Árabe, musulmán, islámico, islamista y… el ISIS, errores y diferencias

Este post es, en parte elaboración propia y en gran parte refundiciónde otros que están en la red y que se reseñan al pie del artículo, así como precisiones y/o correcciones que han ido aportando los lectores. Mi agradecimiento a todos ellos.

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Frecuentemente naufragamos con esta terminología, incluso -y muy especialmente-, desde los medios de comunicación donde se cometen grandes errores, como por ejemplo llamar “árabe” a cualquier musulmán, o incluso “islamista”.

Este artículo se adentra en terrenos movedizos, por términos no siempre bien definidos o traducidos y, en medio de todo ello conviene no perder de vista la «Islamofobia» que se desata bajo cualquier pretexto, y sobre todo con las acciones de violencia de origen islamista, así como la construcción política de esa fobia a la que han contribuido algunos estados, medios de comunicación y partidos políticos europeos recientemente, llegando incluso a dictar normas en base a unos supuestos «principios de laicidad» como por ejemplo contra el velo islámico, que han generado a la postre la hostilidad contra todo lo islámico y por extensión contra lo musulmán.

Y desde los ámbitos religiosos, se olvida que la religión musulmana es parte de las culturas europeas desde hace trece siglos, los intentos de reescribir la historia intentan borrar una y otra vez su legado y su influencia. La religión musulmana es descrita como extranjera, ajena, exterior, bárbara…, es “el otro”. Y en paralelo se construye el mito del cristianismo como la religión de “los europeos”.

Pues bien, aún así y con todas las cautelas, ya que aquí también puede haber errores puesto que no hay consenso en conceptos entre las fuentes del islam y el mundo occidental, nos adentramos en este interesante terreno.

Vayamos por partes, de más sencillo a más complejo.
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De Utopías y Distopías


Susana Merino – ATTAC Argentina

La palabra utopía vio la luz en noble cuna, si por nobleza entendemos no los atributos nobiliarios de las jerarquías monárquicas sino aquella cualidad del alma que identifica a los seres humanos como honorables, bondadosos, generosos, magnánimos, condiciones todas que sin duda caracterizaron a Tomás Moro, canonizado en el siglo pasado y autor del libro que la inmortalizara. Aunque importada del griego ha representado desde entonces  la idea de una comunidad ideal basada en un sistema socio-político perfecto. La palabra distopía en cambio  surgió mucho más recientemente generada tan solo por la necesidad, de calificar a aquellas sociedades conformadas contrariamente sobre la base de sistemas represivos o  de control en estados desenfadadamente policiales, que ya proféticamente anticiparan Georges Orwell en su novela “1984” y Aldous Huxley en “Un mundo feliz”  y que ni siquiera ha alcanzado el dudoso “privilegio” de ser reconocida por  el diccionario de la RAE.

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CT o un LIBRO FUNDAMENTAL

Guillen Martínez: “La cultura de la Transición existe para neutralizar el conflicto”

Enric Llopis en "Crónica Popular"

No sólo es acrítica, sino que también es desproblematizadora y se come el conflicto, lo neutraliza. Así define el periodista y coordinador del libro “CT o la Cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española”, Guillem Martínez, la cultura democrática en España. Subraya asimismo que la “sentimentalización”del conflicto ha sido “una opción muy lúcida de la CT en toda su existencia”. ¿Algún ejemplo? “Catalunya es el epicentro de la CT actual”, responde Martínez. El gobierno de Mas “es el unico que está accediendo a la postdemocracia -el cambio de democracia por deuda-, con una sociedad y una cultura que le aplaude”.

https://i0.wp.com/www.cronicapopular.es/wp-content/gallery/2012_noviembre/12_ct.jpg Guillem Martínez colabora en el diario “El País” desde 1996 y ha publicado libros como “Franquismo Pop”, “Pásalo” o “La canción del verano”. “CT o la Cultura de la Transición” (Ed. DeBolsillo) es una reunión de pequeños ensayos con aportaciones de la escritora, Belén Gopegui; el pensador y activista, Amador Fernández-Savater; la periodista de Diagonal, Irene García Rubio; el crítico cultural, Ignacio Echevarría o el ingeniero y técnico en comercio exterior, Pep Campabadal, entre otros.

En primer lugar, ¿Cómo marcha la difusión del libro?

Muy bien. La semana pasada alcanzamos la tercera edición. Es un libro muy reseñado -hemos contabilizado más de 40 reseñas en la red-. El libro, y el concepto Cultura de la Transición (CT), ha entrado en el debate académico, por supuesto fuera de España. En el último número de Hispanic Review -una referencia en el campo filológico-, dedicado a la crisis y la cultura española, aparece el concepto de manera llamativa. En Diciembre, se hablará del libro y la CT en un encuentro en Boudeaux, universidad en la que, por cierto, se edita Boletin Hispanique, otra revista fundamental. Por otra parte, el concepto ya es una normalidad en debates de la izquierda y en análisis cultural en la Península y en varias lenguas peninsulares. La función del lbro -explicar un concepto y despenalizarlo, ofrecer una herramienta cultural-, creo que se ha cumplido.

¿Qué es la “Cultura de la Transición” (CT) y qué marcos culturales y discursivos impone? ¿Qué sería lo culturalmente correcto?

Básicamente, es la cultura democrática en España. Es la descripción de un producto cultural -un libro, una canción, un artículo, un discurso, una película…-, para que sea reconocido como producto cultural y no como una “frikada” marginal. No es lo políticamente correcto. O, al menos, no es sólo eso. Es la definición española de cultura, vigente durante 35 años. Cualquier producto español debía ser o CT, o mercado, para ser reconocido como tal. Lo CT no es necesariamente, tampoco, el mercado. Es una convención cultural. 

¿Qué poderes políticos y económicos promueven la “Cultura de la Transición”? ¿Qué papel desempeñó la izquierda? 

La CT es la aportación, básicamente, de la izquierda. En un momento de transición democrática, en el que, al parecer, prima más la intensificación de la estabilidad que de la democracia, las izquierdas aportan, para poder participar, la desactivación de sus únicas bazas, la movilización social y la cultura. La cultura no sólo queda desproblematizada, sino que adquiere, precisamente, ese rol. Crea cohesión, da razón al Estado y elimina problemáticas. Hasta el punto de que la cohesión social en España no está sustentada en la economía o los derechos, sino en la cultura. En construcciones culturales. Es decir, en propaganda. 

¿Podrías citar ejemplos de personajes o producciones señeros de la CT, plenamente integrados en la misma? 

No. De eso hablo en artículos que firmo, no en entrevistas. La razón: lo no-CT devuelve la capacidad a las personas de decidir por sí mismos sus gustos, de no obligar a nadie a un listado de gustos bajo la amenaza de que eso crea cohesión. A lo no-CT le importa un pimiento la suma o la resta de cohesión social a través de la cultura. Devuelve libertad perdida.Te puedo decir cómo se ha creado la cohesión a partir de la cultura y cómo se ha perdido libertad: a partir de productos cuyos límites no superan los límites del Estado, que dan la razón al Estado o que, al menos, no se la niegan, y que no buscan problemas, sino que los solucionan. Ejemplos: artículos periodísticos que utilizan la Transición y la Constitución como límite a todo, novelas sobre la guerra civil en las que no hay problema ideológico, sino sentimental, etc… 

¿Y mencionar algunas excepciones, personas con posiciones críticas que hayan conseguido salirse de la CT? 

La CT es la cultura en los últimos 35 años. No es CT todo lo que chirría -muy poco-, si bien todo lo elaborado ha tenido que insertarse en la CT para poder ser reconocido como cultura. Las excepciones más notorias, los nombres no-CT más llamativos, en ese sentido, no los conocemos. Son personas que o bien desaparecieron, o bien no llegaron a producirse. Lo no-CT propone, en ese sentido, reformular el canon cultural de las últimas décadas. Lo que hoy a la CT le parece la bomba, son novelas, películas, periodistas que no existirán ni serán recordados en breve, dado su escaso interés artístico o social. 

¿Qué rol desempaña el periódico “El País” en la CT? 

Los medios de comunicación son básicos en la creación de los marcos CT. Y EL País, en su momento, fue la referencia. Creó, en muy poco tiempo, los límites de la CT. Ante la ausencia -esto se debe de señalar también-, de propuestas culturales alternativas y atractivas por parte de unas izquierdas y una cultura sin demasiadas ganas de lo contrario. 

Se te podría criticar que en otros países, que no han vivido la transición, se ha llegado a situaciones similares: pensamiento único, hegemonía del mercado y consensos bipartidistas. 

En Occidente la culturas optan por lo lúdico desde el 68. Es una decisión practicada desde la cultura. La originalidad española es que la cultura no decide nada. Es una decisión de Estado, que es el lugar en el que se decide desactivar la cultura. Esa es la originalidad española. Sobre el mercado, se ha de decir que no es necesariamente lo CT. Lo CT, de hecho, son productos inexportables, que sólo satisfacen una necesidad política española. 

¿Es absoluta la hegemonía de la CT o pueden destacarse algunos elementos de ruptura, por ejemplo, el 15-M? 

Si. “Cacharros” como lo ocurrido tras el 11M, cuando una sociedad se saltó a sus políticos, a sus medios y a sus intelectuales para poder informarse de la realidad, o lo del 15M,  un fenómeno imposible de explicar en prensa a través de las fórmulas CT, son pequeñas-grandes sentencias de muerte a la CT. 

La “cultura de la transición” existe para comerse el conflicto, para presentar como conflicto lo que al Estado le parece bien presentar como conflicto – los nacionalismos -, y para evitar que nazcan conflictos que no le interesan – la pobreza, el reparto de la riqueza, la corrupción, el déficit democrático.

Amador Fernández Savater señala en su artículo que la CT es “consensual” (en torno al sistema de partidos y al mercado) y “desproblematizadora”. Pep Campabadal se refiere al “punto medio”. ¿Qué ocurre con el conflicto y con las voces críticas? 

La CT existe para comerse el conflicto. Es decir, para presentar como conflicto lo que al Estado le parece bien presentar como conflicto -yo qué sé: los nacionalismos -, y para evitar que nazcan conflictos que no le interesan -yo qué sé: la pobreza, el reparto de la riqueza, la corrupción, el déficit democrático-. El intelectual que quiera recibir honores, subvenciones o, simplemente, existir y seguir trabajando, debe colaborar en su proyecto de cohesión. Dándole la razón o, al menos, no quitándosela. Ejemplo: atentados del 11M. Las dos únicas opciones que ofreció la CT fueron a) darle la razón al estado -ha sido ETA, y ETA es quién la oxigena, es decir, todo el mundo salvo el PP-, o no quitársela. Para no quitársela, la opción más recurrida fue la sentimental, hablar del dolor de las víctimas. De  hecho, en los días siguientes al atentado, los medios, para no opinar ya directamente en contra del Gobierno -algo inusitado en la CT-, recurrieron a publicar biografías sentimentales de todas las víctimas. La “sentimentalización” del conflicto ha sido una opción CT muy lucida en toda su existencia, en fin. 

¿Qué queda de la CT en el presente, por ejemplo, en la Cataluña independiente que propone Artur Mas? 

Catalunya es, curiosamente, el epicentro actual de la CT. En Madrid hay un gobierno sin iniciativa. Es decir, sin capacidad cultural de hacer caer, verticalmente, sus mensajes. Carece de la posibilidad de establecer agenda y de que su agenda sea celebrada. La CT, en fin, no le pita. En Barcelona, por primera vez en la historia, sucede lo contrario. Existe un Gobierno que domina un grueso grupo mediático, pero que también ha conseguido que su discurso sea percibido como cohesionador. Sus emisiones carecen de crítica y de control desde la cultura. Es CT pura. Puede hacer lo que quiera. De hecho, es el único gobierno del Sur de Europa que hace lo que quiere. Es el unico que está accediendo a la postdemocracia -el cambio de democracia por deuda-, con una sociedad y una cultura que le aplaude. O, al menos, que carece de la posibilidad de criticarle sin dejar de ser, en ese trance, catalán. Durante el aznarato, recuerden, era imposible la crítica sin perder el calificativo de español de bien, o algo así.  

Por último, ¿Avizoras un “pacto de estado” PSOE-PP, como precisamente ha propuesto Cebrián en las páginas de El País, para buscar una supuesta salida a la crisis? ¿También sería una derivada de la CT? 

Nuestras clases políticas, intelectual y periodística están formadas en la CT. Las soluciones a lo cotidiano en la CT son pactos en las alturas, que bajan verticalmente a la sociedad avalados como cultura. No sólo no saben hacer otra cosa, sino que son incapaces de describir otra cosa o de pensar en otra cosa. Y parece que esa cosa no se podrá producir, de manera exitosa, en esta edición. Es el fin, tal vez, de un sistema político. Y el fin, fijo, de una cultura y de varias generaciones de sus sacerdotes.

LAS MATEMÁTICAS SON UN JUEGO

Día mundial de las matemáticas

El Cociente Áureo

El Cociente Áureo («golden ratio», en inglés), es una constante matemática bastante famosa, conocida desde la antigüedad.Esta constante se representa con la letra griega phi minúscula, φ, y tiene el valor siguiente:El matemático alemán Johannes Kepler (del siglo XVII) alguna vez dijo que φ era uno de los «tesoros de la geometría», pues este número se revela en numerosas construcciones geométricas. Por ejemplo, encontréesta construcción fascinante:

También llamada «la proporción divina», quizás porque cualquier objeto o espacio que use esa proporción luce elegante y esbelto.

Conociendo este hecho, la usaron los egipcios en el diseño de la pirámide de Giza:

b:h:a guardan la siguiente relación:

… y en arquitectura en las proporciones del Partenón, Notre Dame, y el Taj Mahal:

La letra φ asignada a esta constante viene del nombre Fidias, Φειδίας, el más grande de los escultores  clásicos griegos, quien esculpió la diosa Atena en la Acrópolis, y la famosa estatua de Zeus en Olimpia (una de las siete maravillas del mundo clásico).

En el arte, los pintores también supieron usar a φ:
«La última cena» de Leonardo da Vinci, por ejemplo:

Bien decía el matemático italiano Luca Pacioli que «sin matemáticas no hay arte».

El famoso matemático italiano medieval Leonardo de Pisa, también conocido como Fibonacci dedujo varias fórmulas que involucran al cociente áureo. Una de estas fórmulas que me gustan es la que relaciona el límite del cociente de los números de Fibonacci:

El número φ también ocurre en música:
* la frecuencia de la nota E, cuando se toma A=432 como base;
* las proporciones para la construcción de un violín;
Y en la naturaleza, en las proporciones de los cuerpos del delfín, la mariposa nocturna y el caracol.

Así que para terminar, como decían los profesores de la universidad: «Ahí les dejo la inquietud».

Referencias:
El Cociente Áureo en la wikipedia
Fidias en la wikipedia
La Estatua de Zeus en Olimpia
Números de Fibonacci en la wikipedia

El número Fibonacci
fibonacci
El número de Fibonacci es una sucesión de cifras que ha dado lugar a no pocas teorías, demostrándose que esta sucesión está presentes en la naturaleza de forma estable, ya sea en la organización de los panales de las abejas, o incluso en la descendencia de los zánganos.Leonardo Fibonacci, también llamado Leonardo Pisano, fue un matemático calculista que nació y murió en la ciudad de Pisa, en Italia, del 1175 a 1240. Dedicó su vida a recopilar todas las enseñanzas que recogió en sus numerosos viajes al mundo árabe, de quienes difundió sus principios de cálculo en el mundo occidental. A esta presentación agregó una explicación de procedimientos algebraicos y aplicaciones a numerosos problemas.

Leonardo nació en Pisa, era hijo de Bonaccio, de ahí su nombre Fibonacci, que significa «hijo de Bonaccio«. De su padre aprendió todo lo referente a los números, ya que era director de una aduana en Argelia. Bonaccio, necesitaba que su hijo supiese de números, por lo que obligó a su hijo a estudiar aritmética posicional hindú.

El aporte de Fibonacci a la matemática es muy grande, pero sin duda por lo que más se le conoce es por crear la suceción de números que lleva su nombre. Los conocidos como Números Fibonachi, fueron un intento de describir el crecimiento de una población teniendo en cuenta que cada individuo tendría dos hijos a lo largo de su vida.

Esta sucesión seguía una fórmula sencilla: Fn = Fn-1 + Fn-2. A raíz de esta fórmula, la sucesión que el matemático italiano estableció fue la siguiente: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, etcétera. donde cada elemento restante es la suma de los dos anteriores.

Pero sin duda, lo más interesante de esta fórmula matemática, es que aparece en una gran cantidad de los elementos de la naturaleza. Los números de Fibonacci son utilizados en los estudios sobre el azar, en clasificación de datos e incluso en los mecanismos para recuperar información en las computadoras, así como en los famosos fractales, objeto semi geométrico cuya estructura básica se repite a diferentes escalas, como por ejemplo un copo de nieve o una nube.

Una de las aplicaciones más conocida de esta serie es la que rige la estructura de los caparazones espirales de muchos caracoles, así como ciertas proporciones de la anatomía humana, animal y vegetal. Además, también se han hallado la misma estrutura en manifestaciones de artes plásticas, la arquitectura y la poesía, por ejemplo en la obra de Virgilio, la Eneida.

Dentro de la ciencias naturales, encontramos esta misma estructura en la disposición de las semillas de los girasoles, ubicadas en la gran parte central en forma de espiral con funciones logarítmicas. Un grupo gira en sentido horario y otro en el antihorario. Las abejas también tienen relación con las series de Fibonacci, por ejemplo en la colocación de las celdas de una colmena, en las que sólo hay una ruta posible para ir a la siguiente celda, dos hacia la siguiente y así sucesivamente según la serie. Además, los machos o zánganos de la colmena tienen árboles genealógicos que siguen estrictamente la misma distribución, no tienen padre, por lo que sólo hay una madre, dos abuelos… y así siguiendo la serie propuesta por el matemático. Esta fórmula, la encontramos en la distribución de las falanges de la propia mano del ser humano.

En la disciplina de la física, también se ve reflejada esta sucesión. Si se colocan dos láminas planas de vidrio en contacto y se proyectan rayos de luz sobre ellas que las atraviesen, algunos, dependiendo del ángulo de incidencia, las atravesarán sin reflejarse, pero otros sufrirán una reflexión. El rayo que no sufre reflexión tiene sólo una trayectoria posible de salida; el que sufre una reflexión tiene dos rutas posibles; el que sufre dos reflexiones, tres trayectorias, el que experimenta tres reflexiones, cinco…

Este número ha dado mucho que hablar y ha servido de inspiración también para varias obras literarias y no menos películas. Por ejemplo en la famosa novela de Dan Brown, «El código Da Vinci» aparece una versión desordenada de los primeros ocho números de Fibonacci que funcionan como una pista dejada por el conservador del museo del Louvre, Jacques Saunière. Esta misma sucesión la podemos encontrar en el álbum Lateralus de la banda estadounidense Tool, en la que los patrones de la batería de la canción Lateralus siguen el mismo patrón de la sucesión de Fibonacci del número 13 (el número de pistas del disco): 1,1,2,3,5,8,13,1,1,2,3,5,8,13,1,1,…

Fuentes: Wikipedia y TVE

LAS VENTAJAS DEL SOFTWARE LIBRE

Las aplicaciones libres son baratas y legales. Se usan en TV, ordenadores, móviles… Son programas como Linux, OpenOffice…


«Son tecnologías plenamente legales, más baratas, con una mayor calidad, posibilidad de soporte local y su adquisición es tan sencilla que se encuentra al alcance de un click en Internet». Es la definición rápida de software libre que hace Miguel Jaque, director gerente de Cenatic (Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de Información y la Comunicación basadas en Fuentes Abiertas), entidad que ha participado en el primer Congreso Nacional de Software Libre en el Trabajo Autónomo organizado por la asociación de autónomos UPTA.

“El autónomo necesita herramientas muy útiles, tiene muy poco tiempo y muchas cosas que hacer; el software libre es aún el gran desconocido y hay que difundirlo”, explica el secretario de Nuevas Tecnologías de UPTA, Luis Miguel Cuende.

Programas que ya están presentes en teléfonos móviles u ordenadores, como Mozilla Firefox, OpenOffice o Android, pero también coches o electrodomésticos emplean software libre, que se basa en un tipo de licencia que incluye más libertades para el usuario: libertad para usar el programa para cualquier propósito y sin restricciones, para estudiar cómo funciona y adaptarlo a las necesidades de cada persona (el código fuente está disponible para todo el mundo), para distribuir copias, y para mejorarlo y hacer públicas las mejoras. Estos programas pueden descargarse desde internet y de forma cien por cien legal.

Más autonomía

Cenatic ha elaborado un decálogo con las diez principales razones para que los autónomos usen software libre. El ahorro en costes de licencias y en su renovación es uno de esos motivos, que también señala el responsable de UPTA. “El ahorro puede ser enorme, hay aplicaciones de software privativo mucho más caras y de peor calidad”, dice Cuende.

Usándolo, los autónomos “pueden copiar las aplicaciones de forma legal en todos los equipos que necesiten”, afirman desde Cenatic. Además, fomenta la competencia entre proveedores, y eso abarata los costes.

“En las tecnologías abiertas, la detección y solución de errores es más rápida porque todo el mundo puede acceder al código fuente. Eso hace que las actualizaciones no dependan de criterios comerciales, sino que se incorporen rápidamente y sin coste para el usuario”, cuenta Miguel Jaque, algo que permite que los autónomos actualicen sus aplicaciones cuando quieran, rápidamente, y de forma gratuita, y no cuando lo imponga el fabricante.

Decálogo de CENATIC

1.  Permite ahorrar en la adquisición, mantenimiento y renovación de tecnologías.

2.  Las aplicaciones libres tienen mayor calidad y son más completas.

3.  Es más seguro.

4.  El uso de software libre favorece la independencia tecnológica del autónomo.

5.  El software libre es una tecnología de fácil acceso y se adapta mejor a la realidad del colectivo.

6.  El software libre es una tecnología 100% legal.

7.  Las tecnologías libres tienen un soporte técnico más accesible.

8.  Fomenta la creación de un modelo productivo más colaborativo basado en la colaboración.

9.  Seguir la tendencia de los clientes en el uso de software libre.

10. Las aplicaciones en software libre son más fáciles de aprender.

Fuente: PÚBLICO

ALEX DE LA IGLESIA TIRA LA TOALLA

Ante el pacto entre el PP y PSOE para sacar adelante el bodrio «Ley Sinde» algunas voces representativas de la cultura que apoyaban en principio esta vía, tras reunirse en varias ocasiones con asociaciones de internautas, tiran la toalla, se desmarcan y se van de diversos órganos. Tal es el caso de Alex de la Iglesia, que anuncia su dimisión como presidente de la Academia del Cine y Santiago Segura, que va más lejos y se da de baja de la misma.

Parece que al menos ambos, han aprendido algo tan sencillo como ésto:

» Copiar no es Robar «

Arturo Pérez Reverte, un hombrecillo acomplejado

Pérez-Reverte es la pesadilla, el patriarcado es el problema

MATILDE FONTECHA Y BEGOÑA MURUAGA en El Correo
Arturo Pérez-Reverte es un cáncer para la sociedad, pero hoy no es él lo que más nos duele. Nos duele que durante años su machismo haya quedado impune cuando las ofensas iban dirigidas a mujeres. Ha sido necesario que cometa una ofensa contra un hombre, el ex ministro Moratinos, para poner en funcionamiento toda una cadena de duras críticas.
Pérez-Reverte ha llenado páginas de improperios, ha denigrado a las mujeres, ha enarbolado sartas de sandeces alentando la discriminación desde la utilización de la lengua española, pero no ha sido contestado, a excepción de alguna feminista, cargada de razón y profundos conocimientos, acerca de los temas en los que Pérez-Reverte mete sistemáticamente la pata. Sin embargo, en esta ocasión se le ha descalificado llamándolo machista por atentar contra la libertad de sentimientos y de expresión de un varón.
De todas formas, ¿no creen que hay algo sospechoso? Quizá Pérez- Reverte ha hecho estas declaraciones aposta y el resto hemos entrado al trapo; le estamos haciendo propaganda gratuita. Considerar que un ministro no tiene cojones porque se ha emocionado y ha llorado en público debería ser la opinión de una persona que se descalifica a sí misma, pero miren el revuelo que se ha montado. Fíjense cómo han salido al paso hombres públicos o famosos confesando que ellos también lloran. Se han cerrado filas en torno a Moratinos, se han sacado las armas de la fratría. ¡Qué suerte! Tal y como explica Amelia Valcárcel, a las mujeres no nos han educado en la solidaridad con las mujeres, ni siquiera en nuestro idioma existe la palabra equivalente que se derive de hermana.
Las críticas dirigidas contra Pérez-Reverte están muy bien, pero, no van al fondo del problema.
El verdadero problema es un monstruo llamado patriarcado y lo que ha salido por la boca de Pérez- Reverte ha sido la manifestación verbal del código patriarcal.
Una sociedad patriarcal es aquélla que se basa en el principio inalterable de que el hombre es superior a la mujer. Esta creencia sustenta la desigualdad estructural entre mujeres y hombres. En las diferentes culturas, en mayor o menor medida, las mujeres como grupo social siguen sufriendo la discriminación en todos los ámbitos, ya sean públicos o doméstico-privados. Uno de los impedimentos para seguir avanzando en la igualdad real es la creencia de que los hombres tienen derecho a decidir sobre la vida de sus mujeres.
¿Tan difícil es entender que las diferencias existentes entre los sexos son debidas, sobre todo, a la educación y al estilo de vida? No, no es difícil entenderlo, pero asumirlo por parte de los hombres supone perder privilegios, compartir las tareas domésticas y el cuidado de las personas dependientes.
Mezclemos las siguientes características: varón, blanco, machista, occidental y con la convicción de la supremacía de su cultura sobre otras. Hasta ahí parecen suficientes elementos como para que, al agitarlos, salga un espécimen producto de la educación que hemos recibido. Si a eso se le añaden determinados problemas personales, el daño producido por la fama en una persona poco inteligente, el creerse superior al resto de las personas, etcétera, surge el hombrecillo llamado Arturo Pérez-Reverte.
Nos duele Pérez-Reverte porque no quiere ver la responsabilidad social que tiene. Y citaremos dos aspectos. El primero, sus columnas de opinión, concretamente cuando son utilizadas en centros educativos de Secundaria para aprender Lengua. No vamos a negarle que sepa poner las comas en su sitio, pero, en este caso, los aspectos técnicos carecen de importancia comparados con el efecto pernicioso de las ideas que transmite. Lo triste es que el profesorado no tenga formación en Coeducación para detectar que este tipo de escritos alimentan la desigualdad y la violencia en una etapa crucial de la formación del alumnado. El segundo, que, siendo miembro de la Real Academia de la Lengua Española, mantenga una posición contraria a buscar estrategias para que la utilización de la lengua no sea discriminatoria y sexista. Señor académico, le recomendamos que estudie. Comience por intentar entender que el lenguaje configura el pensamiento y créase aquello de que la lengua está viva. Estudie sociolingüística, estudie psicolingüística.
Estos días, al escuchar o leer los insultos hacia Pérez-Reverte, nos ha venido a la memoria que el padre de un amigo, cuando tenía muy mala opinión de una persona, nunca empleaba palabras malsonantes; en su lugar, decía: «Te lo regalo». Pues eso, a Arturo Pérez-Reverte ‘lo regalamos’.

La moral de los fachas conversos

Sanchez Dragó y Boadella comparten la experiencia pedófila del primero en su último libro

Fernando Sánchez-Dragó y Albert Boadella, que son viejos amigos, y fachas conversos ambos, han publicado un libro –‘Dios los cría… y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción…’– en el que el primero presume de haber mantenido relaciones sexuales con dos «lolitas» de 13 años en Tokio.

Primer capítulo: la página 164 del libro recoge una conversación informal del escritor con Boadella. Tokio, 1967. Fernando Sánchez Dragó tenía 31 años. Un día salió del metro y «me topé con unas lolitas de esas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda… Tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba». El autor compara la situación con «una partida de ping pong».
Un poco más adelante, Dragó fanfarronea con la idea de que «el crimen ya ha prescrito», aunque asegura sin pudor que «las delincuentes eran ellas».
Y la frase final: «Si en aquel momento me hubieran pedido que firmara un cheque por el total del poco dinero que tenía entonces, lo hubiese firmado sin pestañear».
Fuente: FERMÍN APEZTEGUIA (El Correo)