distintos barrios y localidades cercanas a Barcelona.
Asimismo se puede ver cómo la inmensa mayoría de los convocados mantienen las formas y el estilo que ha caracterizado a este movimiento y que no es otro que una pacífica oposición radical a los atropellos a los que nos vemos sometidos por la pinza «Poderes políticos y Mercados financieros».

http://blip.tv/okupemlesones/aturemelparlament-que-no-ens-despistin-5280786

PACTO DEL EURO

Paco Álvarez

El 19 de abril, la Comisión de Economía y Asuntos Monetarios (ECON) del Parlamento Europeo aprobó seis paquetes de medidas para “fortalecer el control presupuestario y la coordinación de políticas económicas en la zona euro”. Medidas que serán aprobadas por el propio Parlamento en este mes de junio sin prácticamente tiempo para su discusión.

Algunas de estas medidas consisten en la vinculación de los salarios a la productividad, aumentar la edad de jubilación y trasvasar fondos a los planes privados de pensiones, introducir en las Constituciones de los Estados la obligatoriedad de limitar los déficits públicos, establecer un calendario para la reducción de la Deuda Pública y disciplinar a los países con desequilibrios macroeconómicos graves, incluyendo la falta de competitividad pero no el paro.

Paco Álvarez nos explica el tipo de medidas que se quieren adoptar y a quienes afectarán de manera directa.

http://noledigasamimadrequetrabajoenbolsa.blogspot.com

Accionistas de S&P y Moody’s se preparan para COMPRAR BARATO EN LAS PRIVATIZACIONES


Diario Público
En mayo de 2010, inmediatamente después de la decisión de la UE de emprender un duro ajuste coordinado en todos los países, el jefe de deuda soberana de Moody’s, Pierre Cailleteau, dejaba su puesto en la agencia que, con sus rebajas de calificación, había desempeñado un papel clave en la crisis de la zona euro. Y en septiembre, Cailleteau estaba ya en Lazard, uno de los grandes bancos de inversión estadounidenses.

Un año después de aquella dramática decisión, que puso contra las cuerdas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la privatización de las cajas una de las consecuencias imperativas del giro de mayo de 2010, está a punto de iniciar una nueva fase con la salida a Bolsa de Bankia, prevista para julio y que marcará el tono del proceso de privatización de las cajas de ahorros en España. Y el principal asesor de la operación será precisamente Lazard, el banco donde recaló Rodrigo Rato tras salir del FMI y que en septiembre fichó a Cailleteau, el hombre que año tras año colocaba a España como el peor país en su «índice de miseria».

Lazard no es la única conexión con Moody’s de la OPV: los cuatro bancos elegidos para colocar el tramo institucional Bank of America, Deutsche Bank, JP Morgan y UBS también controlan fondos que tienen acciones de la agencia, entre el 0,22% y el 0,43%. Y todos participan del accionariado de su principal competidor, Standard & Poor’s, que se reparte con Moody’s más del 80% de la cuota de mercado mundial. Si se agregaFitch Ratings, acaparan el 95% de la torta.

Ola de privatizaciones

Pero si el foco se coloca en los compradores potenciales de acciones, las vinculaciones con las agencias aún son mayores. Ante la ola de privatizaciones en marcha Bankia, Banca Cívica, Loterías, Aena y las cajas compitiendo a la desesperada por capital todos los analistas sitúan en la parrilla de salida a los grandes fondos estadounidenses, que llevan meses catando el sector y estudiando comprar acciones de cajas, cuanto más baratas, mejor: BlackRock, que mueve una cantidad que dobla y supera el PIB español, y sus mayores rivales, Capital Group y Fidelity.

Tanto BlackRock como Capital son accionistas importantes de Moody’s, con el 6,3% y el 16,3%, respectivamente. Y también de S&P, de la que controlan el 5,3% y el 12,3%. Fidelity llegó a controlar en 2010 el 8% de Moody’s.

La importancia que para el proceso de privatización tienen estos fondos de inversión accionistas de las agencias de rating que han forzado precisamente ese proceso es tal que el pasado octubre el rey recibió en la Zarzuela al consejero delegado de BlackRock, Lawrence Fink.

En realidad, estos fondos ya hace tiempo que son muy activos en España. También en los sectores donde se obtienen ganancias gracias a la crisis.

BlackRock, por ejemplo, es uno de los actores más importantes de la Bolsa española, pero también le saca partido cuando cae: es de las entidades que apuesta a corto; es decir, que gana si la acción baja. Y es el dueño de iShares, una de las principales herramientas de ETFs, el vehículo de moda precisamente para hacer apuestas a la baja.

Estos fondos con acciones significativas en Moody’s y S&P tienen también participaciones en los principales bancos españoles, clientes todos de las agencias de rating y también víctimas cuando les rebajan la calificación: tanto BlackRock como Vanguard tienen más del 1% de los cuatro grandes Santander,BBVA, Popular y Sabadell y Capital Group suma hasta el 7% del Santander. El sector bancario lleva años exigiendo la privatización de las cajas, ahora encarrilada en parte por la presión de las calificadoras.

BlackRock, Vanguard yT. Rowe Price tienen asimismo inversiones significativas en deuda pública: en este momento, suman un mínimo de 7.500 millones se euros. Y en este mercado, las calificadoras desempeñan igualmente un papel clave: si rebajan la nota de la deuda soberana, el Estado se ve obligado a pagar un interés mayor para poder colocar sus bonos.

En 2010, España tuvo que pagar más por su deuda. Según el último Informe Anual del Mercado de Deuda Pública, el bono español a 10 años pasó del 4% al 5,45%. Y los grandes beneficiarios fueron los inversores extranjeros, que ya acaparan el 55% del saldo total tras ganar este año tan rentable 8,6 puntos.

Aunque las entidades de crédito perdieron globalmente peso, los mayores fondos individuales con deuda pública española pertenecen al Banco Santander y al BBVA, grandes clientes de las agencias de rating: los ingresos de estas proceden de las entidades cuyos productos califican.

«El conflicto de intereses de las calificadoras es múltiple e increíble y uno de los más descarnados es que los fondos participen de su accionariado», afirma el economista Alejandro Inurrieta, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles. Y añade: «El problema es que son demasiado poderosas y el que trate de limitar su poder tiene muchos números para salir chamuscado».

Cautela del Gobierno

El último que lo ha pedido, la semana pasada, es la Eurocámara, que exige la creación de una euroagencia pública. Pero ningún gobierno de la UE los que deben lidiar con el encarecimiento de la deuda lo apoya: «Nos guste o no, necesitamos a las calificadoras porque una agencia pública no tendría credibilidad en los mercados», afirma un portavoz de Economía.

La Eurocámara también ha advertido contra el «conflicto de intereses», al igual que el Congreso y la SEC en EEUU, el G-20, la Comisión Europea, el FMI, y, el pasado viernes, el mismo presidente de la CNMV, Julio Segura. Pero el marco general sigue siendo la autorregulación, como antes de la crisis. Ante este escenario de bloqueo han empezado a surgir iniciativas para que sean los tribunales los que examinen el «conflicto de intereses»: en España, se presentó a finales de febrero una querella contra Moody’s, S&P y Fitch.

Ninguna de las tres grandes agencias ha contestado a las preguntas de Público sobre el supuesto «conflicto de intereses», ni sobre la querella presentada en España. Pero las agencias siempre los niegan con el argumento de las «murallas chinas» que supuestamente se levantan alrededor del área de rating.

«En las agencias hay unas murallas chinas muy estrictas entre el departamento de rating y las otras divisiones, puesto que el primero trabaja con información privada de las empresas que califica y el resto únicamente con información disponible públicamente», explica un exdirectivo en España de una de las grandes agencias de rating.

Pero incluso si las «murallas chinas» funcionaran dentro, no está tan claro que se perciban fuera: todas las calificadoras tienen también otros negocios de consultoría, que ofrecen servicios alternativos a las mismas entidades cuyos productos luego evalúan.

Este negocio es cada vez más importante y también ha crecido con la crisis: Algorithmics, la firma de soluciones financieras vinculada a Fitch Ratings, ingresó 121 millones en 2010, un 10% más que en 2009. En el mismo año, Fitch Ratings facturó 487,5 millones, con un crecimiento inferior: del 6,3%.

El pasado 21 de diciembre, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) renovó su contrato con Algorithmics. Y la nota de prensa de Algorithmics lo justificaba porque sus herramientas, insistía, iban a ayudar a los miembros de laCECA «en un periodo de consolidación en el mercado español motivado por la crisis financiera».

Golpe al Banco de España

Sin embargo, uno de los mayores golpes a las cajas en dificultades lo propinó apenas dos meses después Moody’s. El 10 de marzo, sólo unas horas antes de que el Banco de España cifrara en 15.152 millones las necesidades extra del sistema financiero español, Moody’s rebajó la calificación de deuda española y cifró las necesidaes del sistema financiero en 120.000 millones, casi 10 veces más. La comparecencia en el Banco de España estaba prevista de antemano. Pero la nota de Moody’s, difundida al abrir la Bolsa, la reventó.

Dos semanas después, Moody’s degradó a todas las cajas, salvo La Caixa. Fuentes del sector explican que cada degradación agrava los problemas financieros en una doble vía: encarece la financiación y acorta el plazo para pagar la deuda ya existente.

La suerte estaba echada: todas las cajas deben acelerar su privatización y probablemente a precios más baratos del que aspiraban, en beneficio de los fondos interesados en comprar, casi todos accionistas o clientes de Moody’s.

En ocasiones, esta frontera tan difusa con potencial polémico, donde supuestamente se levantan «murallas chinas», trasciende incluso al propio grupo de la firma de rating y se extiende a sus trabajadores o consejeros. En España, Jesús Betrian, secretario no consejero de Fitch Ratings desde 1996, es al mismo tiempo consejero de siete empresas de sectores que van de la consultoría a la publicidad, pasando por la auditoría. Una de ellas, la multinacional Ketchum Pleon ha realizado campañas en España para ING.

Otro ejemplo, entre muchos posibles: el currículum del ejecutivo del sector Matias Torrellas incluye el paso de Lehman Brothers (1994-2000) a Merril Lynch (2000-2003), luego a Fitch Ratings (2003-2007), donde fue director senior, y desde 2007, Caixa Catalunya. Es decir, de los bancos de inversión que lanzaron los complejos productos estructurados que llevaron a la crisis a las agencias de rating que dieron la máxima calificación a estos productos y, finalmente, a las entidades que pagan a las agencias de rating para que les evalúe y que aspiran a obtener la mejor calificación posible.

Como el sector se autoregula, el tránsito es legal. Como también el del jefe de Moody’s, que en tres meses ya estaba en Lazard.

Un negocio muy rentable también en España

Las tres grandes agencias de rating son negocios muy rentables, cuyos ingresos proceden básicamente de lo que pagan las entidades financieras interesadas en que les asignen una calificación a los productos que sacan al mercado. Este es uno de los mayores «conflictos de intereses» del que advierten los expertos: en los años del boom, el mayor factor de crecimiento de los ingresos de las agencias eran los complejos productos financieros que acabarían explotando. Y todos recibieron la máxima calificación.

En España, el negocio es también muy rentable, con una ratio entre ingresos y gasto en salarios que llega al 6 a 1, un nivel equiparable sólo al sector petrolero. En 2009, último año en que han presentado las cuentas, S&P ingresó en España 24 millones y gastó 3,6 en personal, con unos beneficios declarados de 7,1 millones. Moody’s tuvo una cifra de negocios de 24,2 millones, 4,8 de gasto de personal y 9,8 millones de beneficios. Fitch Ratings declaró 4,6 millones de beneficios en España.

Los bancos roban y el gobierno mira para otro lado

Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa – Consejo Científico de ATTAC

La aprobación por el Gobierno el pasado viernes de un Real decreto que ha sido calificado por algunos medios como “ley contra los abusos en la banca” pone una vez de relieve la desfachatez gubernamental y la directa complicidad de los poderes públicos con la banca privada para permitirle salir de la crisis con más poder y una situación patrimonial saneada.

Se dice que es un decreto contra los abusos bancarios porque se modifican algunos criterios de cómputo de activos para que la exposición al riesgo de los bancos cuando realizan inversiones especulativas y de ingeniería financiera sea más transparente y, sobre todo, porque establece mecanismos para limitar las remuneraciones de los directivos, además de intervenir en el mercado para evitar que los bancos recurran a las llamadas “guerras de depósitos” ofreciendo intereses elevados que, según el gobierno, luego obligan a aumentar el coste de la financiación a la economía.

Decimos que el decreto es una desfachatez porque no se enfrenta realmente a las causas que provocaron la crisis financiera, porque solo pone paños calientes para hacer como que se regulan de otro modo las finanzas, cambiando algo para que nada cambie, y porque engaña a la sociedad haciendo creer que los abusos de la banca provienen de donde en realidad no vienen.

Lo que hay que controlar no son los sueldos de los directivos sino los beneficios de la banca.

Lo que debería hacer el gobierno no es lanzar este canto de sirena sino, de entrada, someter las remuneraciones astronómicas de los directivos bancarios a impuestos justos y progresivos y no hacerlos desaparecer, como viene haciendo.

Y, sobre todo, impedir que la banca privada pueda generar los beneficios extraordinarios que obtiene a base de financiar mal a la economía productiva y de gozar de un poder de mercado radicalmente incompatible con el buen funcionamiento del sistema financiero e incluso con el juego de poderes democrático que debe primar en una sociedad que se dice democrática.

Si en España hubiera decencia y justicia decente y si los dos partidos de los que dependen la gobernabilidad, el Partido Socialista y el Popular, junto a los de la derecha nacionalista, no fueran esclavos de los créditos que reciben de la banca y que luego no pagan, se tomarían de verdad medidas contra los abusos de la banca pero éstas no serían las del decreto que acaba de aprobar el gobierno. Serían otras fundamentalmente destinadas a poner en claro y pedir responsabilidades civiles y penales, al menos, por actividades y hechos como los siguientes:

1) La posible responsabilidad de la banca española en la generación de un insostenible crecimiento del crédito bancario que provocó más tarde la crisis en la que estamos y en la utilización de vías de financiación para poder mantener ese crecimiento que claramente comportaban mucho riesgo y problemas futuros que todos estamos pagando ahora.

2) La posible responsabilidad de la banca española en la promoción de miles de contratos de permuta conocidos como clips o swaps inmobiliarios que en realidad han sido un engaño y una estafa descomunal a clientes que han perdido millones de euros.

3) La posible responsabilidad de la banca española en la generación del boom inmobiliario, entre otras vías, mediante la tasación de las viviendas artificialmente al alza para así aumentar su negocio de creación de deuda.

4) La posible responsabilidad de la banca española en la liquidación muy perjudicial de los créditos hipotecarios para miles de familias también por realizar tasaciones artificialmente a la baja.

5) La posibles irregularidades fiscales y de gestión patrimonial de la banca española que puedan estar dándose tras la apropiación de las viviendas adquiridas por familias que no han podido seguir pagando sus créditos.

6) La responsabilidad que pueda haber tenido la banca española en el hecho innegable de que millones de personas no pueden disfrutar de su derecho constitucional a la vivienda por la política crediticia que viene practicando y por su contribución a generar el paro y la pobreza que lleva consigo la crisis que ha contribuido a provocar.

7) La responsabilidad que pueda estar teniendo la banca española en la enorme rigidez a la baja que muestra el precio de la vivienda en España a pesar de haber estallado ya hace meses la burbuja y al mantener fuera del mercado cientos de miles de viviendas que podrían satisfacer necesidades sociales fundamentales.

8 ) La posible responsabilidad de la banca española ante la situación en la que se encuentra la economía española como consecuencia de estar utilizando dinero público y recursos de sus clientes para ampliar sus negocios improductivos y especulativos sin destinarlo, como se supone que es la razón de recibirlo, a financiar a empresas y consumidores.

9) La posible responsabilidad que pueda tener la banca española en nuestra mayor tasa de inflación dado el mayor nivel de gastos inherentes a las operaciones financieras y comisiones que cobra a sus clientes.

10) Las posibles responsabilidades de la banca española como financiadora de negocios criminales, de tráfico de armas y de drogas, tal y como han denunciado algunos organizamos y asociaciones internacionales.

11) La posible responsabilidad de la banca española por utilizar paraísos fiscales para facilitar la evasión fiscal y por los daños que con toda seguridad eso ha causado a la economía española.

l2) La posible responsabilidad que haya podido tener la banca española en la exclusión y segregación financieras que haya podido producirse con colectivos sociales o grupos sociales más vulnerables.

13) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación consciente de la corrupción urbanística.

14) La posible responsabilidad de la banca española en la financiación irregular de los partidos políticos.

15) La posible responsabilidad de la banca española en el incremento del coste de la deuda soberana y su participación en actuaciones especulativas contra España incluso con recursos recibidos de los poderes públicos y de los ciudadanos españoles.

16) La posible responsabilidad de la banca española en la extensión del fraude fiscal y de la economía sumergida difundiendo productos financieros durante los últimos años con el solo propósito de blanquear dinero y ocultar a la Hacienda Pública las fuentes reales de las rentas y patrimonios de sus clientes.

17) La responsabilidad de la banca por utilizar de un modo palpable e indisimulado su poder financiero para aumentar su influencia mediática, política, académica y social comprando voluntades y publicaciones financiando publicaciones (como ocurre con los informes que justifican la privatización y recorte de las pensiones públicas) en donde una y otra vez se presentan datos que no responden a la realidad pero que contribuyen a crear un estado de opinión favorable a sus intereses económicos. Y, por tanto, engañando a la opinión pública y prostituyendo la deliberación social y la propia democracia.

18) La responsabilidad de la banca española en la enorme pérdida de empleo que se ha producido en su sector, en donde las jubilaciones se producen a las edades más bajas a pesar de que los informes que financia proponen su aumento para el resto de los trabajadores y sectores económicos, y a pesar de que es el negocio que mayores beneficios viene obteniendo desde hace años.

19) La posible responsabilidad de la banca española en la enorme cantidad de errores que se producen en la gestión de las cuentas de sus clientes o en la gestión de documentos y recibos, por los habituales abusos de confianza que llevan a gestionar de forma muy diferenciada y arbitraria sus depósitos y, de forma particular, por la suscripción de fraudulentos “fondos de pensiones” que ocultan su verdadera naturaleza y beneficio real y la desigual rentabilidad que suponen para los clientes y para las entidades bancarias.

20) Y finalmente habría que abrir otro capítulo para depurar también las responsabilidades de los directivos del Banco de España, y más concretamente de sus gobernadores, puesto que son las autoridades encargadas de supervisar a la banca privada y las que podrían haber evitado que todo esto hubiera ocurrido.

Pero ninguna de estas cuestiones se plantea ni se investiga, ni se cuestiona. En lugar de hacerles frente para poner en claro las causas que han provocado un quebranto de docenas de miles de millones de euros para pequeñas y medianas empresas y para las familias y consumidores españoles, y, además de ello, una merma sustancial de su capacidad de decisión, lo que se hace es conceder a los banqueros un régimen de privilegios totalmente incompatibles con la democracia más elemental y de casi total impunidad. El ejemplo del presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, es elocuente:

Según informaba la web EL CONFIDENCIAL el 21 de septiembre de 2006 “durante los años 1988 y 1989, el Santander manejó cerca de medio billón de pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables (…) El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas. (…) A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera”.
Como consecuencia del descubrimiento de esa serie de irregularidades, la acusación solicitó para el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, “un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros (7.694.060.334 pesetas), además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros (14.132.027.499 pesetas), que es el perjuicio causado con su actuación a la Hacienda Pública”.
Pues bien, el diario El País informaba el 27 de mayo de 2008 que para defenderse de la acusación de supuestos favores a ese banco, el ex ministro de economía Rodrigo Rato presentó un escrito de la ex-Secretaria de Estado de Justicia y luego Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, “en la que ésta pidió el 25 de abril de 1996 que se cursaran al Abogado del Estado “instrucciones” sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito”, concretamente, pidiendo que no se dirigiera “acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes”. Gracias a lo cual, su presidente ni siquiera fue juzgado por esas actuaciones.

Estos son los verdaderos abusos de la banca y los que de verdad hacen daño a la sociedad y no las remuneraciones de sus directivos, por muy altas que sean. Y no hay por qué que seguir aguantando estos abusos. Hay que denunciarlos, censurarlos y reclamar medidas para investigar y depurar responsabilidades.

Ya es hora de que la sociedad despierte y no se deje vencer más por el miedo ancestral hacia quienes manipulan el dinero ante sus manos como si fueran magos que tienen un don especial para hacerse ricos cuando en realidad solo son trileros que se aprovechan de la necesidad ajena y que esconden sus trampas gracias a la impunidad y al poder inmenso que durante siglos han acumulado.

Ya es hora de que la gente reaccione y no permita que, con su dinero, la banca robe, engañe y haga inversiones inmorales y sumamente peligrosas para la estabilidad económica, social y ambiental del planeta.

No puede haber democracia mientras haya abusos bancarios.

Artículo publicado en Altereconomía

Derrota electoral ganada a pulso

A ningún observador avisado puede sorprenderle la debacle electoral sufrida por el PSOE.

Desde muchos ámbitos veníamos denunciando la derechización de este partido y su rápida conversión al neoliberalismo con la adopción, en estos últimos años, de nefastas políticas económicas salidas desde despachos de instituciones financieras mediante las que se está haciendo pagar la crisis a los más humildes, mientras que bancos y grandes empresas se están ya reflotando vigorosamente y volviendo a sus obscenos beneficios.

Recordemos algunas de las nefastas actuaciones (por activa o pasiva) de nuestro actual gobierno:

  • Cancelación del PRODI
  • Aprobación de la Ley Sinde
  • Cancelación del proyecto de Ley de Transparencia
  • Aumento incontrolado y exagerado de tarifas de energía
  • Incremento del IVA
  • Modificación de edad y periodo de cómputo, Jubilación
  • Reforma laboral, inseguridad y precarización del trabajo
  • Privatizaciones (Cajas de ahorro, Loterías, AENA, etc)
  • Rescate de la banca privada (FROB)
  • Incremento impuestos indirectos (no progresivos; carburantes, tabaco, alcohol, etc)
  • Eliminación Cheque-Bebé y modificaciones a la baja en Ley Dependencia
  • Ayudas económicas directas a otras grandes empresas (automovilísticas principalmente)
  • Voto en contra de la «dación en pago» para extinción hipotecas (PP-PSOE)
  • Mantenimiento de la ridícula fiscalidad (1%) para las SICAV’s
  • No recuperación del impuesto de patrimonio
  • Reuniones y pactos privados con bancos y grandes empresas.

Ahora bien, tras esta merecidísima derrota al partido de gobierno, quien ha dado la espalda a la ciudadanía y se ha echado en brazos de los mercados, se acaba la copia y nos llega el original, es decir el Partido Popular, que es algo notablemente peor de lo que tenemos y tratará de hacer más de lo mismo.

Conclusión:  Si la alternativa es mucho peor, hay que derrotarla igualmente, y a no más tardar.

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Elocuente imágen de la noche electoral de ayer:

Qué gozo y qué alborozo muestra  la integrista local ésta con su banderita y su «hiyab cristiano».

ATTAC España propone nacionalizar Telefónica

Comunicado de ATTAC España:

Ante el anuncio realizado por la compañía Telefónica de despedir al 20% de su plantilla en España después de haber ganado 10.167 millones de euros en 2010, ATTAC España propone al Gobierno y al Parlamento españoles lo siguiente:

1. Que procedan inmediatamente a tomar las medidas necesarias dirigidas a nacionalizar a esta compañía hasta hace poco propiedad de toda la ciudadania del Estado Español, para salvaguardar los intereses públicos y el bien general evitando que el dinero y el esfuerzo acumulado durante muchos años por millones de nuestros conciudadanos y conciudadanas se sigan dedicando a lucrar a una minoría de propietarios y directivos escándalosamente bien pagados, mientras que se deterioran continuamente los servicios que presta dicha empresa y para colmo se plantean destruir 6000 empleos.

2. Que se cree una comisión independiente de investigación para poner de relieve con total transparencia las condiciones en que se llevó a cabo el proceso de privatización de las empresas españolas de propiedad estatal que han ido a parar a manos privadas.

3. Que dicha comisión estudie y proponga a los poderes públicos las fórmulas posibles para devolver a la propiedad nacional a las grandes empresas de valor estratégico que fueron privatizadas con el fin de que el Estado vuelva a ser dueño de los resortes esenciales de los que depende que nuestra economía y nuestra sociedad recobren la actividad y el empleo.

Al mismo tiempo, ATTAC España denuncia la irresponsabilidad del Presidente Rodríguez Zapatero y de su gobierno que para tratar de hacer frente a la crisis se reunió hace unas semanas con los propietarios de empresas y bancos que, como Telefónica, son en realidad las causantes de la crisis y de las mayores pérdidas de empleo que se han producido en nuestra economía.

Finalmente, ATTAC España llama a todas las personas, partidos, organizaciones, movimientos o grupos sociales de cualquier tipo interesados en salvar los intereses generales y en que la crisis la paguen quienes la han provocado que apoyen esta iniciativa, enviando su adhesión a ATTAC España.

ATTAC España iniciará diversas campañas, frente a esta actuación y denunciará según sus posibilidades las nuevas privatizaciones previstas, llamando a la ciudadanía en general a posicionarse frente a ellas y las pérdida de patrimonio que nos pertenece a todas y todos y no a sus gestores temporales.

Agencias descalificadas

Razones de la querella contra las Agencias de Calificación:

Querella presentada contra las Agencias de Calificación Crediticia  MOODY´S ESPAÑA,  FITCH RATINGS ESPAÑA  Y  STANDARD AND POOR´S ESPAÑA; siendo impulsada ésta por ATTAC,  Unión por las Libertades Civiles,  Observatorio de los Derechos Económicos y Sociales,  la Plataforma de Afectados por la Hipoteca,  IU,  ICV  y  ERC.
Fuente:  ATTAC.TV