…este es el título del libro que siempre quise escribir por mi dedicación a la absorción de los polvos domésticos. Y es que a mí, como a L.L., me gustan los libros escritos, porque si no… es como si les faltara algo.
Denunciamos con la mayor energía la desvergonzada iniciativa del nuevo presidente de los EE.UU. en su empeño por seguir avanzando en la construcción de ese muro que ya parcialmente tienen levantado en la frontera con México, así como a su cínica reivindicación de la validez del la tortura «porque funciona». Pero esto no nos puede hacer olvidar que España es pionera en esa perversa política de tratar de segregar a las personas más pobres y desvalidas tras criminales y desgarradores muros y vallas
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Así es, ya que a partir de mediados de los años 90 el Gobierno español levantó 8,2 km. de alambrada en Ceuta y 12 km. en Melilla que se han ido «perfeccionando» para ser más eficaces en su brutal misión. Gran parte de esa tarea se la confían a la empresa European Security Fencingradicada en Cártama (Málaga), que presume de ser la «única fabricante de concertina en Europa» y que tiene la miserable misión productiva de imaginar, diseñar y fabricar las «concertinas» más asesinas capaces de desgarrar la piel y órganos de las personas que, sabemos -que a pesar de su peligrosidad pero movidas por la desesperación-, van a intentar escalar tales vallados.
Creo no exagerar lo más mínimo, en cuanto que es esta misma perversa empresa malagueña la que sin ningún pudor presenta su amplia gama de asesinas cuchillas en su página web:
Estas asesinas alambradas, forman parte fundamental de las vallas de Ceuta y Melilla que como sabemos están situadas de la siguiente manera:
Es falsa la teoría económica del «goteo hacia abajo», en base a la tesis de que los beneficios de políticas económicas favorables a los más ricos acabarían goteando hasta las clases más desfavorecidas
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La economía vasca creció el pasado año el 3,1 %, lo que supone una décima más que las últimas previsiones realizadas por el Gobierno Vasco. Dato dado a conocer por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.
Por otro lado hace poco, los responsables de las Haciendas Forales nos comunicaban apesadumbrados, que se habían recaudado 71 millones menos de lo previsto.
Curiosamente, contrasta este mal comportamiento que han tenido los ingresos por impuestos recaudados por las Diputaciones Forales el pasado año, con tan sólo un crecimiento de un 2,7 % y generando serios problemas en el gasto de la comunidad autónoma, con el eufórico crecimiento mencionado del PIB vasco.
Curioso ¿no? Pues no tanto, veamos.
Las grandes corporaciones tienen un tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades de un 6 % de su resultado contable positivo. La tasa parece ridícula, pero ha llegado a ser más baja, en 2011 fue del 3,8%. Naturalmente, hay periodistas y economistas, y algunos políticos, que desmienten esto, pero negar la realidad y las cifras no lleva a ninguna parte. Normalmente se suele afirmar, vía Agencia Tributaria, que las empresas pagaron en el Impuesto de Sociedades un 16% de su base imponible (en algunos casos sí, pero no en el de las grandes corporaciones). Y recordemos que el tipo nominal del impuesto está muy lejano de estas cifras, ¡en el 30 %!.
Pues bien, sabemos entonces que las grandes empresas cotizan muy poco, con lo que un crecimiento -no distribuido-, tal como se comporta nuestro modelo fiscal, significa una mayor desigualdad social.
Y finalmente, y por esta misma razón hay que desmontar la cansina y falsa teoría económica del trickle-down, o goteo hacia abajo, es decir la tesis de que bajar los impuestos a las grandes empresas es positivo porque éstas, indirectamente, benefician a los miembros más pobres de la sociedad debido a un inevitable proceso de goteo de recursos hacia ellos. Esto es una falacia, se ha visto en los ejemplos de arriba y se ha visto bien claro también durante la época aguda de la crisis y con la posterior obscena remontada de las grandes fortunas, mientras se hundían las economías medias y bajas.
En el número 138/Febrero 2015, de la revista VIENTO SUR, hay un artículo de Mikel de la Fuente titulado La Renta Básica Universal y la Seguridad Social, al que me ha parecido interesante contestar críticamente. Es lo que paso a hacer en las líneas que siguen.
Para evitar que tras mi crítica aparezca una polarización excesiva sobre lo que pienso con relación al escrito de Mikel, colega con el que he mantenido años de militancia política conjunta y con el que me unen muchos acuerdos profundos en múltiples terrenos de la vida y el pensamiento ideológico y político, voy a comenzar citando aquellas ideas de su artículo que no discuto.
Comparto la visión de Mikel sobre los valores que tiene el modelo de Seguridad Social de reparto.
Comparto, también, que existe una enorme ofensiva neoliberal que busca convertir la Seguridad Social en un modelo de coberturas asistenciales mínimas de carácter público, para ampliar el mercado de los fondos de pensiones, ya sean colectivos (EPSV) o individuales, al negocio de la banca y las compañías de seguros.
Comparto la idea de que las cuotas empresariales a la Seguridad Social son salario indirecto socializado.
Hasta aquí lo que me parece más relevante resaltar de los acuerdos que tengo con el artículo de Mikel, dando por hecho que todavía podría encontrar alguna otra idea más que comparto con él. Sin embargo, como son muchas más las diferencias que me ha suscitado su artículo paso a señalarlas. Las he agrupado en dos partes: 1) Idealización del empleo y 2) Desenfoques sobre las cuentas de financiación de la RBU.
En este entretenido documental, el experto en política económica Robert Reich destila el gran problema de la creciente desigualdad de ingresos, y aborda la cuestión de los efectos que tiene esta brecha cada vez mayor en nuestra economía y nuestra democracia.
Robert Reich es profesor en la Universidad de Berkeley y, entre otros cargos, fue Secretario de Trabajo en la primera administración Clinton.
En este trabajo dirigido por Jacob Kornbluth (Inequality for all), el peculiar Robert Reich trata de dar una explicación a la crisis y a este fenómeno de la desigualdad social centrándose en EEUU.
Con algunas afirmaciones discutibles, el documental aporta un buen número de datos e ideas enormemente interesantes.
José Antonio Noguera, Departament de Sociologia, Universitat Autònoma de Barcelona
Un slogan exigiendo «el derecho al trabajo», si ello implica trabajo asalariado regido por un horario, está exigiendo al mismo tiempo, al menos hasta cierto punto, el derecho a ser dominado. R. E. Pahl (1984: 65)
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Introducción
En el presente trabajo pretendo discutir con cierto detalle una de las cuestiones que creo decisivas para la aceptación de las propuestas de Renta Básica (RB en lo sucesivo) por parte de las izquierdas políticas y sociales, a saber: hasta qué punto y en base a qué razones sería preferible un programa de RB incondicional a una política pública de garantía de trabajo o empleo para toda la población en edad laboral (lo que se ha defendido en ocasiones como un «derecho al trabajo» legalmente estatuido). Ésta ha sido, en efecto, una de las discusiones que ha generado más incomprensión y enemistad hacia la RB en determinados sectores de izquierda (pero no sólo en ellos). ¿Qué es lo que está realmente en juego en esta discusión? Si las líneas sucesivas contribuyen en alguna medida a acercar posturas y a disolver algunas confusiones o malentendidos conceptuales al respecto, habrán logrado entonces su propósito.
La posición que aquí se defenderá, sin embargo, no es neutral ni equidistante: soy del parecer de que un programa de RB es superior según varios criterios de valoración a un hipotético «derecho al trabajo» legalmente establecido. Argumentaré esta postura en lo sucesivo, pero mi estrategia será también la de intentar explorar posibilidades no vislumbradas y desentrañar conceptualmente el núcleo de la discrepancia al respecto.
Philippe Van Parijs es un filósofo y economista político belga, conocido principalmente como un defensor y el principal impulsor de la Renta Básica.
En su libro Libertad Real para Todos (1995) argumenta, en términos de justicia, la viabilidad de una renta básica para todos los ciudadanos.Van Parijs afirma que promueve el logro de una verdadera libertad para tomar decisiones.Por ejemplo, afirma, que no se puede realmente optar por quedarse en casa para criar a los hijos o iniciar un negocio si uno no puede darse el lujo de elegir.Según propone Van Parijs la Renta Básica puede ser factible a través de impuestos sobre el valor añadido y será una nueva forma de redistribución de la renta.
Philippe Menut es un ex-periodista de la cadena de televisión pública francesa autor de ‘La tormenta griega’, un documental que muestra desde dentro las consecuencias de la crisis en grecia tanto a nivel económico como humano
Cartel de ‘La tormenta griega’, la película de Philippe Menut
Philippe Menut es un ex-periodista de la cadena de televisión pública francesa, que decidió realizar un documental como periodista independiente… Basándose en un enfoque en primer plano a la vez humano y económico sobre las consecuencias de la crisis griega, La tormenta griega da la voz a esos empleados, activistas, economistas, médicos, ministros, desempleados, filósofos… que demuestran la fuerza y la solidaridad del pueblo griego. Es un punto de vista sobre la crisis vivida desde dentro, de una Grecia como laboratorio… La película ademas, abre el debate sobre el futuro de una euro zona en crisis, entregada al capitalismo financiero. Un documental que sirve a la vez como denuncia y alerta.
Entrevista de Víctor-M. Amela a Daniel Raventós para La Vanguardia... ¡¡en 2002!!
-¿Qué es eso de la renta básica?
-La garantía de que todo individuo de una sociedad pueda ser, de verdad, ciudadano.
. ¿No somos auténticos ciudadanos ahora?
-No, no todos. ¿Usted cree que un individuo sin unos mínimos ingresos garantizados tiene verdadera opción de ejercer plenamente como ciudadano?
. ¿Unos mínimos ingresos garantizados?
-Sí, una cantidad de dinero mínima que te dé derecho a la existencia material.
. ¿Eso es la renta básica?
-Sí. La renta básica (RB) es un ingreso pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de su sociedad, trabaje o no trabaje de forma remunerada.
. ¿Trabaje o no trabaje?
-Claro: no es un subsidio de desempleo. Lo cobras por ser miembro de esa sociedad, al margen de que trabajes o no, de que seas rico o pobre, de que vivas con quien vivas.