Europa destruye su estado social

Carlos Martínez – Presidente de ATTAC España

La Unión Europea está minando su “estado social” o mejor dicho, la ilusión de tenerlo alguna vez a partir del estado del bienestar.

Tras la segunda guerra mundial, derrotado el fascismo por una alianza interclasista, tanto a nivel de clases europeas como de Estados burgueses y la Unión Soviética, más las guerrillas y partisanos obreros y demócratas, la correlación de fuerzas y las necesidades de la reconstrucción permitieron la incubación de una nueva Europa más social.

La fortaleza de los partidos comunistas, la reorganización de los socialistas y de los sindicatos de clase, los gobiernos de concentración nacional e incluso el estallido de la propia “guerra fría” nada más acabar el conflicto, aconsejaban la aparición, hacían necesaria la aparición, de estados con fuerte protección social, poderosos sectores públicos y una economía casi mixta. El sueño del viejo laborismo hecho realidad.

Minas e industria metalúrgica nacionalizadas, transportes públicos estatales y, por supuesto salud, educación y pensiones públicas. La fuerte presencia militar soviética y el reparto del este de Europa al aliado Ejercito Rojo, vencedor imprescindible, hicieron el resto.

El oeste, las democracias cristianas, los liberales y las socialdemocracias llegaban al Pacto Social Europeo, y Francia, Italia, Gran Bretaña, Bélgica y la todavía ocupada Alemania en manos aliadas occidentales construían, con el apoyo de los EE.UU. una isla de bienestar.

Los años cincuenta, sesenta hasta los setenta, fueron la edad de oro del pacto social- demócrata – liberal y sindical. Pero estos pactos e incluso alianzas interclasistas fueron estatales. La construcción del Estado del Bienestar fue nacional, aunque con muchas semejanzas, en la Europa Central y Nórdica.

La CEE, en sus inicios, incluso fue vista con no muy buenos ojos por parte de las socialdemocracias y sus centrales sindicales. El Mercado Común Europeo, intelectualmente, pero también en la práctica, fue implementado por liberales y demócratas cristianos.

Nació pues en sus orígenes la Unión Europea como un mercado y eso sigue siendo, un mercado. La gran paradoja ahora es que la misma alianza de fuerzas burguesas y socialdemócratas que construyó el estado del bienestar europeo, está ahora destruyéndolo. Claro, la correlación de fuerzas cambió. La clase obrera europea sufrió graves derrotas durante la revolución conservadora de los años ochenta. Los sindicatos mayoritarios, en manos de burocracias pactistas, negociaron los retrocesos tratando de mantener lo “esencial” y la socialdemocracia sucumbió ante la ofensiva ideológica neoliberal en unos años en los que la desregulación y las tesis liberales provocaron un cierto auge económico, y las burbujas primero de las .com y después inmobiliaria y financiera, permitieron el espejismo del fin de la historia.

Ahora, con unas izquierdas pequeñas y divididas, una socialdemocracia con graves dificultades y convertida -al menos en sus direcciones- al liberalismo, y unos sindicatos con bajísimos niveles de afiliación ceden terreno frente a las derechas, poderosos instrumentos del mercado en el poder en casi toda la Unión. La ofensiva neoliberal es brutal y pronto será criminal.

La Unión Europea, bajo la batuta de los bancos alemanes y franceses y de la City de Londres, se apresta a imponer los planes de choque del FMI en todas partes, no solo en los PIGS, sino también en los estados centroeuropeos.

El FMI por fin ha desembarcado en Europa de manos de la Unión Europea para proteger el nuevo negocio y tal vez nueva burbuja con la que defender el capitalismo financiero, la deuda. La deuda pública es la nueva fuente de ingresos de la banca y será la nueva burbuja, insisto, a la que agarrarse.

¿Cuál es el objetivo de este escrito? Analizar no. Es, tal y como están haciendo intelectuales de izquierdas, llamar a la movilización europea. Antes creo que es imprescindible decir que, desde nuestro punto de vista, no se trata de buscar el falso talismán del crecimiento. El crecimiento tiene atrapadas a las elites socioliberales. No, no es posible y tampoco deseable.

El objetivo es defender lo público, los bienes y servicios públicos, los derechos sociales, la justicia fiscal y la democracia.

La ciudadanía europea ahora es súbdita de los mercados. Las clases trabajadoras y populares están pagando de sus bolsillos y con su paro la crisis de los grandes bancos privados.

Los Movimientos Sociales y ATTAC en su conjunto debemos hacer el llamamiento a la movilización europea. Hacia la Huelga General Europea, frente a una Unión, bastión mundial del neoliberalismo, que está destruyendo a pasos agigantados el estado del bienestar.

Los medios de comunicación corporativos al servicio de las finanzas, están organizando una gran coalición en Europa y en el Reino de España para doblegar a las clases trabajadoras, a los pueblos, y convencer a la ciudadanía de que tienen que pagar ellos la crisis de los bancos y los ricos. La dictadura de los mercados es una dura y triste realidad. Por eso ATTAC y los que tenemos credibilidad cívica debemos llamar a defender la democracia y a defender lo público.

Es el momento de decir basta. Pero de decir basta a nivel europeo. La CES debe actuar ya y dejarse de tonterías y timideces. O nosotros y nosotras o la extrema derecha.

Debemos tener el coraje de, con la verdad en la mano, llamar a la movilización ciudadana. A la conciencia ciudadana. A perder el miedo escénico a salir a las calles y plazas, a hablar con las gentes. Nosotras y nosotros no les hemos engañado nunca y no pedimos nada a cambio, sólo les pedimos que sean capaces de reclamar justicia y cambio.

La crisis de los bancos no se paga con nuestros sueldos, con nuestras pensiones, con nuestro desempleo, con nuestra educación, con nuestra sanidad. Si el G20 quiere hacer algo, que suprima ya el 28 de junio los Paraísos Fiscales, si no, todo será otra mentira.

Los ATTAC de Europa deben llamar a la CES y a la Izquierda social y política a la Huelga General europea frente a la injusta solución de la crisis. Pero también a todas y todos los ciudadanos decentes que no quieren ser pobres para que los ricos sean más ricos.

ATTAC ESPAÑA

CLUB BILDERBERG: El despliegue policial cuesta 600.000 euros


Los miembros del Club Bilderberg no han sido elegidos en ninguna votación democrática por los ciudadanos, pero que se reúnan cuesta a los contribuyentes lo mismo, en medios humanos y materiales, que si lo hicieran los jefes de Gobierno de la Unión Europea (UE). El cónclave de Sitges ha obligado a establecer un dispositivo de seguridad compuesto por medio millar de agentes de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque la mayoría ha corrido a cargo de los Mossos d’Esquadra, con competencias en seguridad ciudadana. Fuentes de la conselleria de Interior alegaron que la participación en el encuentro de autoridades españolas y extranjeras obliga a desplegar un dispositivo de seguridad así, aunque lo que se proteja sea una reunión privada.

Agentes de Seguridad Ciudadana, de la Brigada Móvil, de Tráfico, Tedax, Subsuelo, Guías Caninos, del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO, especialistas en orden público) y de Información, dedicados a la lucha antiterrorista, componen junto a un helicóptero el operativo de la policía autonómica. En la seguridad del perímetro también participan agentes de la Guardia Civil y de Casa Real, que ha enviado a sus efectivos debido a la asistencia de la reina Sofía en el encuentro de ayer.

Según el cálculo del Sindicato de Policías de Catalunya, sólo el despliegue de los Mossos d’Esquadra supone un gasto de 150.000 euros por cada uno de los cuatro días que dura la reunión del Club Bilderberg. «No entendemos cómo en este momento de crisis económica se tiene que costear con seguridad pública la reunión de un ente privado», declaró a Público su portavoz, David Miquel.

Secretismo

Patrullas de seguridad ciudadana desplazadas en el último momento desde localidades próximas a Sitges, descuidando sus objetivos habituales, controles estáticos durante las 24 horas, continuos viajes al aeropuerto de los agentes y mucho secretismo sobre la identidad de los protegidos componen el retrato de un despliegue sin precedentes para una reunión privada. «Está teniendo un coste muy importante, tanto económico como personal. Hay agentes que llevan trabajando ocho fines de semana seguidos y ahora tiene que cubrir la reunión. Es lo que faltaba a la escasez de medios humanos que hay en los Mossos», se quejó Toni Castejón, portavoz de CCOO en la policía autonómica.

La única carretera de acceso al hotel Dolce de Sitges está plagada de furgonetas de la Brigada Móvil. Los vecinos de la urbanización próxima Can Girona tienen un pase para acceder hasta su domicilio y tendrán que facilitar documentos de identidad y matrículas de los coches de todos aquellos que quieran visitarlos.

Diario Público

EL ELITISTA Y CONSPIRADOR CLUB BILDERBERG SE REUNE EN CATALUÑA

Un gobierno mundial en la sombra

Edwin Winkels

Sitges acogerá entre el 3 y el 6 de junio una de las reuniones más importantes celebradas en España. Pero el encuentro no se anuncia. Oficialmente, ni existe. Se trata del Grupo Bilderberg, formado por reinas, políticos, empresarios y banqueros que intentan influir en los gobiernos y en la economía. Para algunos, solo es un grupo de debate. Para otros, son «los amos del mundo».

El hotel debe estar cerca de un aeropuerto, totalmente vacío y, si hay un campo de golf al lado, mejor. También debe ser fácil de vigilar y de aislarlo del mundo exterior. Todo para que los más poderosos del globo, un largo centenar de gobernantes, empresarios, políticos, banqueros, intelectuales y dirigentes de organismos internacionales, puedan reunirse a lo largo de cuatro días en total privacidad. Ellos mismos no pueden llevar escoltas, ni asistentes, ni secretarias, ni traductores. Solo ellos, en una sala grande, cuatro veces al día. Y fuera de ella, en los pasillos, el bar, la piscina o el campo de golf. Para decidir, o al menos influir en lo que se cuece en el mundo, desde el precio del petróleo hasta la invasión de un país rebelde, desde el nombre de futuros presidentes hasta las crisis económicas. Su hermetismo les ha dado la fama de ser conspiradores. Es posible que su poder no llegue a tal extremo, pero son capaces de crear ambientes, causar corrientes y facilitar decisiones.

La profecía de las ‘subprime’

Así lo hacen todos los años los miembros del Club Bilderberg desde que en 1954 montaron su primera reunión elitista en un hotel de Holanda para defender los intereses del capitalismo ante el empuje del comunismo de la Europa del Este. Ahora, por primera vez se lo montan en Catalunya, del 3 al 6 de junio, en el Hotel Dolce de Sitges, un lugar aislado al sur del pueblo costero y fácil de proteger para que nadie le moleste a este club selecto y privado en sus deliberaciones que, según algunos ejemplos del pasado, pueden ser de una gran importancia para el devenir mundial.

Dos ejemplos: ya en la reunión de mayo del 2002, que se celebró en Virginia (EEUU), se habló claramente de la invasión –casi un año después– de Irak; los participantes escucharon a uno de los invitados especiales, el entonces secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld, que a su vez aprovechó para medir el apoyo a dicho ataque. Y cuatro años más tarde se filtró un mensaje preocupante desde el seno de Bilderberg: iba a explotar el mercado inmobiliario de EEUU. Así, ya en el 2006, los asistentes supieron que era mejor invertir en oro que en inmuebles. Un año más tarde, estalló la crisis de las hipotecas basura. Y en septiembre del 2008 quebró Lehman Brothers, símbolo de la hecatombe financiera.
La de Sitges es la tercera vez que los Bilderberg se reúnen en España, después de que en 1975, meses antes de la muerte de Franco, desembarcaran en Palma de Mallorca, y de que en 1989 se vieran en la isla gallega de A Toxa. La elección de Sitges es un reflejo también de la creciente influencia de españoles en el foro.

Con los años, el club ha perdido un poco el halo conspirativo y ultrasecreto que le acompañó durante décadas. Sin embargo, sí se mantiene el mutismo, a excepción de algunas manzanas podridas dispuestas a filtrar informaciones con el riesgo de que nunca más serán invitados. Jamás dan ruedas de prensa. Todo lo que se dice ahí dentro es off the record.
Su única concesión es que la víspera se facilitará la lista de los participantes y la agenda de los temas. «Hasta muy pocos días antes de nuestro encuentro ni conocemos esa agenda ni sabemos exactamente quiénes acudirán finalmente», asegura a este diario el profesor universitario de Economía Victor Halberstadt, que entre 1980 y el 2000 fue secretario general honorario del Grupo Bilderberg y desde cuyo despacho en Amsterdam se organiza la conferencia anual. Ni siquiera confirma que el encuentro se celebrará en Sitges: también eso es, oficialmente, un secreto, aunque este año se ha desvelado antes que nunca (en abril) a través de Jim Tucker, uno de los pocos periodistas que en las últimas décadas ha intentar desentrañar los entresijos del club.

Los españoles

España estará seguramente representada por tres de sus asistentes habituales y que forman parte del núcleo duro del Bilderberg: la reina Sofía, el banquero Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del Santander, y Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa. Los dos últimos tomaron el relevo, como representantes oficiales de España, del empresario Jaime Carvajal y Urquijo, amigo personal del rey Juan Carlos, y que acudió fielmente entre los años 1981 y 1998.

Aunque eso de la representación oficial tampoco es realmente así: cada participante viene a título personal, todos son iguales, y su posición en la sala es decidida por el apellido, por alfabeto; no por rango, importancia o antigüedad. Así que el comisario europeo Joaquín Almunia se suele sentar junto al teniente general Keith B. Alexander, director de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU. Y Juan María Nin, director general de La Caixa, debutó el año pasado al lado de la reina Beatriz de Holanda (la situaron ahí por la N de Netherlands). Otros españoles que estuvieron en el foro en Grecia fueron el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; el entonces vicepresidente Pedro Solbes; el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales.

De Kissinger a Rockefeller

Todos ellos debaten con personalidades como el exsecretario de Estado norteamericano Henry Kissinger; el banquero David Rockefeller; los presidentes de los bancos centrales y nacionales, ministros, expresidentes de Gobierno, banqueros y muchos ejecutivos de grandes empresas, como Nokia, Coca-Cola, Pepsi, Airbus, Shell, Siemens, Novartis, Fiat (los Agnelli) y un largo etcétera, además de altos cargos de conglomerados mediáticos como The Wall Street Journal, The New York Times y Die Zeit.
Kissinger y Rockefeller han estado desde el principio en el núcleo duro, el llamado Comité de Sabios, que en los últimos años dirige el belga Etienne Davignon. En torno a estos hombres poderosos orbitan una cuarentena de socios fijos (dos terceras partes de Europa, el resto de EEUU y Canadá) que forman el comité de dirección. Y todos estos, a su vez, pueden invitar a cada reunión del Bilderberg a dos personas más (siempre una combinación de político y banquero, o político e intelectual) que creen que pueden aportar su grano de arena a las cuatro sesiones diarias.

Así es excepto los sábados, cuando la mañana o la tarde se reservan para la diversión, preferentemente jugar al golf. Un granito de arena muy breve, en primera instancia, ya que el número de asistentes suele sobrepasar los 130 y las sesiones se asemejan al programa 59 segundos: todos tienen un minuto para exponer opiniones, ideas e iniciativas.
Hasta ahí la parte formal, que se conoce en parte gracias a la decena de libros que periodistas, escritores e investigadores han dedicado a un grupo selecto que por su opacidad pública siempre ha atraído el interés de aficionados a las teorías de la conspiración. De ahí que a los Bilderberg se les conozca también como «los amos del mundo» o «el gran gobierno mundial en la sombra» que sería el responsable real de cómo está configurado el mundo, sobre todo en el aspecto económico, con el auge desenfrenado del capitalismo en los años previos a la crisis actual.

Casualidad que el encuentro del Bilderberg se celebró el año pasado en Grecia, poco antes del desplome de la economía de aquel país. «Pero no recuerdo que habláramos ni siquiera de la economía de Grecia en particular, como tampoco me parece probable que este año hablemos de España –dice Victor Halberstadt–, aunque es normal que debatamos la actualidad política y económica en el mundo».

Una actualidad que, a veces, se hace muy notoria poco después de celebrarse el encuentro. Así, asistieron como invitados al Grupo Bilderberg hombres como Bill
Clinton, Barack Obama y Tony Blair el año antes de lograr la presidencia de su país (los dos primeros) o el liderazgo de su partido. Para algunos, la aprobación de parte de los hombres (y pocas mujeres) influyentes del Grupo Bilderberg significa el pasaporte hacia el liderazgo político.
Pero más que aupar nuevos líderes –se dice incluso que en 1975 en Palma se escogió a Adolfo Suárez como el presidente posfranquista– los encuentros sirven para establecer el fundamento de un gobierno único, un grupo de personas sin fronteras y con solo tres monedas en circulación: el euro, el dólar y una para Asia, como el yen. Circula una cita de David Rockefeller de hace 40 años en la que manifestaba que «el mundo está preparado para caminar hacia un gobierno mundial. La soberanía supranacional de una élite intelectual y de los banqueros mundiales es preferible a la autodeterminación nacional practicada en los últimos siglos»

De paso, Rockefeller agradeció el respetuoso silencio de los magnates multimedia que han asistido siempre a las reuniones, porque el secretismo ha sido fundamental para poder debatir y decidir libremente. Aun así, nacido bajo los auspicios de la CIA, en la última década ese secretismo se ha ido perdiendo un poco, como confirma también un exalto cargo del Gobierno español, que prefiere preservar el anonimato. «Las dos veces que he participado no he tenido la sensación de formar parte de ninguna sociedad secreta, ni de ninguna conspiración». Pese a ello, el 6 de junio no habrá ningún informe sobre los asuntos debatidos en Sitges.

http://www.elperiodico.com

EL NEGOCIO DE HUNDIR UN PAÍS

Amparo Estrada, en Público

Cuentan que el 8 de febrero pasado, en el número 767 de la Tercera Avenida, en Nueva York, por la noche, tras desaparecer de los platos el último trozo de filet mignon servido a los comensales, los titanes de los hedge funds (fondos especulativos de alto riesgo) labraron el destino inmediato del euro, de las economías vinculadas a la eurozona y, de paso, de las esperanzas de recuperación de nuestra fortaleza económica a corto y medio plazo.

Uno dijo: “Grecia”. Los demás asintieron y trazaron el plan. El lugar era la sede de Monness, Crespi y Hardt, una firma (www.mchny.com) que se autodenomina “boutique” de investigación sobre valores y “servicio pleno” de intermediación de un catering de compraventa para inversores institucionales, que opera a través de… (redoble de tambores)… Goldman Sachs Execution & Clearing LLC.
Los datos son estos: la idea surgió en plan ¡eureka!, ¿cómo no se nos ocurrio antes? Y en la cena estaban presentes, entre otros, Aaron Cowen, representante de SAC Capital Advisors, entidad fundada por Steven A. Cohen que maneja 16.000 millones de dólares en hedge funds; David Einhorn, de Greenlight Capital, veterano del asalto a Lehman Brothers en el otoño de 2008; Donald Morgan, de Brigade Capital (cuyo mensaje principal en su página web consiste en resaltar cómo sus productos incluyen deuda de alto riesgo y alto rendimiento, o sea, bonos basura), y, por supuesto, un miembro de Soros Fund Management, la sociedad de inversiones de George Soros, hoy octogenario, una mente privilegiada, el mayor especulador no encarcelado de todos los tiempos, procesado y nunca condenado por uso de información privilegiada, paladín de, por ejemplo, el ataque a la Société Générale francesa en 1988, el hundimiento planificado de la libra esterlina en 1992 (del que sacó limpios 1.000 millones de dólares) o, últimamente, la revalorización enorme del oro.

Bien es verdad que la debilidad de sus pésimos datos macroeconómicos y su culpabilidad en mentir sobre tal situación (por cierto, con el asesoramiento criminal de Goldman Sachs al Gobierno conservador) habían colocado a Grecia como la primera ficha de dominó para hacer caer el euro frente al dólar. “Una oportunidad para ganar mucho dinero”, llegó a reconocer a The Wall Street Journal Hans Hufschmid, antiguo ejecutivo de Salomon Brothers y actual directivo del hedge fund GlobeOp Financial Services. Y decidieron darle entre todos el empujón. Lo contó el periódico mencionado el 26 de febrero.
El euro se cambiaba a 1,51 dólares en diciembre y ahora se encuentra en menos de 1,25, lo cual ha hecho que la apuesta a favor de la depreciación de la moneda europea ya ha generado a estos fondos grandes ganancias.

Los fondos de inversión de alto riesgo celebran reuniones similares con asiduidad para acordar posturas de las que se puedan beneficiar mutuamente. En 2008 ya hubo otra en la que decidieron destrozar el valor de Lehman Brothers.
A golpes bursátiles y de prima de riesgo han abierto los ojos los dirigentes europeos. El castigo que están viviendo los países del sur de Europa les ha empujado a pedir, por fin, medidas para contraatacar a los mercados, como la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo –muy criticado por su inacción–. Habrá que ver si logran resultados.

Sacrificios humanos

José Manuel Naredo – Consejo Científico de ATTAC España

Los recortes de gasto aprobados por el Gobierno culminan la progresiva supeditación de las decisiones políticas a los dictados elitistas de la ideología económica dominante, aunque den al traste con los pretendidos signos de recuperación. El camino seguido para invertir la interpretación y las promesas iniciales del Gobierno, que defendían el gasto social como antídoto contra la crisis, ha sido el siguiente:

Primero se atribuyó la crisis a los excesos especulativos del capitalismo y se prometió controlarlos para evitar que volvieran a producirse. Pero, en vez de hacerlo, se utilizaron alegremente los recursos del Estado para apoyar a la banca y a las empresas.

Como resultado de ello, repuntaron las inversiones especulativas e improductivas y los beneficios de bancos y empresas, a la vez que aumentaban el déficit y el endeudamiento del Estado, sin que llegara a recuperarse la actividad económica ni a disminuir el paro.

Entonces, los poderes económicos financieros urgieron al Estado a reducir el déficit y la deuda, no a costa de las empresas y bancos que se beneficiaron de las ayudas, sino a base de recortar sueldos de funcionarios y gastos sociales y de congelar pensiones cuando se prevé un aumento de la inflación.

Además, se pretende realizar una reforma que recorte costes salariales y derechos laborales en aras de la mayor productividad de la economía española. Se da a entender, así, que son los excesivos salarios, gastos sociales y pensiones los que lastran la economía española.

Todo esto se afirma con aplomo en contra de la evidencia más elemental. Se silencia que tanto el salario medio anual, como el coste laboral por hora de trabajo y el gasto social, se sitúan en España bien por debajo, no sólo de la Europa de los 15, sino también de la Europa de los 27.

Se oculta que la pensión media es en España sólo el 55% de la percibida en la Europa de los 15 y el 65% de la Europa de los 27. Pues el coste salarial, el gasto social y las pensiones, no sólo vienen a ser en España cerca de la mitad que en Alemania o Francia, sino que se sitúan incluso por debajo de los de Grecia. En este contexto miserable, con tal de no importunar a los poderosos, el Gobierno pretende apretar las tuercas a los más débiles, siguiendo los dictados más obtusos e impopulares de las fuerzas económicas, que recomiendan hacer sacrificios humanos para aplacar la ira de los dioses del mercado.


ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL «TIJERETAZO»

Ignacio Escolar

Algunas preguntas inquietantes, especialmente para la coherencia del discurso político del azorado Gobierno. ¿Por qué el tijeretazo social empezará en junio y la subida de impuestos para los más ricos será, según Zapatero, “en su momento”? ¿Por que los demás países europeos que se han apretado el cinturón, como Portugal, Italia, Francia o incluso Grecia, han mezclado las de cal con las de arena para que la crisis no sólo la paguen los más desfavorecidos, mientras que Zapatero, de momento, sólo ha concretado los recortes? ¿Por qué el Gobierno se ha pasado una semana lanzando mensajes contradictorios sobre los impuestos para ricos en lugar de anunciarlo todo junto en el Parlamento?

Ayer pregunté a varios dirigentes socialistas. Les he pedido sinceridad, a cambio de anonimato. Algunas de sus respuestas: “Porque va de mensaje de contundencia y no podemos tener ningún titubeo. Porque los partidos que apoyan una cosa no apoyan la otra y hay que sacar los decretos en el Parlamento”, cuentan desde la ejecutiva socialista. “Por la credibilidad de nuestro plan ante las instituciones financieras. No irá en este decreto pero, en breve, hablaremos de un nuevo impuesto para los ricos”, responden desde la dirección del PSOE. “Porque la subida de impuestos en rentas altas es probable que vaya vinculada al presupuesto”, dicen desde el grupo parlamentario socialista. “Porque la declaración de renta ya se ha hecho y no se puede cambiar, y la de patrimonio no se puede hacer hasta 2011”, razona un ministro. “Porque las medidas de izquierdas necesita reservarlas para intentar aprobar los presupuestos con toda la izquierda parlamentaria”, opina un barón autonómico socialista, que también tiene otra respuesta: “O porque no nos han contado quién coño manda en Europa”.

Los sueldos de los que exigen «recortes»

Público

La punta del iceberg de los generosos sueldos de los organismos internacionales, públicos en tanto en cuanto se financian con aportaciones estatales, son los de sus directores o presidentes. Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI,es el que tiene el sueldo más elevado en el circuito internacional, con 441.980 dólares de salario que se complementan con 79.000 dólares para gastos. En total, 420.000 euros, libres de impuestos.

Según su contrato, también recibirá ventajas para el plan de pensiones, del que podrá cobrar hasta el 50% de sus aportaciones si está dos años en el cargo. Además, no corre peligro de perder poder adquisitivo, como sucederá este año a la mayor parte de los trabajadores en España, ya que su sueldo se actualiza cada julio según la inflación media que se registre en Washington.

Los peligros de la indexación de salarios (su vinculación a la inflación) ha sido uno de los principales argumentos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, que, sin embargo, se subió en 2009 un 2,5% el salario cuando la inflación fue del 0,9% de media en la zona del euro. Trichet cobró el año pasado 360.612 euros y en el BCE declinan comentar cuál es su sueldo este año. Aunque no hubiera subido, cobraría casi cinco veces más que el presidente Zapatero después del ajuste del 15% de su salario, del que le quedarán 78.185 euros.

El sueldo del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, es secreto «por tradición», según dicen en la institución, informa Virginia Zafra. Es uno de los pocos cargos públicos que no son transparentes con su salario, pese a que es una de sus recomendaciones a las entidades que regula.

Holgado retiro

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, también tiene un holgado sueldo (alrededor de 370.000 euros de salario base brutos). Además, puede retirarse a los 60 años con un coeficiente reductor del 0,7% y puede llegar hasta el 70% de su último salario.

En España, la jubilación a los 60 está limitada a profesiones penosas y hay un tope máximo para la pensión. Ni Strauss-Kahn ni Ángel Gurría, el secretario general de la OCDE, tienen que pagar tributos. Gurría no desagrega su sueldo, pero entre él y otros siete altos cargos cobran 1,9 millones de euros, o sea que como mínimo percibe 250.000 euros.

…PORQUE LO DICEN LOS MERCADOS

«Todos los que han empezado a tomar estas medidas han dicho ‘porque lo dicen los mercados’.

¿Se han dado ustedes cuenta de que esto lesiona el principio democrático?

¿Quién elige a los mercados?

(…) Está en riesgo el sistema democrático: los que no se presentan a elecciones dicen por nosotros lo que hay que hacer contra nosotros».

Julio Anguita