Categoría: Tecnología
El verdadero NEGOCIO ATÓMICO
Ignacio Escolar en Público
Sólo hay un coche en el mundo que funcione con energía atómica: el DeLorean que conducía Michael J. Fox en Regreso al Futuro. Al margen de las películas, la inmensa mayoría de los automóviles ruedan con gasoil o con gasolina. Por eso defender que la escalada en el precio del petróleo se arregla con más centrales nucleares es un argumento tramposo, por mucho que lo repitan aquellos pensadores independientes, como Felipe González o José María Aznar, que están a sueldo de compañías eléctricas con intereses atómicos, como Gas Natural o Endesa. El lobby nuclear español, siempre tan generoso con nuestros expresidentes, está estos días de luto. La pesadilla japonesa ha complicado una campaña cuyo objetivo no pasa por construir nuevas nucleares. El negocio que buscan es otro: seguir explotando los viejos reactores, ya amortizados, más allá de sus márgenes de seguridad; más allá de los 40 años para los que fueron diseñados.
Contra lo que algunos repiten, la moratoria nuclear que aprobó Felipe en 1984 ya no está vigente en España. Aquella ley tan rentable para las eléctricas –aún hoy seguimos pagando la moratoria en la factura de la luz– terminó en 1997.
Cualquiera podría construir hoy una nuclear en España, si es que tuviese las ganas y el dinero. A pesar de esas infinitas ventajas económicas que nos venden sus defensores, nadie ha pedido permiso. ¿La razón? Que una nueva nuclear española sólo sería rentable si estuviese subvencionada. Y eso que esta energía, en su balance, no se hace cargo de todas las facturas. No pagan por su futuro: por los costes de la gestión milenaria de sus peligrosos residuos, que se quedan de herencia por los siglos de los siglos. Tampoco pagan por su presente: por esos riesgos tan evidentes hoy en Japón. ¿Serían rentables las nucleares si tuviesen que contratar un seguro que cubriese las terribles consecuencias de un posible accidente?
Apple pide perdón porque «todos los iPhone» son defectuosos

Apple quiere corregir su enorme error con el último iPhone 4 y por ello, prácticamente por primera vez en la historia de la compañía, ha hecho pública una carta admitiendo el fallo en la cobertura del teléfono y aclarando algunos detalles.
Ahora, después de recomendar que los que tuvieran el problema «sujeten el teléfono de otra forma», la compañía rechaza de pleno que el error que muchos usuarios han reportado de problemas de cobertura del terminal sea un fallo en el diseño de la antena.
«El error no es un problema de la antena, si no un fallo en la forma en la que el móvil representa la cobertura«, apuntan en el comunicado. Parece que lo que ocurre es que el iPhone «exagera» la cobertura que tiene y al representar una cobertura, por ejemplo, de cuatro barras en pantalla, realmente se encuentra con menos cobertura, aseguran.
Parece esperpéntico, pero en el comunicado Apple asegura que la fórmula en la que los iPhone calculan la fuerza de la señal inalámbrica de red que reciben exagera el resultado. Así, el fallo que está afectando a miles de personas es una simple cuestión de «representación en pantalla» y no un fallo de diseño de la antena como se había apuntado anteriormente.
Sea como fuere, la compañía se ha comprometido a solucionar el problema técnico en las próximas semanas, y pide disculpas a los clientes. Pero ahí no han acabado las sorpresas para los usuarios que han leído el comunicado de Apple.
La compañía quiere restar importancia al fallo asegurando que este «error de representación» ha estado presente desde el primer modelo de iPhone. Es decir, se trata de un fallo que lleva años presente en todos los dispositivos móviles que la compañía de la manzana ha vendido… Y eso son muchos millones de terminales. Al menos, Apple asegura haberse «asombrado» al encontrar que el fallo ha existido desde su primer iPhone.
Ahora la compañía se ha comprometido a actualizar el sistema operativo de los iPhone 4 en las próximas semanas, con una fórmula estudiada junta a AT&T, que es el proveedor exclusivo del iPhone en EEUU.
Pero, ¿por qué pierde cobertura dependiendo de cómo se agarre?
El error que los usuarios han reportado se basa, según los testimonios, en que el teléfono tiene un comportamiento diferente en función de la mano con la que se sujete. Este es el motivo por el que en un primer momento se comentó que las personas zurdas tenían más problemas de cobertura con el iPhone.
Pero Apple apunta a que esto sólo depende de la potencia que tenga la señal en el lugar donde se encuentre el usuario. «Cuando los usuarios noten una caída en el número de barras que señala la potencia de la señal es debido a la débil cobertura de la red en esa zona», sentencian.
Muchas disculpas
La compañía ya tuvo que pedir disculpas por los retrasos en los pedidos que sufrieron en los primeros días del lanzamiento del iPhone de 4, lo que provocó una escasez de oferta en sus tiendas.
En numerosos comentarios en Internet, son muchos los usuarios que apuntan a que la compañía ha lanzado un dispositivo sin haberlo probado adecuadamente, y recuerdan las pésimas condiciones laborales que sufren los empleados de Foxconn en China, empresa fabricante de los dispositivos de Apple, donde más de una decena de trabajadores se suicidaron a principios de año, antes del lanzamiento internacional del iPad.
Sin embargo, un primer análisis del comunicado de Apple deja una pregunta en el aire. Si el fallo ha estado siempre presente en todos los iPhone, ¿por qué ha dado problemas justo en el modelo en el que se ha cambiado el diseño de la antena?