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ROBO DE LA ARQUEOLOGÍA GRIEGA
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La semana pasada, en el magnífico museo de la Acrópolis de Atenas, llamó nuestra atención un exagerado despliegue de medios de prensa en el exterior y el movimiento de periodistas saliendo de lo que parecía una rueda de prensa en su interior.
Igualmente la presencia de personas poco habituales en el deambular de un museo nos hizo pensar que podría tratarse de una presentación de alguna exposición temporal o de algo relacionado con la razón arqueológica de tan significado lugar.
Poco más tarde nos cruzamos con una comitiva en la que destacaba Amal Alamuddin¹, muy famosa ahora en los medios rosas por haberse convertido en la primera señora que ha logrado “conyugar” a un soltero tan atractivo y deseado como George Clooney, pero no nos cuadraba que el mero hecho de algo tan frívolo como la visita de esta señora al museo concitara un despliegue tal como para movilizar a no menos de media docena de enlaces satelitales para ofrecer conexión directa a diferentes cadenas de televisión y al batallón de periodistas gráficos y plumillas que por allí pululaban.