…este es el título del libro que siempre quise escribir por mi dedicación a la absorción de los polvos domésticos. Y es que a mí, como a L.L., me gustan los libros escritos, porque si no… es como si les faltara algo.
Ante el anuncio realizado por la compañía Telefónica de despedir al 20% de su plantilla en España después de haber ganado 10.167 millones de euros en 2010, ATTAC España propone al Gobierno y al Parlamento españoles lo siguiente:
1. Que procedan inmediatamente a tomar las medidas necesarias dirigidas a nacionalizar a esta compañía hasta hace poco propiedad de toda la ciudadania del Estado Español, para salvaguardar los intereses públicos y el bien general evitando que el dinero y el esfuerzo acumulado durante muchos años por millones de nuestros conciudadanos y conciudadanas se sigan dedicando a lucrar a una minoría de propietarios y directivos escándalosamente bien pagados, mientras que se deterioran continuamente los servicios que presta dicha empresa y para colmo se plantean destruir 6000 empleos.
2. Que se cree una comisión independiente de investigación para poner de relieve con total transparencia las condiciones en que se llevó a cabo el proceso de privatización de las empresas españolas de propiedad estatal que han ido a parar a manos privadas.
3. Que dicha comisión estudie y proponga a los poderes públicos las fórmulas posibles para devolver a la propiedad nacional a las grandes empresas de valor estratégico que fueron privatizadas con el fin de que el Estado vuelva a ser dueño de los resortes esenciales de los que depende que nuestra economía y nuestra sociedad recobren la actividad y el empleo.
Al mismo tiempo, ATTAC España denuncia la irresponsabilidad del Presidente Rodríguez Zapatero y de su gobierno que para tratar de hacer frente a la crisis se reunió hace unas semanas con los propietarios de empresas y bancos que, como Telefónica, son en realidad las causantes de la crisis y de las mayores pérdidas de empleo que se han producido en nuestra economía.
Finalmente, ATTAC España llama a todas las personas, partidos, organizaciones, movimientos o grupos sociales de cualquier tipo interesados en salvar los intereses generales y en que la crisis la paguen quienes la han provocado que apoyen esta iniciativa, enviando su adhesión a ATTAC España.
ATTAC España iniciará diversas campañas, frente a esta actuación y denunciará según sus posibilidades las nuevas privatizaciones previstas, llamando a la ciudadanía en general a posicionarse frente a ellas y las pérdida de patrimonio que nos pertenece a todas y todos y no a sus gestores temporales.
Razones de la querella contra las Agencias de Calificación:
Querella presentada contra las Agencias de Calificación Crediticia MOODY´S ESPAÑA, FITCH RATINGS ESPAÑA Y STANDARD AND POOR´S ESPAÑA; siendo impulsada ésta por ATTAC, Unión por las Libertades Civiles, Observatorio de los Derechos Económicos y Sociales, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, IU, ICV y ERC.
“La gente no tiene que pagar por las locuras de los bancos”
(Entrevista a Ólafur Ragnar Grímsson – Presidente de Islandia)
Persona es un viejo vocablo que significa máscara. Las distintas máscaras de este hombre alto y rotundo que es Ólafur Ragnar Grímsson (Isafjodur, 1943) no dejan indiferente a nadie: el presidente de Islandia despierta grandes adhesiones (lleva 15 años en el cargo), pero también el rechazo cerrado de una parte de los islandeses. Grímsson, que fue politólogo, líder socialista y hasta editor de periódicos, ha desempeñado un papel estelar durante la crisis. Pese a que se le suponía una figura decorativa, se ha negado dos veces a sancionar una ley que obliga a los islandeses a pagar a Reino Unido y Holanda por la quiebra de uno de sus bancos, en el denominado caso Icesave.
“Grímsson ha sido capital para evitar que Icesave sea una condena para al menos una generación de islandeses”, asegura el economista Jon Danielsson. Pero este es un lugar extremo, como sus gentes: Guderburg Bergsson, uno de los gigantes de la literatura islandesa, le atribuye “gran parte de la culpa” de la pesadilla de los últimos años por algunas de esas máscaras. “Grímsson ha cambiado varias veces de camisa, la ha perdido y ha conseguido otra que ha vuelto a perder por oportunista. Y enseguida consigue una más: sus años en la presidencia son el reflejo de una nación parecida a él, confusa y aislada”, ataca.
Grímsson recibe a EL PAÍS en su residencia, en una biblioteca luminosa -tal vez por los enormes ventanales, tal vez por los muchos libros de poesía que se agolpan en las baldas-, y antes de poner la grabadora a trabajar se interesa por España y Portugal, a cuyo primer ministro, José Sócrates, algunos tildan de “socialista neoliberal”. El presidente se arranca con una sentencia que repetirá un par de veces con ligeras variaciones durante la entrevista: “Europa no afronta solo una crisis económica: esta es una crisis política. Los Gobiernos no pueden seguir arrastrándose tras los mercados”.
No parece dispuesto a dar su brazo a torcer con Icesave. ¿No está asumiendo un rol que no le corresponde?
Hasta ahora no se había usado esa prerrogativa, pero vivimos tiempos de grandes desafíos. Lo fundamental es que Islandia es una democracia, no un sistema financiero, y que esta no es solamente una crisis económica: es una crisis política. Una de las razones por las que Islandia se está recuperando con rapidez es que el país está dándole una respuesta democrática formidable, no solo financiera. Los islandeses provocaron un cambio de Gobierno, activaron una investigación y van a cambiar la Constitución. Los referéndums se inscriben en esa onda. Las antiguas condiciones de pago eran muy injustas: las nuevas son mejores, pero si los islandeses van a tener que cargar con una deuda de sus bancos deben tener derecho a decidir.
Hace dos años el euro parecía un paraíso para divisas pequeñas como la corona. Ahora el viento ha cambiado y aun así el Gobierno quiere que Islandia entre en la UE. ¿Y usted?
Los recursos energéticos, la pesca, el turismo, todo eso ha sido clave para salir de la crisis; también la divisa lo ha sido. La fuerte depreciación es una paradoja: por un lado somos más pobres, pero por otro se eleva la competitividad de la industria.
Con el euro desaparecería esa ventaja.
Es evidente que la moneda ha sido parte de la solución y que Grecia e Irlanda no han tenido ese resorte. Pero la conveniencia o no del ingreso en la UE dependerá de la negociación. Hay una contradicción interesante: las encuestas muestran que una mayoría quiere que se siga negociando. Y una mayoría aún mayor está en contra de la entrada.
Islandia ha dejado caer a sus bancos y persigue a los banqueros. ¿Ve ahí un modelo islandés de salida de la crisis?
Tal vez no hubiera más opción que esa: los bancos eran tan grandes que no había forma de rescatarlos. Pero no importa si había o no había opciones: Islandia no acepta la idea de que la gente de la calle tenga que pagar toda la factura por las locuras de los bancos, como ha ocurrido con esas nacionalizaciones por la puerta de atrás en otros lugares. Vuelvo al argumento inicial: la solución a la crisis no es simplemente económica.
Se han establecido controles de capital, han subido los impuestos y el recorte en gastos sociales ha desatado el descontento popular. ¿Ese enfado va contra los bancos o contra los políticos?
Es difícil decirlo. Pese a los controles, el país sigue funcionando bien, y el impacto fiscal es innegable, pero era necesario y se está haciendo razonablemente bien. Las crisis son dolorosas.
¿Alguien va a ir a la cárcel?
No soy quien debe decirlo.
Hace años usted hablaba del “capitalismo vikingo”, de un grupo de jóvenes banqueros “listos para conquistar el mundo”. ¿Ha cambiado su punto de vista?
Tal vez todo sucedió demasiado rápido y no supimos ver los riesgos: tampoco supieron verlos las agencias de calificación ni las autoridades europeas. Hubo voces críticas; como otros muchos, no supe escucharlas. Pero hay que aprender de todo esto.
El poder ciudadano, es lo único que puede hacer cambiar la solución neoliberal a la crisis económica y social que vivimos y sufrimos. La terapia de shok que se nos está aplicando en la vieja Europa, en el estado español, así como por medio del alarmante Pacto del Euro, que se nos viene encima cual una losa, que entiendo solo puede ser parado o reconducido, si la ciudadanía toma conciencia de su poder.
La Unión Europea, gracias a su opaca gobernanza, está imponiendo cada vez más recortes sociales y privatizaciones de sectores y servicios públicos. Estamos viviendo un proceso de destrucción del estado, una especie de anarquismo derechista y ultra liberal de una virulencia nunca vista desde finales del siglo XIX.
Europa que actualmente solo puede ofrecer al mundo su estado social, está aplicándose con denuedo en destruirlo. Europa que se presenta como paradigma de la democracia en el mundo, es realidad una especie de gran empresa privada sometida al poder de los grandes consejos de administración de bancos y transnacionales. La Unión Europea, tiene un Parlamento sin competencias y un ejecutivo que es el legislativo a la vez. En Europa no existe una libertad de prensa real, pues todos los grandes medios son propiedad de empresas y bancos e informan o más bien desinforman según sus intereses.
El único reducto de libertad informativa que queda, la red, está cada vez más controlada y mediatizada.
Los gobiernos europeos empezando por el español, han encontrado la excusa perfecta, cuando se trata de imponer sus medidas más impopulares y es que la UE les obliga, cuando la realidad es que las decisiones las toman los gobiernos, todos ellos a través del Consejo Europeo y de un Colegio de Comisarios, que los mismos gobiernos nombran, mediante un reparto por Estados, que deja en evidencia aún más el deseo de zafarse de los gobiernos cuando éstos, los y las comisarías imponen sus medidas siempre restrictivas, siempre privatizadoras, siempre a favor de los poderosos.
Pretendemos dar lecciones al resto del mundo, cuando uno de los estados con una historia de la más rica del continente y cuna del humanismo occidental, lo gobierna un bufón multimillonario y fascistón. Cuando varios países europeos aún se rigen por los restos del medioevo, mediante monarquías hereditarias, conservadoras y que a pesar del bulo de que reinan pero no gobiernan participan en el control del mundo a través de estructuras opacas y antidemocráticas como el club Bildelberg.
Europa es el paradigma de la Dictadura de los Mercados. En el reino de España, el poder de la banca y de ciertos banqueros les lleva incluso a dictar la política y decir lo que es bueno o no para su España, pues de ellos es. El poder antidemocrático de la Banca en el Estado Español esta consolidado desde mediados del siglo XIX y gobierne quien gobierne, la oligarquía financiera española extiende sus tentáculos e influencia y soporta o no regimenes y gobiernos según sus intereses.
Solo un intento de ventilar este aire enrarecido de incienso, oro, plutocracia rentista y estiércol de cuadras reales, durante la II República Española, fue ahogado en sangre, años del hambre, pan y fútbol.
Pero el 14 de abril de 1931 nos dejó un legado de ideas laicas, democráticas e igualitarias que hay que rescatar. Un discurso tan inteligente como populista que todo el mundo entendía y hay que recuperar y sobre todo una convicción de ser ciudadanas y ciudadanos, no súbditos. Fue el momento de oro de la Soberanía Popular.
Así pues entiendo que para construir la alternativa social a la crisis que el nefasto capitalismo, versión casino neoliberal, que los ricos y poderosos nos han impuesto, es imprescindible construir la alternativa democrática y nos queda muy poco tiempo para ello.
Están surgiendo de forma espontánea llamamientos cívicos y populares. Hay mucha gente cabreada, buscando algo. La solución no es aupar a la derechona, ni hacer caso de los parafascistas y autoritarios de “Intereconomía” etc. etc. No, la solución es que las ciudadanas y los ciudadanos seamos conscientes de nuestro poder y reclamemos el fin de los recortes sociales; que la crisis la paguen los que la han generado y el fin de la dictadura de los mercados.
Nuestro país de países, ha sido maltratado por una destructiva burbuja inmobiliaria que generó un empleo falso y temporal, ahora destruido con la misma facilidad que se creó. Tan mal tratado como nuestras costas. Ahora los bancos y los financieros que causaron tanto maltrato ambiental, que provocaron tanta corrupción política y social, tratan no solo de seguir imponiendo su voluntad, sino que paguemos nosotros sus pérdidas de juego, su bancarrota de casino. Nos están robando la cartera, mientras miramos la tele o pensamos que aún vivimos en un mundo rico y feliz.
Toda esta situación solo la puede invertir la ciudadanía consciente de su poder y deseosa de vivir con sencillez y felicidad, con frugalidad y dignidad, con amor y tranquilidad, pero para ello, antes debemos dejar de ser súbditos y volver a ser ciudadanas y ciudadanos. Construir el Poder Ciudadano, ese es ahora en mi opinión el principal objetivo.
En un recuento inicial del referéndum celebrado ayer, habría triunfado por un 58% el «no» a la ‘Ley Icesav’ para indemnizar a los afectados por la quiebra del banco
EFE para PUBLICO
El presidente islandés Ólafur Ragnar Grímsson introduce su voto en la urna para el referéndum celebrado ayer en el país. AFP/ Halldor Kolbeins–
Los islandeses han vuelto a rechazar en referendo una ley para indemnizar a 300.000 ahorradores británicos y holandeses, afectados por la quiebra en 2008 del banco Icesav , según el recuento inicial de más de un cuarto de votos.
Después de que en las jornadas previas a la consulta la tendencia mayoritaria al «sí» se invirtiera, el primer escrutinio de la consulta, tras el cierre de los colegios electorales a las 22.00 GMT de ayer, ha apuntado a un triunfo del «no» con el 58 por ciento de los votos frente al 41 por ciento del «sí». De confirmar estas cifras, la victoria del «no» sería aún mayor de lo apuntada por los sondeos previos.
La primera ministra del país, la socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir, ha afirmado en la televisión pública «Rúv» que estaba «decepcionada» por el previsible rechazo a la «Ley Icesave » para devolver a los ahorradores extranjeros una cantidad que roza los 5.000 millones de dólares (3.474 millones de euros).
La incertidumbre sobre el monto total a pagar por Islandia, con una población de apenas 320.000 habitantes, debido sobre todo a la inestabilidad de la corona islandesa, ha sido uno de los principales argumentos destacados por los opositores a la ley y que ha podido invertir la tendencia inicial.
El conflicto sobre las indemnizaciones a los ahorradores extranjeros del Icesave se dirimirá probablemente en los tribunales europeos, una vez que Gran Bretaña y Holanda anunciaron antes del segundo referendo que no habría nuevas negociaciones con Islandia.
Ahora, el triunfo del «no» deja en el aire el proceso de ingreso de Islandia en la UE , hasta que no se resuelva la disputa legal, y debilita la coalición de Gobierno entre socialdemócratas y «rojiverdes», en el poder desde las elecciones anticipadas de 2009.
Dos años, dos negativas
El referendo celebrado ayer fue convocado hace dos meses por el presidente islandés, Ólafur Ragnar Grímsson, quien echó mano de esa prerrogativa tras recibir una iniciativa popular que reclamaba la celebración de una consulta, firmada por más de una cuarta parte del censo electoral de esta isla situada en el Atlántico norte.
El presidente islandés ya había forzado una situación similar un año antes, cuando contra todo pronóstico rechazó firmar una anterior «ley Icesave» en diciembre de 2009, con el primer referendo, que se celebró en marzo de 2010 y se saldó con una rotunda victoria del «no», superior al 90 por ciento.
El resultado obligó a Islandia, Gran Bretaña y Holanda a negociar un nuevo acuerdo para el pago de las indemnizaciones que habían adelantado los gobiernos británico y holandés a sus nacionales tras la quiebra del banco, división de Internet del Landsbanki, el segundo banco del país entonces y que como los principales institutos crediticios de Islandia fue nacionalizado por el Gobierno tras la quiebra del sector bancario en octubre de 2008 .
El nuevo acuerdo, aprobado por una amplia mayoría en el Parlamento islandés en febrero pasado y que ha sido rechazado en las urnas, establecía rebajar los tipos de interés al 3,3 por ciento en su endeudamiento con el Reino Unido y al tres por ciento en el caso de Holanda, frente al 5,5 por ciento del primer acuerdo.
También se establecían salvaguardas para garantizar que las devoluciones no superen el 5 por ciento de los ingresos de Islandia y que el pago de intereses comience de inmediato, mientras que el del resto se haría a partir de 2016 y durante un máximo de 37 años.
Žižek clama por una nueva izquierda para que no haya más «Berlusconis»
El filósofo esloveno censura la perversión de las ideas por parte del capitalismo en el Festival de las Letras de Bilbao
GUILLERMO MALAINA para PÚBLICO
Foto: Humberto Bilbao
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Llegó este jueves a Bilbao como un torbellino, con un discurso alejado de las interpretaciones oficiales de lo que es el mundo en este siglo XXI, y, lo que es más relevante, con una alternativa en estado puro sobre hacia dónde se puede dirigir la humanidad. Sin ambages, el filósofo y venerado pensador Slavoj Žižek (Liubliana, 1949) reivindicó la necesidad del nacimiento ya de «una nueva izquierda». ¿Por qué? «Porque si no, el futuro que nos espera es Berlusconi, es decir, líderes que, aunque se pongan en ridículo, ejercen el poder de forma autoritaria».
Slavoj Žižek hizo esta reflexión a su paso por el Festival Internacional de las Letras de Bilbao Gutun Zuria, que se celebra en la Alhóndiga hasta este domingo. Fiel a su estilo y a su pensamiento, su intervención fue algo así como una eclosión de ideas a borbotones sobre la oportunidad de crecer de lenguas minoritarias como el euskara, el catalán o el gallego, la globalización, el capitalismo como fuente del fundamentalismo islámico, los nuevos tipos de censura, el Proceso Bolonia en las universidades europeas
«El gran capital usa el lenguaje de la izquierda de hace 30 o 40 años»
Una nueva cultura
El brillante pensador saltó de un tema a otro con una elocuencia y velocidad desbordantes, pero siempre siguiendo un hilo argumental que conducía en el fondo a una gran denuncia: la perversión de las ideas. «Vamos a tener que inventar una nueva cultura», llegó a decir en un momento del acto, antes de lanzar una pregunta a la prensa: «¿Se han dado cuenta de que el gran capital usa el lenguaje de la izquierda de hace 30 o 40 años, cuando habla de salvar a los desfavorecidos?».
Žižek expuso como un caso paradigmático de tal mezcolanza el discurso efectista de Bill Gates. «Cuando lo lees un poco más, viene a decir: Vamos a olvidar la lucha idiota contra el capitalismo y dediquémonos a paliar el hambre en África». El filósofo cree que tampoco se queda atrás del magnate estadounidense la política de la cadena de cafés Starbucks: «Nuestro café es el más caro», dicen. «Pero un céntimo va para los niños de Nicaragua. Hablan de una filosofía preciosa, pero dentro del capitalismo. El mensaje es que olvidemos la lucha idiota contra el capitalismo y, encima, nos cobran más por lo que consumimos con el argumento de que es para ayudar al Tercer Mundo».
Denuncia la censura de las revueltas en Arabia Saudí por intereses económico
Según Žižek, otro asunto que debe hacer pensar a la sociedad sobre qué tipo de mundo desea es el Proceso Bolonia en las universidades europeas. Porque, a su juicio, es un «claro ataque a los centros de pensamiento independientes» para convertir las universidades en fábricas de «expertos»: «Ante casos como las revueltas de París de 2006 y 2007, llamarán para su solución a expertos, como psicólogos, pero el pensamiento no es eso».
Sobre esta base del pensamiento advirtió, por ejemplo, que las políticas actuales contra el racismo o el sexismo están convirtiendo ambas tendencias en un «problema de tolerancia»: «Si ustedes cogen el discurso de Martin Luther King, no cita ni una vez la tolerancia. No se trata de que nos toleremos, sino de justicia«.
Žižek también ofreció otro punto de vista sobre el mensaje extendido la última década acerca de la lucha entre Occidente y el fundamentalismo musulmán: «Lo que aquí hace falta es la izquierda. El capitalismo global es lo que genera el fundamentalismo». Recordó como ejemplo lo ocurrido en el Afganistán «prooccidental y prodemocrático» de hace 40 años y en Kansas. «Históricamente, este ha sido el estado de EEUU más progresista, pero algo se rompió hace 30 años y ahora se concentra allí la extrema derecha», dijo, a la vez que aconsejaba para comprender esa metamorfosis el libro What’s the Matter with Kansas?, de Thomas Frank.
Finalmente, Žižek llegó a la conclusión de que es necesario crear «una nueva izquierda» en el mundo, dado que se han invertido los papeles y, al contrario que en el siglo XX, «la derecha radical es la que cuestiona el orden establecido». Pero él tampoco dio recetas.
Žižek sólo dudó al ser preguntado por Salman Rushdie, que también participa en el Festival. Su intención era preguntarle si aún era de la «izquierda radical». Por la tarde, Rushdie contestó que él defiende lo mismo que hace 20 años y que hay que ser «optimista» ante los cambios que están por llegar en el mundo.
Es una verdad universalmente aceptada que la educación es la clave del éxito económico. Todo el mundo sabe que los empleos del futuro requerirán niveles de capacitación más altos que nunca. Es por esto que, en una reciente aparición junto al ex gobernador de Florida Jeb Bush, el presidente Obama declaró que “si queremos más buenas noticias sobre el empleo, tenemos que hacer más inversiones en educación”.
«Pero lo que todo el mundo sabe es equivocado«
Un día después del encuentro Obama-Bush, The Times publicó un artículo acerca del uso creciente de software para realizar investigaciones legales. Resulta que las computadoras pueden analizar rápidamente millones de documentos, haciendo de un modo muy económico una tarea que requería ejércitos de abogados y asistentes.
En este caso, entonces, el progreso tecnológico está reduciendo, de hecho, la demanda de trabajadores con un alto nivel de educación.
Y la investigación legal no es un ejemplo aislado. Como lo señala el artículo, el software también viene reemplazando a los ingenieros en tareas tales como el diseño de microprocesadores. La idea de que la tecnología moderna elimina sólo empleos poco calificados, que los trabajadores con una sólida educación son claros ganadores, puede ser dominante en la discusión pública, pero se desactualizó hace décadas.
El hecho es que desde 1990 aproximadamente el mercado laboral de EE.UU. se ha caracterizado no por un aumento generalizado de la demanda de capacitación, sino por un “vaciamiento”: los empleos con mejor remuneración y los de salarios bajos crecieron rápidamente, no así los empleos de salarios medios, la clase de trabajos de los que dependemos para sostener a una fuerte clase media. Y el agujero en el medio se fue agrandando; muchas de las ocupaciones bien remuneradas que experimentaron un rápido crecimiento en los 90 han crecido más lentamente en los últimos tiempos, aun cuando se aceleró el crecimiento del empleo de salarios bajos.
¿Por qué ocurre esto? La creencia de que la educación es cada vez más importante se basa en la noción que suena plausible de que los avances tecnológicos incrementan las oportunidades laborales para quienes trabajan con información; dicho en términos más sencillos, que las computadoras ayudan a los que trabajan con la cabeza y que perjudican a los que trabajan con las manos.
Sin embargo, algunos años atrás, los economistas David Autor, Frank Levy y Richard Murnane argumentaron que esta era una manera errada de pensar el tema. Las computadoras, señalaron, sobresalen en tareas rutinarias, “tareas cognitivas y manuales que pueden realizarse siguiendo reglas explícitas”. Así, cualquier tarea rutinaria categoría que abarca diversos trabajos administrativos, no manuales está en la línea de fuego. Por el contrario, los trabajos que no se pueden llevar a cabo siguiendo reglas explícitas categoría que incluye diversas clases de trabajo manual, desde chóferes de camiones hasta porteros de edificios tenderán a crecer aún a pesar del progreso de la tecnología.
Difícil de automatizar
Y he aquí el nudo de la cuestión: la mayor parte del trabajo manual que todavía se hace en nuestra economía parece ser del tipo del que es difícil de automatizar. En particular, en momentos en que los trabajadores del sector manufacturero tienen en Estados Unidos un nivel de desempleo inferior al 6%, no hay muchos empleos de línea de producción que se puedan perder.
Mientras tanto, buena parte del trabajo administrativo que hoy realizan trabajadores con un alto nivel de educación y una remuneración relativamente elevada, pronto podrían ser computarizados. Las aspiradoras-robot (roombas) son lindas, pero todavía falta mucho para que haya porteros-robot; por su parte, la investigación legal automatizada y el diagnóstico médico por computadora ya están aquí.
Y también hay que considerar la globalización. En otra época, sólo los obreros de fábrica tenían que preocuparse por la competencia de otros países, pero la combinación de computadoras y telecomunicaciones hizo posible proveer muchos servicios desde lejos. Y la investigación de mis colegas de Princeton Alan Blinder y Alan Krueger sugiere que los empleos bien pagos realizados por trabajadores con un alto nivel de educación tienden a ser más “tercerizables” que los trabajos realizados por trabajadores menos calificados y con sueldos bajos. De ser así, el crecimiento del comercio internacional de servicios agudizará aún más el vaciamiento del mercado laboral estadounidense.
Lo que la universidad no puede
¿Pero, de todo esto, qué dice de la política? Sí, necesitamos corregir la educación estadounidense. En particular, las desigualdades que experimentan los norteamericanos desde la línea de partida los chicos brillantes de familias pobres tienen menos posibilidades de terminar la universidad que los chicos mucho menos capaces de familias ricas no son solamente una atrocidad: representan un descomunal desperdicio del potencial humano de la nación.
Pero hay cosas que la educación no puede hacer. En especial, la noción de que poner más chicos en la universidad puede devolvernos la sociedad con clase media que supimos tener es una expresión de deseos. Ya no es tan cierto que un título universitario garantiza un buen empleo, y con el correr de las décadas es cada vez menos cierto.
Por eso, si queremos una sociedad con más prosperidad para todos, la educación no es la respuesta: tendremos que ocuparnos de construir esa sociedad directamente. Tenemos que restablecer el poder de negociación que la fuerza laboral perdió en los últimos 30 años, de modo que los trabajadores comunes así como las superestrellas puedan negociar buenas remuneraciones. Debemos garantizar las necesidades básicas, sobre todo el cuidado de la salud, para todos los ciudadanos.
Lo que no podemos hacer es llegar adonde queremos ir simplemente otorgándoles a los trabajadores títulos universitarios, que pueden ser no más que pasaportes a empleos que no existen o que no pagan salarios de clase media.
Aunque lo diga Zapatero, obligar a los bancos y cajas saldar la deuda hipotecaria con la entrega de la vivienda no pone en peligro el sistema financiero, sobre todo en un país en el que primero se paga la casa y después se da de comer al niño, de ahí que la morosidad de estos créditos no llegue al 2,5%. Como sabemos todos los que le adelantamos el parné, el sistema financiero se basta y se sobra para ponerse en riesgo, y si no siempre es posible contar con Moody´s, que ha sido oler a sangre en Portugal y lanzarse a morder la pantorrilla de 30 entidades españoles, a las que ha rebajado la solvencia como si quisiera dar pistas acerca del paradero del siguiente cadáver. Otra cosa no será, pero sentido de la oportunidad tienen un rato estos chicos del pub.
Pero vayamos a Portugal, que después de varios meses al borde del precipicio del rescate financiero, decidía este miércoles dar un paso al frente. La crisis política desatada tras rechazar la oposición el cuarto paquete de recortes y forzar la dimisión del primer ministro José Sócrates no es, en contra de lo que parece, un suicidio colectivo sino una rotunda expresión de dignidad, en la que se hubiera inspirado Pessoa para volver a proclamar aquello de que “sólo en la ilusión de la libertad, la libertad existe”.
No es un suicidio porque si hay algo que los muertos no pueden hacer es inmolarse, y Portugal era desde tiempo un fiambre exquisito al que Alemania estaba dejando curarse a la intemperie antes de partir las primeras lonchas. Los portugueses han dicho no a las enésimas medidas de ajuste dirigidas a las espaldas de los de siempre y que, como destacaba la izquierda comunista, volvían a esquivar a una banca que, por lo visto, también goza de bula en el país vecino. Unas medidas, además, dictadas desde Bruselas sin ningún recato.
Cuando se confirme el óbito luso, sólo restará saber en qué medida nos afectará el luto. Siendo la banca española la que mayor exposición tiene en Portugal no serían descartables nuevos ajustes. Malas noticias para quienes no paguen la hipoteca: pueden irse despidiendo también del piso de la abuela.
Como ya venimos tratando en este blog se están sucediendo dos procesos de gran envergadura que los medios de comunicación ignoran o cuando menos minimizan. Se trata de LA REVOLUCIÓN ISLANDESA y la revuelta obrera en el estado de WISCONSIN, en Estados Unidos.
Resulta sorprendente que los «medios» se interesen tanto por las revueltas más o menos violentas en los países árabes a la vez que «olvidan» estas pacíficas revoluciones en los países occidentales que pretenden frenar el ultra conservadurismo galopante que pretende -en este último caso- acabar con el sector público.
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EE. UU. en estos días:
Miles de personas han seguido las protestas este fin de semana contra los planes de gobernadores republicanos en Estados Unidos de reducir el déficit fiscal a cuenta de los trabajadores del sector público, siguiendo el ejemplo iniciado en Wisconsin.
Este domingo Michael Moore se ha incorporado a las manifestaciones en Madison, capital del estado de Wisconsin, en el centro norte del país. El director de cine manifestó que «los ricos se habían sobrepasado, primero tomando el dinero de la clase obrera y, ahora, tratando de silenciarlos» y Moore comparó la protesta de los trabajadores con la revueltas en los paises árabes.
«El sueño americano está en llamas. No estamos hablando de empleados de sindicatos. Hablamos de enfermeras, policías y bomberos», dijo en la manifestación de Washington el antiguo responsable para «empleos verdes» del Gobierno de Barack Obama, Van Jones, que abandonó su puesto en 2009.
Las protestas de Wisconsin se extendieron esta semana pasada a Indiana y Ohio, estados donde se debaten medidas similares, algo que también ocurre en Iowa, Idaho, Tennessee y Kansas.
Los antecedentes:
La propuesta de los republicanos de Wisconsin para reducir el déficit fiscal desemboca en una reescritura de la legislación laboral de ese estado y en masivas protestas de rechazo.
El Gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, enardecido con el triunfo ultraconservador en las elecciones de mitad de mandato de Obama, decidió proponer una ley que facilita la privatización de los servicios públicos y recorta los derechos de los funcionarios para paliar el abultado déficit público (que sin duda ellos no causaron, sino las políticas de sus gobernantes). Los sindicatos, prácticamente han sido apartados de la negociación de los convenios colectivos (tal como se pretende hacer también en nuestra Europa).
Scott Walker, presentó el pasado martes un presupuesto con profundos recortes para -supuestamente- reducir el profundo déficit fiscal, que asciende ya a 137 millones de dólares. Un argumento que, a juicio de los empleados públicos, ha servido como excusa para despojar de sus «derechos laborales a los trabajadores estadounidenses», ya que la medida arrebata a los sindicatos del sector público la mayoría de los derechos de negociación colectiva. La cuestión ha abierto, en definitiva, un auténtico debate nacional en EE UU sobre el papel de los sindicatos.
En Ohio, esta pasada semana también los republicanos actuaron contra sus empleados públicos, a los que eliminaron el derecho a la huelga. Mediente una nueva normativa, aprobada por los senadores republicanos de Ohio (17 votos a favor y 16 en contra) el pasado miércoles, limita la negociación colectiva al tema salarial, excluye todo lo relacionado con los planes de salud o las pensiones y supedita el proceso a la autoridad de los responsables locales, que tendrían la última palabra. Igualmente les prohíbe hacer cualquier huelga.
Las razones esgrimidas por los republicanos de Ohio son las mismas en las que se ha amparado el gobernador de Wisconsin, el déficit presupuestario (en este caso 8.000 millones) y la necesidad de recortes drásticos.
Pillan al gobernador del estado de Wisconsin admitiendo haber considerado infiltrar a violentos en las manifestaciones pacíficas:
En una llamada telefónica con alguien que fingía ser uno de sus principales contribuyentes a su campaña electoral, el gobernador Scott Walker dijo hace unos días que “había considerado” el envío de agitadores a las manifestaciones en la capital.
El alcalde de la ciudad, Dave Cieslewicz, notablemente furioso, dijo a la prensa que el gobernador de Wisconsin, en realidad pensaba en la infiltración de personas en las multitudes para convertir estas protestas pacíficas en algo violento.
El alcalde Cieslewicz dijo a continuación:
“Nuestras estimaciones son que tal vez medio millón de personas han pasado por la Plaza del Capitolio, en los últimos 10 días. Han venido con los ánimos cargados, y ha habido contra manifestaciones simultáneamente. Por lo tanto era de esperar problemas. Pero, lo que hemos conseguido es un compromiso de comportamiento cívico ejemplar y las protestas han sido todas pacíficas. No hemos tenido ni un solo arresto durante diez días de protestas.
Los manifestantes hasta ayudaban en la limpieza del capitolio y resulta que incluso está más limpio que nunca. La gente respetaba los jardines municipales como si fuera su propia casa. Ayer por la noche veía desde el interior del Capitolio como los manifestantes organizaron una hora de limpieza, desmontaron el bloqueo al capitolio y asistieron a los barrenderos a cumplir sus tareas. Han estado a la altura de nuestra reputación de “Cortesía del Medio Oeste”.
¡Qué vergüenza!
Clama el pleno de la Asamblea de Wisconsin antes de votar el proyecto de ley «antisindical»: